Como ya comenté en su momento, el "Sin and Punishment" original fue un juego que me quedé con las ganas de probar hace diez años y que cuando conseguí jugar hace unos meses gracias a la consola virtual me divirtió sumamente. Mucho esperaba esta segunda parte, y nada me ha decepcionado.
Basicamente este juego es lo mismo que su precesor, con pequeñas variaciones pero más o menos lo mismo que vimos en el juego de Nintendo 64. Es más largo pero quizás esto lo consigue a base de repetir más un mismo esquema. Es también más difícil, pero el mando de la Wii ofrece unas posibilidades increibles para un juego de estas características.
El juego es un shooter de la más vieja y tradicional escuela, nuestro personaje avanza automaticamente sobre un escenario y vamos disparando a todo lo que aparece ante nosotros, que normalmente también nos disparará a nosotros. El avance es automático y nosotros nos podemos mover a lo largo y ancho de la pantalla, esta es una de las modificaciones con respecto al juego original pues antes sólo podiamos movernos a izquierda y derecha y saltar, y ahora nuestro personaje también flota y ganamos un plano más en el que movernos. Esto parecería poder hacer el juego más fácil, pues además el wiimote se usa como resulta más obvio y su puntero nos permite apuntar con una facilidad y rapidez extraordinarias. Es un error. A la par que el control, la dificultad y el diseño de niveles cambian. Nos atacan enemigos desde todos los ángulos posibles, y normalmente simultaneamente. Es uno de esos juegos que requieren toda la atención y los reflejos del jugador en todo momento. El más mínimo error supondrá la perdida de parte de nuestra vida o, casi peor, del multiplicador de puntos que tenemos (multiplicador que aumenta conforme acertamos a enemigos y que determina los puntos totales que conseguimos al abatir al siguiente enemigo, multiplicador que es la clave para conseguir una buena puntuación). El único aspecto en el que se ha rebajado la dificultad del juego es en el tiempo, continua siendo limitado pero en este juego ya no se nos quita vida cuando se nos acaba (este era uno de los puntos que le daban mayor dificultad al título original, pero particularmente agradezco que nos hayan quitado este elemento que casi añadía demasiado frenesí al juego).
El juego es bastante más largo que su predecesor, mostrándonos unos ocho niveles bastante largos. Los niveles son bastante distintos los unos de los otros y nos ofrecen interesantes variaciones sobre el esquema de juego (avance lateral, hacia el fondo, suelo fijo, en el aire, sobre lava...). Los escenarios son bastante espectaculares a nivel visual y estan cargados de enemigos, pero aunque son bastante variados en algunos momentos pueden hacerse demasiado repetitivos. El juego original presentaba unos niveles más cortos y más variados, en esta segunda parte las variaciones son menores. El juego verdaderamente resulta agotador por la cantidad de atención que requiere y la tensión a la que somete al jugador. He titulado esta entrada como "A muerto por segundo" y creo que es bastante acertado, en mi última partida he acabado con unos 4000 y pico muertos en algo menos de dos horas. La cantidad enemigos que matas en el juego es impresioante, y es curioso que casi los momentos de más relax sean los enfrentamientos con enemigos finales. El juego esta plagado de este tipo de monstruos (facilmente tres o cuatro por nivel), son gigantescos y originales, atacan con las tradicionales rutinas que debemos contrarrestar y en las cuales en ocasiones está la única clave para derrotarlos. La colección de monstruos proporciona algunos de los mejores momentos del juego, pero siendo un juego de una Treasure a la que Nintendo pidió directamente que no rebajaran la dificultad del juego evidentemente tampoco son un paseo de rosas, y aquí aparte de los grandes monstruos de final de fase tengo que citar a un enemigo al que yo cariñosamente llamo "el puto topo de la puta grua".
El juego es divertido e intenso, una pequeña joya en este género ya tan en retroceso. Me parece superior al primero, aunque lo colocó por detrás de mi adorado "Lylat Wars". El juego tiene muy buenos mimbres, pero aquella inolvidable aventura de Fox McCloud tenía más una jugabilidad más rica con todas las posibilidades que aquellos 15 planetas ofrecían y esa aventura que sabías que salía de Corneria y acababa en Venom, pero por que otros planetas pasaría. Todo este tipo de juegos son muy rejugables, y este juego tiene además un ranking online que "pica" bastante e incita a seguir jugando para mejorar nuestras estadísticas.
