sábado, enero 11, 2020

El concepto de "hijo Stu"

Hace un año aproximadamente me leí la primera parte de la trilogía de la Tierra Quebrada y me encantó (ver reseña); tras una pausa leyendo otras obras decidí que había llegado el momento de continuar conociendo lo que le pasaba a la buena de Essun... por desgracia mi valoración del nudo y el desenlace de esta trilogía no es tan buena como lo fue de su presentación.

El portal de obeliscos

No es, ni mucho menos, un mal libro. Es un buen libro, y es sumamente entretenido. Pero me parece inferior al anterior.
Tiene un ritmo algo extraño, ya que sus dos primeros tercios son muy descriptivos y lentos, y en su tramo final todo se acelera. La obra sufre de ese problema de muchas segundas partes donde, tras una primera novela relativamente autoconclusiva (no es exactamente el caso, pero "La quinta estación" no dejaba de funcionar bien de forma individual) el autor* se ve obligado a expandir forzosamente el mundo creando nuevos conflictos y minimizando en parte los logros del anterior libro. Desde luego no se minimizan las consecuencias del anterior libro, donde a efectos prácticos se desencadenaba el fin del mundo... pero Alabastro si que aparece demasiado en segundo plano permitiendo a la autora esconder tramposamente muchísimos detalles importantes, y luego tenemos algún retorno un poco exagerado como el del Guardián. 
Sin embargo, mi mayor problema aquí sería el de las líneas narrativas. En la primera novela había tres, tramposas, pero tres. Se alternaban entre ellas magníficamente bien y la lectura enganchaba mucho. Aquí hay dos, y no funciona tan bien... porque la parte de Essun es muy buena, pero no tanto la de Nassun, ya que esta es lo que he dado en llamar una "hija Stu". No se si existe algún término ya, pero me he dado cuenta de un problema de muchas sagas largas de ficción que son los hijos... si tenemos un héroe ha de realizar una gran gesta, y si de paso se lleva a una chica mejor que mejor, y queremos ver más del héroe pero también queremos la vida sea justa con él y sea relativamente feliz, y eso significa no matarle a la mujer, pero entonces habrá hijos... y si estos hijos están en la historia tienen que recorrer rapidamente el camino que a sus padres les costó mucha sangre, sudor y lágrimas. Uno puede pensar en ese Son Gohan que era capaz de derrotar a Célula o ese Gotten que se transformaba en super-saiyan practicamente estornudando, pero en la literatura esta mala práctica narrativa también existe y aquí tenemos a Nassun quien -por la gracia de los genes- es una orograta de cuidado ya que la autora además recurre al cliché de que como su educación ha sido libre puede hacer cosas que otros ni siquiera contemplan.
En general el libro me gusta, sobre todo en la parte de Essun, pero si en el primer libro la autora tenía la ventaja de poder omitir cosas, aquí tiene que empezar a explicarlas, y esquiva esta obligación en muchas ocasiones con trampas. Entre esto y esa "hija stu", fue una lectura que fue haciéndoseme poco a poco más pesada.

