Revolution Renaissance - New era
Stratovarius, una de las bandas más mportantes del panoráma del metal de los 90 y el máximo exponente del "speed metal" practicamente ha muerto. La banda llevaba muchos años estancada en un sónido que en cada disco apuntaba en una dirección y que nunca se decidía por una, las disputas internas eran más que notables y hubo muchos cambios de formación. Ahora, Tolkki, el líder de la banda, ha abandonado definitivamente el barco y se ha lanzado en un nuevo proyecto. La banda estaba arruinada, llena de deudas, y Tolkki parece haber huído y sacado este disco para conseguir una ingente cantidad de dinero y -olvidándose de sus compañeros- comenzar una nueva carrera. No se me ocurre otra explicación a la génesis de este disco pues, a todas luces resulta un lanzamiento precipitado. "Revolution Renaissance" apenas ha nacido como grupo y Tolkki anda aún buscando nuevos miembros para su banda; para lanzar este disco ha recurrido a amigos. Tolkki ayudó a Tobias Sammet cuando este aún no era conocido, ahora le toca el turno al líder de Edguy y Avantasia de devolverle el favor, y algo parecido se puede decir que le pasa a Michael Kiske y Pasi Rantanen.
El disco es mediocre y tiene dos graves problemas. El primero es la elección de los cantantes; las tres colaboraciones tienen un nivel monstruoso y además los tres vocalistas se muestran inspirados. El problema será cuando cedan su lugar a Gus Mosanto (ex-cantante de Adagio), vocalista formal final de la banda; este hombre tendrá que cantar en directo temas que el público tendra asociado a las voces de esos monstruos, no es tarea fácil. El segundo problema, y es mucho más grave, llega por las propias limitaciones como compositor del guitarrista finlandes. Tolkki maneja un estilo basado en una velocidad y una técnica exageradas, el problema de ese estilo es que si bien en ocasiones proporciona auténticas obras maestras, la mayoría de las veces da lugar a temas que, si bien son correctos, se olvidan rapidamente. Me pasaba con "Stratovarius", donde a pesar de reconocer que la mayoría de los temas eran buenos, todos eran tan parecidos que tan sólo las grandes canciones eran recordadas. Este disco sufre ese problema, pero además acentuado por una ausencia de grandes canciones y una dirección difusa.
"Heroes" y "Glorius and divine" encajan como anillo al dedo con la voz de Tobias Sammet y parecen temas de sus propias bandas. La primera es un claro ejemplo del power-speed-metal melódico típico de Edguy, doble bombo a mansalva y una guitarra que se marca unos riffs sensacionales que ya si son muy identificativos de Tolkki. La segunda es una canción mucho más alegre y desenfadada, al igual que el tema anterior esta muy depurada a nivel técnico pero es menos espectacular. Ambos son buenos temas, pero tengo claro que no serían singles de un buen disco de Edguy.
No he escuchado "Thunderstone", así que no puedo juzgar la voz de Rantanen, no obstante sus temas son seguramente los más flojos del disco. "We are magic" no es un mal tema, pero no destaca en ningún momento y parece hecho con manual. "Eden is burning" y "Born uppon the cross" son dos temas que sencillamente me aburren. Lentos y pausados, son canciones de medio tiempo pensadas para resaltar los sólos que Tolkki inserta a mitad.
Los temas de Michael Kiske son sin duda los más heterogéneos del albúm. El mítico cantante de Helloween mantiene su espectacular voz y se aprecia que esta bastante involucrado en el proyecto, no obstante esto también se resiente con un par de concesiones que el propio Tolkki parece haberle hecho a fin de poder enarbolarlo como un reclamo del disco. "I did it my way" es una grandiosa canción, puro heavy ochentero, simple pero muy efectivo. "Last night on the earth" es mi canción favorita del disco, Tolkki renuncia algo a la complejidad de sus composiciones y compone un tema muy melódico, alegre y dinámico que nos recupera los mejores registros vocales del cantante bábaro. "Angel" y "Keep the flame alive", al contrario, son dos temas mediocres; baladas carentes de sentimiento pensadas para lucir la voz de Kiske y la guitarra de Tolkki, no consiguen emocionar como los clásicos que pretenden ser y se nota demasiado que han sido prefabricadas. "Revolution Renaissance", tema que da nombre al grupo es el clásico tema largo y épico de Stratovarius, tiene acordes interesantes pero sigo pensando que Tolkki jamás ha dominado demasiado bien las canciones que pasan de los cinco minutos y esta se hace algo larga y pesada por momentos.
En resumen, si bien tiene algunas canciones destacables y siempre es una gozada oír cantar a semenajes monstruos, Tolkki ha compuesto un álbum muy precipitadamente. Decepcionante.
Stratovarius, una de las bandas más mportantes del panoráma del metal de los 90 y el máximo exponente del "speed metal" practicamente ha muerto. La banda llevaba muchos años estancada en un sónido que en cada disco apuntaba en una dirección y que nunca se decidía por una, las disputas internas eran más que notables y hubo muchos cambios de formación. Ahora, Tolkki, el líder de la banda, ha abandonado definitivamente el barco y se ha lanzado en un nuevo proyecto. La banda estaba arruinada, llena de deudas, y Tolkki parece haber huído y sacado este disco para conseguir una ingente cantidad de dinero y -olvidándose de sus compañeros- comenzar una nueva carrera. No se me ocurre otra explicación a la génesis de este disco pues, a todas luces resulta un lanzamiento precipitado. "Revolution Renaissance" apenas ha nacido como grupo y Tolkki anda aún buscando nuevos miembros para su banda; para lanzar este disco ha recurrido a amigos. Tolkki ayudó a Tobias Sammet cuando este aún no era conocido, ahora le toca el turno al líder de Edguy y Avantasia de devolverle el favor, y algo parecido se puede decir que le pasa a Michael Kiske y Pasi Rantanen.