A nivel de producción el juego raya a muy buen nivel. El control es excelente y este es uno de esos juegos para los que parece casi diseñado el Wiimote. A nivel sónoro presenta una buena banda sonora con cortes muy sugerentes, aunque la explosión de efectos de sónido y el frenetismo de la partida sólo permiten escucharla en los escasos momentos de pausa que nos concede el juego. El juego esta doblado al inglés y, sorpresivamente, nos viene también con las voces originales en japonés. A nivel gráfico el juego muestra un extraño contraste al presentarnos unas cinemáticas bastante cutres en modelados y planificación y luego deslumbrarnos con una fluidez impresionante durante el juego, y este no deja de ser el apartado en el que verdaderamente importa. Nos movemos, muchas veces con ángulos poco menos que imposibles, a través de escenarios gigantescos al mismo tiempos que nos atacan decenas y decenas de enemigos, y no he visto una sola relentización a pesar de la ingente cantidad de disparos y explosiones que vemos pasar ante nuestros ojos.
Frenético a más no poder, es uno de esos juegos que pide todo lo que tiene dentro el jugador y si acaso algo más. Es corto (si se utilizan las continuaciones infinitas que el juego permite), pero muy divertido y rejugable. Una nueva joya del catálogo de la Wii y un juego absolutamente recomendable para los jugadores que disfrutan de este género.
Basicamente este juego es lo mismo que su precesor, con pequeñas variaciones pero más o menos lo mismo que vimos en el juego de Nintendo 64. Es más largo pero quizás esto lo consigue a base de repetir más un mismo esquema. Es también más difícil, pero el mando de la Wii ofrece unas posibilidades increibles para un juego de estas características.
El juego es un shooter de la más vieja y tradicional escuela, nuestro personaje avanza automaticamente sobre un escenario y vamos disparando a todo lo que aparece ante nosotros, que normalmente también nos disparará a nosotros. El avance es automático y nosotros nos podemos mover a lo largo y ancho de la pantalla, esta es una de las modificaciones con respecto al juego original pues antes sólo podiamos movernos a izquierda y derecha y saltar, y ahora nuestro personaje también flota y ganamos un plano más en el que movernos. Esto parecería poder hacer el juego más fácil, pues además el wiimote se usa como resulta más obvio y su puntero nos permite apuntar con una facilidad y rapidez extraordinarias. Es un error. A la par que el control, la dificultad y el diseño de niveles cambian. Nos atacan enemigos desde todos los ángulos posibles, y normalmente simultaneamente. Es uno de esos juegos que requieren toda la atención y los reflejos del jugador en todo momento. El más mínimo error supondrá la perdida de parte de nuestra vida o, casi peor, del multiplicador de puntos que tenemos (multiplicador que aumenta conforme acertamos a enemigos y que determina los puntos totales que conseguimos al abatir al siguiente enemigo, multiplicador que es la clave para conseguir una buena puntuación). El único aspecto en el que se ha rebajado la dificultad del juego es en el tiempo, continua siendo limitado pero en este juego ya no se nos quita vida cuando se nos acaba (este era uno de los puntos que le daban mayor dificultad al título original, pero particularmente agradezco que nos hayan quitado este elemento que casi añadía demasiado frenesí al juego).
El juego es bastante más largo que su predecesor, mostrándonos unos ocho niveles bastante largos. Los niveles son bastante distintos los unos de los otros y nos ofrecen interesantes variaciones sobre el esquema de juego (avance lateral, hacia el fondo, suelo fijo, en el aire, sobre lava...). Los escenarios son bastante espectaculares a nivel visual y estan cargados de enemigos, pero aunque son bastante variados en algunos momentos pueden hacerse demasiado repetitivos. El juego original presentaba unos niveles más cortos y más variados, en esta segunda parte las variaciones son menores. El juego verdaderamente resulta agotador por la cantidad de atención que requiere y la tensión a la que somete al jugador. He titulado esta entrada como "A muerto por segundo" y creo que es bastante acertado, en mi última partida he acabado con unos 4000 y pico muertos en algo menos de dos horas. La cantidad enemigos que matas en el juego es impresioante, y es curioso que casi los momentos de más relax sean los enfrentamientos con enemigos finales. El juego esta plagado de este tipo de monstruos (facilmente tres o cuatro por nivel), son gigantescos y originales, atacan con las tradicionales rutinas que debemos contrarrestar y en las cuales en ocasiones está la única clave para derrotarlos. La colección de monstruos proporciona algunos de los mejores momentos del juego, pero siendo un juego de una Treasure a la que Nintendo pidió directamente que no rebajaran la dificultad del juego evidentemente tampoco son un paseo de rosas, y aquí aparte de los grandes monstruos de final de fase tengo que citar a un enemigo al que yo cariñosamente llamo "el puto topo de la puta grua".
