¿Adios a los "masillas"?

One Piece 503 - Una isla sumida en el caos

Los "masillas" eran unos soldados absolutamente rídiculos que no servían para nada pero que eran embiados una y otra vez por el villano de turno "Power Rangers". Entretenían durante un minuto a los protagonistas sin ponerlos en ningún momento en peligro y permitiéndoles lucirse con algún que otro golpe supuestamente espectacular. Eran un claro ejemplo de "carne de cañón" pero tan estupidos e inútiles que resultaban divertidos y hasta carismáticos. Este tipo de personajes abundan en todas las series, en One Piece también y nos proporcionan algunos de los mejores momentos de la serie, pero Oda parece estar a punto de acabar con ellos.
Periodicamente tenemos en esta serie algún episodio en el que la banda se limita a "destrozar" a un grupo de soldados rasos por alguna afrenta recibida. Son episodios en los que falta un gran villano y Luffy y cía sencillamente se limitan a golpear y destruir todo aquello que ven. La máxima expresión de este tipo de episodios llegó en "Water 7" y "Ennies Loby", primero con la destrucción de la "Franky House" y después cuando la banda -practicamente sola- se enfrentó a todo un ejército. Son episodios carentes de verdadera emoción en lo referente a la batalla -salvo excepciones puntuales como la destrucción de la espada de Zoro- y Oda suele usarlas como vínculo entre otras escenas dramáticamente más importante. Pero, irrelevancia al margen, son escenas tremendamente divertidas y que todos los fans esperamos disfrutar ocasionalmente. Era obvio que una de estas escenas se aproximaba y tras la agresión a un noble la casa de subastas se ha convertido en la batalla campal que todos esperabamos. Los mugiwara repartían a gusto a la espera de la llegada de un enemigo más fuerte mientras liberaban a Camie... hasta que ha aparecido Rayleigh.
El "espíritu" para el siguiente "power-up" de la serie. Es una apuesta extraña y muy peligrosa, las auras que ya en Dragon Ball se convirtieron en estándar son díficil de manejar y la mayoría de las series las suelen usar cuando se presenta a un nuevo personaje y después se olvidan de ella o los protagonistas se sobreponen a ella como si nada (porque el protagonista nunca suele tener aura). En "One Piece", por suerte y por talento puro y duro de Oda, la apuesta parece ser algo distinta. El sentido de ese aura parece más bien ser la confianza, la fuerza de voluntad o el mero espíritu de libertad o de lucha. La capacidad de intimidar a alguién con la mirada, la fuerza misma de la presencia de alguién que sabemos superior parece ser el siguiente objetivo de Oda. Por azar o porque este hombre lo tiene todo muy bien pensado, ya vimos como Shanks intimidaba a un monstruo marino a pesar de que este le acababa de arrancar un brazo. Ahora todo parece cobrar sentido. En el mundo de One Piece, donde todo es posible, no parece factible sin embargo que un simple marine se enfrenta a Barbablanca, el peso de la leyenda de este y su capacidad para intimidad son demasiado grandes. Este espíritu es lo que hace inútil que Krieg reclutara todo un ejército pues ni uno sólo de esos hombres podía mirar a los ojos a Mihawk.
Lo que Oda esta haciendo es convertir a Luffy y su banda en unas verdaderas leyendas, no lo esta haciendo con un nuevo golpe o una nueva habilidad, si no mediante la simple acumulación de las acciones pasadas: un monstruo gigante ya no les asusta porque se han enfrentado a Odz, un enemigo superpoderoso no les intimida porque se han enfrentado a numerosos logias que parecían dioses encarnados, el poder del gobierno mundial ya no les frena porque le hicieron frente en esa metáfora del infierno en la que se conviritio la isla judicial. Luffy y el resto estan comenzando a desarrollar una fuerza que no se puede ver pero que si se puede apreciar. A pesar de su estupidez, es esta fuerte presencia la que hace que la gente se aparte a su paso y comprendan que las locuras que en los periódicos se cuentan sobre esa banda son ciertas. Es esta fuerza la que le permitará enfrentarse de igual a igual a los grandes piratas en el nuevo mundo. Y es esta fuerza la que, en cierta manera, acabará con los combates contra "masillas"; este tipo de soldados no tienen ya mucho sentido y tampoco creo que Oda quiera convertir su manga en una suceción de luchas de la banda contra diversos ejércitos.
El capítulo ofrece pocas más reflexiones. Kid y Law resultan más enigmáticos y carismáticos a cada capítulo que pasa, resulta completamente imposible adivinar que papel van a jugar en el futuro de la serie. Rayleigh se ha presentado como un ser monstruosamente fuerte y se augura una buena batalla contra el ejército de marines que les rodean, pero lo más interesante es -y esto esta relacionado en cierta manera con el "espíritu" antes mencionado- su interés en Luffy. La mano derecha del rey de los piratas ha oído hablar del nieto de Garp y del niño por el que Shanks dio su brazo, ambos eran uno solo y cuando ha crecido ha sido capaz de declarar la guerra al mundo por un nakama. En el mundo de One Piece no puede haber nada que satisfaga más a un viejo lobo de mar.