Cuarto libro de la saga de Geralt de Rivia, y por fin comienzan las hostilidades y la guerra que durante tanto tiempo se presagiaba. Geralt, Ciri y la lucha de ambos contra el destino inevitable se convierten ya en los protagonistas del libro. El brujo y la niña sólo querían vivir tranquilamente, pero el mundo no les ha dejado y ambos se han visto obligados a involucrarse de lleno en los acontecimientos que están por venidos.
El libro tiene una primera parte en la se recapítula la situación de todos los frentes, con un magnífico primer capítulo de Geralt hablando con su abogado-gestor-asesor, un capítulo genial con una mala leche considerable pero que también nos expone el rol de cada personaje y las distintas facciones que pelearan en la guerra. Después Sapkowski resuelve el problema entre Geralt y Yennefer, con un diálogo comentado por Jaskier que es sencillamente precioso. Después llega el congreso de los hechiceros, y aquí explota todo. Dobles sentidos para aburrir y una pluma polaca más afilada y genial que nunca son además un prólogo a un capítulo en el que la frágil tregua que existía pasa a la historia y la guerra comienza. Después llega la calma tras la tormenta. Geralt, desde la tranquilidad de su refugio, sirve de excusa para Jaskier cuente al lector como ha cambiado la situación política del mundo. Ciri, por su parte, muestra unas últimas 50 páginas más íntimas, donde el autor profundiza más en el personaje y en la naturaleza de sus poderedes, y donde al final utiliza la desgracia de la muchacha para mostrarnos las penurias del pueblo y las tragedias silenciosas que genera la guerra.
Un libro muy complejo donde Sapkowski saca a relucir todo su genio para concatenar varios capítulos que tanto argumental como formalmente son bastante distintos. Una tarea complicada de la que, no obstante, el escritor polaco sale triunfador, consiguiendo un libro muy entretenido que, además, constituye un retrato bastante acertado de la miseria de la guerra.
El libro tiene una primera parte en la se recapítula la situación de todos los frentes, con un magnífico primer capítulo de Geralt hablando con su abogado-gestor-asesor, un capítulo genial con una mala leche considerable pero que también nos expone el rol de cada personaje y las distintas facciones que pelearan en la guerra. Después Sapkowski resuelve el problema entre Geralt y Yennefer, con un diálogo comentado por Jaskier que es sencillamente precioso. Después llega el congreso de los hechiceros, y aquí explota todo. Dobles sentidos para aburrir y una pluma polaca más afilada y genial que nunca son además un prólogo a un capítulo en el que la frágil tregua que existía pasa a la historia y la guerra comienza. Después llega la calma tras la tormenta. Geralt, desde la tranquilidad de su refugio, sirve de excusa para Jaskier cuente al lector como ha cambiado la situación política del mundo. Ciri, por su parte, muestra unas últimas 50 páginas más íntimas, donde el autor profundiza más en el personaje y en la naturaleza de sus poderedes, y donde al final utiliza la desgracia de la muchacha para mostrarnos las penurias del pueblo y las tragedias silenciosas que genera la guerra.
Un libro muy complejo donde Sapkowski saca a relucir todo su genio para concatenar varios capítulos que tanto argumental como formalmente son bastante distintos. Una tarea complicada de la que, no obstante, el escritor polaco sale triunfador, consiguiendo un libro muy entretenido que, además, constituye un retrato bastante acertado de la miseria de la guerra.
4 comentarios:
Vaya libro más plomizo... Voy a tardar eones en retomar esta saga para leerme el final, :( .
mmm... a mi este libro me encanto... pero tengo que decir que en su relectura, cuando intenté leer la saga por primera vez hace una decada este libro se me hizo eterno.
Es que son muchos nombres de gente que está haciendo cosas de fondo, pero que en realidad no pintan mucho. Demasiados nombres para libros de 250 páginas, solo tienen tiempo de amagar con hacer algo y cagarla, pero no importa porque los protas siguen ahí. Me ha parecido Festín de cuervos de saldo. Y por supuesto tengo presente tus comentarios, los últimos son los peores, ¡diablos!
A mi me gustó toda esa parte de la reunión de magos, muchas conspiraciones y política. De hecho una de las cosas que más me gustan de la saga es que cada libro es narrativamente distinto al anterior. Se agradece que el autor intentase cosas nuevas y cambiara el enfoque en cada parte, es curioso... aunque el precio a pagar al final son los dos horribles libros finales XD
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