La sombra del viento
Escrito por Carlos Ruiz Zafon en el 2001, este libro ha vendido más de ocho millones de ejemplares a nivel mundial y se ha convertido en el mayor éxito de la literatura castellana reciente. Semejante fama y prestigio -y la crítica generalizada de que era un gran libro y no un best-seller más de aeropuerto- me ha motivado a comprarlo y leerlo.
Mi crítica general seria que es un gran libro. Así de simple. Tiene defectos y aspectos que no me han gustado, pero sin duda es mejor que muchos libros que he leído y no creo que haya nada malo -todo lo contrario- en que tenga la fama que tenga. Quizás otros libros se merezcan el prestigio y número de volúmenes vendidos de esta obra, pero tengo la absoluta certeza de la mayoria de las personas que hayan leído el libro habran quedado fascinadas con él.
El libro tiene defectos, su argumento tirá de tópicos -aunque efectivos- demasiado trillados y simples en algunos momentos (giros argumentales que en ocasiones son previsibles y que creo que no serían necesarios para el desarrollo, y algunas relaciones demasiado simplificadas), y en cierta manera me habría gustado que el mundo en el que se ubica fuera más global y los personajes no hubieran acabado estando tan relacionados entre ellos como al final lo estan (el libro juega con la idea de la predestinación, me habría gustado algo más de simple casualidad en cuanto al desarrollo). El lenguaje, aunque tiene una fuerza increible y una velocidad y ritmo perfectos, hay momentos en los que se me hace demasiado denso (las descripciones son demasiado sobrecargadas).
Pero por cada una de esas pegas el libro ofrece virtudes a mansalva. Empezando por los personajes, todos ellos son increiblemente carismáticos y se describen con un par de breves pinceladas que ya desde la primera página nos los describe perfectamente. La ciudad es el otro gran personaje de la novela; resulta increible como el autor describe a la Barcelona de varias décadas: sentimos la grandiosidad y la belleza de la ciudad condal, pero también su decadencia y su sordidez. La historia, la búsqueda del autor de una novela maldita y olvidada, es un buen ejemplo de novela detectivesca en la que cada pista da la información suficiente para que el lector haga sus propias conjeturas y se intrige aún más por el resultado final, hipotesis que el propio autor se encarga de destruir con giros argumentales más o menos acertados. Pero, por encima de la historia de Julian Carax, esta la del propio Daniel Sempere, su crecimiento como un niño inseguro hasta un hombre completo a través de la búsqueda de Carax, sus amores, sus amigos, el adios de sus sueños o el descubrimiento del duro mundo real en toda su extensión.
Pero además este libro juega con un concepto que hace que cualquier lector se enganche inmediatamente a él, y ese no es otro que el infinito amor que muestra hacia los libros. Toda la historia y todos los personajes giran en torno a los libros y las historias que en ellos se cuentan, todos aman los libros y los comprenden a un significado que sólo aquellos que amamos los libros podemos entender. Y es algo con lo que inmediatamente todos nos identificamos. Porque todos deseariamos poder visitar "El cementario de los Libros Olvidados".
Escrito por Carlos Ruiz Zafon en el 2001, este libro ha vendido más de ocho millones de ejemplares a nivel mundial y se ha convertido en el mayor éxito de la literatura castellana reciente. Semejante fama y prestigio -y la crítica generalizada de que era un gran libro y no un best-seller más de aeropuerto- me ha motivado a comprarlo y leerlo.
Mi crítica general seria que es un gran libro. Así de simple. Tiene defectos y aspectos que no me han gustado, pero sin duda es mejor que muchos libros que he leído y no creo que haya nada malo -todo lo contrario- en que tenga la fama que tenga. Quizás otros libros se merezcan el prestigio y número de volúmenes vendidos de esta obra, pero tengo la absoluta certeza de la mayoria de las personas que hayan leído el libro habran quedado fascinadas con él.
