jueves, agosto 20, 2020

EL MEJOR ANIME DEL 2020

Kakushigoto

Por alguna extraña razón abandoné en su día Zetsubou-sensei y nunca la retomé. Asignatura pendiente, sin duda, pero lo curioso es que estuvo a punto de pasarme lo mismo con esta serie... pero afortunadamente no lo hice y pude disfrutar de una de las series del año.
Kakushigoto nos presenta a un mangaka autor de echiis de éxito mediano cuyo principal objetivo en la vida es que su hija no descubra su deleznable profesión. Así pues, todos los esfuerzos del protagonista se centran en aparentar ser un oficinista normal y corriente y que su hija de 10 años jamás pueda imaginar que forma parte del estrato más bajo de la sociedad japonesa. Para ello jamás dibuja frente a ella, no recibe a su editor o ayudantes en casa, y siempre que va hacia su estudio lo hace trajeado. Pero el mundo parece conspirar contra él para que su encantadora e inocente hija descubra su terrible secreto.
Naturalmente el argumento es el de una comedia, el de una comedia alocada con infinidad de metareferencias al medio, de hecho. Y como tal funciona de maravilla. El estilo histriónico y exagerado de Kouji Kumeta, caracterizado por una locuacidad frenética y unas frases tan abruptas como carentes de complejos funciona a las mil maravillas para recrear las miserias de un mangaka de medio pelo y sus conversaciones con sus ayudantes y editores, metiendo referencias a otras series y dando dibujando también pinceladas de la cruda realidad de un trabajo muy sufrido. Kakushigoto es una comedia, pero es una terriblemente fácil de creer. Y dejando a un lado el relativo realismo de su escenario laboral, al salir a la calle Goto -nuestro protagonista- se transforma también en un protagonista de comedia de enredo con todas sus medidas extremas para disimular su trabajo y un extraño harem que se monta a su alrededor sin que el en ningún momento se de cuenta de ello ya que todo, absolutamente todo, en su vida está enfocado en criar a la pequeña Hime.
La comedia loca y el enredo con crítica social se mezclan no obstante con cierto drama. La serie tiene como eje una relación paterno-filial, y estas siempre han funcionado muy bien. Goto es viudo y tiene la tarea de cuidar bien a su pequeña hija a la que no puede ver la mayor parte del tiempo; el ver como un personaje adulto se enfrenta a este problema, y el contraste que siempre lleva inherente la figura del niño es algo que funciona muy bien a nivel dramático tradicionalmente generando historias de gran ternura. No obstante, a pesar de que estaríamos más cerca de una primera mitad de "Usagi Drop" que de una recta final de "Kramer contra Kramer", el drama no siempre es puro e inocente, y en cada episodio hay indicios de un final triste -la historia se narra como un gigantesco flashback de la hija al descubrir el secreto de su padre- que nos hace pensar que la historia finalizará de una forma triste. Estos indicios de oscuridad sirven para realzar la comedia y para, en su recta final, permitir a la serie conseguir un final terriblemente emotivo.
En la producción, todo funciona. La animación es francamente buena, no es preciosista porque los diseños de Kumeta son sencillos -que no simples- y el número de trazos o sombras es reducido, pero todo se mueve a una gran velocidad con multitud de deformaciones y recursos cómicos de todo tipo que en todo momento mantienen una calidad muy alta de detalle y le dan a la serie un aspecto visual muy potente. El reparto de voces también tiene que ser mencionado, con un inevitable Kamiya Hiroshi encarnando como sólo el podría hacer al desquiciado y frenético protagonista estándar de Kumeta, aunque el resto de voces no dejan de ser igualmente muy remarcables. A nivel de ritmo la serie se muestra sobresaliente también, sin apenas bajones de este y consiguiendo insertar bien los momentos de ternura y drama para que la trama vaya avanzando lentamente mientras somos testigos de un frenesí de gags y locura que, no obstante, no llegan a hacerse cargantes en ningún momento.
Sencillamente, una pequeña maravilla que dudo sea superada por ningún otro anime este año.

