jueves, diciembre 31, 2015

La cúpula del hueso

Entran dos Sakurakos, ¡sólo puede salir una!

DUELO XXII


Yuru Yuri san hai
vs
Sakurako-san no ashimoto ni wa shitai ga umatteiru


Round 1: Grafismo
Yuru Yuri no se va a reinventar tras dos temporadas. La serie continua con su paleta de colores vivos y alegres -quizás siendo más colorida incluso-. La animación no necesita de grandes alardes, pero es fluida y suave en todo momento. Todo muy moe y bonito, con frecuentes deformaciones cómicas. Visualmente es una serie muy agradable de ver en todo momento.
Sakurako, no obstante, juega en otra liga. Tiene un diseño mucho más atractivo, con unos diseños relativamente realistas, una paleta de colores oscura con ocasionales contrastes simbólicos y una animación de escándalo (por muy odiosa y ridícula que sea la animación de los huesos).
La Sakurako de los huesos gana esta batalla.

Round 2: Narrativa
En esta ocasión gana Yuru Yuri. Su narrativa no es nada del otro mundo. Es un slice of life moe sencillito de chicas monas haciendo cosas monas... pero ocasionalmente se permite alguna virguería como el segmento mudo de la presidenta, y luego también hay que reconocerle el mérito de saber desplazar el protagonismo hacia secundarias con mucho más potencial que sus agotadas protagonistas.
Pero la razón por la que Sakurako pierde es porque sencillamente no creo que tenga secuela, y la serie acaba en un punto demasiado álgido. Sakurako es un anime de misterio semanal, y ahí, partiendo de la dificil premisa de que su protagonista resuelve casos a partir de los huesos, consigue sobrevivir, no haciendo que todo sean asesinatos y mostrando unas buenas deducciones. Incluso se permite el lujo de que el desenlace de la serie se base por completo en el desarrollo de la relación de los protagonistas y no en el "serial killer". 
El problema es que Sakurako acaba, y a no ser que uno se lea las novelas no va a saber nada más de la historia. Yuru Yuri, como buena serie que en verdad no cuenta nada, no tiene esa contra tan grande.

Round 3: Yuri vs Necrofilia
Sakurako wins. Puede que sea porque soy una persona algo antigüada, pero particularmente no me gusta el yuri. No tengo nada contra el lesbianismo, siempre que se trate de una forma seria. En Yuru Yuri te meten esa amistad-amor rara que tanto parece gustar en el anime. Si me hablas de una amistad sincera entre amigas a lo Azumanga no tengo problemas, obviamente. Si me hablas de una relación yuri, tampoco. Pero si me hablas de niñas monas medio besuqueándose porque eso es moe.... ahí si que digo de bajarme. 
En esta temporada en Yuru Yuri se ha potenciado demasiado el yuri, y particularmente cada vez que Ayano o Chinatsu se ponían con sus tonterías mi mente desconectaba a espera de que pasaran esos minutos y volviera la comedia de amigas que busco en esta serie.
En Sakurako no hay problemas de este tipo, el contenido sexual de la serie es prácticamente nulo, salvo en un par de casos que suman al argumento. La pasión de la protagonista por los huesos puede parecer algo morbosa, pero queda explicada y justificada bastante pronto y no resulta especialmente desagradable.

Round 4: Secundarios
Sakurako casi carece de secundarios. Tiene media docena de ellos que sospechosamente acaban apareciendo en casi todos los casos, pero son personalidades muy simples y en todo momento están supeditadas al lucimiento de la estrella absoluta de la serie: Sakurako-san (incluso el coprotagonista esta diseñado basicamente como un complemento de la fanática de los huesos).
Yuru Yuri gana porque esta temporada sería impensable sin sus secundarias. El cuarteto protagonista hace tiempo que perdió la chispa y esta completamente agotado, la serie lo sabe y ha girado tanto hacia las cuatro chicas del consejo estudiantil que casi puede decirse que estas son las protagonistas. Y el espectador se alegra de este protagonismo, y del de las hermanas de estas. No soy un gran de Ayano, pero las gemelas merecen más protagonismo, y definitivamente la dupla Sakurako-Himawari es la pareja más divertida de la serie.

Round 5: Protagonistas
Sakurako-san no es la mejor protagonista del mundo, la serie está demasiado enamorada de ella y lo supedita todo a ella para que demuestre su genialidad. Y siendo Sakurako tan genial la serie no duda en darle ese desdén y menosprecio tan típico de los personajes cortados por el patrón de Holmes. Sakurako en demasiadas ocasiones se pasa de lista, y la poca sensibilidad que demuestra a veces es excesiva... pero tiene sus momentos divertidos y además escucha heavy-metal.
Y en Yuru Yuri sencillamente el cuarteto principal esta agotado. Al comenzar un episodio uno esboza una sonrisa automática si ve que el episodio no va a pivotar en torno a ellas, y ello es una muy mala señal para las protagonistas de la serie. Siguen teniendo sus momentos, y la serie intenta alguna cosilla nueva... pero Kyoko hace mucho que dejó de hacerme gracia, de China ya ni hablo, y de Akari por alguna razón que no entiendo se han olvidado de su "~akarín".
El empate de las cuatro categorías anteriores se rompe con esta. Sakurako, sin hacer unos méritos excepcionales se impone a las protagonistas de Yuru Yuri y convierte a su serie en la ganadora de este duelo.

lunes, diciembre 28, 2015

El retroactivo premio Picard 1976

Zardoz

Tras un más que satisfactorio ciclo de Bogart, mi hermano y yo decidimos montarnos otro ciclo cinéfilo basado en uno de los actores con más presencia de la historia del cine: Sean Connery. El escoces ya sería historia del cine sólo como Bond, pero es que además de la más mítica encarnación del agente británico tiene en su haber una gran colección de películas memorables. Es la definición de actor mítico, pues además su fama ha sobrevivido a una gran cantidad de horrores que ha hecho por dinero o por razones completamente imposibles de comprender. Una de ellas es Zardoz, una película que tenía la suerte de no conocer pero que es bastante mítica, pero que estuve moralmente obligado a ver y reseñar individualmente tan pronto como vi una imagen...
Sí, tenemos a Sean Connery vestido unicamente con un calzoncillo rojo chillón, unas botas altas y una especie de cartucheras a juego con el calzón. Añadamosle una larga melena, un bigote poblado y un revolver en la mano. Y no es una escena puntual, el bueno de Sean Connery lleva ese atuendo durante gran parte de los más de 100 minutos de la película, y cuando no, lleva uno parecido o un vestido de novia en una escena muy surreal (sí, Sean Connery vestido de novia, aún peor que su disfraz de Bond-japonés-romulano). 
Y Sean Connery sonríe y todo, porque se toma el papel en serio. No diré que la película es un "tour de force" porque Connery tampoco es que sea el mejor actor de todos los tiempos, pero hace lo que puede, y aunque sólo sea por el esfuerzo de rodar la película casí en pelota picada todo el rato... merece su reconocimiento.
Porque lo mejor de todo... es que casi es una buena película.
Zardoz es una distopia. Nos traslada a cerca del año 2300 donde la Tierra es un erial poblado por esclavos, que trabajan bajó la tiranía de unos brutales militares que visten con máscaras y calzones rojos bajo las órdenes de Dios Zardoz. Connery es uno de estos militares, que un día se infiltra a bordo de una cabeza gigante voladora en uno de los Vortex, unas aldeas inaccesibles para el resto del mundo donde viven unos inmortales. Y tenemos una historia de ciencia-ficción pura y dura, con sociedades extrañas, reflexiones sobre la vida y la muerte, la inmortalidad, la divinidad, la humanidad, la locura y tropocientas cosas. La película es terriblemente filosófica y sorprende muy para bien en ese sentido.
El problema es que es complicado tomarse en serio cualquier reflexión cuando estás viendo esto:
Era el año 76 y los efectos daban para lo que daban. Pero, sinceramente, hay cosas que son cutres, y ante eso ni la excusa de la época me vale. Los monos del planeta de los simios no quedan cutres, Spielberg supo ocultar su tiburón porque sabía que se veía falso, incluso Lucas mantuvo una escala baja en Star Wars. La grandilocuencia visual es muy peligrosa y envejece fatal... pero es que esta película ya nació mal. 
La película tiene simbolismo para aburrir, incluso tiene muchas partes donde no hay diálogos y todo se reduce a imágenes con música clásica de fondo, y si te meten alguna línea de guión es una cosa pretenciosa y ambigua. Y es una película de bajo presupuesto.... pero en ese caso se pale la falta de dineros con saber hacer cinematográfico, y eso está en cosas tan sencillas como un taparrabos normal, de la piel de un animal, no un vestuario salido de the Rocky Horror Picture Show, eso está en no abusar de espejos para cualquier juego de imágenes, está en no usar bolsas de plástico como si fueran campos de fuerza. La necesidad espolea la imaginación y la falta de medios da oportunidades a la creatividad. Entiendo todo el simbolismo que la película perseguía, entiendo el mensaje que pretendía transmitir... pero si no tienes los medios para conseguir algo... no lo hagas... busca una alternativa, busca otro tipo de recurso narrativo o metáfora visual en puesto de darles a tu montador, director de fotografía, director de vestuario, iluminador y a todo el casting en general ingentes cantidades de LSD. Si no... al final acabas con algo como esto:

domingo, diciembre 27, 2015

La tercera estrella Michelin

Working!!!

