Adaptar un shonnen a anime, hoy en día, es algo muy complicado. Los shonnen son un género donde abunda la basura y donde la mayoría de las series estan plagadas de tópicos, hay pocas series que destaquen realmente y las pocas que tienen posibilidad de hacerlo se tienen que enfrentar a las grandes series "eternizadas" (recordemos que One Piece, por ejemplo, lleva más de 350 episodios, y contra eso es dificil competir en los primeros diez episodios). Así pues, para triunfar adaptando un shonnen hay que tener detrás un manga extremadamente popular que te asegure una base de espectadores y haga que las posibilidades de vender merchandising sean más altas. Con esta base se puede aspirar a crear una buena serie (los resultados después son otra cosa, pues ya depende de la calidad del manga, que como he dicho, normalmente no es demasiado alta, vease el ejemplo de D.Gray-man, serie mediocre que conlleva un anime más mediocre aún).
Un buen anime shonnen debe partir siempre de un buen manga; no obstante, hay otro aspecto importante (y más en un anime de episodios contados) y ese es el estudio. Y el único en el que se puede confiar para algo así es Bones. Pierrot, Toei, Xebec, Gonzo y otros estudios quedan descartados por los altibajos de su animación, y Kyoto por la propia grandilocuencia con la que suelen actuar y con la que ponen sus ideas por encima de la idea original del mangaka. Bones es un estudio más que prestigioso hoy en día que, además de una animación maravillosa, adapta fielmente el manga y tiene en nómina un equipo de guionistas que son capaces de inventar un final que respete el espíritu del manga. Soul Eater era así, un anime del que -a pesar de partir de un género tan trillado- tenía posibilidades de convertirse en una serie más de decente. Y así parece serlo.
Soul Eater nos coloca como protagonistas a tres "aprendices de shinnigami", cada uno de ellos con un arma que es a su vez otro ser (seres que se transforman en arma y que tienen alma y personalidad como sus maestros). Estos estudiantes van recibiendo misiones poco a poco más complicadas de acuerdo a sus notas o a su progresión con la finalidad de graduarse en la academia. El argumento, evidentemente, no es demasiado original, pero la utilización del recurso del colegio de shinnigamis al menos explica la escalada de poder e impone un orden necesario y de agradecer (así como también resulta natural y lógico como se nos van introduciendo poco a poco aspectos de la mitología de la serie conforme esta crece en complejidad). Las personalidades de los protagonistas no son excesivamente originales, pero son los tópicos que suelen funcionar en este género y ya es bastante mérito del autor el conseguir que no sean odiables. La serie tiene una buena base para combates épicos, pero lo más destacable es seguramente el desenfadado y alocado sentido del humor, muy descarado y también muy bien integrado en la trama y la narración.
Sin embargo, independientemente de la calidad del manga original, es en el apartado técnico donde encontramos el gran aliciente del anime. El colorido y extravagante diseño artístico es excelente y proporciona a Bones el marco perfecto para una animación fluida y espectacular. El aspecto gráfico recuerda por la calidad y nitidez de los personajes y escenarios a antiguos trabajos del estudio como Full Metal Alchemist o Darker than black, pero le añade una agradable y divertida caricaturización a muchas escenas y, sobre todo, una velocidad de vértigo a la acción que convierten este anime en una serie visualmente muy agradable.
Al menos en estos primeros episodios, Soul Eater se revela como un entretenimiento muy recomendable.
Un buen anime shonnen debe partir siempre de un buen manga; no obstante, hay otro aspecto importante (y más en un anime de episodios contados) y ese es el estudio. Y el único en el que se puede confiar para algo así es Bones. Pierrot, Toei, Xebec, Gonzo y otros estudios quedan descartados por los altibajos de su animación, y Kyoto por la propia grandilocuencia con la que suelen actuar y con la que ponen sus ideas por encima de la idea original del mangaka. Bones es un estudio más que prestigioso hoy en día que, además de una animación maravillosa, adapta fielmente el manga y tiene en nómina un equipo de guionistas que son capaces de inventar un final que respete el espíritu del manga. Soul Eater era así, un anime del que -a pesar de partir de un género tan trillado- tenía posibilidades de convertirse en una serie más de decente. Y así parece serlo.
Soul Eater nos coloca como protagonistas a tres "aprendices de shinnigami", cada uno de ellos con un arma que es a su vez otro ser (seres que se transforman en arma y que tienen alma y personalidad como sus maestros). Estos estudiantes van recibiendo misiones poco a poco más complicadas de acuerdo a sus notas o a su progresión con la finalidad de graduarse en la academia. El argumento, evidentemente, no es demasiado original, pero la utilización del recurso del colegio de shinnigamis al menos explica la escalada de poder e impone un orden necesario y de agradecer (así como también resulta natural y lógico como se nos van introduciendo poco a poco aspectos de la mitología de la serie conforme esta crece en complejidad). Las personalidades de los protagonistas no son excesivamente originales, pero son los tópicos que suelen funcionar en este género y ya es bastante mérito del autor el conseguir que no sean odiables. La serie tiene una buena base para combates épicos, pero lo más destacable es seguramente el desenfadado y alocado sentido del humor, muy descarado y también muy bien integrado en la trama y la narración.
