Sin desaprovechar una sola página

One Piece 448

Hacía tiempo que no dedicaba una entrada a la serie de Oda, pero no he podido resistirme esta semana. El capítulo 448 de la serie "Moria" es una nueva muestra de la maestría de Oda, de como ha pulido su técnica narrativa, de como sabe muy bien lo que contar y de como no desaprovecha ni una sola página. Todo en One Piece, incluso estos aparentes capítulos de transición, estan al servicio de la historia principal.
Después de la apoteósica saga de Water 7-Ennies Lobby todos pensabamos que ahora vendría la habitual saga "de relleno" del manga. Una minisaga de 15 capitulos donde primaría el elemento cómico y que serviría para espaciar las grandes aventuras de los protagonistas. No es así. La saga de Thriller Bark parece más corta que la anterior, eso es obvio, pero hay poco o nada de superflua en ella. Y es ahora, cuando Oda no puede evitar meter un shichibukai, cuando uno se da cuenta de lo bien hilvanada que esta la historia.Anteriormente, cuando Luffy y el resto no eran tan poderosos, veíamos sagas transitorias donde se enfrentaban a enemigos de menor peso como Bellamy o Foxxy, sin embargo ahora podemos ver esas sagas desde otra optica. Desde que han entrando en el Gran Line se han sucedido tres grandes sagas: Cocodrile, Enel y CP9. Pero entre todas ellas, además de enemigos pequeños veíamos la aparición de personajes importantes para el devenir de la serie: Smoker apareció en Longuetown, Barbanegra en la ciudad de la mofa, AoKiji tras la batalla de Foxxy, y todo ello sin contar las veces la historia se ha trasladado al gobiierno mundial, los shichibukai o Shanks. Ahora se nos muestra otro Shichibukai: Gecko Moria. Porque Luffy y su tripulación son ya demasiado fuertes como para que un "mindungi" les plante cara, y porque cada vez estan más cerca del One Piece y los enemigos que aparecen ante ellos son más fuertes.
La saga, que comenzó como una pequeña parodia de las peliculas de terror, se esta revelando como algo mucho más serio, con un enemigo final mucho más poderoso y previsible. Pero lo mejor es que, a pesar de haber adquirido de repente una relevancia mucho mayor de lo que esperabamos, no renuncia a su naturaleza de saga distendida y cómica de transición. Tenemos por un lado a Usopp, Nami y Chooper, los cobardes de la banda buscando tesoros en una mansión llena de zombis, y por otro a toda la artillería pesada de la banda repartiendo palos a diestro y siniestro a todo lo que se le presente y disfrutando del terrorífico paraje como si de una visita a un parque de atracciones se tratase.