Punch Out!!
Nací en el 82, en mi infancia disfrutabamos de los juegos simples de la NES y la Master System. Ese gran Alex Kidd, esos primeros Sonic, esos míticos Marios, ese adictivo Tetris, ese gran Bionic Comando. Este juego, remake inconfeso de la entrega original de NES, recupera la esencia de esos juegos. Una cruceta y dos botones proporcionan una profundidad de juego monstruosa, una jugabilidad a prueba de bombas y una diversión asegurada para montones y montones de horas.
Pero este no es un juego de boxeo, como juego de boxeo podemos considerar -con bastantes matices debido a su condición de adaptación de manga- a "Hajime no Ippo Revolution"; "Punch Out!!" es un juego de puzles. En 1985 no podías hacer un juego de boxeo tal y como los consideramos hoy en día, la tecnología no daba para más de unos personajes toscos y unas rutinas de IA muy simples. Todos recordamos el mítico juego de la Atari de Boxeo, uno de los pioneros del género; Punch Out nos ofrecía una perspectiva algo distinta. Veíamos la espalda de nuestro boxeador, Little Mac, y ante el una suerte de boxeadores mucho más grandes que le lanzaban ataques a un lado y otro y que nuestro boxeador debía esquivar mientras esperaba el momento oportuno para contraatacar. "Punch Out!!" no era otra cosa que un juego de puzles disfrazado de arcade deportivo.
La mecánica del juego se ha mantenido. El juego podemos controlarlo mediante el wiimote y el nunchaku, pero también unicamente con el wiimote. El control es la definición de la simplicidad, podemos agacharnos, inclinarnos hacia uno o tro lado, bloquear ataques y lanzar un golpe con cada una de nuestras manos, con ello basta y sobra para acabar con la barra de vida de nuestros enemigos y mandarlos a la lona. Puede, no obstante, resultar paradójico que un juego tan descaradamente arcade como este capte la esencia del boxeo mucho mejor que otros mucho más serios; Punch Out se resume en una palabra "timing". En este juego no sirve de nada atacar pues hasta el más débil de nuestros enemigos tiene una guardia lo suficientemente sólida para que nuestros puñetazos no surtan el menor efecto en él, la fuerza bruta no sirve para nada en este juego. Hemos de observar a nuestro adversario, esquivar sus ataques, memorizar sus rutinas de ataque y aprovechar cualquier instante en el que baje la guardia para -entonces sí- lanzarnos sobre él y golpearle con nuestro golpe más poderoso. Volar como una mosca y picar como un mosquito, pero uno de esos mosquitos que parecen elefantes ja ja ja.
La mecánica del juego es simple y adictiva, la curva de dificultad esta bien medida y el juego siempre incita a jugar más, a intentar resolver el puzle que es el boxeador al que tenemos que enfrentarnos a continuación y que parece una muralla imposible de superar. Pero el juego tiene un aliciente más, y ese es su desmesurado y acertado sentido del humor. Little Mac se ha de enfrentar a trece esperpénticos luchadores que, independientemente de su fuerza, constituyen todo un espectaculo sobre el cuadrilátero. Representan estereotipos exagerados hasta la caricatura y resulta increiblemente divertido ver cada uno de sus gestos, el como reaccionan a un golpe, sus ataques, sus frases ridículas, sus entradas en el ring y todo lo relacionado con ellos. Es un humor que facilmente podía caer en demagogia, pero el tono del juego es simpático y los tópicos que en otros juegos son desagradables aquí resultan un aliciente más. Tenemos así a un estricto militar alemán, al patético francés y su mandíbula de cristal, al irlandes tramposo, a la superestrella de Hollywood, a un mago hindú, al eficiente japonés y... ¿cómo no? a Don Flamenco. El boxeador español es una muestra inmejorable del sentido del humor del juego; nos encontramos ante un hombre que ya de por sí se llama "Don Flamenco", que en sus imágenes de preparación vemos en una plaza de toros, que en sus calzones lleva la bandera de España, que entra en el ring con los acordes de Carmen y que se comporta como un galan narcisista ante nosotros. Pero no hay nada desagradable en este madrileño, es un personaje que -como todos- se hace querer por lo exagerado de sus tópicos. Y todo ello contando además con los consejos de nuestro carismático entrenador Doc Louis, carismático como él sólo, pero cuyos consejos durante los descansos se repartiran entre alguna que otra pista sobre nuestros enemigos y su desmesurada pasión por el chocolate.