6 comentarios:

Ashikabi dijo...

Lo que más espero es que este animé haya sido una alarma para el Studio SHAFT "más loco",para que ahora le pongan más cadenas al estilo Shimbo.
O el barato.Es lo mismo.
Ahora tiene un doppelganger,y bastante bueno al respecto.Quizás ahora,no se,¿Animen los dedos de sus personajes o las caminatas?

Yer dijo...

De lo mejorcito de su temporada y del año. Yo echo en falta al Kumeta más socarrón y paródico, como el de Zetsubou, obra que ADORO con todo mi ser. Aquí se ablanda un poco, pero lo cierto es que la mezcla funciona bien.

Rindou dijo...

Siempre es bueno ver a gente apreciando las locuras del altamente infravalorado Kumeta.

Y lo de Zetsubou sigo diciendo que es criminal. El día que te dé por retomarla y finalizarla te recomendaría que leyeras también los últimos 15 capítulos del manga ya para cerrar la historia, pues en retrospectiva es un final tan loco como satisfactorio, temáticamente muy fuerte y que venía siendo altamente insinuado de distintas maneras.

eter dijo...

Ashikabi, SHAFT llego un momento en el que se descontroló tanto que sus series comenzaron a parecer parodias de su propio estilo.
En su día me parecía correcto para Zetsubou, pero ahora ya es un estilo que me parece casi agotado.

Yer, yo creo que se le ve cierta madurez, ha abandonado la parodia y el extremismo como género y los ha convertido en un medio para su historia y drama... y creo que la mezcla entre ambas partes le ha quedado muy bien, la serie consigue ser terriblemente emotiva al final y juega muy bien con la incertudumbre de que le pasará al prota en el último episodio.

Rindou, si, Zetsubou algún día la veré, supongo. El problema de Kumeta es que su estilo es terriblemente agotador, siempre da mucha pereza abordar sus series XD

Anónimo dijo...

Jhon Kei

Esta serie es una comedia agridulce muy disfrutable del grande de Kumeta, con escenas protagonizadas por el mangaka que son todo alegrías y otras protagonizadas por su hija que, capítulo a capítulo, van dejando ver que "ando no anda bien".

En términos generales la veo como una obra más "comedida" (ni tan guarra como Kaizo, ni tan satírica como Sayonara) por parte del autor, pero, a diferencia de cosas como Joshiraku (que están bien y sirven como comedia para pasar el rato), acá tenemos una serie que, por su premisa inicial siento que gana mucho al ser una obra más contenida permitiéndonos a los que ya conocemos al autor ver cierta representación de su vida en su obra dándole a la susodicha un toque más personal.

Y la decisión del final de "finalizar" la obra adaptando el final del manga...Por un lado no puedo evitar pensar que es una lástima que solo tengamos 12 capítulos de la nueva comedia de Kumeta...Por el otro tenemos ahí a Zayonara Setzubou sensei que jamás tuvo su final animado (estoy tentado a seguir el consejo de Rindou).

Pero en resumen, una obra con algún otro chiste mejor o peor pero totalmente recomendable.

P.D: AOTY 2020 es Chihayafuru 3...Después de casi 9 meses no veo a nadie quitándole el reconocimiento...

eter dijo...

Chihayafuru esta siempre un poco al margen de todo para dar una oportunidad a los demás... obviamente si la tenemos en cuenta no tendría rival (con la unica excepción, como pasó el año pasado, de los Héroes galácticos)

Como dices, es más comedida, y creo que esa es su virtud. Este autor es muy extremo, y en la contención está el buen gusto. Tiene todas sus virtudes y algunas más que antes se le echaban en falta.

Como dices, es una pena que haya sido tan corta, pero también creo que si la hubieran alargado más seguramente habría pecado de repetitiva.