. . .

MOMENTO (anti)MÍTICO (1)18 - Afrodita de Piscis

Corrían los primeros años de los 90. En aquellos tiempos, cuando Telecinco, Antena 3 y Canal + aún no habían aparecido, la televisión española innovó en sus sobremesas del fin de semana con dos productos rompedores en la España de aquellos años. Se trataba de "Bioman" y "Los caballeros del Zodiaco". "Los caballeros..." rompían esquemas, eran algo completamente distinto a esos Heidi, "Erase una vez..." o "David el gnomo" a los que estabamos acostumbrados. Eran violentos, pero eran sobre todo sugerentes y épicos.
Poco importaba que los combates fueran cuanto menos raros, que la armadura de Oro de Sagitario cambiara de su diseño de cacerola inicial a ese posterior en el que -por algún razón que desconozco- le salieron alas, ignorabamos esos "caballeros negros" que salieron de la nada y que hacían una acupultura mágica, esas maestras del Santuario bastante atontadas, perdonábamos a ese Shiryuu cuyo power-up en los combates era sacarse los ojos, tratábamos de comprender como de alguna forma todo un caballero de Oro no podía hacer nada ante Casio. Eran muchos los defectos de la serie (y no hablaré de la inútil de Atenea o de ese grandísimo donante de sangre que era el protagonista), pero los perdonabamos... porque la serie tenía virtudes y porque -hay que decirlo- no conocíamos mucho más. Ese Fénix que moria una y otra vez y que luego volvía de los muertos para hacer su ataque mortal (¿todos los caballeros tenían unicamente un ataque?) era espectacular y todos recordamos su mítico combate contra Virgo, esa primera aparición del caballero de Leo limpiando bosques impresionaba, ver a la cadena de Andrómeda atravesando dimensiones era épico a más no poder... y ¡joder! molaba como se ponían las armaduras, la forma que estos tenían y la musiquilla.
Lo cierto es que no se como valoría un shonnen tan ochentero, simple y primitivo como este tras leer bastantes mangas, pero en su día me molaba un disparate como a cualquier buen niño-joven de aquellos años. Pero ahí algo que jamás le perdonaré: Afrodita de Piscis.
Uno estaba enganchado a la serie... pero es que también lo estaban mis dos hermanos. Y en una serie como esta era imposible no tener piques y demás. Y mis hermanos:
-Aries: No hace nada, y de hecho puede considerarse que es una soberana cabronada que se esperara a que los caballeros de bronce llegaran a su casa para hacerles perder una hora para arreglarles la armadura. No tendría el don de la oportunidad... pero no dejaba de ser uno de los buenos.
-Libra: Osease... la hostia. El viejo maestro, que sería un tapón pero tenía pinta de ser más fuerte y sabio que todos los demás juntos. Y para colmo la armadura de libra con todas las armas era sencillamente la hostia.
Y yo esperaba al mío. Era de los pocos que, por una razón o por otra, no había aparecido antes de la saga del Santuario. Y encima era el último de todos. Y uno pensaba que algo fuerte sería, por mera narrativa algo tenía que tener algo cuando estaba claro que los Seiya y cía ya habían alcanzado el nivel de los caballeros de oro. Era el último de todos los guardianes... tenía que ser fuerte de cojones. Eso lo tenía claro. Y me sale esto...

Un duro golpe del que mi autoestima aún no se ha recuperado.

¿Flores? ¿Rosas? ¿Petalos? ¿Qué puta mierda era esa? Y para remate una cosa rara andrógina... si hubiera sido una caballera habría sido perfecto, ningún problema... e incluso conociendo a los japoneses tampoco podría quejarme por un bishonen... pero es que ante mi se presenta "algo" con nombre de tía, con voz de tía, cara de tia... pero al que todo el mundo llamaba tio. A día de hoy aún no se a que condenado género pertenecía Afrodita de Piscis (ni ganas).
Luego llegaría Alfabika, y aunque todavía me pregunto porque demonios los caballeros de mi signo parecen destinados a ser los jardineros de Grecia, fue una pequeña redención. Un personaje muy digno y poderoso, pelín emo pero capaz de acabar con uno de los jueces de Hades. Un personaje muy carismático que el manga nos debía a los Piscis (que yo sigo siéndolo aún si tenemos en cuenta a los ofiucos XD).

En fin, una serie particular como ella sola. Pero con sus defectos tiene un algo que enganchaba. Y lo de Piscis... supongo que tendría que perdonárselo porque la serie sabemos como era, que creo que todos recordamos cierta escena en la casa de Libra...

¿Donde demonios está la censura cuando se la necesita?

El siguiente momento mítico nos mostrara que un rockero puede protagonizar una ópera como un murciélago puede escapar del infierno.