Working es una de las franquicias más entrañables de los últimos años. Su primera temporada fue una gozada (ver reseña), una comedia muy agradable de ver, repleta de personajes cotidianos y un tono alocado a la par que un poco maduro. Su segunda temporada (ver reseña) incidió en todas sus virtudes, aunque comenzaba a dar síntomas de agotamiento. En ese sentido fue también muy agradable conocer a su franquicia hermana: Servant x Service (ver reseña), no obstante, tras varios años había ganas de volver a cruzar el umbral del restaurante Wagnaria.
Ese momento ha llegado. Y ha llegado como nunca.
Digamos de primeras que tecnicamente la serie cumple, manteniendo el estilo visual de las series originales, con una animación que cumple con su cometido sin sorprender ni para bien ni para mal. A nivel sonoro, temas sencillos y no demasiados variados y un muy buen trabajo de los actores de doblaje. No es en el apartado técnico de la serie donde uno se fija, pero tiene la decencia de no caer en la vagancia y ser un trabajo muy digno.
Y donde sorprende esta serie es en su argumento. Temporada final, y uno pensaría que en esta serie eso sería anecdótico. Working es el slice of life laboral por autonomasia, y por definición uno no espera que la trama avance en este género. Pero lo hace. La trama avanza, y mucho, tanto que sorprende. Y lo hace bien, de una forma sólida, coherente para con unos personajes a los que ya conocemos casi como si fueran de la familia. No hay grandes giros argumentales ni sorpresas, simplemente todos esos momentos que se intuían y se esperaban comienzan a llegar. Y así vemos como los dos grandes romances de la serie por fin explotan y dejan atrás la comedia de enredo. Los personajes crecen, dejando atrás inquietudes y avanzando hacia su mañana, progresando laboral o vitalmente. Los dramas cómicos se solucionan con la inclusión de nuevos personajes de los que hasta ahora sólo habíamos oído el nombre y que ya se hacían mucho de rogar. Y lo mejor es que, además de ser fiel a sus personajes, la serie es fiel a si misma, manteniendo su agradable sentido del humor. A pesar de lo inesperado del avance de las tramas, ninguna se siente precipitada o forzada, todo da la sensación de ser un desarrollo lógico de los acontecimientos.
Uno esperaba una temporada divertida y entretenida, pero la serie es mucho más, el perfecto cierre y el más bonito regalo que podíamos esperar los seguidores de la serie. No diré que echaré de menos esta serie pues hay pocas cosas mejores que una serie que sabe cerrar por todo lo alto.

jueves, diciembre 24, 2015

La visita -o no- de la musa de obras maestras anteriores...

Cuento de Navidad

Hace unos años descubrí a Dickens y me fascinó, y desde entonces más o menos he intentado leerle con frecuencia. No obstante resultaba ridículo que, tras varios libros de más de un millar de páginas, no hubiera leído el que quizás sea su relato más famoso, o si no al menos el que la cultura popular más ha versionado.
La historia es de sobra conocida. Ebenezer Scrooge es un ávaro sin remedio que parece odiar a todo el mundo, una navidad recibe la visita del fantasma de un amigo condenado que le anuncia la visita de tres fantasmas: uno le enseñará el pasado, otro el presente, y un último el futuro. La visita de los fantasmas hará que el protagonista se de cuenta de lo mezquino de su vida y de lo bonito de la vida.
Hemos visto esta historia en tropocientas series y películas de Disney, y de muchas otras empresas... incluso hay referencias suyas en Star Trek. La historia se adapta mucho a la hipócrita moral de la sociedad consumista para las fiestas de Navidad (siempre me ha fascinado como la cultura anglosajona se ha adueñado de esa noche con el árbol, Papa Noel y toda la parafernalia y practicamente ha eliminado cualquier referencia a la natividad en esa noche). El mundo es bonito, tenemos que tener una actitud positiva, y además comprar regalos. El mensaje me parece una tonteria comercial banalizada hasta el extremo.
El cuento... me ha parecido muy flojito, lo más flojito que he leído de Dickens. El escritor inglés está claramente en modo "encargo", y si bien muchos de sus relatos tenían cierto toque optimista, aquí todo está tan edulcorado que claramente el autor se encuentra fuera de su ambiente... tanto que en algunos momentos llegue a pensar si no sería todo una muestra de ironía inmensa. Hay algunos puntos, sobre todo al principio, donde la pluma de Dickens se encuentra más inspirada y afilada, y aquí encontramos la brillantez habitual de sus diálogos y su prosa... pero estos momentos son bastante escasos y luego todo se difumina demasiado ante un personaje que ni siquiera evoluciona -porque quiere cambiar desde el principio- y donde todo se postra de una forma demasiado obvia ante un mensaje fácil y carente de garra.

martes, diciembre 22, 2015

Los hermanos Ryan

Salvar al soldado Ryan

“Salvar al soldado Ryan” es una buena película, es una muy buena película. Tiene una primera media hora que sencillamente es historia del cine con esa recreación del desembarco de Normandía, pero luego consigue sobrevivir a ella y componer un par de horas de un interesante drama bélico. Las secuencias de guerra son un prodigio técnico, todo lo que se diga del desembarco se queda corto pero luego la película nos transporta a escenarios urbanos de guerra y valiéndose del recurso de cámara al hombro y de pequeños planos secuencia nos regala secuencias absolutamente increíbles, teniendo además toda la película una gran saturación que aumenta la sensación de estar viendo un documento histórico. Cada secuencia es distinta a la anterior y con ello no sólo no se aburre al espectador, si no que se nos muestra toda una galería de horrores de la guerra, algo que narrativamente también es útil al poder retratar con los distintos tipos de muerte las distintas formas de afrontar estas ante el sinsentido de la guerra (ejemplificado como pocos con una misión que ya desde su punto de partida es moralmente muy discutible).

Técnicamente, como he dicho, la película es un prodigio a todos los niveles posibles. Las secuencias de acción están narradas con una dureza y una veracidad que las hace espectaculares, Spielberg  pone todo su buen hacer cinematográfico para demostrar la locura de aquel conflicto. El montaje, la edición y la fotografía espléndidos. Los actores están magníficamente dirigidos y, además de un Hanks en el que siempre se puede confiar, hay una colección de secundarios de renombre que dan entereza a cualquier escena. El guión trabaja bien los personajes. Tenemos ocho personajes muy dispares pero bien definidos, mostrando perfiles que van desde fanáticos a incorformistas, de resignados a impotentes y de novatos y veteranos.

La película es densa y compleja, y trata muy respetuosamente la guerra, quizás de ahí venga su único pequeño defecto: es muy larga. Es una película que se va por encima de las dos horas y media. No se siente que ninguna escena sobre y todas las escenas están por un motivo. Las transiciones, así como las escenas íntimas de personajes son necesarias, y diría que en caso de cortar minutaje por alguna parte  las tijeras deberían estar en la secuencia de acción, sin embargo no se puede decir que en ningún momento la película se alargue demasiado. Pero son más de dos horas y media, aunque cada minuto este aprovechado y justificado, aunque el ritmo sea modélico, la duración de la película sigue siendo grande y a algunos espectadores se les puede hacer larga, como –encantándome- se me hace larga en algunos momentos de sus revisionados.

“Salvar al soldado Ryan” es una película magnífica, absolutamente recomendable. La única pega que le pondría es que, Spielberg y Hanks se emocionaron tanto con ella y su temática que sintieron que les faltaban cosas por narrar, y de ahí nació “Band of Brothers”, que en 10 horas tiene margen para narrar todo lo que ambos pretendían contar y que empequeñece esta película.

Band of brothers

“Band of brothers” está ahora mismo en el primer puesto de series de IMDB, no comparto tal valoración, no me parece la mejor serie de la historia, no creo que deba estar tan arriba… pero desde luego no seré yo el que discuta con nadie que piense que si ha de ocupar ese puesto. La serie es una pequeña maravilla. Una joya que no pretende otra cosa que narrar respetuosamente, y acercándose todo lo posible a la verdad, la vida de un grupo de soldados en la guerra. La película deforma sin duda los hechos, el grupo protagonista esta algo idealizado y creo que se omiten demasiado los actos de pillaje (no creo que sólo los malvados rusos comunistas violaran todas las mujeres que encontrasen a su paso), sin embargo la película no esquiva los temas peliagudos y trata de tener un tratamiento casi documentalista. Más allá de una dramatización tolerable, es un producto serio y no parece el clásico producto propagándistico con el que los estadounidenses llevan convenciéndonos durante más de medio siglo de que ellos fueron los mayores artífices de la victoria contra Hitler.


