Kemeko era un puntazo. Una serie que, en sus dos primeros episodios, me encantó por la simple absurdez y estupidez de su argumento. Pero todo lo que podía haber sido no ha sido y la serie ha acabado decantándose por un desarrollo enfocado al fanservice en el cual la alocada premisa inicial se ha perdido en mitad de una trama pastelosa y tópica. Y es una pena, porque el surrealismo llevado al extremo puede dar lugar a maravillas como Seto no Hayanome, y esta serie partía de un concepto casi tan absurdo como el aquellas sirenas yakuzas.
La premisa era la de un joven en cuya vida de repente aparecía una extraña muchacha que se autoproclamaba su esposa pero que vivía perpetuamente encerrada en un traje de combate con la forma de una extraña retaca de pelo verde. Kemeko era monstruosamente fuerte, pero también una fuente de catastrofes ambulante. Pronto aparece en escena una extraña multinacional que persigue al protagonista y de la que Kemeko le protegera. A esto se sumaran extrañas policias interespaciales y una familia de millonarias con unas aficiones muy extrañas. Pero el problema es que si exceptuamos los primeros episodios y la aparición de una "maido" con afición al cosplay, el resto de la serie se centra en el poco convincente triángulo que se forma entre el protagonista, su pechugona amiga de la infancia y M.M (la chica dentro de Kemeko). Y no funciona. La serie sobrevive por algún que otro gag en el que las hiperbólicas chorradas de Kemeko arrancan una sonrisa al espectador, pero la sensación final no deja de ser siempre la de una buena idea desaprovechada.
A nivel técnico la serie no destaca especialmente ni para bien ni para mal, se encuadra en el tipo de animación que se ha imperado durante este lustro. Unos diseños fuertemente rotulados y animados con bastante suavidad. Unos fondos bastante estáticos pero diferenciados y apoyados en el ordenador. La animación presenta algunos travelings y recursos visuales notables en las grandes batallas que la serie plantea, pero en ninguno de estos momentos resulta demasiado original o espectacular. El casting vocal es bastante bueno y destaca la arrolladora personalidad de Kemeko y su poderosa voz. La dirección es bastante tradicional y no arriesga demasiado en ningún momento, valiéndose siempre de recursos de probada eficacia como las deformaciones cómicas y algún que otro simbolismo fácil.
El final de la serie es decepcionantemente abierto y no se resuelve ningún enigma (de hecho se presentan más aún). No obstante, se basa en un manga abierto y todo parece preparado para una segunda temporada o una serie de OVAs. La serie me ha parecido decepcionante, pero tiene sus cosas buenas y si en el futuro continua -y profundiza más en la locura que hay bajo su superficie de fanservice- será una serie a ver.
La premisa era la de un joven en cuya vida de repente aparecía una extraña muchacha que se autoproclamaba su esposa pero que vivía perpetuamente encerrada en un traje de combate con la forma de una extraña retaca de pelo verde. Kemeko era monstruosamente fuerte, pero también una fuente de catastrofes ambulante. Pronto aparece en escena una extraña multinacional que persigue al protagonista y de la que Kemeko le protegera. A esto se sumaran extrañas policias interespaciales y una familia de millonarias con unas aficiones muy extrañas. Pero el problema es que si exceptuamos los primeros episodios y la aparición de una "maido" con afición al cosplay, el resto de la serie se centra en el poco convincente triángulo que se forma entre el protagonista, su pechugona amiga de la infancia y M.M (la chica dentro de Kemeko). Y no funciona. La serie sobrevive por algún que otro gag en el que las hiperbólicas chorradas de Kemeko arrancan una sonrisa al espectador, pero la sensación final no deja de ser siempre la de una buena idea desaprovechada.
A nivel técnico la serie no destaca especialmente ni para bien ni para mal, se encuadra en el tipo de animación que se ha imperado durante este lustro. Unos diseños fuertemente rotulados y animados con bastante suavidad. Unos fondos bastante estáticos pero diferenciados y apoyados en el ordenador. La animación presenta algunos travelings y recursos visuales notables en las grandes batallas que la serie plantea, pero en ninguno de estos momentos resulta demasiado original o espectacular. El casting vocal es bastante bueno y destaca la arrolladora personalidad de Kemeko y su poderosa voz. La dirección es bastante tradicional y no arriesga demasiado en ningún momento, valiéndose siempre de recursos de probada eficacia como las deformaciones cómicas y algún que otro simbolismo fácil.
El final de la serie es decepcionantemente abierto y no se resuelve ningún enigma (de hecho se presentan más aún). No obstante, se basa en un manga abierto y todo parece preparado para una segunda temporada o una serie de OVAs. La serie me ha parecido decepcionante, pero tiene sus cosas buenas y si en el futuro continua -y profundiza más en la locura que hay bajo su superficie de fanservice- será una serie a ver.
4 comentarios:
Bastante decepcionante. Ha tenido algún que otro momento gracioso, normalmente cuando salia la amiga del pelo azul. Demasiado ecchi para una serie que tenía que haber dedicado más tiempo a peleas o a explicar cosas sobre MM, Mishima o el 'poder floral'.
El final ha sido lo peor, porque no solo no te explican nada, sino que lo lían aún más y meten nuevos personajes. No se que manía les ha entrado a los japoneses ahora con cortar las series a la mitad en espera de una continuación. Ya lo hicieron druaga, slayers o kamen maid guy, por nombrar algunas y parece que cada vez más se apuntan a la moda.
Bueno, ya sabes que concordamos en la opinión de esta serie. Demasiada Izumi. Si en su lugar hubieran metido más Kemeko y más Kurosaki habría ganado, y ya ni digo si además de Kaya meten a la hermana de esta.
Y completamente de acuerdo en el final. No explican nada ni de la Nanoball ni de Mishima Mei, y -si bien la primera podían haberla dejado como algo de incógnita- no pueden pretender seguir explotando en una hipotética segunda temporada el misterio que rodea a MM.
Kamen no Maid y Slayers no las he visto, pero en Druaga quedaba bastante bien. No obstante prefiero que hagan como en Birdy, donde hay una segunda temporada pero no hay misterios. Hasta Zero no Tsukaima fundiona así. El partir las series es un lujo que pueden permitirse franquicias como Gundam o Macross, pero no Kemeko.
A mi está serie es una de las que podría no haber ni mirado, ya que como comenta, no aporta nada nuevo...
A mi el absurdo de los primeros capítulos con ese retaco correteando de un lado para otro con una gatlin me encantaba... pero tiró por el camino del echii.
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