Sin embargo, independientemente de la calidad del manga original, es en el apartado técnico donde encontramos el gran aliciente del anime. El colorido y extravagante diseño artístico es excelente y proporciona a Bones el marco perfecto para una animación fluida y espectacular. El aspecto gráfico recuerda por la calidad y nitidez de los personajes y escenarios a antiguos trabajos del estudio como Full Metal Alchemist o Darker than black, pero le añade una agradable y divertida caricaturización a muchas escenas y, sobre todo, una velocidad de vértigo a la acción que convierten este anime en una serie visualmente muy agradable.
Al menos en estos primeros episodios, Soul Eater se revela como un entretenimiento muy recomendable.
11 comentarios:
Pues si la recomiendas le echaré un vistazo para ver que impresiones me genera. Había oído hablar del manga pero es ahora, con el anime, cuando más se oye hablar de ella.
Lo unico que me preocupa es que he visto que el manga no va muy avanzado por lo que de cara a la adaptación de Bones eso puede ir en su contra.
Toca buscar un fansub. ¿Alguno en especial?
Si el manga es bastante escueto de momento, pero confío en Bones. Fueron capaces de hacer un final digno para Full Metal Alchemist (aunque esto, por supuesto, es discutible).
No lo sigo por ningún fansub en especial.
Lo mío no son los estudios, ¿pero no se puede confiar en Madhouse? Mejor que Death Note, en el que hicieron caso al público y acortaron la parte de Near y Mello sin quitar nada (aunque a mi me haya fastidiado...).
De la serie solo puedo decir que se deja ver, una vez presentado los personajes principales (muy estúpidos y a mi parecer sin carisma) no espero nada.
Yo lo seguía en Keika Fansub pero acaba de comenzar también a hacerla AU...
Madhouse han hecho grandes series y, particularmente, siempre los idolatrare por traernos "Monster" y "Hajime no Ippo". Son buenos, pero en ocasiones son tambien algo irregulares (en Death Note por ejemplo).
Los personajes... bueno, pues son personajes de shonnen. Yo, particularmente, no trago a Black Star, pero el resto no me desagradan demasiado. Soul es muy tópico, pero Maka es un buen contrapunto y espero que no se separen mucho (tengo entendido que en los últimos del manga Soul ha comenzado a luchar solo para proteger a Maka, y es algo que no me gusta nada). Death the Kid me recuerda a los personajes de One Piece y me parece algo gracioso. En fin no son nada del otro mundo, pero al menos no son tan tópicos como en D.Gray-man. Creo que estan más cerca de los personajes de "Gash Bell" que los de "Bleach" y eso me gusta.
No sabía que había comenzado a sacarla AU. En fin, la dejaran a medio porque esta huele a licencia lo que no está escrito.
Yo estoy de acuerdo con OtakuLogan, y añadiría Madhouse también, han hecho adaptaciones realmente buenas, tanto en calidad como en fidelidad :P
Respecto a esta, vistos los dos primeros coincido con tu valoración, punto por punto. Me fascina sobre todo su estética, original y colorida.
Tiene potencial, a ver cómo sigue.
Madhouse es ciertamente grande, pero... es muy grande. Es un estudio muy poderoso y saca muchas series. Eso no es malo, pero es un estudio que aglutina a muchos otros y que delega muchas producciones. Es muy irregular, pero... eso sí, para los grandes proyectos suele mostrar un gran nivel.
Como casi siempre este anime tampoco le hemos visto, pero nos lo estamos bajando, dado que ya había leído algunas buenas críticas ^^
A mí este manga ya me gusta mucho por su diseño y el anime por ahora también me está maravillando.
El personaje que más me gusta es Death the Kidd, que lleba su manía de la simetría hasta al final, y como dices recuerda al estilo de Oda.
yue_sayuri, no es nada del otro mundo, pero parece un shonnen agradable y entretenido de ver y... sobre todo, no una serie que se vaya a prolongar hasta la muerte como One Piece, Naruto, Bleach, Gintama, D.Gray-man o todas las de la Jump.
yohishi, el colorido y la velocidad hacen mucho en su favor. Bones ha hecho un gran trabajo.
Juas, ¡pues el manga de D.Gray-man sí que me gusta! Y el anime, ahora que por fin se están dando de hostias con los Noé, está recuperando algo de la gracia que tenía al principio, antes del eterno relleno.
En cuanto a Soul Eater, esa luna sangrante y esa estética me gustan, me hace gracia, de modo que por ahora voy a seguir la versión de AnimeUnderground (contra los de Menudo tengo una cruzada personal :P).
A mi es que D.Gray-man me entró con mal pie. La veo muy tópica y, si bien sigo más o menos el manga y tiene sus cosicas... la veo muy apresurada e incoherente.
Esta serie, como digo, entra por los ojos. Visualmente es una gozada.
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