El personaje de Winters puede considerarse el principal, pero en verdad el protagonismo recae en toda la compañía Easy y cada capítulo se centra en un personaje para dar la óptica de la guerra desde su punto de vista, influyendo aquí tanto la personalidad del soldado en si como el propio trabajo que desempeñe dentro del pelotón. El protagonismo es muy coral y, si bien hay un grupo más o menos claro de protagonistas, hay capítulos que recaen en secundarios que apenas volverán a salir, como hay protagonistas que desaparecen durante varios capítulos o que nunca tienen un gran peso en la historia. Así tenemos capítulos desde la óptica de reclutas de reemplazo y desde la de los mandos y su responsabilidad para con sus soldados y para con la misión, vemos la guerra desde el punto de vista de un médico, y también desde los ojos de un joven enchufado o de un trepa. Hay capítulos de sitio, tanto donde los protagonistas han de tomar una posición como otros en los que han de defenderse. Hay capítulos narrados desde el punto de vista de valientes y desde cobardes. Vemos como los personajes cambian con la guerra y vemos como se forjan lazos entre ellos. Vemos todo tipo de muertes, brutales y salvajes, agónicas e interminables, absurdas e innecesarias… como vemos también heridas casi peores que la muerte, que dejan tullidos física o emocionalmente a los soldados. Vemos el caos más absoluto en la secuencia del lanzamiento de la 101 sobre Normandía previo al desembarco y el mal más frío y refinado en los campos de concentración.

La serie tiene unos valores de producción sencillamente increíbles, notándose que se han dejado muchos miles de dólares en cada escenario, pero aprovechando cada penique para recrear con una fidelidad escalofriante lo que tuvo que ser el conflicto. Es ficción, claro, pero todo parece terriblemente real. La serie, tiene sus personajes y estos se desarrollan, pero no es algo importante. Los hombres de la compañía Easy, de cuyo valor y heroísmo no creo que haya de dudarse nunca aunque la serie pueda pecar de patriotismo, son una excusa para exponer horribles acontecimientos y hacer que el espectador reflexione sobre ellos. La serie no escatima en gastos y muestra todo tipo de mutilaciones y batallas, así como una amplia variedad de escenarios que no duda en destrozar con explosiones… explosiones que no son espectaculares, si no simple y sobriamente mortales.

La dirección de la serie es muy buena. La disponibilidad de medios permite grandes panorámicas en las batallas que facilitan que el espectador no se pierda. Las batallas reflejan el caos de la guerra, pero están rodadas con gran claridad (salvo en algunos episodios, donde pretendidamente optan por un estilo más de cámara en mano para reflejar los nervios y los miedos de algún personaje).

El ritmo de cada episodio es distinto, habiendo episodios más pausados y otros con más acción dependiendo de la ubicación de cada personaje. Se usan bastante los silencios, ya se para magnificar alguna catástrofe como para aumentar la tensión, el efecto en general es bastante bueno. Cada episodio es distinto, incluyendo aquí la duración; todo se siente real y la sensación de falso documental no se pierde en ningún momento, tanto si estamos en el frenesí de un bombardeo como si nos encontramos en un hospital de campaña.

Los actores tienen unos papeles muy jugosos, carismáticos, y con un escenario muy potente que les apoya continuamente. Todos están bastante bien, especialmente aquellos que tienen personajes más desagradecidos y a los que la guerra pone en situaciones más comprometidas.

No es la mejor serie de la historia, pero es una serie tremendamente bien hecha digna de la historia y el contexto que quiere reflejar. Es una de esas series que no son ya recomendables, si no necesarias y casi de obligado visionado.

domingo, diciembre 20, 2015

A Shokugeki... just as planned

Shokugeki no Souma 148








En fin, siempre he tomado Souma como un manga de comedia estudiantil que parodia algo los tópicos de los shonnen de peleas... así que unas pequeñas dosis de conspiranoia no se lo voy a echar en cara a una serie que va sobre batallas culinarias... a fin de cuentas este giro de guión sólo tiene dos objetivos:

a) Explicar porque Isshiki, siendo de los buenos, no haga nada, y le deje todo el peso de la historia a Souma.

b) Convertir a Rindou en aliada porque esta demasiado buena y destila carisma por cada uno de sus felinos poros.

Naturalmente todo esto no servirá para nada, porque el director estará al tanto de todo ello y el plan de estos sus enemigos será parte de su plan y tendremos la clásica escena de "yo sabía que vosotros sabíais que yo sabía..." ... o si sirve para algo será para alguna chorrada "super importante" pero que no repercutirá en las batallas de los protas.

viernes, diciembre 18, 2015

No es el zapato para este pie

The Idolm@ster: Cinderella girls

Hace unos años el anime de Idolm@ster fue, sin duda, toda una sorpresa. Era una serie sorprendentemente disfrutable (ver reseña). Un slice of life sobre una quincena de carismáticas chicas que intentaban ser idols. No me esperaba nada de aquella serie, y estuve a punto de abandonarla, pero proseguí con ella y me encontré ante poquísimo fanservice y un elenco al que se le cogía un gran cariño.
No era de extrañar pues que, su secuela-continuación-spinoff-loquesea fuera una de las series que más esperaba de este año. No confiaba que fuera tan buena, pero con que sólo tuviera una fracción del encanto de la original estaría contento. Desgraciadamente no ha sido así.


Primero dejemos claro un punto: Idolm@ster: Cinderella girls no es una mala serie, o al menos intenta no serlo. No es un engendro surgido descaradamente para vender. Es una serie hecha para vender, sí, pero intenta ser algo más. No repite el esquema de su predecesora e intenta cosas nuevas y más arriesgadas... otra cosa es que fracase estrepitosamente en sus objetivos.

Es una serie mal desarrollada, pero creo que la valentía no se le puede negar. El concepto inicial es horrible, en la serie original teníamos unas chicas que querían ser idols, aquí tenemos a un tío muy serio que parece reclutar para su causa a cualquier adolescente a la que no le falten dientes. Las chicas no tienen una verdadera motivación de inicio y eso se hace raro. Y hay demasiadas chicas, en la primera mitad podemos tener una quincena, apenas se desarrollan y se nota una alarmante falta de carisma en muchas de ellas... pero en la segunda mitad algún productor de videojuegos dijo que había que sacar a todas las chicas de la franquicia y el número de cameos y de secundarias se multiplica exponencialmente, alcanzando la serie unas cotas disparatadas de personajes. Ese es el principal error de la serie. Demasiados personajes, y poco desarrollo de ellos. Tenemos un trío de protagonistas, pero ni siquiera este está bien desarrollado, con una Mio que nunca llega a caer bien, una Uzumi que se dedica a sonreír y achantarse y una Rin que es demasiado molona y madura como para funcionar de protagonista. Junto a este trío hay algunas secundarias que se desarrollan más o menos, algunas muy infrautilizadas y decenas cuya presencia es meramente anecdótica. Además nunca vemos en el grupo una sensación de franca camaradería como la que existía en la serie anterior.

Y es una pena, la serie tiene buenas ideas y, sin salir de su mundo de la felicidad, intenta aportar un poco de oscuridad y realismo a la alegría de la franquicia como ya hizo en su día la película. Así tenemos la frustración de un primer concierto sin espectadores, los jefes que desmantelan grupos, los personajes que no funcionan y se ven obligados a mutar, el miedo o la inseguridad a quedarse atrás. La serie no puede llevar muy lejos estos planteamientos y no triunfa con ellos, pero al menos lo intenta. No es una gran serie, pero no me parece una serie horrible. Tiene buenos planteamientos, aunque no los aproveche demasiado.

Tecnicamente es algo irregular. Por momentos es preciosa, espectacular en diseños, animación, escenarios y cromatismo... pero se nota que la serie ha andado justa de tiempo y presupuesto y estos momentos son relativamente puntuales. La animación normal tiene un nivel medio más que decente, pero la propia serie la desmerece en ocasiones al mostrarnos su mejor nivel. Las canciones.... son horribles, j-pop anodino, son cortas y no molestan demasiado, pero no hay ninguna canción que se te quede en la memoria, y la propia trama tampoco propicia escenas simbólicas con ellas.


El ritmo y la dirección de la serie son horribles. Sigue el formato de dedicar un episodio a cada chica, o cada unidad. El problema es la falta de carisma de algunas chicas, que convierte algunos episodios en suplicios; unas pocas de ellas consiguen utilizar sus episodios para crecer como supongo que sería la idea original de los creadores de la serie, pero son muy pocos los capítulos que logran esto. Normalmente si el capítulo le corresponde a una chica interesante o potente el episodio molará, por comedia o por el drama que ocasionalmente consiguen meter, o quizás incluso por simple "slice of life". Pero si el capítulo le corresponde a alguna chica estridente o muy genérica, el episodio sólo servirá para aumentar nuestro odio hacía esa chica y sus estúpidas orejas de conejo, sus caramelos, su altura o su idea de que ser rockera no tiene que ver nada con que te guste el rock. Cada episodio es una lotería, no sabes si te va a tocar un episodio horrible o uno relativamente pasable (hay algún buen episodio, pero son muy pocos y estadísticamente al ver esta serie uno tiene suerte si sencillamente el episodio no es malo).

El nuevo "Broducer" es muy carismático, y hay algunas chicas que se salvan, pero en general es una serie muy inferior a su predecesora. No se han limitado a autoplagiarse y han intentado algo distinto, pero no les ha salido bien. Una pena.

miércoles, diciembre 16, 2015

Adoro a Kirie, pero...

