domingo, abril 09, 2017

Fumando, intrepidamente, donde ningún panadero ha llegado

Y bajo este título absurdamente rebuscado se encuentra la reseña de:

ACCA: 13-ku Kansatsu-ka

Acca 13 es anime tan inusual, como normalito, como recomendable. Es una definición extraña, pero este tipo de series que se salen de la corriente dominante de historias de peleas o de romances de instituto son siempre necesarios. 
Acca 13 nos transporta al reino ficticio de Dowa; reino que ocupa una isla con forma de pájaro y que está a su vez dividido en 13 distritos, distritos completamente distintos entre ellos que hasta hace un par de siglos estaban en guerra continua. En este reino unificado las intrigas no faltan, y Acca es una organización que lo controla todo con el objetivo de velar por la paz y la prosperidad de sus ciudadanos. Jean Otus, fumador compulsivo y devorador de la mitad de la producción de pan del reino -la otra mitad es devorada por su hermana-, es el protagonista de la historia, y es un auditor de Acca que ha de recorrer los 13 distritos comprobando el correcto funcionamiento de las sucursales de la organización en cada una de estas regiones.
Pronto descubriremos que hay en marcha un complot, el rumor de un golpe de estado que resuena por todos los distritos aunque nadie sepa muy bien quien lo organiza o cual es su objetivo. Jean recibirá el encargo de investigar esta amenaza y desenmascarar tanto a sus instigadores como a sus cómplices.
Sin embargo, el argumento y los giros argumentales de Acca son una mera excusa. Ni siquiera los personajes, en los que apenas se profundiza, son importantes (el mismo Jean no juega otro rol que el de ser una cámara para el espectador). Lo importante en Acca, la idea principal de la Natsume Ono -la autora del manga original- era claramente mostrar los 13 distritos. La serie no es otra cosa que un tour por la isla y sus trece distritos, todos ellos radicalmente distintos entre ellos -y con claras evocaciones de naciones y épocas de nuestro mundo-. Aún con un metraje tan escaso como el que proporcionan 12 episodios, la serie se centra en presentar los paisajes, la economía y las sociedades de estas regiones, siendo estas sus auténticas protagonistas y siendo el optimista mensaje de la serie el de la cooperación entre los diversos pueblos y el como todos pueden crecer si se ayudan entre ellos.
Con una narrativa tan poco convencional, Acca apuesta por ser un extraño thriller político donde al protagonista no parece importarle gran cosa y donde el ritmo siempre parece algo forzado por la necesidad de llevar al protagonista a nuevos destinos a pesar del peligro que esto pueda suponer y lo incongruente que pueda parecer que las últimas naciones lo sepan todo de la trama y las primeras no. El ritmo y el desarrollo son mejoras, con un claro momento en el que se desvela un gran giro de guión y la trama cambia sustancialmente. A todo esto, como he comentado, hay que añadirle unos personajes completamente supeditados a la historia y con poca presencia. Si bien el mensaje de Acca es bonito e interesante, y está bien expuesto, la historia es claramente secundaria en la serie y eso se nota. El mundo planteado es muy sugerente, pero a la serie le falta algo de fuerza.
Visualmente la serie tiene unos diseños que se salen de lo normal, con unos trazos alargados dignos de un shojo, pero con una clara influencia occidental y un colorido bastante interesante, cualidades que naturalmente se trasladan también a los escenarios. Visualmente Acca tiene una gran fuerza y es una serie refrescante de ver; algo que también sucede con la música, con unos toques de Jazz que salen también mucho del clásico j-pop imperante en el anime actual.
Acca 13 no es una serie redonda, tampoco diré que es fallida porque su objetivo claramente lo cumple... sólo que quizás su objetivo no es el que esperaría un espectador medio.

7 comentarios:

Lechu dijo...

Es una serie que hay que ver, pero se centra tanto en el pan, el tabaco y en conseguir que sus personajes molen que apenas escarba en un argumento lleno de intrigas políticas y posibilidades enormes. Le sobra amabilidad y le falta algo más de dureza, que la sensación de que el protagonista y la hermana estaban en peligro fuera real; pero claro, de haber sido así no hubiera sido ACCA, sino otra cosa completamente diferente.

Que se puede ver, sí. Que es entretenida, por supuesto. Que se ha desperdiciado una idea que podría haber resultado en algo muy interesante, también.

dececon dijo...

Esta serie es un soplo de aire fresco al salirse de lo habitual en el resto de series actuales. Pero que sea de 12 episodios le viene mal, porque no llega a profundizar como debiera en las características de los distintos distritos. Me ha gustado mucho, pero te deja con una sensación de oportunidad perdida de hacer algo más grande.

eter dijo...

Lechu, más que amabilidad, yo la veo optimista, tira mucho de un mensaje a lo Star Trek para transmitir la idea de un futuro mejor... pero vamos, un poco más de oscuridad no habría estado mal.

dececon, en el manga los tiempos seguramente esten mejor medidos, pero aquí evidentemente le faltaban minutos... porque al principio tiene que presentar personajes y escenario, y al final tiene que desarrollar la trama... y eso se traduce en algunos episodios con 3 naciones que casi son anecdóticas. Es una pena que fuera tan corta, pero también creo que se habría hecho larga si fuera una serie de 24 episodios.

erGuiri dijo...

Coincido 100% con tu reseña. Yo me quedaba bobo viéndo esta serie, embriagado. Me encantan los animes artísticos. Siempre me han gustado los anime que son grandes porque sólo pueden ser plasmados en anime. Si no fuese así, podrían hacer una peli con actores humanos. +1 a Madhouse que ya tiene incontables puntos positivos de mi parte.

eter dijo...

Lo serie es la definición de elegancia (curioso que siempre la haya valorado así y luego se me haya olvidado ponerlo en la reseña XD)

erGuiri dijo...

Elegancia! Magnífica palabra, sí señor.

eter dijo...

Y además, tenemos a Mauve XD