En los 80, Isaac Asimov tendía puentes entre sus sagas de robots y su mítica trilogía fundacional. A mi modo de ver, esas novelas no estaban a la altura de la trilogía escrita en los años 50 e incluso las dos precuelas casí destruían la imagen de sabio frío y calculador que todos teníamos de Hari Sheldon. Con esas novelas, Asimov fijaba las raices del imperio Galactivo en la Tierra, e incluso visitabamos los mundos espaciales y teníamos alguna referencia a Baley. En este libro Asimov comienza a tejer el otro lado del túnel, ahora no es Sheldon si no Elijah Baley. El detective de "Bóvedas de acero" y "El sol desnudo" viaja ahora a "Aurora", la capital de los planetas espaciales. En este libro se marcan los comienzos de lo que podríamos considerar la segunda colonización planetaria, e incluso se fijan los cimientos de la "psicohistoria".
A mi modo de ver, en este libro todo esta conseguido de una forma mucho más fluida natural que las extensiones de la Fundación. Asimov vuelve a sus novelas de detectives y, si bien estas suelen ser historias simples, se desenvuelve perfectamente en este tipo de relatos. Quizás las historias pequen algo de simpleza, y quizás Asimov haga numerosas trampas que ensalzan a sus protagonistas minusvalorando a los secundarios. Pero en los relatos de Baley los casos nunca han sido lo importante, lo vital siempre ha sido la relación Baley-Daneel. Aquí esa relación se ve reforzada por la presencia de un androide más "primitivo": Giskard. El nuevo androíde hace a Baley ahondar más en sus reflexiones sobre robots y sobre el propio concepto de humanidad. Es en estas reflexiones, así como en las teorías sobre el rumbo que debe tomar la humanidad, donde se mueve más comodamente "el buen doctor".
La novela tiene algunos defectos. Como he dicho, hay aspectos muy forzados de la trama (como siempre en los relatos detectivescos de Asimov, más cercanos al espíritu del los relatos de Agatha Christie que a los que estamos acostumbrados a ver hoy en día). Asimov muestra nuevamente esa faceta de obsesión por dibujar tecnología que no tenía en sus principios (y que precisamente hacía más atemporales estas). Y por supuesto Asimov sigue siendo bastante machista. No obstante, todos estos defectos pueden pasarse por alto ante un relato sencillamente muy entretenido y más sugerente aún. La novela no tiene el tono oscuro que parece imperar en el Asimov de los 80 y es, al menos en mi opinión, la mejor obra de este periodo del autor.
obsesion narrar aspectos tecnológicos. debates sobre robotica. Asimov y sus detectives.
A mi modo de ver, en este libro todo esta conseguido de una forma mucho más fluida natural que las extensiones de la Fundación. Asimov vuelve a sus novelas de detectives y, si bien estas suelen ser historias simples, se desenvuelve perfectamente en este tipo de relatos. Quizás las historias pequen algo de simpleza, y quizás Asimov haga numerosas trampas que ensalzan a sus protagonistas minusvalorando a los secundarios. Pero en los relatos de Baley los casos nunca han sido lo importante, lo vital siempre ha sido la relación Baley-Daneel. Aquí esa relación se ve reforzada por la presencia de un androide más "primitivo": Giskard. El nuevo androíde hace a Baley ahondar más en sus reflexiones sobre robots y sobre el propio concepto de humanidad. Es en estas reflexiones, así como en las teorías sobre el rumbo que debe tomar la humanidad, donde se mueve más comodamente "el buen doctor".
La novela tiene algunos defectos. Como he dicho, hay aspectos muy forzados de la trama (como siempre en los relatos detectivescos de Asimov, más cercanos al espíritu del los relatos de Agatha Christie que a los que estamos acostumbrados a ver hoy en día). Asimov muestra nuevamente esa faceta de obsesión por dibujar tecnología que no tenía en sus principios (y que precisamente hacía más atemporales estas). Y por supuesto Asimov sigue siendo bastante machista. No obstante, todos estos defectos pueden pasarse por alto ante un relato sencillamente muy entretenido y más sugerente aún. La novela no tiene el tono oscuro que parece imperar en el Asimov de los 80 y es, al menos en mi opinión, la mejor obra de este periodo del autor.
obsesion narrar aspectos tecnológicos. debates sobre robotica. Asimov y sus detectives.