Niñas muriendo por inanición
+

Magia by the power of kissu
... aunque esto ya eran los pactios en Negima

=


UQ Holder 106

lunes, diciembre 14, 2015

Porque todos odiamos los caparazones azules

Mario Kart 8

Curioso. Veo el blog y veo que no tengo ningún Mario Kart reseñado, y es una de mis sagas de videojuegos favorita. Mario Kart 64 fue el juego con el que estrené mi Nintendo 64, y uno de los cartuchos de aquella consola a los que más provecho saqué. Pero Double Dash me pareció algo flojo, y al Mario Kart de Wii creo que le faltaba algo de chispa, no era mal juego pero creo que jugué a él principalmente cuando quedaba con amigos para quedadas de videojuegos. Muy divertido sin duda, pero es sintomático que no lo reseñase en el blog, tanto como el hecho de que tenga aún muchos personajes bloqueados.
Ahora bien, este Mario Kart 8 es otra cosa. Gracias a la inclusión del modo online un sólo jugador puede disfrutarlo muchas, muchas horas. Su modo multijugador es, no obstante, discutible. Cierto que podemos configurar hasta el infinito las copas que creemos, pero los modos de juego se limitan a carreras individuales o campeonatos y al modo batalla. Las carreras funcionan bien y nunca he notado lag o retraso alguno, aunque en el sentido más puro del juego diré que la asignación de los items es muy mejorable. Sin embargo el modo batalla se antoja raro, funciona bien cuando hay muchos competidores, pero bastante mal cuando juegan pocos y los escenarios están medio vacíos... y sobre todo estos escenarios son erróneos, se acondicionan para las batallas los escenarios de carreras cuando lo natural sería recuperar escenarios específicos para ellas como hacían muchos de los juegos anteriores de la franquicia. Y al margen de batalla y carrera, no hay más modos de juego, se me antojan escasos.
Para un jugador la variedad tampoco es muy grande: campeonatos de 4 carreras y modo contrarreloj. Las campeonatos son los de toda la vida, tenemos 4 campeonatos con 4 circuitos nuevos cada uno de ellos, y otros 4 con circuitos clásicos de entregas anteriores (a ellos se pueden sumar 4 copas más por DLC). El modo contrarreloj es muy bueno con la inclusión de fantasmas via online. Pero nuevamente la cantidad de modos de juego parece pequeña.
En cuanto a las carreras en si, espectaculares. La sensación de velocidad es perfecta (espectacular en ese inesperado modo que añadieron a posteriori de 200 cc), y el juego en todo momento se muestra fluido. La gravedad se ha añadido como elemento para dar espectacularidad visual, porque verdaderamente no afecta durante las carreras más allá de cambiar el efecto de los choques por un minturbo. Los diseños de escenarios son muy variados, con las clásicas temáticas de la saga, pero siempre con sus pequeñas variaciones y con algunas curvas muy buenas. No me parece que el juego sobresalga en todos sus circuitos, hay algunos muy potentes pero la mayoría suelen ser bastante genéricos dentro de lo que es la estética que la saga ya ha construido y en la cual las variaciones suelen ser escasas. A nivel de personajes si tenemos muchos, una treintena, con además tropocientas opciones para elegir entre karts-motos, ruedas y ala deltas... jugablemente las opciones son inmensas pero visualmente creo que hace mucho que esta franquicia perdió el norte a la hora de añadir "babys", versiones metalizadas y a algunos enemigos sin carisma; creo que sobran más de la mitad de los personajes. En todo caso, gustos a parte, visualmente el juego es una gozada, todo un espectaculo para los ojos por esa mezcla de velocidad y ese diseño tan pulido del estilo de la franquicia. Y si visualmente es una maravilla, en lo sonoro no se queda a la zaga, con ese rock-jazz ligero que en ocasiones se alterna con piezas grandilocuentemente orquestales; desde los Galaxy el nivel musical de los Mario es poco menos que perfecto.
Así pues, tenemos un juego larguísimo repleto de contenido (aunque algún escenario o personaje se me haga repetitivo), le fata algún modo de juego y las batallas podrían ser mejorables, pero el modo online alarga lo indecible la durabilidad del título. El juego es una delicia para los sentidos y sobra decir que, como buen Mario Kart, es sinónimo de diversión. No es que sea un juego recomendable, es que debería estar penado tener una WiiU y no tener este juego.

sábado, diciembre 12, 2015

A punto de recuperar la cabeza perdida

Durarara!! x2 Ten

Desgraciadamente, Durarara sigue sin alcanzar su mejor nivel. En esta segunda temporada al menos, aunque la animación no sea nada del otro mundo y se puedan poder objeciones a muchos modelados y al aspecto de algunos personajes en algunos momentos, no nos encontramos ante el desproposito visual de la temporada anterior, que con su execrable animación desmerecía tremendamente la serie. 
El problema era que si la primera parte de esta segunda temporada fallaba en la acción, esta lo hace en la trama. Pero curiosamente no lo hace por la poca calidad de esta, si no porque sencillamente es demasiado compleja. En su primer tercio la serie nos presenta un mismo día desde la óptica de varios personajes, donde cada uno de ellos vive su propia aventura y los caminos de todos apenas se cruzan. Esta parte está perfectamente narrada y resume a la perfección las grandes virtudes de la franquicia. El problema llega después, donde demasiados personajes se ven mezclados en demasiadas tramas al mismo tiempo. Durarara ya tenía un reparto amplio, pero a los ya existentes se unen varios grupos de yakuzas y de corporaciones, con sus alianzas entre ellos y con además varios nombres o pistas falsas que confunden al espectador. Además la trama no es continuada, saltando de un personaje a otro, omitiendo partes de tramas que un día pueden ser muy importantes para al siguiente pasar a ser completamente y tardar otro par de episodios en regresar al foco principal. Sumemosle a todo flashbacks y sumémosle también que la trama queda completamente abierta al final de los 12 episodios. Sumemos todo ello y recordemos que la serie enlaza con su primera temporada y con la primera parte de la segunda, y que a su vez todo se cerrara -supuestamente- con otra temporada que esta por llegar. 
El resultado es una serie difícil de valorar. El carisma increíble de sus personajes y de Ikebukuro sigue estando ahí, tanto como el humor, la fantasía y las sobradas memorables. Tenemos giros de guión para aburrir, algunos muy sorprendentes. Tenemos todo lo que hace grande a Durarara, pero quizás en unas dosis demasiado grandes. El mundo de Ryohgo Narita ha crecido tanto que parece habersele ido de las manos. Quizás cuando llegue la tercera parte encontremos que todo cuadra, pero de momento no he tenido esa sensación, la trama se dispersa demasiado y la narrativa, el ritmo y la propia planificación de la serie no son las mejores.

miércoles, diciembre 09, 2015

Siempre nos quedaran sus películas

Hace unas semanas mi hermano y yo vimos, casi por casualidad "El tesoro de Sierra Madre" (ver reseña), no sé porque tenía de ella una idea de comedia (desde la ignorancia, no sé muy bien porque, la confundía con "La reina de África", reseñada en esta entrada). Nos encontramos un películón increíble, pero descubrimos también una actuación monstruosa de Bogart que no se correspondía demasiado con la idea que teníamos de él. Así pues, decidimos montarnos un ciclo cinéfilo de este, la considerada estrella más grande del cine clásico. Sabíamos que nos encontraríamos a muchos tipos duros que beberían como cosacos mientras fumaban y amaban a mujeres despreciándolas, todo ello escupiendo frases cínicas a velocidad de vértigo.
Acabado el ciclo tengo que decir que me ha encantado el ciclo, algunas películas son sencillamente sublimes, y las que no, no dejan de ser muy correctas. Y, por encima de todo, hemos descubierto la figura de Bogart, un actor con un carisma increíble y cuya capacidad actoral es mucho mayor de la que pensábamos.
Acabados los préambulos... llegan siete reseñas cine clásico.

El sueño eterno

Ya reseñe esta película hace bastantes años (ver reseña), y aunque en su segundo visionado me ha gustado mucho más de lo que recordaba, tengo que decir que la reseña que escribí en su momento me sigue pareciendo sorprendentemente válida.

Tener y no tener

Lauren Bacall debutaba en el cine con esta película, y con ella lo hacía también la pareja Bogart-Bacall, quizás la pareja más mítica de toda la historia del cine. La química entre ambos es inmensa, y prueba de ello es que en la vida real se casaron prácticamente un año después. No obstante, esta grandísima química juega en cierta manera en contra de la película.
El problema es que la película es bastante normalita. No es que sea una mala película, ni mucho menos, pero el argumento es demasiado "Casablanca", con un protagonista egoista e indiferente al sufrimiento que poco a poco va involucrándose con los que le rodean en empresas con las que en verdad no gana nada. Bogart, claro está, borda el papel, dotando a su personaje de un gran carisma y llenando la pantalla con una fuerza increíble. La dirección y la puesta en escena son muy clásicas, correctas aunque sin nada que ahora mismo me parezca especialmente llamativo... salvo esa horrible tradición de la época de dar muchos minutos a una orquesta que toca temas típicos de aquellos años y que corta bastante un ritmo bastante decente. El guión es sólido, cae en algunos tópicos como el del borracho simpático y quitando a la pareja protagonista el resto de personajes son todos clichés sin desarrollo, pero cuenta su sencilla historia bien y en ningún momento uno se pierde, y conociendo lo poco que conozco a Hemingway veo sus frases cortas y directas, llenas de significado y sentimiento, con un humor muy ácido y unos personajes que se quieren irremediablemente desde el primer momento y que se lo demuestran casi desde el desprecio.
El problema es que la película no está a la altura de su pareja protagonista. Bogart esta muy bien, y Bacall también se muestra como una gran actriz a pesar de estar debutando. El problema es que cuando se unen Bogart no se come a Bacall, esta se crece lo indecible y hace crecer también a su compañero. El resultado es que cuando ambos están juntos transmiten todo con una intensidad increíble. Bogart pasa a ser más duro y Bacall se convierte en la definición de femme-fatal. Bacall saca la sonrisa de más autoconfianza y seguridad de Bogard, y este saca la expresión más enigmática y sugerente de femme-fatal imaginable de Bacall. 
No es una mala película, es una película correcta, incluso podemos decir que es una buena película. El problema es que la química entre la mayor estrella de cine de todos los tiempos y "la flaca" es tan grande que eclipsa el resto de la película y hace que pensemos que esta podía ser mejor.

