Fue un tenryuubito quien mató a Kennedy

One Piece 624 - La reina Otohime

¿Murió verdaderamente Kuina? Dejando a un lado la visita de Dragon –fases lunares distintas- y la posibilidad de que Ivan-chan hiciera algo, parece seguro que la compañera de Zoro murió y que no sigue viva como… no sé, Doflamingo. Ahora bien, sufrió un accidente y se cayó por las escaleras… creo que no. Siempre me ha parecido extraño que la pequeña Kuina hubiera estado andando tranquilamente por su dojo y de repente se hubiera caído por las escaleras, si tenemos en cuenta que era una diestra espadachina tan falta de coordinación -por mucho que Zoro carezca del sentido de la orientación- parece dificil de creer. Pero los últimos episodios han arrojado luz sobre tal acontecimiento, a raiz de los últimos episodios es imposible no pensar que no fue un accidente, sino que detrás de la niña apareció un malvado tenryuubito y la empujo hacia aquella cruel muerte.

Los tenryuubito mataron a mi hija, por eso me uní a los revolucionarios~mukya

Oda lleva como 100 capítulos poniendo a esta deleznable clase social como los malos más mezquinos y deplorables del manga. Me parece excesivo y un error. No habían aparecido antes de llegar a Shabody, pero es que desde ese disparo a Hatchan no han hecho más que joder a la banda y sus conocidos de una forma u otra y en cualquier tiempo existente. Los Tenryuubito provocaron el desastre de Shabody, pero ya antes traumatizaron a Hancock y liquidaron a Sabo, y ahora parece que también estarán inmersos en la muerte de Otohime. He leído una teoría de que la reina podría morir para salvar a un tenryuubito de un ataque terrorista… francamente me gustaría. Me decepcionaría algo que fuera el enésimo tenryuubito cruel el que matara a Otohime. Vale que los dragones celestiables sean odiables… pero es que a este paso Oda les va a culpar del calentamiento global, la crisis actual y la extinción del lince ibérico.

"¿Los tenryuubito? Sí, aboliré sus derechos~desu. Aunque no me parecen tan mala gente como al resto, me han invitado al teatro~desu"

Pero dejando a un lado el detalle de los dragones celestiales este me ha parecido el mejor capítulo de lo que llevamos de flashback (y verdaderamente los tenryuubito no me parecen en este sentido un problema sino una solución, pues pocos catalizadores mejores podía usar Oda por muy manido que me resulte el resultado). El ritmo de los flashback es distinto, Oda trabaja nos muestra un trabajo más digno de One Shoots o primeros capítulos, donde prima ante todo desarrollar un concepto o una idea. Los personajes quedan relegados a un segundo plano, e incluso las acciones del propio flashback carecen de importancia. Lo importante son imágenes y frases puntuales que se convertiran en pilares fundamentales de la actitud de un personaje o -en este caso, como en Shandia- un pueblo. Y este flashback es especialmente complicado al centrarse en las figuras de Jimbe, Arlong, Tiger y Otohime y al cubrir las vidas -y muertes- de estos a lo largo de varios años. Un flashback largo y muy complejo narrativamente donde tenemos la sensación de que todo es un pelín inconexo... pero creo que en este capítulo Oda lo ha bordado (y para colmo nos ha regalado una portada con Jhonny y Yosaku \\(^o^)//).

La historia de Arlong: Para mi gusto uno de los grandes ganadores de este flashback. Su plano al salir de Impel Down después de pudrirse en su interior durante unos cuantos años me parece de los mejores de Oda en este flashback, y para su más completa humillación su perdón lo consigue Jimbe después de venderse al gobierno mundial. El Arlong que todos conocemos ha terminado de nacer, y para colmo se ha cruzado con Kizaru lo cual incluso explica el porque se mantenía quieto en el tranquilo East Blue y sobornaba a la Marina. Si bien Arlong era un personaje de un manga que One Piece hace mucho que dejo de ser, Oda ha conseguido integrarlo bastante bien en este flashback.

La historia de Jimbe: Koala ya cambió a nuestro buen hombre-tiburón ballena y en este capítulo hemos visto su transición final entre el tritón desengañado que era en un principio con el caballero que defenderá sus principios aunque le cueste la vida. Vemos a un Jimbe que sucede a su capitán tratando de mantener sus ideales, y siendo tan consciente como Fisher Tiger de lo inútil y contraproducente de su lucha. Jimbe ha aprendido el mensaje de su capitán y y por eso acepta la oferta de ser shichibukai (y ese murciélago es uno de tantos detalles que Oda distribuye a lo largo del manga para abrir y cerrar incógnitas cuando uno menos se lo espera). Al contrario que Fisher Tiger, él puede elegir. Pero es una elección complicada y unicamente aquellos que de verdad comprendían a Tiger lo entienden, y así mientras Neptuno y Otohime lo comprenden y se congratulan pierde a Arlong y al resto de huérfanos que aún siguen cegados por el odio como el propio Hodi Jones.

¿Buggy Shichibukai? Supongo que sí... pero y lo glorioso que sería que un hombre de Roger siguiera siendo un hombre de Roger tantos años después.

La historia de Otohime: Muerto Fisher Tiger, la reina reclama el protagonismo del flashback. Y lo hace con fuerza. Tuvo una buena presentación pero era un personaje que necesitaba aún un gran momento, y ese lo ha conseguido gracias al alcohol. Me ha encantado como Oda ha usado a Fisher Tiger para hundir el sueño de Otohime cuando este era precisamente el mayor miedo del gran capitán tritón. Al igual que la imagen de Arlong al salir de Impel Down me parece que refleja el odio y la oscuridad de este personaje, la imagen de incredulidad y dolor inconcebible de Otohime cuando el primer tritón le pide retirar la firma (cuando ha conseguido una cantidad tan pequeña ha costa de tanto esfuerzo) me parece uno de los mejores planos del flashback. En este sentido me parece que Oda ha mejorado mucho como dibujante con los años al conseguir que estos planos secundarios resulten tan esclarecedores. Una Otohime que sabía que su lucha estaba perdida pero que luchaba por acercar a las siguientes generaciones a la libertad es derrotada por el miedo a lo desconocido de sus congéneres y acaba llorando de pura impotencia; y es entonces cuando explota y cuando vemos el mejor de sus discursos. Otohime no abofetea fisicamente, lo hace psicologicamente. La reina de los tritones grita la realidad que todos se niegan a ver, que su pueblo se ha ocultado en el fondo del mar en el único sitio que se parece a la superficie, y si la raza no crece para poblar todo el mundo no tendrá otro fin que el morir olvidada en la oscuridad. La isla submarina, como lo era la propia Shandia, es como cualquier pasado que impide avanzar hacia el futuro: una cárcel. Una cárcel de coral, pero una cárcel.