miércoles, diciembre 22, 2021

Lo efímero del poder

Heike monogatari

Entrada doble, tanto del libro como del anime que recientemente lo ha adaptado. Esta obra puede considerarse un equivalente a cantares europeos como el de Mío Cid. Escrito a principios del siglo XIII narra el periodo de máximo apogeo de los Taira o Heike, así como su caída en desgracia a manos de los Genji o Minamoto. La novela se extiende a lo largo de varias decenas de años donde vamos a ver a varias generaciones del clan gobernando el Imperio de Japón de la época, actuando bien en ocasiones, pero también despóticamente en muchas otras y acumulando poco a poco el rencor de los emperadores y otros clanes poderosos para que finalmente todo se vuelva contra ellos.
No es una novela fácil, hay infinidad de batallas y rebeliones (principalmente contra diversos clanes Genji y contra unos monjes que tenían la costumbre de ir a la guerra con una frecuencia absurda y con palanquines a cuestas). Son unas 800 páginas divididas en 12 capítulos, donde todas estas guerras se ven intercaladas con historias puntuales de personajes secundarios, fábulas con tinte fantástico y leyendas de tiempos pretéritos (en un capítulo pueden ponerse a hablar del Emperador Qin Shi Huang y un episodio con tortugas gigantes)... y tampoco es inusual ver poesías intercaladas en la narración porque los personajes suelen ser aficionados a este arte. Todas estas historias, y todas estas guerras, tienen sus personajes, y a estos les gusta mucho presentarse y dar a conocer su linaje, esto hace que la cantidad de personajes de la obra sea sencillamente disparatada, y además lo es de forma inconsistente porque un personaje puede desaparecer durante 100 páginas porque ha sido enviado al exilio y luego volver a aparecer y ser de capital importancia, y en esto no ayuda que todos los nombres sean sumamente parecidos (pueden entender que los que acaban en "mori" son del clan principal Heike, pero es fácil perderse en su importancia con la cantidad de primos, hermanos, sobrinos, hijos y demás que hay). La narración, sobra decirlo, no es ni mucho menos moderna. Es una historia para ser cantada, con personajes que son muy populares en la cultura japonesa, pero para un occidental es muy fácil perderse en ese maremágnum de personajes y acontecimientos... y además hay que estar familiarizado con la geografía japonesa de principios del milenio pasado, y con algunos conceptos budistas (el tema principal de la novela es que todo lo que se alza ha de caer, es un concepto muy budista y kármico que impregna de un tono pesimista y catastrofista toda la historia).
Es una lectura curiosa, pero agotadora. Bastante recomendable dentro de lo que son las obras extremadamente clásicas, ya que creo que ha envejecido bien y al tener tantísima acción y personajes es entretenida (al menos en la traducción de Gredos que yo he leído).

