jueves, septiembre 15, 2016

No es televisión. Es HBO

Los Soprano

Anthony Soprano es un los capitanes de la mafia de New Jersey. Hijo de ganster, ha vivido todos sus años marcado por la marginalidad de los italianos y su férrea estructura social convencido de que la única forma de vivir dignamente era "el negocio".

La serie nos cuenta la historia de su familia. Tony es el protagonista absoluto de la serie, pero esta nos presenta a sus familiares y amigos, mostrándonos la vida de cada uno de ellos en este peligroso y siempre opresivo ambiente. 


Realicemos pronto la pregunta. ¿Es "Los Soprano" la mejor serie de la historia? Mi respuesta corta seria "no". Mi respuesta larga sería "no, pero hay pocas series que puedan optar a ese título con más derecho que esta". Considero que hay series mejores, "The Wire" (ver reseña), una de sus series hermanas con las que la HBO cambió la forma de hacer televisión, por ejemplo, me parece superior, pero sólo ligeramente superior. "Los Soprano" es una auténtica maravilla de serie, una historia dura y descarnada, pero que al mismo tiempo consigue arrancarte sonrisas con su terrible humor negro; una historia terriblemente dramática, pero que en ningún momento se nota artificiosa o excesiva; una historia con cuyos personajes logras empatizar, pero que en ningún momento te oculta que son monstruos o trata de victimizarlos. Si tuviera que definir esta serie en una única palabra, diría que es "robusta". La robustez de su guión, lo terriblemente sólido de este lo domina todo. La trama se desarrolla de una forma lógica e inevitable, tanto que incluso cuando el azar aparece en forma de alguna extraña coincidencia no parece para nada forzado. Todos los personajes hacen lo que se supone que deben de hacer, aunque les destroce por dentro todos actúan de acuerdo a lo que el resto esperan de ellos porque saben que no tienen otra alternativa.

Si tuviera que elegir otra palabra para definir esta serie, esa sería "cotidianidad". "Los Soprano" no cuenta grandes cosas normalmente. Las amenazas están siempre presentes, y ocasionalmente explotan y la serie las trata, pero es entonces cuando se nota más forzada o convencional. La serie vive mejor en la tensa calma, o incluso en la tranquilidad; se encuentra más cómoda cuando ha de contar la vida diaria de sus protagonistas, cuando las amenazas vienen de ellos mismos y de los constantes errores que cometen, de ese día a día que poco a poco va minando el espíritu de todos ellos y destrozando a sus familias. Es entonces, cuando vemos robos mezquinos, intentos de engaño, traiciones pequeñas y adicciones al juego, sexo o las drogas. La serie se encuentra entonces en su ambiente, mostrando el tipo de vida de sus protagonistas, el machismo recalcitrante, la hipocresía religiosa, el culto a la violencia o el concepto de "clan" al que todos se subscriben para evitar la soledad o la inseguridad y el como estas obligaciones entran en conflicto con sus propias personalidades.

Es difícil hablar de la serie sin destriparla, e incluso haciéndolo es complicado porque como he comentado la serie trata el día a día, e intenta hacerlo de una forma relativamente realista. No hay grandes acontecimientos, puede haber una trama continua con los federales investigando a la familia, como también las guerras de poder planean siempre sobre la serie, pero varios episodios pueden estar dominados por algo tan simple como un chiste contado por un subordinado que no hace gracia a alguien, o un pequeño robo por parte de un novato ambicioso que ocasiona problemas que sus jefes han de solucionar. En la serie no hay demasiados asesinatos, y cuando los hay suelen estar muy justificados y tienen consecuencias; los protagonistas son criminales profesionales, no hacen estupideces, saben muy bien que los errores se pagan caros y no pueden hacer estupideces. Ahora bien, aunque haya pocas, hay muertes, y si bien la serie no se recrea en ellas tampoco huye de ellas; esto es la HBO y sabemos lo que eso significa, si la cadena puede meter sangre la meterá, y si puede meter sexo lo meterá, y aquí tenemos a unos auténticos adictos sexuales que tienen incluso un local de striptease.


Técnicamente la serie es muy deudora del cine de mafiosos de los setenta, con un enfoque clásico y un retrato cruel y descarnado de los elementos más sordidos de la naturaleza humana. La serie se apoya en una banda sonora excepcional repleta de clásicos (así como numerosas referencias en el guión a grandes clásicos del cine, especialmente al de mafiosos). El uso de los silencios y el dominio del tempo narrativo es prodigioso, la serie es toda una demostración de estilo y sobriedad narrativa, e incluso se permite algunas licencias en forma de ensoñaciones o algunos capítulos puntuales que constituyen pequeños experimentos narrativos.

Naturalmente, los grandes protagonistas de la serie son los actores, monstruosos todos ellos. Del tristemente finado James Gandolfini poco se puede decir, compone un personaje increíble, un monstruo convencido de su propia bondad que se escuda en su mundo para poder vivir una vida que sacie todos sus bajos instintos. Es un grandísimo personaje, lleno de matices luminosos que impiden en muchas ocasiones ver la oscuridad que subyace tras ellos, y el actor realiza un trabajo sublime consiguiendo que nos ganemos su simpatía y que logremos incluso empatizar con sus acciones. Pero la gran estrella de la serie en mi opinión es Edie Falco, la serie encuentra en las mujeres y su rol en una sociedad tan machista y tan hipócrita uno de sus mayores filones, y en Carmela dibuja un personaje tan maravilloso que es imposible describirla con palabras. 

