La sonrisa de las flores

One Piece 591 - ¿Estás seguro de que eso es lo mejor?

El capítulo comienza con una de esas exageraciones tan disfrutables de la serie. Rayleigh muestra su candidatura al puesto de "EL HOMBRE" que ahora Barbablanca ha dejado vacante, bastante mérito para alguién que mide menos de tres metros. Nuestro bueno rey oscuro se cruza a nado mar como si nada, acabando con todos los monstruos que salen a su paso como si nada. Y esta escena no sólo nos confirma que es más duro que las piedras y que verdaderamente está a un nivel muy superior al del resto de "jóvenes" de la serie, también nos confirma que no es un usuario de frutas (aunque ahora las circunstancias del rescate de Hatchan se antojan curiosas). El Zoro de Roger es de los de la vieja escuela, una simple fuerza de la naturaleza. No me quejo. Rayleigh, por diseño y personalidad, me parece uno de los mayores hallazgos de Oda en los últimos años (desde luego el mangaka sabe crear "viejas glorias").
Pasando por el misterioso Law, cuyo rol en esta saga me parece todavía un pelín más misterioso tras su mención a los "D", Rayleigh enlaza con las tres hermanas górgonas. Lo que más me ha llamado la atención de este capítulo es lo bonitas que ha dibujado Oda a Sandersonia y Marigold. No es que ni mucho menos me parezca que las dos hermanas con nombre de flores tengan un diseño precioso, Oda optó con ellas por unos diseños monstruosos que enmarcaban aún más el despampanante diseño de su hermana mayor y personificaban un poco más el mito de la Medusa que representaron en un principio, pero en este capítulo ambas salen preciosas... por algo tan simple como su sonrisa. Oda las dota de unas sonrisas sinceras y luminosas verdaderamente hermosas. Y aunque parezca extraño, creo que el flashback de Luffy ayuda a estas sonrisas. Lo que vemos aquí es a un par de niñas contentas por encontrarse con un viejo tío al que hace mucho que no habían visto. Inesperado, este risueño momento es una pequeña ensalzación de la familia y del pasado, de la infancia y los buenos tiempos. Sorprendente aquí la pequeña familia que Oda se saca de la manga, con Gloriosa como abuela y Rayleigh y Shakky como tíos-padres adoptivos de las tres hermanas Boa. Este punto es forzado... y ya ni hablar de las previsiones de Shakky (además queda en el aire la posibilidad de que esta fuera una antigua amazona), pero no desentona con lo que es la serie y desde luego Oda ha decidido que ya basta de desarrollo dramático y que la historia ha de retomar su rumbo. Es por esto que Rayleigh ha aparecido tan de repente cuando podían haberse reunido con él con Shabondy, y es por ello que Oda ha clarificado toda aquella misteriosa conversación de Kuma con Rayleigh que tanto dio que hablar hace un par de años. Ahora todos esos misterios parecen cosa del pasado, el mundo ha cambiado y los viejos misterios han de dar paso a los nuevos. Como siempre, Oda plantea grandes misterios que luego resuelve cuando menos lo esperamos.
Ahora la historia toma otros derroteros y todo parece indicar que veremos la primera "saga de entrenamiento" de One Piece. Un tópico de tópicos de los shonnen que, no obstante, jamás habíamos visto en esta serie a pesar de sus casí 600 capítulos. La sombra de un salto temporal es grande y, aunque esto desde luego es bastante impropio de Luffy, es posible que la muerte de Ace y la probada amenaza de que podría perder a sus nakamas le movieran a ello. Es innegable que Luffy tiene que aprender a dominar un poco su Haki, y no hay mejor maestro imaginable que Rayleigh... o Boa.
Boa, por supuesto, va a su bola, más a su bola que nunca. Ignora a Rayleigh durante muchas páginas a pesar de que es evidente que le aprecia tanto como sus hermanas... pero la emperatriz pirata sólo tiene ojos para Luffy y su rol en este capítulo es puramente cómico y se mantiene al margen de cualquier parte seria de la historia. Su convencimiento de que abrazo equivale a matrimonio consumado es hilarante, pero su pelea con Jimbei (un Jimbei que también mantiene un papel cómico en este capítulo y del que, dicho sea de paso, me ha sorprendido que no conociera a Rayleigh) o su simple actitud ante un Luffy que casi ni se da cuenta de ella es impagable. Boa, no obstante, es ahora más un problema que una solución para Luffy. Me resulta terriblemente divertida, pero es un personaje tan exagerado en todos los aspectos que sigo sin verlo como una "habitual" de la serie. No sé como lo hará Oda porque verdaderamente ahora mismo parece que ni los tres poderes juntos podrían contener el huracán de amor que quiere seguir hasta el fin del mundo a Luffy. Me gustaría Boa nakama, pero me parece que es algo que no funcionaría bien y que no creo que veamos (aunque no dudo que, si alguién pudiera hacerlo, ese sería Oda). Sin embargo, en esta isla, creo que hay una femina mucho más "nakamanizable". Margaret reaparece en este capítulo con su simpatía habitual y un divertido guiño a las ropas con florecillas y volantes que le hizo a Luffy. Siendo como soy reticente -meramente por motivos dramáticos- a la entrada de Boa en la tripulación, lo cierto es que la incorporación de una amazona como sastre-costurera sería muy "onepiecera".
Y de una posible nakama pasamos a los verdaderos nakamas, que por fin reaparecen con páginas puras del manga tras una ausencia año y medio.
Usopp y Chooper regresan por parte de los piratas de Luffy con sus extrañas aventuras. De Usopp vemos algo más de su entrenamiento. Parece estar ganando fuerza... cazando y comienzo mientras recibe sus derrotas habítuales, y en una viñeta me ha recordado lejanamente al mismísimo Barbanegra. Pero esta claro que Usopp y su barriga constituyen una de las pequeñas incógnitas de la serie actualmente. No me gusta demasiado su historia, y su reacción ante la muerte de Ace no me parece que pase lo normal y esperado, pero ante el Oda de estas páginas me tengo que quitar el sombrero por el simple festival de imaginación que son las bestias de la isla y el diseño mismo de la propia isla.
De Chooper poco podemos ver. Nuestro buen "tanuki" ha hecho de interprete diplómatico entre los hombres y los pájaros gigantes de la isla a la que había ido a caer. Me alegro por él y por los habitantes de esta isla... pero no sé como esto podrá ayudarle como pirata (cuando suponemos que Kuma lo envió ahí por algo).
Supongo que en el próximo capítulo veremos algo más del resto de los nakamas, pues la rueda parece que ha comenzado a girar de nuevo y la reunión de la banda parece aproximarse. No obstante, Chooper también nos deja en la última página con la miel en los labios. Si hay nuevas recompensas o la idea de Rayleigh en puesto de ser un anodino entrenamiento era una locura que va ha vuelto a sacudir los cimientos del mundo aún no podemos saberlo.

Y finalmente, a pesar de lo adorable que aparece Boa en este capítulo, me veo en la obligación de cerrar la entrada con una imagen fanservicera de Nami.