La reina de África

Acaba de comenzar la Primera Guerra Mundial. Rose acompaña a su hermano, un sacerdote, a propagar la fe en África, sin embargo este muere y se ve obligada a huir en compañía de un canadiense en el pequeño bote de río de este: la reina de África. Pronto se pondrán como objetivo hundir el barco con el que los alemanes controlan esa región.

La reina de África es una historia "total", tenemos dos personajes opuestos que se enamoran a lo largo de un viaje homérico que tiene un glorioso objetivo final. Es una película de aventuras, con dos protagonistas carismáticos encarnados por dos titanes del cine, es una película con unos paisajes increíbles, con un romance bonito y una buena comedia ocasional. 

Los actores están bien, y a su buen hacer habitual se une un despliegue físico brutal por parte de ambos. Las escenas de acción están muy bien rodadas, así como algunos momentos íntimos de la pareja. El guión es bastante sólido, aunque en algunos puntos -sobre todo en los referentes a la comedia- deja todo el peso en los actores. El ritmo es algo irregular, en general las aventuras y dificultades del viaje están bien reflejadas, pero el desarrollo de la relación de los protagonistas se me antoja algo acelerado. 
Es una película que tuvo que resultar increíble en su época. Sin embargo me parece que ha envejecido fatal. Su idea ha sido copiada y refinada hasta la saciedad durante más de medio siglo. La idea es buena y la factura notable, y hay momentos de muy gran cine en ella, sin embargo no puedo evitar sentirme algo decepcionado tras su visionado. La cesta es buena, pero los mimbres son tan increíbles que creo que en un primer visionado es imposible no ir con unas espectativas demasiado altas.

El motín del Caine

En esta película que hizo que Michael Caine escogiera ese nombre artístico conviven dos películas: una , la que no le importa a nadie; y otra, la que todos queremos ver. Digamos que el protagonista de la película no es Humphrey Bogart, ni siquiera el amotinador, si no un joven alférez salido de Princeton a través de cuyos ojos vemos la historia. El cadete tiene sus pequeños problemas familiares con el choque entre su madre aristócrata y una especie de corista de la que parece enamorado, y luego vemos como tiene su ideal recto de un capitán que choca ante el primer mando del Caine y luego se va desencantado con la locura paranoica de Bogart. Entiendo que el autor de la novela y los guionistas querían usar este punto de vista, en el que desencanto y la madurez se van desarrollando… pero sencillamente esta historia es anodina y tópica como ella sola, no tiene emoción y se hace lenta y pesada (no culpo especialmente a los actores, los pobres no tienen mucho material al que agarrarse).
Lo interesante de la película es, claro, el motín, sus orígenes y sus consecuencias. Nuevamente aquí me ha sorprendido Bogart con su personaje, desde luego nada agradecido de cara al público, pero una auténtica golosina para un actor. En su segunda mitad creo que acentúan demasiado su paranoia y lo desdibujan demasiado; la interpretación de Bogart pasa a ser más “obvia” y no me gusta tanto, aunque aquí creo que el problema es de la película en si, cuyo montaje me parece erróneo en este sentido ya que parece que el capitán pasa de ser un poco estricto e hipócrita a un loco en demasiado poco tiempo.
En cuanto a las consecuencias, el último cuarto de la película lo compone el juicio, tan sobrio, elegante y épico como lo son los grandes juicios cinematográficos, añadiendo en este caso la rigidez de los juicios castrenses, donde los abogados tienen mucho menos margen para maniobrar y donde además conceptos como el honor o la cobardía son muy importantes. La película resuelve bien el juicio, y lo culmina además con una grandísima escena posterior, si bien si tengo que decir que peca algo de pasar del respeto al estamento militar al tono propagándistico, teniendo en cuenta que cuenta un motín y que se filmó en plena caza de brujas me parece casi normal y creo que no molesta demasiado, no obstante tiene ese aire del que me parece justo y necesario advertir.
En líneas generales es una película algo irregular, ya que el protagonista principal no le importa a nadie, pero toda la parte del motín, con la monstruosa interpretación de Bogart al frente, es toda una gozada. No siendo redonda, me parece muy recomendable.

El halcón maltés

Le tenía algo de miedo a esta película, pues en el cine negro encontramos auténticos películones, pero son también obras muy densas. Y la película me sorprendió muy gratamente. No llega a ser tan buena como "El sueño eterno", pero para compensarlo es bastante más sencillita de lo que pensaba, con un número de personajes bastante corto y una trama simple en la que uno nunca se pierde a pesar de que los personajes nunca dejan de engañarse los unos a los otros.
El personaje de Bogart no es tan carismático como Philip Marlowe, tira menos de cinismo y recurre más a la violencia, pero no obstante no deja de llenar la pantalla en ningún momento. Con el personaje de Mary Astor ya diría otra cosa, su personaje no termina de gustarme y diría que es lo más flojo de la película. El resto de los actores están francamente bien, dando una gran entereza a sus personajes. La dirección es obviamente clásica, sin grandes alardes en cuando a la fotografía o los encuadres. El montaje es directo y no da descanso al espectador, pero eso ocasiona que la película ni siquiera llegue a los cien minutos y tenga un ritmo muy elevado. El guión es una pequeña joya, desarrollando bien su trama e introduciendo giros de guión cada pocos minutos que -no obstante- resultan muy lógicos; todo se sucede a gran velocidad y no hay escena que sobre o que falte, todas las escenas están diseñadas para avanzar en la trama, dibujando esbozos de sus arquetípicos personajes durante el proceso.
Es considerada como la primera gran película del cine negro, aquella que puso el molde y definió los clichés habituales del género, con un detective cuyos servicios son requeridos por una femme fatal que miente más que habla y esta envuelta en una trama repleta de muertos. Absolutamente recomendable. Es una perfecta definición del género, siendo una película que enarbola muchas de las virtudes del género pero que además apenas muestra ninguno de sus característicos defectos.

Cayo Largo

"Cayo Largo" es una película extraña de ver hoy en día. Narra un tenso secuestro en el que Bogart y la familia de uno de sus antiguos subordinados en la II Guerra Mundial se encuentra a merced de una suerte de Lucky Luciano. Toda la película se sucede con una extraña calma tensa donde, a pesar de estar retenidos a punta de pistola, Bogart casi intima con los ganster, a los que les agrada su estilo directo y carente de hipocresía.
Bogart y Bacall están bien y sigue habiendo una química brutal entre ellos, y Robinson es uno de esos actores que hemos visto en mil películas y que domina la pantalla tanto como otros actores míticos de la época. Es una película que se ve rápido, aunque tiene un ritmo raro pues salvo momentos puntuales no parece haber una verdadera amenaza y eso me choca como espectador actual, aunque lo veo lógico y razonable pues sencillamente los personajes no se quieren tirar toda la aventura con la espada de Damocles sobre sus cabezas. Bogart no va a morir por una tonteria, y Robinson tampoco quiere matar porque si porque es un gangster, no un mero psicópata. Y tan bien definidos como Bogart y su antagonista están todos los personajes, todos tienen momentos aparentemente irrelevantes para la trama y algo extraños que, no obstante, los definen como individuos propios y no como meros comparsas de los protagonistas de la historia (aunque en algunos de ellos se tira un poco de tópicos).
No es la mejor película que jamás haya visto, pero si me parece un largometraje muy correcto, muy simbólico también de la realidad americana de los años 50, o de la propia edad de los 50, cuando todas las guerras se han librado y las personas no saben muy bien que hacer, aferrándose a su pasado intentando evitar el sopor de la ancianidad.