En cuanto al anime, es un producto extraño. Son sólo 11 episodios, con lo que la historia que vamos a ver se cuenta de una forma extremadamente reducida. Faltan muchos personajes y faltan muchos acontecimientos -que en ocasiones se cuentan mediante un par de líneas de diálogo con una escena de fondo, como parte de conversaciones de otros personajes-, y aún así todo se nota extremadamente apresurado (podemos pasar de una escena en la que dos personajes se separan para a continuación ver una en la que dicen reencontrarse tras un año) y sobran personajes (aquí no ayuda el diseño de personajes ni el hecho de que todos los personajes lleven ropas parecidas). Habiendo leído el libro, y teniendo fresca su historia, se puede seguir, pero si no es el caso es bastante complicado de seguir todo porque más allá de Kiyomori -el que sería el villano principal-, Shigemori -el que sería "el bueno"-, Biwa -la protagonista inventada para hacer de narradora- y Tokuto -la heroína trágica-, no es que el desarrollo del resto de los personajes sea inexistente si no que es complicado incluso recordar quien es quien (es fácil confundirse entre los Taira, y la confusión ya es más grande aún cuando nos salimos de ellos). Además, es complicado entender lo que realmente pasa, porque incluso se suele poner a los Taira como "buenos" cuando en el libro hacen muchas más tropelías y se entiende más el odio que suscitan entre sus enemigos. Todas las reflexiones de los personajes y el mensaje filosófico queda muy diluido y eso hace la historia inconsistente.
A nivel artístico es una serie del estudio de Yuasa, y vemos los particulares diseños y la clásica animación de este autor. En cuanto a diseños, no son demasiado locos, y eso quizás es un problema precisamente por lo fácil que es confundirse entre algunos personajes. La animación en algunos momentos muestra la característica velocidad y plasticidad de este autor, pero suele mostrarse muy comedida y recurre más al simbolismo valiéndose del hecho de que la narradora es música (las grandes batallas apenas son mostradas, lo habitual son casi frames estáticos narrados por un poema al ritmo de un biwa). Entiendo que era la única opción lógica, ya que un enfoque más tradicional llevaría a la serie a una batallas gigantescas de ejércitos contra ejércitos que dispararían el coste y que tampoco serían especialmente interesantes de ver... aunque mentiría si dijera que no esperaba ver un poquito más de este tipo de acción.
Es un anime curioso, pero que únicamente recomendaría como un complemento al libro.

5 comentarios:

Braian dijo...

Personalmente, desconociendo totalmente el material original, disfrute muchísimo de este anime. La animación, la dirección, las metáfora visuales, la banda sonora, el mensaje de la serie, y como retrata a sus personajes. Es perfecta. Y lo más increíble es que aún así entre OddTaxi, Sonny Boy y está no puedo por elegir una como claro AOTY. Creo que la industria del anime necesita de más obras como estás, y me hace muy feliz que pese a todo lo malo que se pueda decir de la industria, aún es posible encontrar muchas obras con unas aspiraciones artísticas muy claras. Me gustaría conocer cuales son tus animes del año si ya los tienes decididos, a no ser que vayas a hacer una entrada para anunciarlos.

eter dijo...

Muy interesante tu comentario, yo tenía la base del libro -me lo leí por casualidad un mes antes de que comenzara el anime- y hay tantísimos personajes y tramas que para mí no las maneja bien del todo, pero me alegra ver que puede ser seguido bien. Me habría gustado, no obstante, que tuvieran más episodios, hay personajes secundarios bastante importantes de la novela que aquí apenas tienen presencia en un par de episodios.
Eso si, dejando a un lado la historia, en todo lo visual y lo narrativo es una pasada. Creo que en algún momento es excesivamente obvio que lo hacen para ahorrarse recursos y me habría gustado algún momento más como la batalla en la playa, o que se hubieran recreado más en el incendio del templo... pero plasticamente es una belleza.

Mis animes del año los tengo ya decididos... pero grabamos un podcast con ellos en apenas un par de días, así que no los voy a spoilear XD

Braian dijo...

Excelente! Lo espero con muchas ganas!
Sí, es cierto que con tantos personajes, nombres tan autóctonos y con la mayoría de personajes vistiendo con las mismas túnicas clásicas, exige un poco la atención del espectador promedio. Pero creo que cada personaje esta lo suficientemente bien caracterizado como para seguir la trama correctamente. Igualmente yo no la vi semanalmente, primero vi una mitad que era todo lo que se había emitido hasta ese momento y luego espere a que terminara para ver todo lo que sigue. Creo que es una serie que gana mucho al ser vista todo de corrido y con revisionados.

Anónimo dijo...

Jhon Kei

Reconozco que esta serie había pasado muy por debajo de mi radar, pero entre los comentarios del podcast, la reseña y un par de críticas en Internet me anime a darle una oportunidad y no me arrepiente lo más mínimo.