Todos los actores están bien, desde esos secundarios que componen la camarilla habitual de Tony con más o menos peso, como Christopher (y Andrea), a actores de renombre que se unieron a la serie casi a modo de guinda como Steve Buscemi o Joe Pantoliano. No obstante, si hay miembros del reparto que brillan en la serie esos son los familiares de Tony, desde una madre y una hermana brutales, a unos hijos a los que la serie consigue sacarles un partido increíble haciendo que la serie gire en torno a ellos. El conflicto generacional y la distinta forma de ver el mundo de padres e hijos es uno de los motores de la serie, entrando aquí también el personaje de Junios Soprano, cuyo ciclo parecía acabado tras la primera temporada y que sin embargo sigue presente durante toda la serie, sacándole los guionistas un jugo impresionante y propiciando algunas de las mejores escenas de la serie.

Un punto significativo en este sentido, y creo que definitorio de la propia serie, es el poco papel que tiene la psicóloga. Al principio de la serie la terapia del mafioso parecía que iba a ser el motor de la historia, y durante mucho tiempo impulsa y analiza algunos de los momentos más importantes. Sin embargo, conforme avanza la historia, pasa a ser un factor secundario, quizás sea intencionado para recalcar el mensaje de círculo vicioso del que los personajes no pueden escapar, pero creo que es más bien el mejor ejemplo de como la serie fluyó naturalmente en una dirección que no era exactamente la que sus creadores habían planeado en un principio. El polémico final de la serie, muy ambiguo y muy discutible, es una muestra de ello; los responsables de la serie optaron por un final muy tramposo, cuando en cierta forma quizás la opción más natural habría sido el cerrar la serie en la consulta, con una escena que sucede en el penúltimo capítulo (la psicóloga no aparece en el último capítulo, lo cual no deja de parecer algo contranatura).


La serie, naturalmente, no es perfecta y tiene sus defectos. Las transiciones entre las diversas temporadas son muy abruptas, ocasionando que en los primeros episodios en ocasiones uno se pierda un poco. Es también una serie que, por su alto número de secundarios y el uso recurrente de algunas de sus tramas, exige cierto esfuerzo de atención y memoria por parte del espectador. Y con toda la solidez de su guión increiblemente trabajado, eso no impide que en algunos momentos se fuercen algo las acciones de un personaje. 

No obstante, todos esos todos estos son defectos muy menores que en ningún momento empañan una serie cuya fama y prestigio me parece que están más que merecidos. Como he escrito al principio de la reseña, no sé si objetivamente esta será la mejor serie de la historia, y subjetivamente a mi no me lo parece, pero desde luego hay pocas series que justifiquen más que esta la formulación de esa pregunta. Absolutamente recomendable.

5 comentarios:

OtakuLogan dijo...

He visto algunos capítulos sueltos cuando la emitían en Canal + (incluido el final, :( ), pero tengo que sentarme a verla entera, esta en mi lista de pendientes. No sé si primero veré esta o tu querida A dos metros bajo tierra. ¿Se estará acercando el podcast de series de HBO?

PD: A mí "No es televisión. Es HBO" más que algo positivo, me suena a barra libre de desnudos sin venir a cuento.

Anonimatus dijo...

La serie que cambió la forma de hacer televisión.

Como has dicho, una de los mejores puntos de la serie es que no comete el error de mostrar una imagen idealizada de los mafiosos ni como monstruos que están todo el rato haciendo maldades, sólo matones que buscan beneficio propio.

En mi opinión los únicos que eran completamente malvados eran Ralph (una amenaza para todo el grupo) y la madre de Tony, una pena lo de la actriz, habría sido fantástico ver como se habría desarrollado esa trama y que habría hecho Tony.

eter dijo...

OtakuLogan, esta es de las que hay que ver de un tirón, creo que no se me ocurre serio menos episódica XD (incluso aquellas que son continuadas en cada episodio tienen dos o tres cosas que narrar, esta como es tan de desarrollo de personajes da mucho la sensación de que no pasa nada).
A dos metros... con todo lo que me aburrió, no puedo "no recomendarla". No deja de ser una serie con una producción excelente y todo eso, y entiendo que a mucha gente le fascine, por mucho que no sea mi caso.
Me temo que el podcast de la HBO esta muy lejos... antes hago 5 especiales sobre Star Trek (que me tocarían a mi, ya que Setzer no la ha visto)
pd: Y sí, la HBO tiene cosas muy discutibles, y hay veces que da mucha vergüenza ajena como meten tías -y tios- en bolas gratuitamente para mantener esa presunta marca de series adultas.

Anonimatus, bueno, como monstruos... en alguna ocasión, cuando se quitan la careta, se muestran como auténticos psicópatas. Todos tienen sus pequeños lazos con la comunidad, sus familias y su "familia", pero lo que han estado haciendo toda su vida los ha convertido en animales. Tony da auténtico miedo cuando se enfurece, y en verdad en cualquier momento piensas que se puede liar a pegar tiros u hostias.
Ralphie juega en otra liga, por supuesto, pero diría que todos son bastante parecidos y que el único que se salva es quizás Bobby.
Y sí, una pena lo de la madre, era un personaje increíble, y habría estado bien ver como continuaba su desarrollo (en especial con temas como el divorcio de Carmena o la enfermedad de Junior)

erGuiri dijo...

Te congratulo. Yo la vi entera también, y a atracones de varios episodios seguidos. Kudos para ti. Desde hoy se te respetará más (todavía) como crítico. Porque no puedes hablar de series sin haber visto Los Soprano... Y "The Wire" y "Breaking Bad", como dicen en Padre de Familia jajaja. Ahora.. si sólo vieses Babylon 5, no tienes ni que verla entera, sólo hasta la mitad de la 4ta temporada... you would have my total devotion :p

eter dijo...

Curiosamente justo hoy he visto a los Vorlon y las Sombras irse de la galaxia cogidos de la mano en el 4x06 XDDDDD