Bruce Springsteen pertenece a ese grupo de autores o grupos que un humilde servidor no ha tenido la ocasión de escuchar demasiado en su vida y que, debido a su celebridad, llaman la atención. Durante mucho había pospuesto escuchar algo de él, pero el otro día me encontré su recopilatorio de grandes éxitos a muy buen precio, y fue la excusa perfecta para darle una oportunidad. Otros grupos míticos me han decepcionado en el pasado, el de New Jersey me ha sorprendido muy gratamente.
Hay algo en la música de "the boss" extraño, quizás por el hecho de que su música se ampara principalmente en dos instrumentos tan cercanos y acústicos como la armónica y la guitarra su música parece increiblemente cercana y "normal". Las melodías de Springsteen son tristes y lentas en ocasiones (the river, brilliant disguise), y duras y rápidas en otras (born in the usa, murder incorporated), pero en todas ellas son canciones increiblemente pegadizas y asimilables. Son espectaculares a su manera, pero el gran mérito del autor es que a pesar de ello nunca dejan de parecer las canciones de algún trotamundos que te puedes encontrar por la calle. Tristes o alegres, son todas canciones urbanas y dotadas de una incréible fuerza y tienen, por decirlo de alguna manera, alma u corazón.
Es esa extraña personalidad de sus canciones, esa extraña urbanidad y simpleza de sus composiciones, las que convierten al rockero de New Jersey en una expecie de narrador de nuestras vidas. Porque sus canciones transmiten sentimientos y, escuchándolas, uno no puede evitar dejar de pensar que Springsteen esta a su lado y que la canción versa sobre él.
Hay algo en la música de "the boss" extraño, quizás por el hecho de que su música se ampara principalmente en dos instrumentos tan cercanos y acústicos como la armónica y la guitarra su música parece increiblemente cercana y "normal". Las melodías de Springsteen son tristes y lentas en ocasiones (the river, brilliant disguise), y duras y rápidas en otras (born in the usa, murder incorporated), pero en todas ellas son canciones increiblemente pegadizas y asimilables. Son espectaculares a su manera, pero el gran mérito del autor es que a pesar de ello nunca dejan de parecer las canciones de algún trotamundos que te puedes encontrar por la calle. Tristes o alegres, son todas canciones urbanas y dotadas de una incréible fuerza y tienen, por decirlo de alguna manera, alma u corazón.
Es esa extraña personalidad de sus canciones, esa extraña urbanidad y simpleza de sus composiciones, las que convierten al rockero de New Jersey en una expecie de narrador de nuestras vidas. Porque sus canciones transmiten sentimientos y, escuchándolas, uno no puede evitar dejar de pensar que Springsteen esta a su lado y que la canción versa sobre él.
2 comentarios:
ayyy....ese momento de descubrir a bruce, parece que fue hace poco pero yo tampoco le presté nunca mucha atención pero poco a poco.....jeje!
Si quieres seguir investigando por ahí te recomiendo algunos discos de su primera etapa que quizás no se ven suficientemente reflejados en el greatest hits, que al fin y al cabo es eso, éxitos.
Imprescindibles: born to run, darkness on the edge of town y the river (luego me iría a los primeros greetings from asbury park y the wild, the innocent & the E street shuffle).
1 saludo!!
gracias.
Por desgracia, el único que tengo a mano después de los grandes éxitos el el "born in the USA" (lo de "desgracia" es un decir, claro). Pero tengo interes en esos primeros y, en especial, por "the river" (me fascina esa canción).
Y si, el momento de descubrir al "boss" es extraño. Es cuando has oído alguna de sus canciones y dices... pse, no esta mal. Y luego escuchas otras un par de veces más y -click- te quedas embobado unos segundos oyéndolas.
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