miércoles, diciembre 16, 2020

Pequeñas joyas de la fantasía épica

Elenium

Soy muy fan de David Eddings. Su calidad como literato podría ser discutible porque desde luego no estamos hablando de un genio de las letras, pero si tuviera que elegir unos libros para llevarme a una isla desierta las Crónicas de Belgarath (ver reseña) serían unos más que firmes candidatos, y si pudiera expandir la elección a más la secuela de estas entrarían también en liza (ver reseña). En contraposición a la fantasía actual, donde la brutalidad y el cínico realismo se imponen, la suya es una obra sencilla e inocua, plagada de tópicos y de un humor muy blando y antiguo donde los hombres se emborrachan, las mujeres miran mal y la violencia es relativamente festiva. Siempre su estilo como Seinfeld en la Tierra Media, donde los personajes van recorriendo el mundo como si de una guía de viajes se tratase merced a un guion orgulloso de ser tramposo, y donde irán conociendo a sus gentes y provocando pequeños enredos a su paso. Es una chorrada, pero es una de mis chorradas favoritas. Por cursi que suene, son páginas donde te encuentras con amigos que te arrancan auténticas carcajadas y en cuya compañía disfrutas enormemente.
Y Eddings no falla, porque como es un escritor limitado, siempre escribe lo mismo. "Mallorea" es lo mismo que "Belgarath", como también es lo mismo esta "Elenium", y como también es exactamente lo mismo su secuela "Tamuli" (mi mayor odisea como lector*).
Básicamente tenemos a Sir Falquián, una especie de caballero templario que regresa a su reino para descubrir que su reina ha sido envenenada y ahora solo un capullo de cristal mágico evita su inminente muerte. Falquián, en compañía de su grupo de amigos, tendrá que recorrer las diversas regiones del continente eosiano buscando una reliquia mágica perdida que constituye la única posible cura para su reina, a su paso vivirá aventuras en un mundo que se dirige a un inminente cisma religioso tras el cual puede ser que se escondan las más primitivas fuerzas del mal.
Como he comentado la literatura de Eddings es sencilla, el guion siempre justifica que el grupeto protagonista sea de una decena de personajes aunque tenga que recurrir a estrategias tan poco sutiles como "lo dice una profecía", y estos personajes son arquetipos con patas de diversos tipos de guerreros roleros en plan "viejo mago mentor", "caballero honrado", "ladrón entrañable", "princesa caprichosa", etc, etc. Los hombres son todos ligeramente pervertidos dentro de la ligereza de un autor de los 80 y disfrutan emborrachándose, y las mujeres son más listas y los controlan. Todos los personajes tienen sus pequeños vicios, pero son vicios simpáticos que todos se toleran porque son muy amigos y disfrutan mucho del viaje mientras matan a miles de enemigos y hacen comentarios sobre lo lejos que ha salido volando una cabeza o el absurdo de muchas de las situaciones en las que se encuentran. 
La literatura de Eddings no pretende otra cosa que entretener, y eso lo hace a las mil maravillas gracias a unos diálogos chispeantes, un ritmo bastante elevado, una narración ágil en acciones y descripciones y una completa carencia de complejos o escrúpulos que me parece que hacen sus libros tremendamente recomendables y disfrutables. Eddings nunca habría ganado un Nobel de literatura, pero todos los lectores que he conocido de sus libros coinciden en lo ameno de sus sencillos relatos.
Y Elenium es una obra de Eddings, su argumento es el que he descrito antes, y todo lo que he comentado de su estilo aplica al 100% a este relato, porque como he dicho, este hombre siempre escribía lo mismo.
La comparación es inevitable y tengo que decir que esta trilogía me parece más floja que las pentalogías de Belgarath, Garion y compañía. Creo, sencillamente, que el grupo de caballeros templarios que protagonizan estos libros no llega a ser tan carismático como el de su otra saga más conocida. Falquián no es mal protagonista, ni mucho menos, pero en cierta forma el que Garion fuera un joven hacia que se pudiera jugar con el rol de mentor; aquí no existe un Belgarath y aunque Sepherenia es un gran personaje no llega al nivel de Polgara. Kalten y Talen no llegan a ser Kheldar, así como Elhana no llega a ser tan encantadora como Ce´Nedra. Kurik es muy grande y no llega a haber un equivalente en Belgarath, y tenemos además a ese grandísimo personaje que es la Diosa niña Aphrael a la que la comparación con Misión hace aún más grande... pero en general el grupo de templarios no llega a resultar tan carismático o diverso como el de las crónicas de Belgarath por mucho que hagan sus buenas bromas sobre hachas o burdeles. 
Elenium es una pequeña maravilla que hacía mucho que no leía y cuya relectura me ha absorvido de la forma más sana posible durante una semana, pero no deja de estar un pequeño escalón por debajo de la otra obra más conocida de este autor. Aun así, sobra decirlo, absolutamente recomendable.

* Hablamos de pedir el libro por prestamo interbibliotecario hace 15 años por estar extremadamente descatalogado y tener que leerlo en la biblioteca de una ciudad que no era la mía... no es una aventura espectacular, pero estamos hablando de leer un libro, no de encontrar el Arca de la Alianza, pongámonos también en contexto.

4 comentarios:

Carolina dijo...

¡Hola! No conocía este escritor, pero por lo que cuentas sus novelas parecen muy fluidas y amenas con un ligero toque de chispa, si veo algún libro suyo le daré una oportunidad. Por cierto, te he agregado en my anime list. Un saludo.
Posdata: te sigo y te invito a pasarte por mi blog.

Anonimatus dijo...

Estos libros son contraste tremendo con Juego de Tronos, aquí los protagonistas no se dejan engañar y saben que sus enemigos no siguen conceptos como el honor y la confianza y que deben dejarlos dejarlos de lado cuando haga falta para poder derrotarles.

Ashikabi dijo...

Así que,el tipo es el "J.C.Van Damme" de la ficción mágica.

Porque solo veías una de Van Damme,si ya te viste todas las de Arnold Y Silvester.

eter dijo...

Carolina, siguiendo :)

Anonimatus, son casi géneros distintos, antes de los noventa tenías la espada y brujeria de Conan, las dragonadas puras y duras, o la fantasía más inocua o inocentona de autores de como esta, era un género muy de adolescentes. Siempre he pensado que con Juego de Tronos, Geralt o Malaz el género pasó a otro nivel.

Ashikabi, hijos de los 80, tenían su público y se dedicaban a trabajar honrosamente para él repitiendo una y otra vez su producto XD