Michael Moore no es un personaje que me caiga excesivamente bien. Como todos "los de izquierdas" que son famosos, es un hombre contradictorio y al que se le puede tachar de hipócrita en muchas de sus actitudes (aunque siempre creo que es mejor denunciar algo aunque se haga lo contrario que no hacerlo). Es un hombre que, por ejemplo, critica mucho el sistema educativo americano pero luego tiene a sus hijos en uno de los mejores colegios privados de Nueva York. Esto, creo yo que es normal, tu puedes denunciar muchas injusticias, pero poca gente va a pasar hambre si puede evitarlo por soliradidad.
Así pues, hipocresías al margen, nos encontramos con uno de los directores más polémicos de estos tiempos. Pero Moore sabe hacer dos cosas: la primera, documentales, rueda bien, tiene recursos y sabe que es lo que tiene éxito en un género tan marginal comercialmente; y lo segundo y más importante es que sabe venderlo. Es decir, es un hombre que sabe filmar un documental, y además lo hace sobre un tema "incómodo" porque sabe que eso hara que lo vea más gente, y eso es un círculo vicioso pues si su mensaje llega a más gente tiene que hacerlo también más fuerte.
Es un cine político, eso no se puede negar, y como tal esta muy sujeto a manipulación. No miente, todo lo que muestra es en parte real, pero exagera y transgiversa las cosas de modo que se adapten a su particular verdad. Hay que saberlo antes de ver una de sus películas.
Pero, independientemente de las trampas que Moore pueda usar, hay imágenes y frases que sobrepasan su propio discurso político. Porque hay secuencias terribles que son fruto de la mente de Moore (como el montaje de todos las guerras y dictaduras impuestas por los distintos gobiernos de EEUU tras el discurso de uno de los trabajadores de una fábrica de armas) que son muy buenas, pero hay otras que sencillamente asustan de lo reales que son (la película se abre con una terrible secuencia en la que vemos un banco donde te regalan un arma por abrir una cuenta). Porque los discursos y las tragedias que Moore enumera son terribles, pero más aún lo es ver la naturalidad con la que los americanos tratan las armas y los discursos de algunos de sus líderes (el discurso de un "grupo" contra Marilin Manson, culpándolo de la muerte de los niños) o la entrevista al creador del programa "cops". El análisis de la sociedad americana, de su cultura del "miedo", de la paranoia de su sociedad (sociedad a la que, recordemos, muchos quieren llevarnos) es escalofriante.
Es un documental y como tal no puedo decir "me ha gustado" o "me parece flojo", son dos horas de metraje que te informan de algo y hacen que te plantees algunas dudas. No obstante... si me gusta que en esta Moore no sea tan estrella como en la posterior "Fahrenheit 9/11".
Así pues, hipocresías al margen, nos encontramos con uno de los directores más polémicos de estos tiempos. Pero Moore sabe hacer dos cosas: la primera, documentales, rueda bien, tiene recursos y sabe que es lo que tiene éxito en un género tan marginal comercialmente; y lo segundo y más importante es que sabe venderlo. Es decir, es un hombre que sabe filmar un documental, y además lo hace sobre un tema "incómodo" porque sabe que eso hara que lo vea más gente, y eso es un círculo vicioso pues si su mensaje llega a más gente tiene que hacerlo también más fuerte.
Es un cine político, eso no se puede negar, y como tal esta muy sujeto a manipulación. No miente, todo lo que muestra es en parte real, pero exagera y transgiversa las cosas de modo que se adapten a su particular verdad. Hay que saberlo antes de ver una de sus películas.
Pero, independientemente de las trampas que Moore pueda usar, hay imágenes y frases que sobrepasan su propio discurso político. Porque hay secuencias terribles que son fruto de la mente de Moore (como el montaje de todos las guerras y dictaduras impuestas por los distintos gobiernos de EEUU tras el discurso de uno de los trabajadores de una fábrica de armas) que son muy buenas, pero hay otras que sencillamente asustan de lo reales que son (la película se abre con una terrible secuencia en la que vemos un banco donde te regalan un arma por abrir una cuenta). Porque los discursos y las tragedias que Moore enumera son terribles, pero más aún lo es ver la naturalidad con la que los americanos tratan las armas y los discursos de algunos de sus líderes (el discurso de un "grupo" contra Marilin Manson, culpándolo de la muerte de los niños) o la entrevista al creador del programa "cops". El análisis de la sociedad americana, de su cultura del "miedo", de la paranoia de su sociedad (sociedad a la que, recordemos, muchos quieren llevarnos) es escalofriante.
Es un documental y como tal no puedo decir "me ha gustado" o "me parece flojo", son dos horas de metraje que te informan de algo y hacen que te plantees algunas dudas. No obstante... si me gusta que en esta Moore no sea tan estrella como en la posterior "Fahrenheit 9/11".
2 comentarios:
Pues a mi este documental sí me gustó, no como los otros posteriores que me parecen hasta estúpidos. Aunque no es perfecto. Que necesidad tenía de meterse tanto con charlton heston de esa manera, en su casa... no me parece bien. Lo de los canadienses y las puertas abiertas... sinceramente no me lo creí.
Lo de meter a sus hijas en una de las mejores escuelas... joder.. hipócrita sería NO hacerlo! Hipócrita es Al Gore, que habla de ahorro y gasta tanta luz como mi barrio entero. :DDD
lo de heston... yo creo que es más que nada que a Moore le habían calentado mucho aquellos mitines en los lugares de la tragedia (seamos sinceros, los de la NRA tienen todo el derecho del mundo a tener sus armas, si luego 5 de ellos son idiotas y dejan las armas cargadas al alcance de crios no es culpa de todos).
Yo lo de las puertas abiertas... bueno, es que ahora ya no, pero hasta hace 15 años era la cosa más normal en el pueblecito en el que vivo.
Y hombre, Al Gore gastara mucho en luz y en gasolina, pero no creo que más que cualquier otro politico famosete, y este al menos lo aprovecha para meter algo de conciencia social a la gente
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