Pero el sentido del humor exagerado del juego contrasta con otro factor, y ese no es otro que su exagerada -casi ridícula- dificultad. "Punch Out!!" es un juego anacronicamente dificil. No es sólo su humor desenfadado y su jugabilidad inmediata y sencilla -pero profunda- lo único que hacen que este juego recuerde a los juegos de los 80, también lo hace su desmesurada dificultad. Las primeras partidas son tan simples como la mecánica del juego puede hacer pensar, pero posteriormente las batallas se complican de sobremanera. El juego se estructura en tres campeonatos; el primero de ellos es fácil, el segundo ya comienza a complicarnos las cosas, y el tercero ya sencillamente es bastante difícil. Después, para más inri, tenemos un modo defensa del título, donde todos los boxeadores han aprendido tretas que los hace más duros y donde hasta Glass Joe es un rival complicado (ya ni hablar de esos infiernos en modo de adversarios que son Bald Bull y Mr.Sandman). Luego tenemos un modo de enemigos aleatorios (con sorpresa incluida en forma de un gigantesco simio nintendero). Y hasta aquí el juego es... díficil, pero luego tenemos los desafios, y aquí es donde de nada sirve memorizar las pautas de nuestros enemigos para derrotarlos por medio de patrones "cobardes", aquí el juego nos exige unas victorias bajo unas circunstancias muy concretas que sacaran lo mejor de nosotros y que nos obligaran a tener que conocer a nuestros enemigos mejor que a nosotros mismos.
Tecnicamente nos encontramos ante un juego sobresaliente. Los diseños de los personajes, exagerados hasta decir basta, son excelentes, proporcionándonos unos personajes terriblemente cómicos y carismáticos. Así mismo, la calidad de las animaciones es sencillamente increible. Los personajes se contorsionan de mil maneras y adotan otras tantas expresiones, todo ello siempre con una naturalidad que quita el aliento. A nivel sonoro tenemos una buena banda sonora y una gran cantidad de efectos para cada boxeador (desde sus canciones particulares a sus expresiones durante cada combate, en sus respectivas lenguas). La única pega en este apartado sería el poco detalle del público, aunque siendo un juego tan colorido y centrado en los boxeadores creo que es algo casi lógico.
Largo y díficil, colorido y alegre, divertido y directo... sin duda un juego muy recomendable para cualquier poseedor de Wii.
Nací en el 82, en mi infancia disfrutabamos de los juegos simples de la NES y la Master System. Ese gran Alex Kidd, esos primeros Sonic, esos míticos Marios, ese adictivo Tetris, ese gran Bionic Comando. Este juego, remake inconfeso de la entrega original de NES, recupera la esencia de esos juegos. Una cruceta y dos botones proporcionan una profundidad de juego monstruosa, una jugabilidad a prueba de bombas y una diversión asegurada para montones y montones de horas.
Pero este no es un juego de boxeo, como juego de boxeo podemos considerar -con bastantes matices debido a su condición de adaptación de manga- a "Hajime no Ippo Revolution"; "Punch Out!!" es un juego de puzles. En 1985 no podías hacer un juego de boxeo tal y como los consideramos hoy en día, la tecnología no daba para más de unos personajes toscos y unas rutinas de IA muy simples. Todos recordamos el mítico juego de la Atari de Boxeo, uno de los pioneros del género; Punch Out nos ofrecía una perspectiva algo distinta. Veíamos la espalda de nuestro boxeador, Little Mac, y ante el una suerte de boxeadores mucho más grandes que le lanzaban ataques a un lado y otro y que nuestro boxeador debía esquivar mientras esperaba el momento oportuno para contraatacar. "Punch Out!!" no era otra cosa que un juego de puzles disfrazado de arcade deportivo.
La mecánica del juego se ha mantenido. El juego podemos controlarlo mediante el wiimote y el nunchaku, pero también unicamente con el wiimote. El control es la definición de la simplicidad, podemos agacharnos, inclinarnos hacia uno o tro lado, bloquear ataques y lanzar un golpe con cada una de nuestras manos, con ello basta y sobra para acabar con la barra de vida de nuestros enemigos y mandarlos a la lona. Puede, no obstante, resultar paradójico que un juego tan descaradamente arcade como este capte la esencia del boxeo mucho mejor que otros mucho más serios; Punch Out se resume en una palabra "timing". En este juego no sirve de nada atacar pues hasta el más débil de nuestros enemigos tiene una guardia lo suficientemente sólida para que nuestros puñetazos no surtan el menor efecto en él, la fuerza bruta no sirve para nada en este juego. Hemos de observar a nuestro adversario, esquivar sus ataques, memorizar sus rutinas de ataque y aprovechar cualquier instante en el que baje la guardia para -entonces sí- lanzarnos sobre él y golpearle con nuestro golpe más poderoso. Volar como una mosca y picar como un mosquito, pero uno de esos mosquitos que parecen elefantes ja ja ja.
