domingo, junio 27, 2010

Lo mejor y lo peor de "La espada"

La espada de la verdad - Volumen 8 - El imperio invisible

Octavo libro de la serie "La espada de la verdad" (15º y 16º en España, gracias a nuestra "adorada" Timún mas). Es este otro de esos libros que creo que se nota que es mucho de transición hasta la saga final de la serie, pero afortunadamente esta comenzará en el siguiente libro y el bueno de Goodkind ya tiene que comenzar a preparar el terreno para la trilogía final. Así pues, este es un libro que alarga un poco más la guerra, presentando y desarrollando diversas situaciones y personajes más o menos importantes. Es un libro entretenido y ameno por el estilo del autor, la historia no es nada del otro mundo pero no es el peor libro de la serie; tampoco está al nivel de "La piedra de las lágrimas" o "La sangre de la virtud", pero los personajes tienen algunos grandes momentos y la novela por momentos nos recuerda lo mejor de la serie. Es un libro que, en cierta manera, creo que congrega lo mejor y lo peor de la saga.
Comenzaré por lo peor, pues el libro me ha gustado y no quiero que la sensación final tras la lectura de la reseña sea la contraria. Y lo peor de los libros, como de la serie en sí, es la terrible manipulación política de Terry Goodkind. Ya conocemos a este autor, y sabemos muy bien de que pie cojea... pero es que sus ideales estan destrozando los últimos libros de la serie. Un libro puede plantear ideas... pero ha de hacerlo con honradez, y Goodkind no lo hace, se dedica a ridiculizar otras corrientes ideológicas y a ensalzar las suyas como las buenas. Y no vale. No puedes enarbolar una bandera de las libertades, del valor de cada individuo... y después decir que si no piensan lo mismo que tu es porque estan siendo manipulados y son idiotas. Goodkind manipula mucho y, habiéndo acabado con los comunistas ahora pone en su punto de mira a los pacifistas... miedo me daba esta idea y lo que podía hacer nuestro buen escritor... pero al final acaba ridiculizando tanto a los pacifistas como idiotas que estan dispuestos a morir antes que a devolver un golpe que resulta imposible creerse lo que esta contando y todo es poco menos que paródico. Goodkind es demasiado trampoco y en este libro se nota como en pocos de sus libros, y creo que la consecuencia de ello es casi la contraria a la buscada por el autor.
Pero no todo es malo en este libro. Si obviamos la cansina manipulación del bueno de Terry, nos encontramos con un libro bastante entretenido. Lo bueno es que la historia es ágil y el libro tiene un buen ritmo (excepto en las escenas de superdiscursos liberales de Richard). Es un libro que se lee bien y que tiene varias líneas argumentales y que las desarrolla todas ellas más o menas bien. Pero es un libro que, sobre todo, me ha gustado porque salen muchos personajes. Despues de los primeros libros, coincidiendo con la decadencia de la serie, las cosas se habían limitado a Richard Khalan y algún que otro secundario, de vez en cuando salía bien y así conseguimos también a esa gran secundaria que es Nicci, pero se echaba de menos ese caos de personajes que eran los primeros libros. Aquí, como preparación para la trilogía final, casi todos los grandes personajes han vuelto y los vemos tomar posiciones previas al final de la serie. Y puede que Verna no haga nada, y que el papel e Nathan y Ann sea casi anecdótico, pero es bueno ver que aparecen en esta novela. Y es cuando aparecen muchos de estos secundarios cuando esta serie alcanza su mayor potencial, pues cuando Richard y Khalan estan presentes todo parece demasiado supeditado a ellos. Sólo por la escena del rescate de Zed, que además conlleva el regreso por fin de Rachel y Chase, este libro merecería la pena; es lo mejor escrito por Goodkind desde "La sangre de la virtud".
En resumen, es un buen libro, no es ni mucho menos el mejor de la serie, pero tampoco es el peor. Es otro libro de "alargamiento de saga" y funciona bastante bien. Eso si, hay que tomarse en broma al bueno de Goodkind, pues le da demasiado por largar de política e ideologias y el libro es esos momentos -que por desgracia no son pocos- cansino y poco menos que ridículo.

No hay comentarios: