Este octavo momento mítico del blog se sale de todos los temas habítuales del blog para viajar al planeta del deporte, a ese primer lustro de la década de los noventa en el que el gran Miguel Indurain reinó en las carreteras de todo el mundo.
Mi deportista favorito. Contaba yo con 11 años cuando, a mediados del 93, me enganché definitivamente al deporte televisado, y el deportista que más tuvo que ver en esto y el que más me ha impactado fue ese coloso que tenía forma de ciclista navarro. Tengo algunos recuerdos del 92: la mítica contrarreloj de Luxemburgo, la pájara del 92 camino de Sestriere, o incluso la contrareloj final del Giro de aquel año, pero siempre me arrepentiré de no haberme enganchado antes a este deporte y haberme perdido los primeros triunfos de Induraín. Pero llegué a tiempo para ver el Giro del 93 y emocionarme con la etapa de Corvada-Alta-Vadia, y a partir de ahí pude ver todas las gestas de este gigante y aficionarme definitivamente al deporte más épico de todos: el ciclismo.
Muchas fueron las gestas de este navarro. Aquella contrarreloj del Lac de Madine donde no sacó 3 minutos al segundo, pero si 4 al tercero. Aquel mundíal donde él y Olano se repartieron dos oros y dos platas. Aquel Mortirolo en el 94 donde el gigante parecía derrotado y se mostró más fuerte que nunca. Aquellos tres días en el tour del 95 donde dió un recital en una "clasica", en una crono y en una etapa de alta montaña. Aquella bajada increible del Aubisqué tras Rominger, aquel record de la hora sobre "La Espada". Aquel epílogo dulce que fue la medalla de oro de Atlanta tras bajón de aquel tour del 96 que incluso le homenajeaba. Pero me quedó con la subida a Hautacam del 94.
Indurain parecía acabado. Había perdido el Giro del 94 ante un jovencísimo Eugenie Berzin (que después desaparecería del mapa) y el como había sufrido en Aprica parecía un claro síntoma de su decadencia. Rominger llegaba más fuerte que nunca y el Tour se preparaba para acabar con el gigante navarro. Y llegó Hautacam. La primera etapa de montaña. Un puerto "Hors categorie" que nacia en Lourdes tras 250 kilómetros. Un puerto durísimo en el que parecía que este gigante de casi metro noventa lamentaría como nunca tener que cargar con unos 15 kilos más que el resto de ciclistas. E Indurain inventó la marcheta.
El navarro era una locomotora diesel, y cuando todos estaban reventados tras una jornada marathoniana, él estaba... "caliente". Ese día quedaron atrás las subidas que había sufrido los años anteriores, en compañía de los ataques de Bugno, Chiapucci o Rominger, ese año Indurain no se levantó de la bicicleta, sencillamente subió a su ritmo. Una impresionante mole de ciclista que dijo de subir la montaña como un rodador. Los ciclistas atacaron como siempre habían hecho. Indurain los ignoró. No saltó tras ellos ni trató de hacer nada. El "Banesto" ya se había quedado sin efectivos para acompañar a su jefe de filas, pero eso no importó ni molestó al navarro. Siguió a su ritmo, un ritmo no explosivo pero si terriflemente constante e infernal.
Los explosivos ataques en los puertos dieron paso aquel día a una nueva forma de subir los puertos, se esfumó la diferencia entre rodadores y escaladores y se reinventó el concepto de ciclista total. Visto con perspectiva, gran parte del espectaculo del ciclismo comenzó a morir ese día, pero sin duda aquellos julios, aquellos años frente al televisor viendo las hazañas de este navarro me marcaron.
El próximo momento mítico me llevara al 742 de Evergreen Terrace, en la ciudad más conocida y longeva de la historia de la televisión.
Mi deportista favorito. Contaba yo con 11 años cuando, a mediados del 93, me enganché definitivamente al deporte televisado, y el deportista que más tuvo que ver en esto y el que más me ha impactado fue ese coloso que tenía forma de ciclista navarro. Tengo algunos recuerdos del 92: la mítica contrarreloj de Luxemburgo, la pájara del 92 camino de Sestriere, o incluso la contrareloj final del Giro de aquel año, pero siempre me arrepentiré de no haberme enganchado antes a este deporte y haberme perdido los primeros triunfos de Induraín. Pero llegué a tiempo para ver el Giro del 93 y emocionarme con la etapa de Corvada-Alta-Vadia, y a partir de ahí pude ver todas las gestas de este gigante y aficionarme definitivamente al deporte más épico de todos: el ciclismo.
Muchas fueron las gestas de este navarro. Aquella contrarreloj del Lac de Madine donde no sacó 3 minutos al segundo, pero si 4 al tercero. Aquel mundíal donde él y Olano se repartieron dos oros y dos platas. Aquel Mortirolo en el 94 donde el gigante parecía derrotado y se mostró más fuerte que nunca. Aquellos tres días en el tour del 95 donde dió un recital en una "clasica", en una crono y en una etapa de alta montaña. Aquella bajada increible del Aubisqué tras Rominger, aquel record de la hora sobre "La Espada". Aquel epílogo dulce que fue la medalla de oro de Atlanta tras bajón de aquel tour del 96 que incluso le homenajeaba. Pero me quedó con la subida a Hautacam del 94.
Indurain parecía acabado. Había perdido el Giro del 94 ante un jovencísimo Eugenie Berzin (que después desaparecería del mapa) y el como había sufrido en Aprica parecía un claro síntoma de su decadencia. Rominger llegaba más fuerte que nunca y el Tour se preparaba para acabar con el gigante navarro. Y llegó Hautacam. La primera etapa de montaña. Un puerto "Hors categorie" que nacia en Lourdes tras 250 kilómetros. Un puerto durísimo en el que parecía que este gigante de casi metro noventa lamentaría como nunca tener que cargar con unos 15 kilos más que el resto de ciclistas. E Indurain inventó la marcheta.
El navarro era una locomotora diesel, y cuando todos estaban reventados tras una jornada marathoniana, él estaba... "caliente". Ese día quedaron atrás las subidas que había sufrido los años anteriores, en compañía de los ataques de Bugno, Chiapucci o Rominger, ese año Indurain no se levantó de la bicicleta, sencillamente subió a su ritmo. Una impresionante mole de ciclista que dijo de subir la montaña como un rodador. Los ciclistas atacaron como siempre habían hecho. Indurain los ignoró. No saltó tras ellos ni trató de hacer nada. El "Banesto" ya se había quedado sin efectivos para acompañar a su jefe de filas, pero eso no importó ni molestó al navarro. Siguió a su ritmo, un ritmo no explosivo pero si terriflemente constante e infernal.
Los explosivos ataques en los puertos dieron paso aquel día a una nueva forma de subir los puertos, se esfumó la diferencia entre rodadores y escaladores y se reinventó el concepto de ciclista total. Visto con perspectiva, gran parte del espectaculo del ciclismo comenzó a morir ese día, pero sin duda aquellos julios, aquellos años frente al televisor viendo las hazañas de este navarro me marcaron.
El próximo momento mítico me llevara al 742 de Evergreen Terrace, en la ciudad más conocida y longeva de la historia de la televisión.
10 comentarios:
Nunca he sido muy seguidor del ciclismo, así que no tengo mucho que decir sobre el tema.
Eso si, si tanto te gusta el ciclismo y el anime deberías verte algún día la película de Nasu: Andalusia no Natsu
tengo curiosidad por verla... pero tampoco me mató, el ciclismo es un deporte muy poco cinematográfico en ese aspecto.
Hace unos años sin ir más lejos hubo un anime de ciclismo... y era malillo, estaba más en plan colegiales y romance cutre que otra cosa.
ÉPICO.
Yo también me aficioné al ciclismo por aquellos años, lo que no recuerdo es en qué tour, si el del 91 o el del 92...
Ver cómo iban saltando los rivales, cómo Miguelón los dejaba ir y luego los alcanzaba e incluso dejaba atrás, a su ritmo, era impagable; tanto como la cara que estos ponían, jejeje.
Y un auténtico monstruo en la contrarreloj, era una gozaba verle doblar ciclistas...
Yo soy de otra generación: Ullrich, Pantani, Virenque... En fin, para mi acabo con lo del dopaje (que hacían etapas protestas y todo) y porque, no sé si como dices tu por Indurain, ya parece que no hay emoción: hay un ciclista muy bestia (antes Amstrong, ahora Contador) y por detrás un grupo que si le aguantan el ritmo ya se dan por contentos...
En mi caso, al igual que Setzer, no he seguido el ciclismo nunca con interés a pesar de que no paraba de montar en bici e ir a todas partes con ella pero bueno xD, pero la época Induráin es indiscutiblemente la mejor que hubo y de las más emocionantes.
PD: Para anime de ciclismo hay que ver Golden boy "Aprendo, Aprendo" xDDD
PD: ¿Momento mítico Simpson? :D
Raistlin, esas subidas eran espectaculares, todos atacando... se iban doscientos metros... e Indurain como si nada, a su ritmo, y luego los pasaba y los dejaba atrás, los otros jadeando y él con su buena cara de piedra. Lo malo es que siempre se le enganchaba uno y le levantaba la etapa... aunque eso a Induraín le importaba poco (las etapas eran triunfos menores... y siempre tenía las contrarreloj para ello, y ahí montaba carnicerias (pobre Chiapucci))
OtakuLogan, hombre, esa gente comenzó con Indurain. El Pantani de los dolomitas del Giro del 94 es de lo más bestia que he visto en escaladores... hasta que llegó su Tour del 98.
El problema es que después el deporte se desvirtuó mucho. Tenemos el doping... que creo que es un problema terrible porque le resta toda la credibilidad al asunto, pero contra el que poco se puede hacer, porque si van todos dopados, cuando sube un joven de 23 años y le dicen que o se dopa o se va a la calle... pues al pobre hombre no le queda otro remedio que ceder y meterse todo lo que se tenga que meter.
Y luego el problema es que Indurain instauró un nuevo tipo de corredor, muy fuerte y muy inteligente, muy dominador. Y Amstrong fue eso pero mucho más a lo bestia, porque Miguelón al menos no tenía equipo y la gente le atacaba, pero Amstrong al que le atacaba lo fichaba como gregario al año siguiente... y eso, unido a unos directores que siempre estan más pendientes de no perder el segundo puesto antes de intentar conseguir el primero... pues nos ha dado el deporte que hemos tenido durante estos primeros años del siglo (ahora con Contador y Schleck parece que tenemos algo de suerte)
Mini-Link, es un deporte que es... aburrido, como la mayoria. Puedes ver etapas y etapas, y ver gente muy conservadora que no ataca. Pero si pillas una buena etapa de ciclismo... es el más bonito y espectacular de todos los deportes.
pd: no se me olvidará el tio de Golden Boy persiguiendo a la motera sobre los cables de la luz.
pd2: sí, el siguiente momento mítico tendrá como protagonistas a nuestros amarillos amigos de cuatro dedos.
Me aficione al Tour en 2003 en pleno dominio de Armstrong, y con la caida de Beloki, aun asi hubo momentos interesanes como Alpe d'Huez con Iban Mayo y si Jan Ulrich conseguiria superar a Armstrong, tambien en la vuelta con la aparicion de Alejandro Valverde y alguna etapa con Roberto Heras. Seguir difrutando del ciclismo mas o menos hasta la retirada de Armstrong, despues empezaron a salir muchos casos de dopaje, y la mayoria de los ciclistas que me habian emocionado estaban entre ellos, Mayo, Beloki, Basso, Heras, Landis mas tarde Valverde, Vinokurov y otros, lo que me costo mi ilusion por el ciclismo.
En el ciclismo actual no son inocentes hasta que se demuestre lo contrario, son posibles culpables hasta que se demuestre que son culpables
A mi la etapa de Amstrong no me gustó mucho. Beloki y Ullrich estaban pero nunca terminaban de llegar, el nuestro se pegó un batacazo la vez que podía haber hecho algo... y el aleman es una pena como se echó a perder a tenor de lo que anunciaba ser en el 96.
Yo con el dopaje tengo claro que si no se dopan todos poco le falta... pero creo que es algo común a todo el deporte profesional. El problema es que X se dopa... todos los demas tienen que doparse porque si no se quedan atrás. Triste pero creo que terriblemente cierto.
jejeje, yo también fui aficionado al Tour durante unos años, siendo bastante canijo... cuando Perico Delgado dejó de ser la estrella del ciclismo español y tuvo que hacerle sitio a Induráin. Creo que lo último que vi fue la retirada en la vuelta a España, por que la etapa Armstrong no me gustaba demasiado, parecía que dejaba de ser un deporte y pasaba a ser una industria.
Ah, pobre Rominger, el eterno segundón!
yo a la parte de Perico ya no pude llegar por años :(
Armstrong el problema es que hizo lo que Induraín pero mucho más a lo bestia. Era como si solo existiera en Julio.
Y para mi cuanto más grande es el Tour... más pequeño es el ciclismo.
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