El cielo de piedra

Si la novela anterior me gustó (esos defectos que he mencionado eran tolerables y cuando comienzan a ser notables la obra pega un subidón de ritmo para compensarlo), este tercer volumen si se me hizo algo pesado.
Ahora hay tres líneas narrativas. Y ambas tienen problemas. En las de Essun y Nassun no pasa nada la mayor parte del tiempo, un viaje o una peregrinación en ambos casos con tintes mesiánicos mientras dan margen a que se intercalen los capítulos de la tercera línea temporal en los que la autora explica el origen de tan particular mundo. En estos capítulos brilla una de las características que más me gustan de esta autora, es una de las pocas criaturas que he visto en este mundo que sean capaces de escribir en segunda persona. Ese recurso ME FLIPA, es algo que me puede, lo adoro, me maravilla y me resulta hipnótico. Ahora bien, el problema es que no estamos ante el segundo acto de Cumbres borrascosas (ver reseña), estamos ante un intento de segundo acto de "Los propios Dioses"... y muchos astros se alinearon cuando Asimov escribió las mejores páginas de su vida como escritor, astros que no se han alineado en esta caso.
Y como he dicho, estos capítulos -cuya trama avanza lentamente- se alternan con los otros, y en estos directamente no hay trama que avanzar. Los personajes no hacen nada, sufren mucho, y luego en el último momento casi se teletransportan para salvar el día con una resolución que me parece bastante flojita. Y mientras no pasa nada, vemos a la autora, vemos demasiado de la autora.
Leyendo el libro tenía la desagradable sensación de que la autora era madre. Evidentemente no tengo nada contra la maternidad, pero no es un tema que me resulte especialmente interesante como eje narrativo, y he visto muchas obras donde padres o madres primerizos supeditan sus obras a este hecho por la intensa experiencia vital que estan viviendo. Como he dicho, no tengo nada en contra de ello, me parece hasta normal... pero sencillamente no me interesa demasiado, y estoy tan cansado de las películas familiares de Mamoru Hosoda como de que sea el hijo de Aonuma quien dicte como será el próximo Zelda. Pero esta novela va, y creo que muy artificialmente, del conflicto de una madre con su hija. En el epílogo final la autora misma lo dice, aunque se refiere a ella misma con su madre (que además falleció durante el proceso de escritura tras una larga enfermedad). El libro es, demasiado para mi gusto, un ejercició de catarsis de la autora en el que parece explorar la relación con su madre. Lo dicho, lo entiendo, pero no soy un enamorado de este tipo de literatura.
Porque además del tema de la madre la autora se mete en temas políticos, y lo hace de una forma demasiado obvia llegando a verbalizar temas como la esclavitud. Me ha resultado curioso, y aquí también entiendo que quizás se trate de un tema cultural ya que este es un tema muy serio para los afroamericanos, pero me gusta que la ciencia-ficción o la fantasía sean menos explícitas y obvias.

*Soy consciente de que es una autora, y soy muy consciente de que debería cambiar el género a la mayor parte de la reseña para referirme a esta obra... pero por tradición estoy acostumbrado a considerar más neutros los artículos masculinos que los femeninos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No os tienta hacer un listado o top de películas, series de la década pasada?

eter dijo...

mmmm... creo que este comentario sería más para el podcast que para esta entrada puntual.
Se habló un poco de lo de hacer un top o un listado, pero al final no salió para adelante la idea.

Rocío G. Tizón dijo...

La verdad es que he leído reseñas positivas sobre estos libros, así que me los apunto. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece (es Relatos y Más, es que salen dos en el perfil).
Gracias y un abrazo.

eter dijo...

Están bastante bien, a mi me han decepcionado un poco en su resolución, pero plantean una fantasía / ciencia-ficción muy sugerente

Hugo Camilo dijo...

Yo he leído el segundo, y me queda pendiente el tercero. El segundo me ha gustado bastante. En realidad no me incómodo que la hija pudiera hacer cosas más poderosas, en este mundo, está bastante bien justificado por parte de la autora (de hecho el tema de los hijos entre oro gratas, es justamente por eso).
No entiendo porque el nombre del síndrome ¿Quien es stu? (entiendo que no es de la trilogia, pero no lo ubicó en ninguna otra obra)

eter dijo...

Mary o Gary Stu, es un concepto que se acuño en los 70 -creo-, cuando algunos aficionados comenzaron a escribir fan-fiction donde ellos mismos se metían en alguna franquicia entre todos sus ídolos y estos se limitaban a adorarlos... el ejemplo original creo que es con Star Trek, con un tio o una tía que se metía de tripulante y parecía que todas las frases de Kirk o Spock eran para ensalzarlo aunque no hiciera nada XD