La mecánica del juego es simple y adictiva, la curva de dificultad esta bien medida y el juego siempre incita a jugar más, a intentar resolver el puzle que es el boxeador al que tenemos que enfrentarnos a continuación y que parece una muralla imposible de superar. Pero el juego tiene un aliciente más, y ese es su desmesurado y acertado sentido del humor. Little Mac se ha de enfrentar a trece esperpénticos luchadores que, independientemente de su fuerza, constituyen todo un espectaculo sobre el cuadrilátero. Representan estereotipos exagerados hasta la caricatura y resulta increiblemente divertido ver cada uno de sus gestos, el como reaccionan a un golpe, sus ataques, sus frases ridículas, sus entradas en el ring y todo lo relacionado con ellos. Es un humor que facilmente podía caer en demagogia, pero el tono del juego es simpático y los tópicos que en otros juegos son desagradables aquí resultan un aliciente más. Tenemos así a un estricto militar alemán, al patético francés y su mandíbula de cristal, al irlandes tramposo, a la superestrella de Hollywood, a un mago hindú, al eficiente japonés y... ¿cómo no? a Don Flamenco. El boxeador español es una muestra inmejorable del sentido del humor del juego; nos encontramos ante un hombre que ya de por sí se llama "Don Flamenco", que en sus imágenes de preparación vemos en una plaza de toros, que en sus calzones lleva la bandera de España, que entra en el ring con los acordes de Carmen y que se comporta como un galan narcisista ante nosotros. Pero no hay nada desagradable en este madrileño, es un personaje que -como todos- se hace querer por lo exagerado de sus tópicos. Y todo ello contando además con los consejos de nuestro carismático entrenador Doc Louis, carismático como él sólo, pero cuyos consejos durante los descansos se repartiran entre alguna que otra pista sobre nuestros enemigos y su desmesurada pasión por el chocolate.
Pero el sentido del humor exagerado del juego contrasta con otro factor, y ese no es otro que su exagerada -casi ridícula- dificultad. "Punch Out!!" es un juego anacronicamente dificil. No es sólo su humor desenfadado y su jugabilidad inmediata y sencilla -pero profunda- lo único que hacen que este juego recuerde a los juegos de los 80, también lo hace su desmesurada dificultad. Las primeras partidas son tan simples como la mecánica del juego puede hacer pensar, pero posteriormente las batallas se complican de sobremanera. El juego se estructura en tres campeonatos; el primero de ellos es fácil, el segundo ya comienza a complicarnos las cosas, y el tercero ya sencillamente es bastante difícil. Después, para más inri, tenemos un modo defensa del título, donde todos los boxeadores han aprendido tretas que los hace más duros y donde hasta Glass Joe es un rival complicado (ya ni hablar de esos infiernos en modo de adversarios que son Bald Bull y Mr.Sandman). Luego tenemos un modo de enemigos aleatorios (con sorpresa incluida en forma de un gigantesco simio nintendero). Y hasta aquí el juego es... díficil, pero luego tenemos los desafios, y aquí es donde de nada sirve memorizar las pautas de nuestros enemigos para derrotarlos por medio de patrones "cobardes", aquí el juego nos exige unas victorias bajo unas circunstancias muy concretas que sacaran lo mejor de nosotros y que nos obligaran a tener que conocer a nuestros enemigos mejor que a nosotros mismos.
Tecnicamente nos encontramos ante un juego sobresaliente. Los diseños de los personajes, exagerados hasta decir basta, son excelentes, proporcionándonos unos personajes terriblemente cómicos y carismáticos. Así mismo, la calidad de las animaciones es sencillamente increible. Los personajes se contorsionan de mil maneras y adotan otras tantas expresiones, todo ello siempre con una naturalidad que quita el aliento. A nivel sonoro tenemos una buena banda sonora y una gran cantidad de efectos para cada boxeador (desde sus canciones particulares a sus expresiones durante cada combate, en sus respectivas lenguas). La única pega en este apartado sería el poco detalle del público, aunque siendo un juego tan colorido y centrado en los boxeadores creo que es algo casi lógico.
Largo y díficil, colorido y alegre, divertido y directo... sin duda un juego muy recomendable para cualquier poseedor de Wii.
5 comentarios:
Yo ya lo comenté hace no mucho. A mí no me pareció gran cosa, pero porque no me va el estilo de juego. Reconozco que para quien le gusten estos juegos está genial.
Yo estoy por darle una oportunidad, la verdad xD Recuerdo vagamente el de Nes y jugar con alguno de aquellos personajes tanto tiempo después debe ser molon xD
Lo del español me ha matao xD
Battosai, todo es cuestión de gustos, claro. A mi me gusta el toque arcade y colorido y su jugabilidad muy, muy retro.
Eso sí, en tu análisis decías que era fácil. Te invito a sacarte unos cuantos desafios o a enfrentarte a Bald Bull y Mr.Sandbag en modo defensa... que infierno de tios.
Xesu, para mi gusto hay mejores en Wii (Fire Emblem, Galaxy, Prime Trilogy, Little King Story), pero este es de la hornada de segundos grandes juegos muy grandes.
Para mi gusto muy entretenido y divertido.
No hace muchos días me tire un par de horas jugado al Punch out de la snes jeje. Y no he podido sino que esbozar una sonrisa al ver este artículo.
Yo soy amigo de los juegos simples. De los que no hace falta saberse multitud de combinaciones para disfrutar de él.
De hecho. De vez en cuando cojo un emulador de la snes, por no desempolvarla jaja y me pego unos vicios al Pang, Aero Figthers, Bomberman y demás. Y disfruto como un niño con zapatos nuevos :)
Es una gozada cuando coges un juego y en dos minutos ya te has hecho con él. La jugabilidad ha de ser directa y casi inmediata.
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