El libro tiene defectos, su argumento tirá de tópicos -aunque efectivos- demasiado trillados y simples en algunos momentos (giros argumentales que en ocasiones son previsibles y que creo que no serían necesarios para el desarrollo, y algunas relaciones demasiado simplificadas), y en cierta manera me habría gustado que el mundo en el que se ubica fuera más global y los personajes no hubieran acabado estando tan relacionados entre ellos como al final lo estan (el libro juega con la idea de la predestinación, me habría gustado algo más de simple casualidad en cuanto al desarrollo). El lenguaje, aunque tiene una fuerza increible y una velocidad y ritmo perfectos, hay momentos en los que se me hace demasiado denso (las descripciones son demasiado sobrecargadas).
Pero por cada una de esas pegas el libro ofrece virtudes a mansalva. Empezando por los personajes, todos ellos son increiblemente carismáticos y se describen con un par de breves pinceladas que ya desde la primera página nos los describe perfectamente. La ciudad es el otro gran personaje de la novela; resulta increible como el autor describe a la Barcelona de varias décadas: sentimos la grandiosidad y la belleza de la ciudad condal, pero también su decadencia y su sordidez. La historia, la búsqueda del autor de una novela maldita y olvidada, es un buen ejemplo de novela detectivesca en la que cada pista da la información suficiente para que el lector haga sus propias conjeturas y se intrige aún más por el resultado final, hipotesis que el propio autor se encarga de destruir con giros argumentales más o menos acertados. Pero, por encima de la historia de Julian Carax, esta la del propio Daniel Sempere, su crecimiento como un niño inseguro hasta un hombre completo a través de la búsqueda de Carax, sus amores, sus amigos, el adios de sus sueños o el descubrimiento del duro mundo real en toda su extensión.
Pero además este libro juega con un concepto que hace que cualquier lector se enganche inmediatamente a él, y ese no es otro que el infinito amor que muestra hacia los libros. Toda la historia y todos los personajes giran en torno a los libros y las historias que en ellos se cuentan, todos aman los libros y los comprenden a un significado que sólo aquellos que amamos los libros podemos entender. Y es algo con lo que inmediatamente todos nos identificamos. Porque todos deseariamos poder visitar "El cementario de los Libros Olvidados".
4 comentarios:
Empiezo a pensar que soy la única que piensa que este libro no vale nada... Aunque el domingo pasado Espido Freire estuvo con la gente de BookCrossing en Sevilla y fue un placer ver que coincidíamos en nuestra pobre opinión sobre La Sombra del Viento. Yo veo más Barcelona en una página de Eduardo Mendoza que en toda la obra de Zafón, pero supongo que entrar en detalles sería estropear buena parte de la diversión a quienes no hayan leído el libro :$
hombre... yo no puedo hablar de si la Barcelona que relata el libro es verídica o no, al fin y al cabo soy de Murcia. No obstante, como paisaje literario si es muy bueno (aunque en ocasiones si que pueden resultar cargantes las descripciones).
En lo que dices de que la historia no te haya gustado... es normal. A mi particularmente no me parece el mejor libro que se haya escrito. Me parece un buen y correcto libro con el que he disfrutado. Pero creo que esta más cerca de la literatura juvenil (que creo que es lo que había hecho antes el autor) que de una literatura puramente adulta como podría ser "100 años de soledad" (y luego además esta Bea... personaje que nunca he comprendido)
Jajajaja, Bea y su extraño embarazo, que creo que es la persona que conoce su estado antes de tener la primera falta... Al menos, tal y como se describe la secuencia de acontecimientos, a mi no me cuadraban las fechas xD
Yo sólo he estado en Barcelona una vez, soy de Sevilla, así que quería decir que me parece más vívida la ciudad en las obras de Mendoza que en la de Zafón (me expliqué mal, lo siento :$)
hombre, lo del embarazo es la ley de murphy... ya sabes, si llegan a estar liados un año no pasa nada, pero como solo se acuesten una noche... pues niño en camino.
En todo caso, a mi lo que más me sorprendió de lo de Bea (y sin duda la cosa más forzada y que menos me gustó del libro) fue que se encuentran de repente (habiéndose visto sólo unas pocas veces y "odiándose" el uno al otro) y les da por enrollarse porque si. Pasan de ser completos desconocidos a ser cada uno el amor de la vida del otro.
Publicar un comentario