Este serie, hablando de lo peor que tiene, me recuerda a Shirobako. Es un anime con una temática interesante, pero interesante no es sinónimo de comercial y por lo mismo el estudio mete "cosas anime" para hacerlo más amigable con el público. En el caso de este serie Biwa, un personaje original que juega el rol de espectador y actúa como protagonista de anime en medio de una historia ambientada en el Siglo XII de Japón. No me gusta su rol, no me gusta su gato, no me gustan las chicas que salen al final de forma tan conveniente y se comportan como un trío de chicas de secundarias de cualquier anime. En resumen, no me gusta ni Biwa ni todo lo relacionado a ella (en el sentido de aporte original del anime) excepto igual y sus padres. Al final de la obra se le agarra cariño al ser una pobre espectadora impotente de todos los acontecimientos que le rodean.

Ahora, quitando de lado a Biwa, la serie es extremadamente recomendable por un motivo sencillo: nos presenta un Japón no tan explotado en la ficción, con la tan conocida pero no tan vista guerra interminable de clanes feudales. SPOILERS. Donde, aparte, en vez de que veamos todo desde el lado de los Genji (que son los ganadores de esta guerra), nuestros protagonistas son los Heike/Taira y es un caso curioso de "crónica de una muerte anunciada" comenzando la serie con un resumen de la grandeza de dicho clan y terminando en la caída y casi extinción del mismo teniendo en el medio personajes muy similares en cuanto a diseños, pero muy distintos y reconocibles en cuanto a personalidad siendo mi favorito personal Shigemori.

En cuanto a animación la serie no destaca ni para bien ni para mal, teniendo escenas muy contadas de uso muy notorio de animación 3D cutre y siempre se da durante los momentos de las grandes batallas al final de la serie (y no dejan de ser momentos puntuales de unos pocos segundos).

La serie la recomiendo verla, pero no como una bélica donde miles de soldados se matan entre sí sino como la historia de una familia, con sus deseos y costumbres, que paulatinamente se va destruyendo y cada vez son menos miembros.

P.D: Eter, ¿en la novela hay algún detalle o mención de las muertes de Shigemori y Kiyomori? Ambas muy surrealistas a su manera, el 1ero pidiéndole a los dioses que extingan la llama de su vida y cayendo gravemente enfermo a la brevedad y el otro con una fiebre que no baja nunca como si fuera Nena Daconte de "El rastro de tu sangre en la nieve" (12 cuentos peregrinos)?

eter dijo...

Braian, en el libro hay árboles genealógicos, pero tampoco ayudan mucho. Creo que habría ayudado eso que hacen muchas series chinas de que cuando aparece un personaje -por primera vez en ese episodio- te ponen un pequeño recuadrito con su nombre... aquí eso, con su familia y quizás su rango militar y estatus social, habría ayudado bastante.

Jhon Kei, es una de esas series "distintas", siempre se agradecen... pero hay que saber muy bien donde se mete uno.
A mi Biwa me provoca sensaciones contradictorias. No termina de gustarme dentro de la historia, como dices, es muy "actual", y además perdona demasiado facilmente la muerte de su padre... pero luego como narradora -siendo una serie tan coral- me parece que funciona bien (de no estar ella quizás Shigemori habría sido demasiado protagonista al principio y la serie se hubiera quedado coja tras ella). Lo paranormal no termina de gustarme, pero es muy acorde a la historia original y no deja de ser también una forma de justificar que Shigemori sea tan noble.
Pero, como dices, es recomendable, aunque solo sea por ver ese Japón feudal previo al periodo Sengoku donde los samurais no lo eran todo, más bien lo contrario. Eso se agradece mucho, y yo particularmente veo un poco más cerca la serie de Genji que tanto me gustaría ver.
La animación la veo un poco tramposa, me gustan algunas de sus licencias artísticas... pero también tengo la sensación de que muchas de ellas se han tomado más para ahorrar en costes que por decisión estilística en si.
Las muertes de Shigemori y Kiyomori son más o menos así en los libros, aunque están un poco más explayadas y hay cosas como la lanza perdida o la obsesión por un templo de Kiyomori que apenas se ven aquí -así como el tema del incendio o las batallas con los monjes-. En general la historia tiene algunos pequeños toques sobrenaturales que aquí se han omitido casi en su totalidad.