domingo, enero 07, 2018

En el Nirvana de las viñetas

Buddha

Si te gusta el manga, tienes que leer a Tezuka. Uno puede pensar que son obras antiguas, que son infantiles, que el dibujo es feo y que no han envejecido bien. Una puta mierda. Quizás el Tezuka más infantil sea menos recomendable para un adulto, pero todo lo que he leído de su etapa más madura o adulta son, u obras maestras, o mangas muy interesantes (ver reseñas). El volumen de producción de páginas de este hombre, así como la inmensa cantidad de recursos narrativos y la complejidad de muchas de sus tramas hacen que no me sea posible calificarlo de otra forma que de absoluto genio. La suya era una pluma que está a la altura de los más grandes autores del siglo pasado en cualquier campo y, desde luego, no equivocado que se le llame comunmente "el Dios del manga".
Este Buddha, la primera de sus obras largas que leo, es una sucesión de genialidades una tras otra. Verdaderamente, la historia de este manga no es especialmente robusta, y por lo que me he informado tampoco es especialmente fiel a lo que se considera la biografía comúnmente aceptada de Siddhartha Gautama, pero es un manga muy sólido y muy entretenido. En esta obra Tezuka salta hacia atrás y hacia delante en el tiempo frecuentemente y alterna protagonistas entre capítulo y capítulo; el protagonista principal es Buda, claro, pero en torno a él pivotan una serie aliados y enemigos cuyas historias también vemos prácticamente desde su nacimiento hasta su muerte merced a una narración omnisciente que no duda en adelantarnos hechos o romper con un descaro brutal la cuarta pared.
Tezuka nos traslada un mundo horrible de castas donde las guerras y las epidemias se suceden constantemente reduciendo el valor de la vida a la nada. La suya es una trama muy dispersa a través del tiempo y de los personajes, 10 tomos que en verdad son en muchas ocasiones relatos cortos y casi autoconclusivos introducidos en torno al protagonista que se suceden entre sí con unas transiciones inmediatas entre escenas. En ese mundo horrible reflexiona sobre la vida humana y la relación de esta con el resto de la naturaleza estableciendo un discurso pacifista entre humanos y de resignación y aceptación ante las leyes de la naturaleza. Todo forma parte de un todo y hemos de aceptarlo. No soy un experto en conceptos budistas, así que no puedo juzgar si la representación de la religión y sus preceptos es acertada o justa, pero me parece que en todo caso siempre es respetuosa y que no cae en el maniqueísmo de intentar presentar a Buda como un santo ni hacer del resto del mundo un enemigo de sus ideales.
Visual y narrativamente no deja de ser una obra con una gran fuerza, el extraño contraste entre los desnudos, la sangre, la esclavitud, las muertes brutales y las violaciones con un sentido del humor y unos chistes muy presentes se hace muy llamativo. Si a todo esto le sumamos el grafismo particular de Tezuka, muy deudor de la escuela de Disney, en el que la mayoría de las imágenes tienen trazos sencillos y cuasi infantiles (aunque ocasionalmente nos regala páginas muy elaboradas y sobrecargadas que son auténticas obras de arte), la impresión de ver semejantes burradas contadas con una naturalidad tan pasmosa no deja indiferente al lector. Y dentro del sentido del humor se me hace imposible no mencionar como Tezuka rompe una y otra vez la cuarta pared; vemos como un personaje puede cabrearse y romper los marcos de su viñeta y usarlos contra el mobiliario en la siguiente viñeta, y las conversaciones con el lector son frecuentes, llegando a pasear por la obra personajes de otras series de Tezuka como Black Jack... o el propio Tezuka (aquí también es impecable la labor de traducción).
Nuevamente, ante Tezuka no puedo hacer otra cosa que quitarme una figurada boina y recomendar encarecidamente esta obra. Una absoluta maravilla.

9 comentarios:

Jhon Kei dijo...

Esta obra es una que me interesa lo que no está escrito. Pero, por ahora, voy a darle una oportunidad a "Adolf", principalmente por ser más corta.

No sé si en alguna entrada ya lo mencione, pero creo que debo arriesgarme a ser repetitivo y cansino por recomendar "Fénix". Al menos, hasta ahora, mi favorita de Tezuka (y eso que el propio Osamu no llego a concluirla).

erGuiri dijo...

Lo máximo que he leido es el remake de "Pluto", que no es 100% de él, más bien de Urasawa. Para temas budistas te recomiendo Siddhartha de Herman Hesse. Es cortito. Me gustó mucho en su día.

eter dijo...

Jhon Kei, leí Adolf hace demasiado y fue mi primera toma de contacto con Tezuka -el clásico libro que lees por la fama del autor pero sin saber que vas a encontrarte-, me gustó pero creo que tendría que darle una relectura.
Sí, ya recomendaste Fenix en una entrada anterior. Me tienta, pero es más largo y está incompleto, y al parecer esta Buda es casi como un spin-off, con una temática emparentada XD. De momento aplazare su lectura, creo que cuando vuelva a Tezuka ya iré a por Black Jack

erGuiri, esta la cogí más por Tezuka que por Buda, pero me apunto Siddhartha de Herman Hesse.

Unknown dijo...

Siempre he sabido de la existencia de esta obra y todo lo que he pillado de Tezuka me ha encantado (incluso de su etapa joven).
Buddha en particular no sabia si tenía algo que ver con Siddharta, asi que nunca la leí, pero me dejaste muy interesado en ella.
También me pregunto si conoces su adaptación animada y que opinas de ella.

eter dijo...

La adaptación no la he visto. La que conozco son un par de ovas o películas de hace unos pocos años, me dan un poco de miedo porque me parece muy dificil adaptar todo el material... y visualmente es algo extraño, porque el dibujo pinta espectacular, pero al mismo tiempo muy distinto al de Tezuka.

Neovallense dijo...

Obra Maestra. (No hay más que añadir xD)

eter dijo...

Y yo os tengo que agradecer que me lo recomendaseis tanto :)

Mitzburn dijo...

yo me la lei hace tiempo y puedo decir que queda uno sin palabras para describir su obra maravilla, sin duda una buena obra por parte del maestro, de principio a fin, y cada ua de sus minihistoria dentro de la misma historia son una gozada, infinitamente recomendable.

eter dijo...

Es una gozada ver todas esas historias secundarias que funcionan a la perfección unitariamente pero que en el contexto mayor de la obra general ganan un plus más.