Casablanca

No se puede reseñar "Casablanca", al menos no se puede hacer hoy en día. "Casablanca" es demasiado grande y ha sido demasiado referenciada. Sin apenas esfuerzo se pueden enumerar varias de la frases más míticas de la historia del cine, y no hablamos de frases menores, hablamos de cosas como "siempre nos quedará Paris", "este es el principio de una hermosa amistad", esa "tócala otra vez, Sam" que en verdad nunca se dice o la mejor interpretación de la Marsellesa de la historia. Y lo que se dice con las frases, se dice con las escenas, también plagiadas y homenajeadas hasta la saciedad.
No hay película como "Casablanca". Uno podría pensar en "Lo que que el viento se llevo" o "Ciudadano Kane", pero por extensión o densidad son distintas. Casablanca es puro divertimento, es ligera y se ve en nada, es muy revisitable. El guión es sublime, da información en cada momento y está repleto de comedia que no obstante suma al total y en ningún momento parece prescindible. La película apenas se desarrolla en un par de días y el ritmo lo agradece, siendo bastante ágil (sólo se me hace un poco pesado el flashback de Paris). La fotografía es redonda, mostrando el uso tan refinado de la luz y del humo de tabaco que tenían las películas de aquellos años. De los actores poco se puede decir, todos los papeles son un regalo para sus interpretes, pero desprendiendo todos carisma de principio a fin quedan eclipsados por Rick y Louie, siendo el primero el papel de Bogart de toda la vida y siendo el segundo el único que uno imagina que el primero respetaria.
No es la mejor película de la historia ni de lejos, pero si es una película absolutamente redonda en la que todo funciona y que desprende carisma por todos sus costados. Sin lugar a dudas, la mejor muestra de lo que era la llamada edad de Oro del cine. Absolutamente recomendable. 

domingo, diciembre 06, 2015

WANTED

One Piece 809 - El maestro Nekomamushi

La entrada en escena de un gato gigantesco con aires de yakuza camorresco que le hace una llave de yudo a un mamut es una imagen impagable. El capítulo tiene también una gran escena para Inuarashi parando la trompa, así como siembra la semilla de un conflicto entre el perro y el gato que obviamente se resolverá en breve y que incluso puede traernos de vuelta a modo de flashback a Shanks. Se nos presenta al resto de los mosqueteros y volvemos a ver -ahora un poco más claramente- que las habilidades de los gifters no son exactamente las de unos zoan.
Sin embargo, creo que ha llegado el momento de hablar de un tema peliagudo en One Piece.


Las recompensas. Es imposible no tomarlas como un indicador de fuerza. No es esa la intención de Oda y lo ha anunciado muchas veces, pero en una serie de este tipo es imposible no aferrarse a ellas. Es un dato numérico que supuestamente indica el peligro de un criminal, y sencillamente uno no puede luchar contra las matemáticas, el tener un número que cuantifica algo constituye una escala de medida, y una escala de medida conlleva comparaciones. No son comparaciones directas, y sabemos que las frutas constituyen una gran variable en los combates (una variable algo menos importante desde la inclusión del haki, dicho sea de paso). Y las recompensas son también, desgraciadamente, un paso en las espirales de poder.
Obviamente no estamos llegando al nivel de Dragon Ball y aquellos indicadores que se han convertido en memes de internet... pero a Oda se le han ido de las manos en el Nuevo Mundo.
No estoy en contra de la recompensa de Jack. 1000 millones para uno de los segundos de un Emperador me parece correcto. Entiendo que Marco, Jozu, Ben Beckman, Lucky Roo, Yassop y Bobin se mueven en esos números. La considero hasta una cifra lógica, estamos hablando de casi los personajes más fuertes de la serie, y por encima de ellos sólo deberían encontrarse los Emperadores y Dragon. Ni siquiera me parece mal que el número sea practicamente el doble que la anterior recompensa más alta conocida (los 550 de Ace que, siendo capitán de Barbablanca, no dejaba de estar "en rodaje").
El problema lo veo con que muchas de estas recompensas se notan improvisadas. Las recompensas del Nuevo Mundo son absurdamente altas, cuando en verdad no hay motivo para ello. Se puede apelar al factor "masacre", pero no creo que este debería de inflar mucho las cifras cuando Bellamy tenía 55 millones al principio de la serie, quizás unos 200 millones como Caribou o Bartolomeo en el peor de los casos, y quizás forzando mucho esa lógica los 450 millones de Barbablanca Jr por ser este el monstruo que parece que es. Pero actualmente cada pirata del Nuevo Mundo con algo de renombre parece estar por encima de los 400 millones, y me parece demasiado exagerado, cuando Luffy para alcanzar esa cifra tuvo que asaltar Enies Lobby, Impel Down y Marineford (hazañas que que nadie había hecho) y ser revelado que era hijo de Dragon. Puedo entender que Law, Kidd o Jimbe tengan recompensas parecidas, pero entiendo que las recompensas no deberían crecer mucho más ahí. Ya parece forzado que Pekoms tenga esa recompensa, porque entonces uno ha de presuponer que todos los capitanes de Barbablanca o los hombres de confianza de Shanks han de tener una similar o superior (recordemos que Rockstar en la banda de Shanks tenía 100 millones)... sin embargo no había recompensa por Barbanegra. Puedo entender los 1000 millones por Jack, parece un auténtico monstruo irracional, pero hay muchísimos personajes de perfil bajo que tienen recompensas absurdamente grandes. Porque entonces....
¿Qué pasa con los Shichibukais?
Las recompensas de Doflamingo y Kuma, monstruosas en su día, ahora parecen normales. Puede entenderse que ambas estaban congeladas, puede tenerse en cuenta el factor inflacción, y puede tenerse en cuenta que Doffy actuaba "secretamente"; pero la recompensa por Kuma, alguién conocido como "el tirano" y alguien de la organización de Dragon se antoja baja. Y luego, naturalmente, están las recompensas de Hancock y Cocodrile. 80 millones se antojan ridículos ahora mismo bajo cualquier circunstancia, incluso considerando que supuestamente eran muy altas para ser las primeras (algo que dudo, pues la misma primera recompensa de Sanji era similar). Siendo los Shichibukais una fuerza que tiene el miedo como uno de activos, estas recompensas no parecen incitar mucho al pánico aunque uno fuera un hombre de Barbablanca -supuestamente- y la otra la emperatriz de una nación de piratas.
Y además... ¿qué pasa con Nico Robin?
Tuvo 80 millones siendo niña, la excusa era Saulo pero el motivo era que sabía leer los fonegrifos. Robin -y Franky en menor medida- son de los personajes más temibles para el gobierno. Conocen aquello que ellos más temen. Puedo entender que la recompensa de Robin se congelara porque esta permaneció casi toda su vida escondida, pero cuando reapareció en compañía de alguién con una "D" en su nombre debería haberse actualizado, ya ni que decir cuando después pasó a estar con Dragon -no me creo que el Gobierno no lo sepa-. La recompensa de Robin debería de ser al menos como la de Caesar, cuyos 300 millones en base a sus conocimientos y no su fuerza me parecen acertados.

Aunque también, después de toda esta parrafada, recordemos que no se ha visto a un sólo cazarrecompensas potente en la serie. Si Oda no usa cazarrecompensas parece claro que estos carteles tienen como única finalidad ayudar al lector... y bajo esta premisa me parece que Oda no lo está haciendo bien.

viernes, diciembre 04, 2015

El hogar de los esclavos

Gansta

Gangsta es una buena serie, pero no recomiendo a nadie su visionado. Puede parecer una heredera de la mítica Black Lagoon, pero es al mismo tiempo más shonnen y más seinen. Las peleas son muy espectaculares, repletas de fantasmadas con soldados que están por encima de las leyes de la física por manipulación genética o lo que sea. Y estos soldados, parias sociales, luchan al servicio de los grandes señores de una ciudad que vive en la corrupción absoluta, mafiosos que mantienen un extraño y frágil orden. La serie tiene escrita la palabra “molona” en cada uno de sus personajes y facciones, con diseños agresivos y carismáticos. Pero además, la serie tiene su sustancia. Naturalmente todo esta supeditado al espectáculo, pero aun así las muertes son muertes de verdad, y en la ciudad hay drogas, alcohol y prostitución, y no están ahí para en segundo plano para que veamos que estamos ante una serie de “chicos malos”, todos los personajes están muy jodidos en todos los sentidos de la palabra. La relación entre el trío protagonista, especialmente entre los dos hombres, es de una extraña amistad, genuina y poderosa como pocas al ser forjada por el compañerismo ante las balas, pero también bastante retorcida por la superioridad física de uno y la social del otro.
La serie apuesta por el espectáculo y las peleítas con espacio también para las frases grandilocuentes, con un poco de fanservice para ellos y para ellas. A uno le gustaría que ahondará más en las posibilidades de Ergastulum, pero también es cierto que entonces estaríamos ante otro tipo de serie, una mucho más oscura, y una mucho menos factible pues el universo de esta serie se sustenta sobre todo en la ventaja de ser ficticio y poder relajar sobre sus calles la presión de algunas leyes de la sociología.
Así pues tenemos una serie de chicos malos y tías buenas, y también de chicas malas y tíos buenos. Todos ellos intentando sobrevivir en una ciudad perdida de Europa y de la humanidad, con la justicia reducida a la ley del más fuerte. Los diseños de la serie no son muy originales, y pecan de comerciales, pero el diseño artístico de la serie es bastante bueno y la animación, con altibajos, cumple y nos regala ocasionalmente algunas escenas muy dinámicas y espectaculares. A nivel sonoro tenemos una buena banda sonora y unos buenos actores de doblaje, con la idea bastante original y atrevida además de que uno de los protagonistas sea sordo.
La serie tiene la ventaja de ser un comienzo, es decir, puede gastar más de la mitad de su metraje en presentar al trio protagonista -y a la ciudad- así como en comenzar a desarrollar un poco las relaciones de estos, que distan de ser simples. Ello provoca que la serie tenga un buen ritmo, permitiendo algunos episodios pausados para el desarrollo y la historia, y que al ser todo nuevo y acabar con un cliffhanger potente el espectador no tenga sensación de hastío (o que al menos esta no sea muy notoria).
Ahora bien, tiene un defecto muy importante, extremadamente importante. Un defecto capital que me hace no recomendar esta serie a nadie. Sencillamente no acaba. No es que el final de la serie sea el comienzo de una gran guerra o un gran cliffhanger que veamos sea el punto de partida de una posible segunda temporada. No. Sencillamente no acaba. Estamos al comienzo de una guerra y el final llega de repente, cuando ni siquiera ese acto de presentación parece haber finalizado. Es extraño y casi ridículo, pero el final de la serie es una escena que ni siquiera parece el final de un episodio normal.
Y es una buena serie, una serie espectacular y disfrutable que además tiene un razonable poso de oscuridad y de tramas sórdidas y adultas. Una serie que seria muy recomendable si confirmase una segunda temporada que la continuaran pero que, a día de hoy, no puedo recomendar precisamente por esta ausencia de conclusión, sencillamente la serie corta cuando parece encontrarse en lo mejor.

