Se trata esta de una película que surgió bajo la sombra de "Un pez llamado Wanda". Aquella comedia fue uno de los grandes éxitos de los 80 y, auspiciados por ello, el mismo equipo se reunió con intención de repetir taquillazo. Tenemos a Jonh Cleese en el guión y al resto de aquel mítico reparto, la historia no tiene nada que ver, pero el humor británico vuelve a brillar en una película que -si bien no resulta tan brillante como su predecesora- es muy divertida y recomendable.
En este caso la historia gira en torno a un zoo adquirido de rebote por una multinacional. La compañía quiere que este rinda mucho más y para ello coloca a un trio de variopintos administradores que intentaran llevar a cabo varias estrategias de marketing para rentabilizar el negocio mientras al mismo tiempo se lían entre ello y cometen algún que otro desfalco. Tenemos muchos enredos, mucha comedia de situación y mucho humor británico. El estilo es muy parecido al de Wanda y, al menos para mi, funciona igual de bien si no mejor. Quizás el argumento principal no funciona también (el personaje de Kevin Kline no es tan bueno, y el de Cleese se pasa quizás con los chistes de índole sexual) pero todo lo referenete a los secundarios y el lío del zoólogico funciona increiblemente bien (y este es un activo del que carecía Wanda). Además, la película apenas llega a la hora y media de duración, y esa es otra gran virtud que no hay que menospreciar.
En resumen, una película que no desmerece en absoluto a "Un pez llamado Wanda", y eso es mucho decir.
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