El disco es mediocre y tiene dos graves problemas. El primero es la elección de los cantantes; las tres colaboraciones tienen un nivel monstruoso y además los tres vocalistas se muestran inspirados. El problema será cuando cedan su lugar a Gus Mosanto (ex-cantante de Adagio), vocalista formal final de la banda; este hombre tendrá que cantar en directo temas que el público tendra asociado a las voces de esos monstruos, no es tarea fácil. El segundo problema, y es mucho más grave, llega por las propias limitaciones como compositor del guitarrista finlandes. Tolkki maneja un estilo basado en una velocidad y una técnica exageradas, el problema de ese estilo es que si bien en ocasiones proporciona auténticas obras maestras, la mayoría de las veces da lugar a temas que, si bien son correctos, se olvidan rapidamente. Me pasaba con "Stratovarius", donde a pesar de reconocer que la mayoría de los temas eran buenos, todos eran tan parecidos que tan sólo las grandes canciones eran recordadas. Este disco sufre ese problema, pero además acentuado por una ausencia de grandes canciones y una dirección difusa.
"Heroes" y "Glorius and divine" encajan como anillo al dedo con la voz de Tobias Sammet y parecen temas de sus propias bandas. La primera es un claro ejemplo del power-speed-metal melódico típico de Edguy, doble bombo a mansalva y una guitarra que se marca unos riffs sensacionales que ya si son muy identificativos de Tolkki. La segunda es una canción mucho más alegre y desenfadada, al igual que el tema anterior esta muy depurada a nivel técnico pero es menos espectacular. Ambos son buenos temas, pero tengo claro que no serían singles de un buen disco de Edguy.
No he escuchado "Thunderstone", así que no puedo juzgar la voz de Rantanen, no obstante sus temas son seguramente los más flojos del disco. "We are magic" no es un mal tema, pero no destaca en ningún momento y parece hecho con manual. "Eden is burning" y "Born uppon the cross" son dos temas que sencillamente me aburren. Lentos y pausados, son canciones de medio tiempo pensadas para resaltar los sólos que Tolkki inserta a mitad.
Los temas de Michael Kiske son sin duda los más heterogéneos del albúm. El mítico cantante de Helloween mantiene su espectacular voz y se aprecia que esta bastante involucrado en el proyecto, no obstante esto también se resiente con un par de concesiones que el propio Tolkki parece haberle hecho a fin de poder enarbolarlo como un reclamo del disco. "I did it my way" es una grandiosa canción, puro heavy ochentero, simple pero muy efectivo. "Last night on the earth" es mi canción favorita del disco, Tolkki renuncia algo a la complejidad de sus composiciones y compone un tema muy melódico, alegre y dinámico que nos recupera los mejores registros vocales del cantante bábaro. "Angel" y "Keep the flame alive", al contrario, son dos temas mediocres; baladas carentes de sentimiento pensadas para lucir la voz de Kiske y la guitarra de Tolkki, no consiguen emocionar como los clásicos que pretenden ser y se nota demasiado que han sido prefabricadas. "Revolution Renaissance", tema que da nombre al grupo es el clásico tema largo y épico de Stratovarius, tiene acordes interesantes pero sigo pensando que Tolkki jamás ha dominado demasiado bien las canciones que pasan de los cinco minutos y esta se hace algo larga y pesada por momentos.
En resumen, si bien tiene algunas canciones destacables y siempre es una gozada oír cantar a semenajes monstruos, Tolkki ha compuesto un álbum muy precipitadamente. Decepcionante.
2 comentarios:
Pues nada. Has dicho básicamente la opinión que yo también me he hecho con el disco.
A diferencia de algunas webs y foros que estan poniendo su nuevo trabajo por las nubes. Hablando incluso de un disco capaz de ofrecer lo mejor que nos regaló en Stratovarius (increíble pero cierto...), a mí me parece un disco flojo al que le falta personalidad.
Los cantantes rinden a un muy buen nivel. Aportándole un extra de calidad al irregular disco.
Las canciones del de Thundestone son mediocres. Las de Tobias caras b de sus propios discos de Edguy.
Y las de Kiske. Diferente cara de una misma moneda.
Sí, he leído un par de críticas y son practicamente la contraria a la mia (incluso enarbolan "Angel" y "Keep the flame alive" como las mejores canciones del disco).
Stratovarius tiene canciones gloriosas, pero muchas otras que son un quiero y no puedo de estas. Y este disco tiene de esas y otras que ni siquiera se que son.
Particularmente las dos de Sammet y "I did it my way" y "last night in the world" me parecen unos temas muy buenos, pero no suficientes para "saciarme".
Este disco se vende como la guitarra de Tolkki más la voz de Kiske.... y eso pone el nivel ya muy alto. Que los cantantes están muy bien, indudable. Que hay algunos solos de guitarra muy buenos... como para no haberlos estando el finlandes detrás. Pero canciones.... ninguna la recordaré dentro de un año y dudo este sea uno de esos cd que vuelva a escuchar dentro de 3 años por nostalgia.
Publicar un comentario