"Preludio a la Fundación". Sexto libro de la saga fundacional de Asimov y primero cronologicamete. Ahora ya puedo afirmar que la "expansión" de su saga Fundacional que Asimov hizo en los 80 y su fusión con las sagas de robots no fue un acierto. La saga de Trevize comenzaba con todas las grandes virtudes de la fundación, pero acababa diluyéndose en su extraño argumento y sólo quedaban los defectos, y estas precuelas parecen ser ahondar más aún en ello.
El libro narra como la figura más mítica de la saga -Hari Seldon- comenzó a desarrollar la ciencia de la psicohistoria. Pero a efectos prácticos no narra nada. Se nos presenta a un Seldon con el germen de la ciencia presentandola al mundo, y como esta misma posibilidad de ver el futuro llama enseguida la atención de emperador y otros que pretenden explotarla en su beneficio. Así pues, la historia es la huída de Seldon de estas gentes que sólo piensan en si mismos, mientras al mismo tiempo es expoleado por varios amigos para que desarrolle la ciencia con animo de salvar la decadente sociedad imperial. El libro nos plantea entonces un viaje por diversos sectores de Trantor -a cada cual más distinto- mostrando las singularidades del planeta, y dándole tiempo al autor al escribir filosofía sobre ciencia, progreso, decadencia, política, feminismo, historia, religión...
Pero el libro es decepcionante. La literatura rápida y dinámica de las fundaciones fue desapareciendo poco a poco en las secuelas, y en estas precuelas el efecto es aún más acentuado pues uno tiene la sensación de que Asimov se entretiene excesivamente en detalles sin importancia para paliar así la ausencia de un hilo narrativo verdaderamente fuerte. 500 páginas de libro que ganarían mucho si fueran sólo 300.
Y lo peor es que al final no pasa nada. Toda la persecución se revela como un inútil juego de Daneel que no termino de entender si no se podía haber ahorrado. Ese final tramposo, y la desvirtuación que sufre la propia figura de Seldon en esta novela son la guinda a una novela que creo que hace más mal que bien a la magnífica trilogía escrita por "el buen doctor" en los cincuenta.
El libro narra como la figura más mítica de la saga -Hari Seldon- comenzó a desarrollar la ciencia de la psicohistoria. Pero a efectos prácticos no narra nada. Se nos presenta a un Seldon con el germen de la ciencia presentandola al mundo, y como esta misma posibilidad de ver el futuro llama enseguida la atención de emperador y otros que pretenden explotarla en su beneficio. Así pues, la historia es la huída de Seldon de estas gentes que sólo piensan en si mismos, mientras al mismo tiempo es expoleado por varios amigos para que desarrolle la ciencia con animo de salvar la decadente sociedad imperial. El libro nos plantea entonces un viaje por diversos sectores de Trantor -a cada cual más distinto- mostrando las singularidades del planeta, y dándole tiempo al autor al escribir filosofía sobre ciencia, progreso, decadencia, política, feminismo, historia, religión...
Pero el libro es decepcionante. La literatura rápida y dinámica de las fundaciones fue desapareciendo poco a poco en las secuelas, y en estas precuelas el efecto es aún más acentuado pues uno tiene la sensación de que Asimov se entretiene excesivamente en detalles sin importancia para paliar así la ausencia de un hilo narrativo verdaderamente fuerte. 500 páginas de libro que ganarían mucho si fueran sólo 300.
Y lo peor es que al final no pasa nada. Toda la persecución se revela como un inútil juego de Daneel que no termino de entender si no se podía haber ahorrado. Ese final tramposo, y la desvirtuación que sufre la propia figura de Seldon en esta novela son la guinda a una novela que creo que hace más mal que bien a la magnífica trilogía escrita por "el buen doctor" en los cincuenta.
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