Primera parte de una tetralogía (en verdad es una trilogía, pero "mago" se divide en dos partes: Aprendiz y Maestro), se trata de un libro entretenido pero bastante irregular.
Las primeras doscientas páginas son magníficas, se nos presenta a un buen héroe y a partir de él al resto de elementos vitales de la historia: un buen rey, un maestro mago sabio y amable, un amigo leal, una princesa enamoradiza, un reino con gran historia, una magia compleja y con muchas posibilidades y una amenaza extraña y desconocida -para los protagonistas- que se avalanza sobre ellos como una ola sobre un barco a punto de naufragar. Hasta ahí todo perfecto. Tenemos un protagonista muy humano y muy bien retratado con él que es fácil identificarse, y sobre él se nos explica todo. Esta parte es algo lenta, pero tremendamente efectiva.El problema llega después, cuando comienza la guerra que -supongo- se librará durante toda la saga. En estos momentos se divide la historia en varias, convirtiendo en narradores y protagonistas a los personajes que hasta entonces no habían pasado de secundarios, y estos no soportan bien el peso de la historia. Además, los malos carecen de cualquier atisbo de carisma y además no resultan tan terribles como se entreveía en su primera aparición. Todo esto esta además no excesivamente bien narrado. El autor, Raymond E. Feist, se encontraba ante su primer libro y ello se nota. La idea de intercalar narradores y además saltar de año en año con cada uno de ellos para hacer notar el paso del tiempo y como la guerra se estanca esta bien, pero tiende a detallar demasiado acciones cotidianas irrelevantes (se obsesiona por narrarlo todo) asi como incluir muchas escaramuzas y batallas pequeñas que resultan irrelevantes y que son demasiado caras en soldados como para ser creíbles en una guerra tan larga.
Este primer libro cuenta además con el importante fallo de carecer de un climax al final, pero supongo que eso se debe al hecho de haber sido partido en dos en esta edición.
Se trata, en resumen, de un buen libro, pero creo que su segunda mitad no está tan bien resuelta como la primera.
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