miércoles, diciembre 02, 2015

Amor en tiempos de guerra

Adiós a las armas

Casi seis años después de mi primer acercamiento a Hemingway (ver reseña) vuelvo a él. "Adiós a las armas" es una de las novelas más celebradas del escritor, es todo un clásico del siglo XX y una de las novelas bélicas más importantes de la historia. Tengo que decir, no obstante, que no me ha gustado tanto como "el viejo y el mar". No es una mala novela, pero no he terminado de conectar con ella.
La novela nos traslada al frente italiano de la primera guerra mundial, de manos de un estadounidense enrolado voluntariamente entre los italianos como conductor de ambulancias; el hombre será herido y comenzará un romance con una enfermera. Me gusta la ambientación, pues el Somme y las trincheras son tan brutales que culturalmente han eclipsado demasiado el resto de frentes de la guerra que iba a acabar con todas la guerras. La novela tiene muchos elementos autobiográficos pues Hemingway se alisto siendo joven entre los italianos como conductor de ambulancias y fue herido, así pues la guerra que uno ve en las páginas de este libro se siente terriblemente real porque para desgracia del autor fue terriblemente real.
El problema es que hay poca guerra. La mayor parte del libro va sobre el romance con la enfermera. Esta parte no está mal, pero se me antoja más "normal" por muchos elementos sobre la fugacidad de la vida que se vean en ella. Entiendo el tono melancólico de la novela y los contrastes entre la pasión y la rutina, la vida y la muerte. Todo ello está muy bien, pero me parece que las páginas más interesantes del libro están cuando funciona como crónica de guerra con escenas brutales como la de los fusilamientos nocturnos o el bombardeo, secuencias que culminan a la perfección la locura de la guerra y la desesperación a la que son llevados sus soldados.
En cuanto al estilo de Hemingway, no termina de gustarme en este libro. Los diálogos son demasiado rápidos y concisos, parecen naturales pero en ocasiones el autor suelta pequeñas frases que son un pelín grandilocuentes de más y que sirven para ilustrar sus pensamientos sobre la guerra, son frases que no son tan naturales y que se notan estudiadas. No termina de gustarme, se nota demasiado lo que los personajes dicen como individuos y lo que dicen como portavoces del autor.
Es una buena novela. Se lee relativamente rápido y tiene algunos pasajes bastante impactantes. No obstante, no la recomiendo encarecidamente. Tengo la sensación de que en unos pocos años apenas la voy a recordar. 

lunes, noviembre 30, 2015

Se acabaron los elefantes marinos en Berserk...

Ahora es el tiempo de.... 

¡los espantapájaros psicópatas!


La serie ha tenido un renacer con la saga de Ricket, y al fin hemos llegado a la isla de los elfos tras un viaje interminable... pero parece que de nuevo Miura quiere autoboicotear su obra. Dejando a un lado que Berserk es más un seinen que un shonnen en el que haya que meter una Sala del Espacio y el Tiempo, este manga tiene una cosa llamada guión, no es necesario meter en cada capítulo peleas, y más cuando está claro que estas no aportan nada ni van a tener el más mínimo de emoción. Supongo que en el siguiente capítulo los espantapájaros serán detenidos por los magos tras un par de mandobles de Gatsu y su papel no pasará de anecdótico... lo contrario sería perder un capítulo, y por muy increíble que sea que llevamos más de medio año con capítulos ininterrumpidos... no deja de ser un ritmo de 20 páginas mensuales... donde cada viñeta debería venderse muy cara y donde Miura no debería meter relleno tan a la ligera.

¿Cuanto tiempo durará este milagroso ritmo de publicación?
¿Se alargará mucho esta batalla?
¿Volverá Gatsu a ser poseído por la armadura?
¿Se curará Kiaska en esta isla?
¿Qué tipo de loli será la hechicera que parece controlar los espantapájaros?
Vale el caballero de la maza... ¿pero que pintan en la historia el hermano y el novio de Farneze?
¿Distinguiré algún día a Ami de Mami?
¿Nozoeli o Nikomaki?
¿Quién demonios puede preferir a Ranka Lee sobre Sheryll Nome?
¿A alguien le importaba el romance principal de Bakuman?
¿No es triste que la censura de un juego llamado Fire Emblem X Shin Megami Tensei tenga más que ver con idols que con fantasía medieval?

sábado, noviembre 28, 2015

Contarlo todo sin contar nada

One Piece 808 - El duque Inuarashi

Me ha encantado la narrativa de este capítulo. Es un capítulo de transición que apenas cuenta nada de una forma explicita, pero que confirma pequeños detalles y da muchísima información, pero información tramposa que Oda podrá retorcer en el futuro. 

Pandaman, ¡encontrado!

Bariete, el vigía, un personaje del que apenas hemos visto nada, pero que ha estado tan presente que ya parece claramente presentado.

Supongo que por desgracia a estas
cinco calamidades no las veremos
Jack, mencionado hace más de 125 capítulos, vemos por fin al temerario que se lanzo contra Fujitora, Sengoku y Tsuru... pero lo vemos en su forma animal, que confirma su zoan, pero permite a Oda darle una gran página de presentación en el futuro. Su personalidad no sorprende, pero será curioso ver como se maneja la banda de Kaidoh con personalidades como esta y la del propio Emperador.

Las tres calamidades, no por ser obvio, no deja de ser importante que se nos confirme que Kaidoh tiene sus tres "almirantes", como los tiene Shanks y los tenía Barbablanca. Sabemos que Big Mom también tiene "monstruos" (Bobin y dos o tres más). Curiosamente Teach estaría en desventaja en este equilibrio, ya que en su banda -exceptuando a Aokiji y quizás a Shillew- no parece que haya nadie a ese nivel.

Sheephead, se confirma que es un hombre de Kaidoh... estaba visualmente confirmado y en verdad no le importa a nadie... pero ese título de "Gifters" parece indicar que ha sido Kaidoh el que le ha dado una fruta, con lo que estaríamos ante ese ejército surgido del mercado negro de frutas de Doflamingo.

Enel, no sé muy bien porque, pero Oda ha cargado electricamente a todos los minks. Vale que Bepo, Pekoms y cía tendrán un dopaje voltaico en sus combates... pero no se muy bien el objetivo de este movimiento.

Los tres mosqueteros, me ha encantado que Oda los anuncie en el pasado para presentar -a uno- en el presenta, excelente ejemplo de narrativa cruzada fluida y natural.
Tengo que leer algo más de Dumas...

Wano, cada vez parece más claro que todo desde Punk Hazard es un arco conjunto, con un papel importantísimo para los samurais y una extraña relación de estos con Kaidoh. 

Raizo, sorprendentemente importante al parecer.

Sicilian, un personaje 100% Oda, con la tontería de cabrearse por los dulces y arrodillarse ante la banda, haciéndolo todo ostentosamente... ya le conocemos y sabemos como actuará en todas las situaciones.

Brook, me ha gustado ver a Brook "pegar" a Luffy. No recuerdo si lo había hecho antes, y me gusta; no termina de gustarme el tono respetuoso con el que siempre se dirigía hacia su capitán.

Tristane, no estoy en el rollo furry.... pero.... ya sabéis

Inuarashi, Luffy sólo llama fuerte a gente como Fujitora, parece que eso de que podía hacer frente a Jack no es descabellado.