El juego es divertido e intenso, una pequeña joya en este género ya tan en retroceso. Me parece superior al primero, aunque lo colocó por detrás de mi adorado "Lylat Wars". El juego tiene muy buenos mimbres, pero aquella inolvidable aventura de Fox McCloud tenía más una jugabilidad más rica con todas las posibilidades que aquellos 15 planetas ofrecían y esa aventura que sabías que salía de Corneria y acababa en Venom, pero por que otros planetas pasaría. Todo este tipo de juegos son muy rejugables, y este juego tiene además un ranking online que "pica" bastante e incita a seguir jugando para mejorar nuestras estadísticas.
A nivel de producción el juego raya a muy buen nivel. El control es excelente y este es uno de esos juegos para los que parece casi diseñado el Wiimote. A nivel sónoro presenta una buena banda sonora con cortes muy sugerentes, aunque la explosión de efectos de sónido y el frenetismo de la partida sólo permiten escucharla en los escasos momentos de pausa que nos concede el juego. El juego esta doblado al inglés y, sorpresivamente, nos viene también con las voces originales en japonés. A nivel gráfico el juego muestra un extraño contraste al presentarnos unas cinemáticas bastante cutres en modelados y planificación y luego deslumbrarnos con una fluidez impresionante durante el juego, y este no deja de ser el apartado en el que verdaderamente importa. Nos movemos, muchas veces con ángulos poco menos que imposibles, a través de escenarios gigantescos al mismo tiempos que nos atacan decenas y decenas de enemigos, y no he visto una sola relentización a pesar de la ingente cantidad de disparos y explosiones que vemos pasar ante nuestros ojos.
Frenético a más no poder, es uno de esos juegos que pide todo lo que tiene dentro el jugador y si acaso algo más. Es corto (si se utilizan las continuaciones infinitas que el juego permite), pero muy divertido y rejugable. Una nueva joya del catálogo de la Wii y un juego absolutamente recomendable para los jugadores que disfrutan de este género.
7 comentarios:
¿Al final cuanto dura una partida completa desde el principio al final del juego? ¿Dices que el juego tiene tiempo, pero ya no te quita la vida? ¿Entonces que pasa si se acaba?
Si te gusta este tipo de juegos deberías probar algún día un touhou.
¿Con que te vas a poner ahora? ¿Vas a esperar a que salga el SMG2 o te vas a poner antes con otro?
Yo creo que una partida directa -sin que te maten una sóla vez- estará en torno a las dos horas y media.
Yo consigo llegar a dos seguidas en fácil, pero el "puto topo de la puta grua" me carga muy facilmente (monstruo que no se me dá nada bien).
Lo del tiempo... no me he expresado demasiado bien. No hay un contador de tiempo propiamente dicho, pero en las batallas contra los jefes aparece uno que si matas al jefe antes de que se acabe te dan más puntos de bonificación. Si se acaba ese tiempo... se pierden los puntos (en el original era más chungo, acabado ese tiempo comenzaba a bajar la vida a una velocidad brutal).
La verdad es que ahora no sé con que me pondré. Tengo el Mario Bross Wii por ahi, y también tengo que jugar la segunda vuelta del OP 2, y luego además tengo el TWEWY de la DS. Y el Mario esta al caer y tengo algo de mono de Wiiware y consola virtual XD
Yo también tengo el primero descargado en la consola virtual, aunque aún no he jugado... Tendré que ponerme a ello por lo que parece :)
No soy muy fan de los juegos onrails, aunque este tiene muy buena pinta, lo comprare en el futuro cuando este un poco mas barato
knil, a mi particularmente me encantan ambos, aunque el primero -en la consola virtual- tiene el problema del mando (se nota mucho que se diseñó con el mando de la n64 en mente).
Anónimo, decir que no es un "on-rails" puro. Es un juego de disparos de toda la vida con avance automático. Aunque no decidas si "ir para delante o ir para detras" tienes control absoluto sobre el movimiento de tu personaje en la pantalla.
A mí siento decir que no me ha terminado de convencer. Se pasa un rato entretenido y tal... pero nada más.
Aun así, me gusta más que el de la 64 xD.
Ambos me parecen muy sobrevalorados, si bien es cierto que dentro del género de los matamarcianos es una maravilla, pero fuera de los fans de ese tipo de juegos no es para tanto.
yo, recordando tu opinión del original, pensaba que este no lo jugarías.
A mi me encanta el género y ambos me parecen muy buenos, pero te doy completamente la razón en lo de "fuera del género". Son dos juegos MUY CERRADOS a su género, y si te gusta un R-Type o un 1942 vas a disfrutar con ellos... pero son muy agresivos para aquellos menos propicios al género (algo que no le pasa, por ejemplo, a Starfox)
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