Esta es una serie extraña, extremadamente extraña. Sus diseños coloridos y bonitos enmarcaban en un principio la enésima serie de clubs de instituto, ubicándose en un club de anime que le daba para parodiar los tópicos del género mientras sus protagonistas acudían a eventos y se enfrentaban al malvado consejo de estudiantes. Aunque algo irregular, una serie que debatía sobre "la regla de los tres capítulos" en el tercer capítulo era simpática. El romper la cuarta pared y tirar de metalenguaje es algo que ya está muy visto, pero si se hace bien sigue siendo bastante efectivo, sobretodo en productos autoreferenciales que debaten sobre la industria y sus clichés citando con poca sutileza ejemplos de series actuales. Con un plantel más o menos simpático de personajes que se amoldaban a los estereotipos de los diversos otakus, los debates resultaban curiosos y uno podía obviar que había por ahí un gato que hablaba y que la serie tenía una obsesión enfermiza con el "eye candy" de la amiga de la prota.
Sin embargo a partir de su segunda mitad la serie comienza un viaje hacia la locura, donde es todo tan exagerado, tan loco y tan carente de sentido que el producto acaba ganando identidad y carisma. El club de anime pronto acaba produciendo un anime de una calidad épicamente mala, pero ello es sólo un preámbulo a un par de episodios finales donde todo se convierte en metalenguaje y donde los personajes parecen ser conscientes de su naturaleza de entes de ficción y luchan contra ello. Hablamos de un nivel "space balls", donde en un episodio podemos ver varias veces el opening y donde el hecho de que haya un gato parlante pasa a ser casi lo más lógico y natural del mundo. Este final no me parece que termine de funcionar, pero sencillamente no concibo imaginar que pretendían los guionistas de esta serie. Es como si todo fuera una partida de rol donde las pifias se sucedieran una tras otra y los protagonistas huyeran hacia delante sin saber hacia donde, donde todo vale narrativa y formalmente y donde todo cambia radicalmente en cuestión de minutos. Es difícil describir esta serie sin spoilers, pero el hecho de que haya spoilers en una serie de clubs de instituto ya dice mucho de ella porque no hablamos de revelaciones tipo "a este personaje le gusta este otro", no, hablamos de disparates argumentales que la serie suelta sin ningún tipo de complejo.
Es todo tan... surreal, que creo que precisamente por ello la serie es digna de ser vista. No digo que sea recomendable, no digo que sea una buena serie o que sea siquiera entretenida, pero en su recta final es todo tan loco que creo que por simple curiosidad cualquier otaku hastiado de decenas de series iguales ha de darle una oportunidad a... esto.
5 comentarios:
Vale, me has intrigado y convencido.
Me has convencido, había escuchado opiniones muy mixtas de esta serie.
mierda... dos lectores menos para el blog XDDD
Zadkiel
Acabo de terminar de ver la serie, hasta el capítulo 8 era un anime de clubes del montón, el 9 y 10 son raros pero tenian algo de conexión con lo anterior, pero los 2 últimos son tal fumada que me cuesta recordar algo parecido dentro del anime, no diría que disfrute viendo el tramo final pero sin duda es toda una experiencia, si la serie queria diferenciarse y quedar en la memoria de los pocos que llegaron hasta el final, lo logró
No se porque pero me dio un ataque de risa con la escena del último capítulo de la amiga atletica de la prota bebiendo agua, que sale de la nada xD
Si, hay un momento en el que dices "esta serie es rara", pero es que ya lo de los últimos episodios supera a cualquiera, no sé que demonios se estaban fumando para meter secuencias como esa en la que se ponen a llamar a las tías por sus nombres originales XD.
Y lo del fanservice con la amiga es muy grande, esa escena final es tan perfecta como casi inevitable... pero a mi me mató ese episodio en el que la pusieron en todas las caras y secuencias del opening (no se si es el episodio en el que meten el op tres veces XD)
Publicar un comentario