Obra de Scott Bakker, la trilogía "El príncipe de Nada" se ha convertido en uno de los mayores referentes de la literatura fantástica de los últimos años. Como "Canción de Hielo y Fuego" o saga de "Geralt de Rivia", son libros que abandonan la premisa clásica de las "dragonadas" o todas aquellas novelas que proliferaron a partir de los ochenta al amparo de la obra de Tolkien. Son estos libros mucho más adultos, donde la fantasía y la magia juega un papel muy pequeño y donde el corazón de la novela lo ocupan decenas de personajes ambiguos y terriblemente humanos que pugnan entre ellos. Es un tipo de "fantasía medieval" que ahonda mucho más en el medievo que en la fantasía.
El punto de partida de esta saga es terriblemente sugerente. En un universo tan o más complejo como el nuestro mismo, Scott Bakker plantea una gigantesca guerra en la que se enfrentan centenares de miles de personas pero donde todo es manipulado por unos pocos señores que se valen de la fé y las creencias de sus pueblos para con su "Guerra Santa" conseguir sus objetivos. Algo similar a lo que ha pasado en nuestro mundo incontables veces, pero la idea del autor es dotar a esta "Guerra Santa" de verdadero significado y narrar como de ella se vale la Oscuridad en forma de El Consulto, un grupo de hechiceros de increible poder cuyo fin es el advenimiento del No-Dios y del segundo Apocalipsis. Es así una novela donde unos héroes han de enfrentarse a su propio excepticismo y a las ambiciones de sus propios congéneres para evitar el mayor de los desastres.
En la novela encontramos hechiceros, profecías, reyes destinados, bárbaros, soldados y muchos más tópicos de este género; pero por encima de todo encontramos una serie de personajes terriblemente humanos, movidos por motivaciones que en ocasiones son mezquinas o erroneas. Como en la magistral saga de George R.R Martin, no hay ni buenos ni malos y cada personaje es amigo de sus amigos y enemigo de sus enemigos.
No obstante, si bien argumentalmente es más ambiciosa y sugerente que la magna saga de los Stark, Lannister y Targaryen, esta primera novela no alcanza aún el nivel de esos increibles libros. La imaginativa de Scott Baker está fuera de toda duda, pero su habilidad narrativa es aún mejorable. La obra es terriblemente ambiciosa y en sus páginas finales estaba terriblemente enganchado a ella, pero es algo que no sucede desde el principio. El mundo compuesto por los Scilvendios, el Mandato, los Chapiteles Escarlatas, los Nansur, el Emperador y su Solemne Contrato es terriblemente complejo; a un desfile interminable de personajes y facciones, se le une una mitología igual de densa y una gran variedad de escenarios y lenguajes. En sus primeras páginas, si bien se están construyendo los cimientos necesarios para una historia que se antoja apasionante pero que es muy compleja, la lectura se hace confusa por la cantidad de información que se nos da y la ausencia de un narrador principal o un grupo de protagonistas con los que establecer empatía.
No obstante, a pesar de este inicio difícil que he comentado, el libro atrapa al lector y tiene una calidad incuestionable. Es sólo el prologo, la presentación de un universo y de una aventura que comenzará en el segundo libro.
El punto de partida de esta saga es terriblemente sugerente. En un universo tan o más complejo como el nuestro mismo, Scott Bakker plantea una gigantesca guerra en la que se enfrentan centenares de miles de personas pero donde todo es manipulado por unos pocos señores que se valen de la fé y las creencias de sus pueblos para con su "Guerra Santa" conseguir sus objetivos. Algo similar a lo que ha pasado en nuestro mundo incontables veces, pero la idea del autor es dotar a esta "Guerra Santa" de verdadero significado y narrar como de ella se vale la Oscuridad en forma de El Consulto, un grupo de hechiceros de increible poder cuyo fin es el advenimiento del No-Dios y del segundo Apocalipsis. Es así una novela donde unos héroes han de enfrentarse a su propio excepticismo y a las ambiciones de sus propios congéneres para evitar el mayor de los desastres.
En la novela encontramos hechiceros, profecías, reyes destinados, bárbaros, soldados y muchos más tópicos de este género; pero por encima de todo encontramos una serie de personajes terriblemente humanos, movidos por motivaciones que en ocasiones son mezquinas o erroneas. Como en la magistral saga de George R.R Martin, no hay ni buenos ni malos y cada personaje es amigo de sus amigos y enemigo de sus enemigos.
No obstante, si bien argumentalmente es más ambiciosa y sugerente que la magna saga de los Stark, Lannister y Targaryen, esta primera novela no alcanza aún el nivel de esos increibles libros. La imaginativa de Scott Baker está fuera de toda duda, pero su habilidad narrativa es aún mejorable. La obra es terriblemente ambiciosa y en sus páginas finales estaba terriblemente enganchado a ella, pero es algo que no sucede desde el principio. El mundo compuesto por los Scilvendios, el Mandato, los Chapiteles Escarlatas, los Nansur, el Emperador y su Solemne Contrato es terriblemente complejo; a un desfile interminable de personajes y facciones, se le une una mitología igual de densa y una gran variedad de escenarios y lenguajes. En sus primeras páginas, si bien se están construyendo los cimientos necesarios para una historia que se antoja apasionante pero que es muy compleja, la lectura se hace confusa por la cantidad de información que se nos da y la ausencia de un narrador principal o un grupo de protagonistas con los que establecer empatía.
No obstante, a pesar de este inicio difícil que he comentado, el libro atrapa al lector y tiene una calidad incuestionable. Es sólo el prologo, la presentación de un universo y de una aventura que comenzará en el segundo libro.
2 comentarios:
Vaya. Justo esta semana he terminado de leer el primer volumen y me he dado cuenta de que has hecho reseñas de esta sensacional obra.
La semana que viene me meto directa con el segundo.
Entre lo que más me ha gustado es como el autor ha desarrolado los personajes, los cuales son muy profundos y te hace sentir identificado con ellos hagan lo que hagan.
Es bueno conocer obras como esta, no todo es Tolkien o RR Martin, aunque estos dos son enormes.
A mi me decepcionó algo al final. Me gusta más la primera parte, después se flipa demasiado con el protagonista... que además no me cayó demasiado bien.
Ya me contarás que te parecen las siguientes entregas.
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