Caesar, me encanta que siga por ahí y que una nación haya sido derrotada por una de sus armas (el capítulo 795 tiene ahora una relectura distinta), este tipo de eventos son más de Togashi que de Oda.

jueves, noviembre 26, 2015

Evasión o censura

Prison school 

¿Cómo reseñar este anime? Prison School tiene cosas que me gustan, cosas que me encantan y que me han hecho disfrutar mucho con su visionado... pero también tiene cosas francamente desagradables que pueden echar para atrás a muchos espectadores.
La historia es sencilla. 5 chicos entran en un instituto que hasta entonces sólo era de chicas, los 5, más salidos que un pico de esquina, espían los baños en su primera noche. Son descubiertos por una especie de consejo escolar secreto que salvaguarda la moral del instituto ante la amenaza masculina recién llegada. Los 5 chicos, para evitar la expulsión, son confinados en una "cárcel" en el centro del colegio, tomando las clases por televisión y viéndose obligados el resto del tiempo a realizar trabajos forzados bajo la sádica supervisión del citado consejo. Las chicas del consejo pretenden expulsarlos y los chicos quieren cumplir su pena... y escaparse de vez en cuando para alguna cita.
La trama es un disparate y propicia una parodia del género colegial y -sobre todo- del carcelario. El problema de la serie es el echii. Lo necesita, la serie vive en la exageración, es una parodia y necesita a la vicepresidenta desfilando continuamente con su cuerpo imposible y su desafío constante a la resistencia de los botones... pero entendiendo esto, y hasta entendiendo la veneración lésbica de esta por su superiora... muchos planos y situaciones se me hacen excesivos, así como esa surreal narrativa basada en su sudor. Con Hana también hay exageraciones, pero son más rocambolescas y además es curioso el contraste con estas situaciones y la inocencia de la violenta rubia. Pero con la vicepresidenta hay demasiados planos explícitos e innecesarios, y también hay algunas veces que los necesarios se me hacen demasiado zafios. La serie vive en la exageración, entiendo que todo ello es necesario, pero sencillamente en ocasiones el envoltorio es demasiado vulgar para mi gusto.
Y es una pena, porque la serie francamente me ha divertido. Incluso siendo, como parece ser, una versión ultracondensada del manga, la historia más o menos se sigue bien y permite desarrollar a los personajes. Tenemos un atajo de idiotas muy extraños como protagonistas, y uno les coge cariño. Son muy simples y cada uno piensa unicamente en una cosa al margen de las chicas, pero no hay malicia en ellos y tienen su gracia. Y si los chicos son simpáticos, las chicas directamente roban la serie con un carisma arrollador, incluso con el defecto antes mencionado de la vicepresidenta.
La serie tiene un buen ritmo, es una parodia disparatada de una fuga y siempre, cuando uno piensa que no puede ir a más, va un paso más allá con algún contratiempo enrevesado o una escena exagerado malentendido erótico. 
Técnicamente la veo correcta. El diseño de sus personajes no me gusta demasiado, pero es el del autor y al menos se puede decir que no es extremadamente genérico. El opening sencillamente me encanta. Tiene algunos recursos visuales interesantes, no hay deformaciones, pero si muchas metáforas. La censura ocasiona una cantidad salvaje de nubes blancas, aunque tengo que decir que casi prefiero esto al vulgar contenido que ocultan.
Es una serie que me ha entretenido mucho, y creo que tiene una sustancia bastante interesante tras su zafio aspecto... no obstante este no deja de formar parte del mensaje de la serie y en ocasiones es tan predominante que entiendo que a mucha gente le eche para atrás por su exageración. Particularmente recomendaría a todo el mundo ver uno o dos episodios, si uno sobrevive a los sudores de la vicepresidenta puede encontrar una serie muy divertida y -como yo- estar esperando ya la segunda temporada o comenzar a pensar en pasarse al manga original.

martes, noviembre 24, 2015

¿Hasta donde puede volar un halcón herido?

Combate por la unificación de los títulos WBA y WBC del peso medio
Takamura Mamoru vs Richard Bison

En casi el capítulo final de este combate, la portada anunciaba que Ippo comenzaba su 26º año de serialización. Y he de decir que ahora mismo estoy contento con la serie. Tras el combate de Eagle la serie se adentró en una larga travesía por el desierto donde apenas un par de combates se salvaban (Sawamura vs Mashiba, Miyata vs Randy Boy Jr), donde los combates se eternizaban incluso para secundarios, y donde las leyes del esfuerzo y el sacrificio que habían regido la serie conocieron a Wooli. Fue casi una década, una década en la que la serie parecía haberse ido al garete en una espiral de combates insustanciales. El combate por el título de Volg estuvo bastante bien, mejorable, pero correcto. Pero ahora, por fin, con un buen e importante combate de Ippo de por medio, creo que podemos decir que la serie ha vuelto a ser la que era. Llevamos unos tres años francamente buenos de Hajime no Ippo.

Los combates previos de Mashiba y Sendoh no terminaron de gustarme del todo. Eran buenos combates, con muy buenas ideas y grandes escenas para estos dos personajes, pero lo de la pelea previa y el querer darles ese trasfondo cómico creo que fue un error. Mashiba y Sendoh no son Aoki y Kimura, y desde luego no se pueden ridiculizar los combates contra los top ten mundiales, es algo que va contra el propio espíritu de la serie. Pero dejando a un lado el principio y el fin de los combates, ambos estuvieron francamente bien, a la altura de sus dos carismáticos púgiles… aunque no pasaría nada si alguno de ellos hubiera perdido.

Llegó entonces el combate de Takamura. Un combate extraño en su concepción. Las del halcón suelen ser batallas cómicas que no tienen como objetivo otro que no sea el resaltar su inhumana genialidad. Sólo ha habido dos excepciones: otro halcón y un águila dorada. Ahora teníamos un bisonte de Detroit ante el que unificar títulos. Parecía que nos encontrábamos ante un gran combate con Takamura, el acontecimiento más especial y escaso de la serie, el momento en el que Morikawa pone todo su buen saber hacer en el manga.


Y así ha sido. Ha sido un combate largo, pero muy bien llevado, con una estrategia constante que los dos púgiles iban adaptando poco a poco y que ocasionaba constantes giros argumentales. Bison ha mostrado un carisma que inicialmente no parecía tener, y Takamura se ha mostrado más humano y sobrenatural que nunca, teniendo dificultades y afrontándolas con su simple genio para el deporte. El suyo es un genio conseguido a base mucho esfuerzo, de muchas horas de entrenamiento, y eso al final se ha traducido como siempre en esa figura del entrenador Kamogawa, referente y mentor de Takamura, aquel por él que todo lo hace y cuyo estilo había sido derrotado por Ippo. Ippo. Al final todo en este combate se reducía a Ippo. Bison se ha mostrado como un boxeador con una ingente cantidad de recursos, digno rival de Takamura. Naturalmente el gran monstruo de la serie debería haber podido con él, pero aquí han regresado los problemas físicos de este, para mostrar a Ippo esa línea entre la vida y la muerte, la cordura y la locura, que un campeón ha de estar dispuesto a cruzar, esa línea que separa lo posible de lo imposible.

El combate ha sido memorable. No se ha hecho especialmente largo y los tiempos de los primeros asaltos estuvieron bien medidos con el “hitman style” y otros trucos que le dieron una considerable emoción a pesar de la evidente trampa (nadie pensaba que, con esos preparativos, el combate fuera a acabarse en unos pocos capítulos). Bison ha mostrado ser un buen personaje, teniendo además referencias hacia Eagle y mostrando un claro desarrollo durante la contienda. Por eso sorprende, lo poco importante que en verdad ha sido el combate. Teniendo en cuenta el objetivo de Takamura de los seis títulos, una unificación parece poca cosa, e incluso podía haber integrado esta de alguna forma con el tercer título. El combate contra Hawk sobre el capítulo 400 y unos 200 después llegó Eagle. Han pasado 500 capítulos, y tras este largo combate es previsible que descansaremos de Takamura durante al menos un centenar de capítulos. Un cálculo rápido nos llevaría a pensar que el tercer combate por el título de Takamura no llegaría antes del capítulo 1250-1300, lo cual se me antoja algo increíble. Aunque este hubiera sido un combate por el título, ya habría llegado muy tarde… que decir si hemos de esperar dos o tres años más para este. Siempre he pensado que esos seis títulos eran el más claro indicador del avance de la serie, pero ahora tal idea me parece disparatada, hablaríamos de un manga que habría de llegar a los ¿2500 capítulos? Sencillamente fisiológicamente es iluso pensar que un manga, que ya es absurdamente largo, no se encuentra siquiera a mitad de su desarrollo… incluso considerando que Morikawa comenzase a acortar esos combates que se han ido alargando con los años y que en muchos casos son innecesarios, no hay material en el manga para llenar tantas páginas. No creo que el autor sea capaz de mantener este nivel habida cuenta de los horribles años que lo precedieron. Así que, este combate que ya me parecía muy raro en su planteamiento al principio, me parece más raro ahora mismo. No parece creíble que Takamura alcance su objetivo, por el simple hecho de la frontera infranqueable que supone la vida de su autor. ¿Cuál es su destino entonces? Takamura es el dios de la serie, el superhombre indestructible que todos aspiran a imitar. No puede ser derrotado, ese es uno de los axiomas de la serie. Tenemos su salud, su ojo y su pierna ahora, el precio que esta pagando por su avaricia desmedida y que refleja esa frontera que Ippo aun no se ha atrevido a cruzar. Siendo un shonnen muy clásico en sus inicios, parece inevitable pensar que Ippo se encamina hacia un final sorprendentemente dramático con retiradas por lesión o incluso muertes.