La primera de las aventuras de Henry y Eva Wilt me pareció una de las novelas mas divertidas que jamás he leído y me descubrió a Sharpe como autor. Si bien el principio me pareció flojo, después se convirtió en una novela surreal y alocada, con un humor mordaz y satírico terriblemente disfrutable. Esta segunda parte es todavía más disparatada, y los personajes de Eva y Wilt -irregulares en la primera novela- se encuentran aquí en estado de gracia.
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En este caso el blanco de Sharpe es nada más y nada menos que el terrorismo, y con esto quiero decir que no sólo se mete con los terroristas y sus ideologias -analizadas como siempre desde la particular optica de Wilt- si no que también su pluma retrata a las fuerzas antiterroristas. En esta ocasión la policia sale algo mejor parada porque Flint ya esta escarmentado, pero el sistema educativo, así como la hipocresía social inglesa siguen recibiendo una crítica detrás de otra. Esa falsa sociedad que alterna tradicionalismo estúpido con modernismo (esta vez en forma de ecologismo) esta siempre en el punto de mira de Sharpe.
Nada más que decir. Para mí, esta segunda entrega de la saga es todavía más divertida que su predecesora. En breve abordaré la tercera entrega y veré como ese par de fuerzas del caos que son Henry y Eva Wilt continuan atormentando al pobre inspector Flint.
2 comentarios:
Vaya, hace tiempo que leí unas cuantas novelas de Tom Sharpe, y, más o menos me acordaba de Wilt y El bastardo recalcitrante, pero de esta, prácticamente nada de nada :(
De hecho me recomendaste "El bastardo recalcitrante" cuando comente la Wilt original.
Una recomendación por la que estoy en deuda contigo.
Esta segunda parte de Wilt no es tan salvaja como aquel loco bastardo en busca de su herencia y demás, pero para mi gusto sube el nivel con respecto a la primera y toca -bastante bien- el siempre dificil tema del terrorismo.
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