martes, agosto 03, 2021

Todos nos plegamos ante los gatos

Ijiranaide, Nagatoro-san

Ya hablé de esta serie hace algún tiempo (ver reseña), dentro de esas series donde "chica putea a chico" destaca porque en sus inicios podríamos decir que es incluso sádica y desagradable... pero esto es solo el primer episodio y tan pronto como Nagatoro se da cuenta de que ha cruzado algunas líneas demasiado rojas comienza a ver a su sempai de otra forma y esto pronto se transforma en una comedia relativamente blanda con una sorprendente progresión de los dos personajes principales.
Del argumento poco más hay que decir, la serie cubriría lo que son los 40 primeros capítulos del manga, acabando con el festival escolar, la presidenta y el pequeño avance que este arco conlleva para la pareja principal. Antes de ello tenemos muchos episodios autoconclusivos, normalmente divididos en varios segmentos también prácticamente conclusivos agrupados por temática. Se trata de una historia muy sencillita donde básicamente todo se reduce a un intento de "puteo" por parte de Nagatoro que la mayor parte de las veces se vuelve contra ella misma de alguna forma y creo que la serie más o menos consigue reflejar bien la transición de Nagatoro y Sempai, más allá de que algún episodio se note excesivamente de relleno el ritmo de la serie me parece correcto.
Lo mejor, la factura técnica. La serie es muy básica, y ni siquiera recurre demasiado al echii si obviamos ciertos fetichismos que Nagatoro encarna y que -aún así- son más sugeridos que mostrados, su humor también básico al basarse en una situación que exagerada que va escalando hasta llegar a una conclusión seca u opuesta la premisa inicial. Con estas premisas al final todo depende mucho del envoltorio, y este es excelente, con una animación bastante estable y unos diseños muy cuidados y agradables con trazos finos y colores suaves. La serie dedica especial cuidado a Nagatoro para hacerla cautivadora y la seiyuu es otra punta de lanza con una buena gama de registros vocales. Y por supuesto tenemos tropocientas transformaciones para Nagatoro con sus formas felina y esos brazos fideos constantes casi desde el principio para potenciar la comedia.
Desde luego la serie no pasará a la historia, pero hace lo que quiere hacer, y lo hace bien.   

5 comentarios:

Lechu dijo...

El anime es tal y como me lo imaginaba mientras leía el manga, tal vez incluso mejor gracias a ese plus que le da el apartado técnico con esa paleta de colores tan viva y ese pulido a los diseños de los personajes. Cada sonrisa y cada mirada de Nagatoro eran increíbles, transmitían su personalidad y sus "aviesas" intenciones sin necesidad de articular palabra.

Lo único que se le puede achacar tanto al anime como al manga es la necesidad de superar esa barrera de los dos primeros episodios donde Nagatoro se pasa tres pueblos con el Senpai para poder disfrutar de la comedia blandita -en el buen sentido- y los avances de la relación de este par de tortolitos.

Ya tenemos a Takagi, a Uzaki y a Nagatoro animadas, nos falta Anjou para completar el póker. A Akutsu no la mento porque ya sería pasarse de pedigüeño.

leopar dijo...

La serie es muy fiel al manga, mostrando a la perfección el cambio de actitud de Nagatoro hacia Senpai, y cómo poco a poco se va estableciendo un vínculo afectivo entre ambos. Quizás siento que le dieron un protagonismo excesivo a las amigas de Nagatoro, pero sus acciones suelen ser el catalizador para alguna interacción interesante entre las estrellas del show.

[Lechu dijo; "Ya tenemos a Takagi, a Uzaki y a Nagatoro animadas, nos falta Anjou para completar el póker. A Akutsu no la mento porque ya sería pasarse de pedigüeño."]

Me encantaría un anime de Anjou-san, y quizás también uno de Sono Bisque Doll, ya que la temática está de moda.

erGuiri dijo...

Yo lo llamaba "Ijiranaide, CalientaPo**as-san". Es otra de esas series que sólo funcionan en Japón. En occidente es una situación inverosimil con todo los rollos "me too" y demás que están cayendo actualmente.

Ya dicho, a mi me encantó, pero efectivamente, sólo tras los primeros episodios, porque esos primeros me daban ganas de pegarle un guantazo a la chica, y a él también de paso.

En esas situaciones en Japón, a veces el/la agredido/a acaba rompiéndose y agrediendo seriamente a el/la agresor/a.. con cuchillos/cutters, etc.

Yer dijo...

Yo no pasé del segundo episodio. No solo no me hacía ni la más mínima gracia, sino que ver cualquier tipo de bullying en pantalla y hacerlo pasar como "divertido" o "romántico" me saca bastante de la trama. Quizá es una opinión muy personal, pero no soporto este tipo de historias.

eter dijo...

Lechu, los diseños adaptados a la perfección -recreandose lo necesario en Nagatoro- y muy bien animados en todo momento, una buena paleta de colores y además -esto te lo has dejado- una gran actuación por parte de los actores de voz. Quitando algún que otro episodio más flojo -el del Dragon Quest- también por herencia del material original, una adaptación poco menos que modélica.

leopar, sí, las amigas tenían demasiados minutos... aunque supongo que es normal, aunque ocupen algun capítulo del manga puntualmente por el formato en el anime supongo que iban a salir beneficiadas y no iban a tener 5 min puntuales de vez en cuando. Habría molado que la presidenta apareciera antes pero también supongo que es normal que se reservaran ese arco como "season finale"

erGuiri, si, de haber seguido como en el episodio 1 el prota habría estallado quizás, pero mola como Nagatoro se reblandece de una forma rara paralelamente a como el protagonista se endurece XD

Yer, yo en su día era muy crítico con Takagi-san... pero han acabado incidiendo tanto en este género que al final lo he aceptado. El primer episodio es muy desagradable, pero luego va progresando y vemos que Nagatoro no es tan capulla -entiendo también que aquí ya estaríamos con temas de clases sociales- y comienza a interesarse de verdad por el prota al tiempo que va cambiando poco a poco.