martes, julio 16, 2013

El bello y peligroso filo de una katana

Tokyo Crazy Paradise

Aunque ahora no atraviese su mejor momento, Skip Beat! es una de mis series favoritas (ver reseña). Durante bastante tiempo he tenido ganas de leer la otra obra larga de su autora, Yoshiki Nakamura. Esta reseña es una prueba obvia de que ese momento ha llegado.
Tokyo Crazy Paradise nos transporta al año 2020, en un Tokyo gobernado por la mafia donde la hija de unos policias que se hace pasar por chico se ve obligada por avatares del destino a trabajar como guardaespaldas para el hijo de un mafiosos. El surreal punto de partida da lugar a una comedia de enredo con algo de cambio de género. Todo ello con el particular y alocado estilo narrativo de la autora, pues todos los rasgos de su estilo que me encantaron en Skip Beat! ya están en esta serie; deformaciones,  exageraciones y transformaciones de todos los personajes sirven para amplificar la estupidez de todos los personajes y lo cabrones que son en ocasiones. Todo es muy alocado y exagerado en esta serie, con situaciones absurdas que se salen de madre cada dos por tres, personajes que sólo saben reaccionar de la peor forma posible y otros que se dedican intencionadamente a catalizarlo todo en la dirección más caótica.
Es una comedia shojo con todo lo que eso supone; la maquetación no es mi favorita (con esas páginas que leen más en sentido vertical que horizontal) y al final hay que tirar por el shojo y el romance, y además complicar este con algo de drama forzado para meter tensión y alargar la serie. Pero al margen de estas concesiones de la serie a su género (me molesta sobre todo que se siente algo alargada al final), la serie es muy divertida; Tsubasa es una más que obvia "madre" de Kyoko con una ingenuidad y pureza solo comparables a su idealismo y estupidez, y como Kyoko su forma de arreglarlo todo con locuras espectaculares... y Tsubasa cuando se pone a dar hostias es increible y épicamente bestia.
Lo que más me ha sorprendido de esta serie es que usa la ambientación mafiosa, si bien idealizada, le otorga un matiz sorprendentemente violento y relativamente adulto... hay drogas, violaciones y peleas a mansalva, y sinceramente no esperaba encontrar amputaciones en una serie como esta por mucho que siempre se diga que los yakuza tienen tendencia a cortarse los dedos.
No es una serie perfecta, tiene los defectos habituales del género... pero es una serie muy divertida e inesperadamente espectacular. Todo lo que hace a Skip Beat! una gran serie está en mayor o en menor medida también presente en esta alocada comedia violenta bastante recomendable.

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