Donde moran los demonios

Shin Megami Tensei: strange journey

Resulta que ha aparecido un manchón negro, raro y que da muy mal rollo en la Antártida. Es un muro de oscuridad que va creciendo y absorviendo todo lo que encuentra a su paso, y lo que entra no sale. La cosa no mola mucho y desde la ONU montan una comisión y deciden enviar a su interior a una expedición con avezados científicos y lo mejor de lo mejor de las fuerzas armadas. El problema es que cuando estos entran dentro de la nube negra todo sale aún peor de lo que habían imaginado y nuestro protagonista se encuentra en el peor de los infiernos.
Este el argumento de este Shin Megami Tensei, y a pesar de ser una mera excusa para recorrer niveles y niveles acabando con centenares de enemigos con los demonios que entrenas y por el camino recolectar objetos y hacer alguna que otra sidequest, está bastante currado. El juego se presenta como una rebelión de las fuerzas más puras y primigenias de la tierra (buenas y malas) contra la corrupción del propio hombre, y los escenarios representan esta decadencia humana emulando campos de batalla, prostíbulos, centros comerciales o incluso idílicos jardines. Los personajes se enfrentaran a algún que otro dilema ético y tendremos que elegir entre la neutralidad y el orden y el caos (llevados estos a su máximo exponente). Los guionistas han conseguido una buena historia y personajes como Arthur, Gore, Zelenin y Jimenez son carismáticos y estan bien desarrollados. No soy ni mucho menos un experto en esta saga (es mi primer juego), pero también tengo que remarcar que esta muy lejos del estilo "manga" que ha popularizado la subserie "Persona" y que es netamente oscuro y bastante adulto.
Pero hablaré ya del juego en sí, que es lo importante. En primer lugar he de darle las gracias a mi buen amigo Setzer por haberse pedido el juego (no se ha lanzado en Europa, y no parece que haya planes de ello gracias a la pirateria de nuestra buena consolilla y al marcadamente limitado publico potencial de este producto). Tenía muchas ganas de probar un "Shin Megami Tensei", una de las grandes sagas roleras que hasta el momento no había podido catar de primera mano. Este primer contacto no me ha decepcionado para nada. Es un juego de rol muy bueno y muy puro, y es "muy juego". La Nintendo DS limita a los diseñadores del juego y han optado por un estilo muy retro, y esto significa jugabilidad pura y dura y directa hasta decir basta. Avanzamos en primera persona por escenarios "de cuadrículas", pudiéndonos movernos hacia delante y detras y hacia izquierda y derecha, pero habiendo una única velocidad y estando las diagonales prohibidas. Es como un shooter de los viejos tiempos... sólo que con encuentros aleatorios contra enemigos. Encuentros también en primera persona que son facilmente comparables a los de la serie Dragon Quest.
Las batallas son por turnos muy rígidos, eligiendo los movimientos de los cuatro miembros de nuestro grupo y observando las consecuencias. Los movimientos se reducen a ataques físicos, mágicos, protegerse y "regresar" en el caso de los demonios que invocamos, en el caso del prota los ataques mágicos se sustituyen por los de la pistola, el "regresar" por la invocación de demonios, y añadimos también una opción para usar objetos.
El grupo esta compuesto por nuestro protagonista y tres demonios. Los demonios podemos conseguirlos mediante diálogo (cuando nos encontramos con enemigos, en lugar de atacarlos podemos probar suerte e intentar convencerlos de que se pasen a nuestro lado dialogando), y también mediante la fusión de dos o más de los que ya estén a nuestra disposición para crear uno nuevo. Hay unos trescientos demonios, y además mediante diversas técnicas podemos modificar los atributos y habilidades de cada uno de ellos, obteniendo así un número incalculable de posibles aliados en batalla. Si bien hay un límite de demonios que nos pueden acompañar, podemos almacenar "la referencia" de cada uno de ellos, pudiendo invocarlos cuando nos sea necesario. El control es rápido y ágil, y en ningún momento constituye un problema ni lastra el global del juego.
Tiene una buena dificultad, es decir, es bien jodido. Es un juego muy purista en el que hay que atacar los puntos débiles de tus enemigos y cuidar los tuyos, porque la fuerza bruta no sirve salvo en casos de diferencias exageradamente grandes y un enemigo pequeño nos puede dar un disgusto facilmente lanzándonos un bonito hechizo de multimuerte. Ni que decir tiene que los jefes finales son sencillamente invencibles si no conoces "su truco"... y aún así en ocasiones habra veces que casi dependamos de la suerte más pura para acabar con ellos.
Tecnicamente es limitadillo. Vista en primera persona con avance con cuadrículas y un poping brutal y batallas sin demasiados efectos, pero ello no influye en ningún momento en el juego. A nivel sonoro tiene un score muy bueno con temas orquestados y proliferación de cantos, le sienta como anillo al dedo al juego y ayuda a meter en ambiente al tiempo que da una fuerza brutal.
¿Recomendable? Sí, harto. Es un juego de rol increiblemente purista y muy disfrutable por sus infinitas posibilidades y su altísima dificultad. No es un juego para principiantes, pero los amantes de los juegos de rol clásicos por turnos creo que encontaran aquí una fuente entretenimiento de muchas horas (la friolera de 72 horas me ha llevado acabarlo).