Sin duda, uno de mis más alegres descubrimientos de los últimos años. Conocí este grupo gracias a ese buen invento que es lastfm, donde en las radios de mis grupos favoritos siempre aparecía este grupo. Escuché algunas de sus canciones y me encantaron, y entonces supe que su batería -y uno de sus fundadores- no era otro que Dan Zimmermann, batería de GanmaRay. La labor de Dan como compositor -aunque siempre a la sombra de Kai Hansen- siempre me ha parecido magnífica. Y así me interesé definitivamente por este grupo y comencé a buscar información sobre él. Si bien sus últimos discos me han parecido algo más personales y flojos, la banda es uno de los mayores baluartes de esa generación de grupos que están llamados a suceder a la generación de Helloween. Y discos como esten lo muestran.
Quizás ahora este tomando su propio rumbo y este es, sin duda, el camino que verdaderamente habían de seguir, pero este disco me ha fascinado. La razón es simple: es un disco de GanmaRay. Si cambiaramos la portada y la voz -excelente- de Chris Bay por la de Hansen tendríamos uno disco de la banda del país de la libertad, tendríamos de hecho uno de los mejores discos de esa banda. Normalmente una banda adquiere un sónido propio al cabo de dos o tres lustros, un sónido del que no puede librarse y que en cierta manera hace que sus trabajos nuevos nunca alcancen el nivel de los anteriores por el simple valor de la nostalgia. Y esto hace que otros grupos siempre parezcan un soplo de aire fresco. Pero lo verdaderamente dificil es que uno de estos grupos capte tan perfectamente el estilo de la banda de la cual es deudora.
Es este un trabajo redondo. Donde todos los temas tienen una coherencia increible pero donde cada uno encuentra un pequeño matiz en el que destacar. Donde los himnos corales y alegres se alternan con unos buenos riffs de guitarra, una bateria más que notable y unos teclados que ponen el broche de oro a un metal rápido y contundente, pero terriblemente alegre y pegadizo. Es terriblemente comentar sus temas pues todos comparten un mismo estilo y enlazan los unos con los otros pareciendo ofrecer distintas variaciones sobre una misma variación. En algunas ocasiones las guitarras cobran más fuerza, en otras la batería y los bajos se apoderan de la canción para darle más contundencia y fuerza, los teclados aparecen más en algunas canciones que en otras para conferirle un estilo más melódico de acuerdo al tono de la canción... pero siempre la velocidad y la melodía estan presentes. Power-metal melódico ejecutado con la velocidad y la precisión del mejor "happy-metal" de la escuela alemana. Y sobre todo ello una preponderancia casi exagerada de coros e himnos, resultaría casi posible asegurar que los coros tienen tanto peso como la voz solista. En la mejor tradición del maestro Kai Hansen, Freedom Call elabora un power-metal rápido y vibrante, pero al mismo tiempo alegre y terriblemente hínmico.
Mis sentimientos para con este trabajo no dejan de ser algo contradictorios pues carece de originalidad, como he comentado, es GanmaRay, y por muy bueno que sea el trabajo eso es un punto en contra. La banda ha de evolucionar hacia su propio sonido. Otros discos que he oído han ido en ese paso y, a pesar de geniales temas que me hacen recordar una y otra vez a la banda original de Dan Zimmermann, el grupo intenta avanzar también en otro tipo de sonidos. Sin duda, una banda muy a tener en cuenta.
Quizás ahora este tomando su propio rumbo y este es, sin duda, el camino que verdaderamente habían de seguir, pero este disco me ha fascinado. La razón es simple: es un disco de GanmaRay. Si cambiaramos la portada y la voz -excelente- de Chris Bay por la de Hansen tendríamos uno disco de la banda del país de la libertad, tendríamos de hecho uno de los mejores discos de esa banda. Normalmente una banda adquiere un sónido propio al cabo de dos o tres lustros, un sónido del que no puede librarse y que en cierta manera hace que sus trabajos nuevos nunca alcancen el nivel de los anteriores por el simple valor de la nostalgia. Y esto hace que otros grupos siempre parezcan un soplo de aire fresco. Pero lo verdaderamente dificil es que uno de estos grupos capte tan perfectamente el estilo de la banda de la cual es deudora.
Es este un trabajo redondo. Donde todos los temas tienen una coherencia increible pero donde cada uno encuentra un pequeño matiz en el que destacar. Donde los himnos corales y alegres se alternan con unos buenos riffs de guitarra, una bateria más que notable y unos teclados que ponen el broche de oro a un metal rápido y contundente, pero terriblemente alegre y pegadizo. Es terriblemente comentar sus temas pues todos comparten un mismo estilo y enlazan los unos con los otros pareciendo ofrecer distintas variaciones sobre una misma variación. En algunas ocasiones las guitarras cobran más fuerza, en otras la batería y los bajos se apoderan de la canción para darle más contundencia y fuerza, los teclados aparecen más en algunas canciones que en otras para conferirle un estilo más melódico de acuerdo al tono de la canción... pero siempre la velocidad y la melodía estan presentes. Power-metal melódico ejecutado con la velocidad y la precisión del mejor "happy-metal" de la escuela alemana. Y sobre todo ello una preponderancia casi exagerada de coros e himnos, resultaría casi posible asegurar que los coros tienen tanto peso como la voz solista. En la mejor tradición del maestro Kai Hansen, Freedom Call elabora un power-metal rápido y vibrante, pero al mismo tiempo alegre y terriblemente hínmico.
Mis sentimientos para con este trabajo no dejan de ser algo contradictorios pues carece de originalidad, como he comentado, es GanmaRay, y por muy bueno que sea el trabajo eso es un punto en contra. La banda ha de evolucionar hacia su propio sonido. Otros discos que he oído han ido en ese paso y, a pesar de geniales temas que me hacen recordar una y otra vez a la banda original de Dan Zimmermann, el grupo intenta avanzar también en otro tipo de sonidos. Sin duda, una banda muy a tener en cuenta.
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