lunes, abril 03, 2017

¡Que verde era mi Helstone!

Norte y Sur

No conocía a Elizabeth Gaskell (de hecho tenía este título identificado con la novela homónima sobre la guerra de Secesión estadounidense), así que lo primero que procede en esta entrada es un agradecimiento a Belldandy y Magrat por haberme dado a conocer semejante pedazo de escritora. Y en un principio el libro no me gustó demasiado, el rollo inicial de Margaret Hale viajando a ese Manchester ficticio que es Milton, con su odio exagerado a los comerciantes y el contraste entre una ciudad de fábricas y el campo no terminaba de emocionarme demasiado; parecía una versión de "Orgullo y prejuicio" sin la chispa genial de esa gran novela de Austen. Pero entonces llega la huelga, y la novela evoluciona hacia algo muy, muy sugerente.

Porque Gaskell deja los temas románticos y morales de esa estricta sociedad inglesa y salta hacia horizontes que me gustan mas, en plena época victoriana, pero también en plena Revolución Industrial, la autora muestra un desprecio absoluto por los bailes de salón y el papel "convencional" de la mujer y de mano de una protagonista absolutamente inolvidable se mete de lleno en política, religión y lucha de clases. Y el romance es lo de menos, Gaskell apunta al más puro y duro humanismo, a la comunicación entre las personas, al como el medio condiciona a cada uno de nosotros y al como podemos convivir. Y es entonces, cuando vemos muertes por hambre, cuando vemos luchas por derechos, cuando vemos debates sobre la existencia o el sentido de Dios, cuando la novela se revela como una joya increíble. Una novela que toca todos los temas imaginables, y los toca siempre con honradez, confrontando a sus personajes e ideales con situaciones adversas y haciendo que se lo tengan que replantear todo. Una novela terriblemente actual y moderna incluso hoy, cuando ya ha cumplido los 150 años. Una novela donde vemos un contraste entre el campo idealizado y las frías fábricas, entre los patronos y los obreros, entre los nobles y los plebeyos, entre los ricos y los pobres, entre los creyentes y los descreídos, y donde el gran contraste al que hace referencia el título se refiere en mi opinión a la diferencia entre aquellos anclados en el pasado y el inmovilismo, y aquellos que luchan por un futuro mejor. Y sí, hay un romance de por medio, pero desde el momento en el que nos dan la descripción del protagonista ya sabemos que esto no va a ser "caballero conoce a dama, caballero se irgue, dama suspira".
En lo que a palabras se refiere, como he comentado, inicialmente me esperaba algo de comedia romántica, pero precisamente la comedia brilla casi por su completa ausencia en esta obra. Es un drama, un exquisito drama reflexivo, donde todo esta terriblemente bien expuesto y donde la autora nos narra las acciones y las reflexiones de los personajes de tal forma que podemos entenderlas perfectamente incluso aunque no compartamos su punto de vista. No es la Austen de "Orgullo y prejuicio" o el Dickens de "Historia de dos ciudades", es un poco la accesibilidad de la primera con la carga social de la segunda.
Una auténtica joya sumamente recomendable.

2 comentarios:

Belldandy dijo...

Me alegro muchísimo de leer (tarde) esta reseña! Estoy deseando poder hacerme con más títulos de la autora, incluido éste (jo, tu reseña me ha puesto los dientes aún más largos) porque sólo he leído una obra menor, como ya te comenté, y me sabe a poco sabiendo todo lo que tiene para ofrecer.

Un abrazo! <3

eter dijo...

Je, gracias a ti, que me descubriste a esta autora, y esa es una deuda difícil de saldar.
Mi siguiente libro de esta mujer sera la vida de Charlotte Brönte, que me regalaron hace algunos días para mi cumpleaños junto a algunos libros más (no me puedo quejar de mis amigos).