martes, julio 30, 2019

Todo lo que tengamos de Tezuka siempre será de agradecer

Dororo

Afortunadamente parece que últimamente los japoneses están echando un poco la vista atrás y -más allá de adaptaciones de mangas, VN o LN contemporáneas- están recordando algunas de sus obras del pasado. Con más de medio siglo a sus espaldas el anime -y más aún el manga con un par de décadas más- da margen para revisitar clásicos. Con "Dororo" Mappa adapta ni más ni menos que a Tezuka, al Tezuka oscuro que planteaba historias tan demencialmente adultas y bien narradas que siguen siendo perfectamente vigentes hoy en día.
En Dororo se nos presenta a un daimyō, un señor feudal japonés que ve su región asolada por todo tipo de desgracias, para revertir esta situación ofrecerá a su hijo como ofrenda a unos demonios; estos tomaran los brazos, piernas, ojos, lengua, nariz, rostro y oídos de su hijo, pero este sobrevivirá de algún modo. Años más tarde ese niño habrá crecido hasta convertirse en Hyakkimaru, un joven armado con prótesis y que dotado de una vista "mágica" comenzará a cazar demonios al descubrir que acabando con ellos puede recuperar las partes que le fueron robadas; esta odisea le llevará finalmente a enfrentarse a su familia, aunque desde el principio contará con la ayuda de un pobre huérfano ladrón llamado Dororo que se convertirá en su ancla moral. 
Tezuka, por supuesto, no podía limitarse a presentarnos una historia de aventuras, hay acción y hay comedia, y en menor medida hay también romance, pero hay sobretodo una galería de personajes que se encuentran absolutamente solos en un mundo asolado por las guerras y el egoísmo y que buscan de alguna forma un lugar al que pertenecer. Los demonios pronto se presentan como seres complejos, algunos no son más que animales que no quieren si no sobrevivir, pero en otros vemos capacidad de pensar e incluso de empatizar; algo similar pasa con los hombres, donde pronto vemos que existe tanto bondad como maldad en un Japón feudal dominado por la violencia de los samurais y la impotencia de sus vasallos. Aunque la adaptación es algo más benigna que la obra original, el espíritu de Tezuka se mantiene y a lo largo de su aventura Hyakkimaru y Dororo encontraran todo tipo de personajes grises.
En Dororo se presenta de una forma muy obvia el concepto del mal menor o el sacrificio necesario, pero este es tan gris como sus personajes y está plagado de matices ecológicos y sociológicos. Como espectadores vemos que es obvio y lógico que Hyakkimaru quiera recuperar las partes de su cuerpo, pero verdaderamente la decisión de un señor feudal de sacrificar al que no deja de ser su hijo por la prosperidad de su tierra no deja de ser hasta cierto punto respetable, y por muy antipático que este personaje pueda parecer el debate es más potente con la madre y el hermano del protagonista que deciden continuar con ese sacrificio porque -como dice la Biblia- las necesidades de muchos pesan más que la de pocos. Además, el Dios del manga añade otro matiz muy interesante con la desnaturalización de Hyakkimaru, cuya necesidad de recuperar su cuerpo se convierte en obsesión conforme más interactúa con humanos, obsesión cuyo coste en "alma" hace que paradojicamente sea cada vez menos humano.
Querría decir que la animación es espectacular, porque en algunos episodios la serie francamente es espectacular tanto por la calidad de su movimiento como algunas decisiones estéticas muy potentes relacionadas con la fotografía (los episodios de pasados son sencillamente sublimes merced a algo tan sencillo y denostado como el uso de un filtro sepia), sin embargo no puedo decirlo. Los 24 episodios se hacen excesivos para la producción, y el nivel es bastante irregular, siendo bastante mediocre en algunos e incluso sorprendemente malo en un par de episodios puntuales.
El mayor problema de esta serie es su duración, 24 episodios son excesivos a todas luces. Caso de haberse extendido durante únicamente una temporada seguramente 12 episodios se quedarían cortos, pero al duplicar esos episodios sucede lo contrario; el esquema harto repetitivo de llegada a un pueblo y batalla contra un demonio se hace pesado llegado un momento y, además, en su segunda mitad las tramas son más largas y menos potentes alcanzando la serie un notable bajón de ritmo en el final de su segundo acto.
No es un anime ni mucho perfecto, pero es una pequeña joya absolutamente recomendable.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jhon Kei

Yo todavía tengo que darle una oportunidad a Yagate Kimi ni Naru (no soy entusiasta del yuri, pero quiero ver uno bien hecho para quitarme esa espinilla pendiente...como los primeros dos de Zombiland Saga), pero este llama poderosamente mi atención (sobretodo por ser Tezuka y tener una premisa adulta). Lástima que Mappa no haya estado a la altura, pero prefiero esto a que sigan haciendo Kakegurui o Bahamut (que pueden estar bien en sus primeras temporadas, pero estamos la gran mayoría de acuerdo de que sus segundas temporadas sobran y...bastante).

Voy a aprovechar que esta temporada solo estoy viendo Vinland Saga (hasta ahora un show de acción muy recomendable) y tal vez vea O Maidens in Your Savage Season, que me la pintan bien las recomendaciones.

Anonimatus dijo...

Es más interesante si se ha visto la versión antigua del anime en blanco y negro aunque sólo para comprobar como ha evolucionado el anime en estas décadas.

eter dijo...

Jhon Kei, entre este y Yagate me quedaría con Yagate... Tezuka es Dios, pero aquella serie era más corta y más redonda, aquí se les ha ido el minutaje.
Mappa ultimamente ha bajado el nivel de sus producciones, hacen muchas más series y creo que se nota.
Maidens in your savage season tiene pinta de ser la joya de la temporada... con Vinland tengo el problema de que para algunas cosas parece muy seria y real... y luego a continuación mete alguna chorrada que me saca por completo de ella.

Anonimatus, uff... bastante duro eso, yo he comparado un poco con el manga; con el anime original supongo que será algo parecido a Ashita no Joe, que es mi tope en ese sentido XD

Ray Reynolds dijo...

Sinceramente no lo termine porque me decepciono en su segunda mitad, como dices se hace largo para 24 episodios y le sobra mucho y eso se siente como relleno el esquema del "monstruo de la semana" es algo que hoy en día ya se siente anticuado, aunque me gusto mucho la primera parte y prefiero dejarlo así.

eter dijo...

Casi te diría que la retomaras desde el 20... del 13-14 al 20 es un relleno muy poco sutil

dececon dijo...

He tardado en terminármela porque en la segunda mitad se me ha hecho muy pesada y me daba pereza ponerme un episodio. Al final me ha dejado un raro sabor de boca. Podría haber sido perfectamente una serie de 12-14 episodios y así hubiera quedado genial.

eter dijo...

Yo la estoy revisionando con mi hermano y nos ha costado acabar la saga de los tiburones.
Es un anime raro por ese problema de ritmo. Creo que 12 episodios habrían sido pocos, pero 24 son a todas luces demasiados.