Para esta entrada podría poner muchos subtítulos ("valar morghulis", "el invierno esta llegando", "la hora de la puta de Cersei" o la memorable "Venganza. Justicia. Sangre y Fuego"), pero creo que ninguno de ellos podría resumir lo que supone este libro y me he propuesto hacer un análisis sin spoilers así finalmente he optado por poner sencillamente su título, cualquiera que este familiarizado con la saga de George RR Martin sabrá que hay pocas palabras más sugerentes que estas.
Llega el cuarto libro de la única saga de literatura fantástica que puedo pensar "iguala" a "El señor de los anillos" (mi religión me impide decir abiertamente lo que pienso). Un libro problemático, Martin lleva 8 años escribiendo esta cuarta parte y finalmente ha tenido que partirla en dos debido a las presiones y a la monstruosa extensión que tenía. En cierta manera, este libro -y el siguiente- son seguramente los más complicados de todos. Son libros "entre guerras". Creo que en el primer libro veíamos el inicio de la guerra de los cinco reyes, en el segundo veíamos sus desarrollo, en el tercero su antológico desenlace. En este cuarto libro vemos los últimos coletazos de la guerra, pero todo parece estar ya decidido y el tema principal del libro es reflejar la miseria en la que han quedado sumidos los siete reinos, todo se encuentra devastado por el cruel juego de tronos, los vientos de un infierno terrible comienzan a llegar y serán presagio de una guerra aún más cruenta. Así pues, este cuarto libro supone una transición en la que vemos toda la trama de Desembarco del Rey; en el quinto veremos que sucede en el Muro ante Los Otros y como Dany se prepara para atacar poniente. En el sexto y séptimo libro, dios sabe la que nos espera.
Advierto que, aunque no pondré spoilers, si mencionaré los distintos puntos de vista de esta entrega, spoiler menor que aquellos que todavía no han leído el libro deberían evitar (si bien es cierto que tampoco hay ninguna gran revelación).
Comenzemos por la que es la trama central del libro: Desembarco del Rey. Debuta Cersei como narradora y demuestra dos cosas: es una completa inútil (tanto en el gobierno del reino como en la educación de sus hijos) y es una completa idiota. Jaime caía bien cuando pasaba a ser narrador y veíamos sus motivaciones y reflexiones, Cersei no. Todo en su vida se basa en su frustración por ser mujer y en su seguridad de ser tan inteligente como su padre (algo que esta bastante lejos de ser verdad). Comprendemos algo más al personaje, pero por muy paranoica que sea, sigue siendo, en el sentido más tradicional y despectivo de la palabra... una puta. Junto a Cersei tenemos a los Tyrell, conspirando todavía más de lo normal al verlos desde el punto de vista de la reina Lannister. Jaime también hace acto de presencia y protagoniza casi tantos capítulos como su hermana, no obstante, su trama es bastante menos importante y parece limitarse a un tour por el país, resolviendo conflictos más o menos grandes y recuperando una fe y una dignidad que contrastan con la de su hermana. El personaje de Jaime sigue creciendo durante este libro y es, como siempre, una gozada leerlo, pero parece algo desaprovechado. Estos son capítulos bastante entretenidos y muy importantes para la trama principal al componer, junto con la parte de Brienne, un claro retrato de como los reyes llevan al país a la ruina y como sus habitantes lo sufren. Todo esto repercutirá en la inclusión de la religión como un nuevo elemento de fuerza, algo que en los libros anteriores sólo habíamos intuído y que ahora se revela como algo claramente decisivo en el futuro de los Siete Reinos.
Con la parte de Jaime y Cersei (seguramente la más divertida de todo el libro) engancha la parte de Brienne (seguramente la más aburrida). La doncella de Tarh se cansa de andar en su eterna busqueda de Sansa. Si quitamos el final y algún que otro momento puntual, esta parte es bastante irrelevante para la trama y da la sensación de estar muy, muy alargada. Creo que Martin la usa casi exclusivamente para mostrar la miseria del pueblo y los efectos de la postguerra, objetivo que cumple de sobra.
El siguiente gran nudo argumental de esta parte corresponde a las Islas de Hierro y a la lucha por la sucesión del caído Balon. Tenemos a Aeron, Euron, Victarion y Asha. Son buenos personajes, pero esta parte de la historia nunca me ha entusiasmado y el conflicto de sucesión tampoco es demasiado interesante. Algunos buenos momentos pero poco más.
Saltamos a Meñique y Sansa. Muy pocos capítulos pero una notable evolución en Sansa. Meñique, como siempre, sorprende, es el mejor jugador de todo el reino y vuelve a demostrarlo. Y Sansa está aprendiendo de él.
Arya aparece aquí y aparecerá en el quinto libro. Pocas sopresas, todos teníamos la seguridad de que se iba a convertir en una "mujer sin rostro" y aquí parece comenzar ese camino. Personaje sufrido donde los haya, comienza a arrastrar ya su pasado y a estar cegada por el odio y la rabia. El final de su historia en este libro es sólo comparable al final de Cersei o al de Dorne.
Sam Tarly. Otro ejemplo de historia alargada cual Brienne. Hay pocos capítulos con este bonachón cuervo, pero siguen siendo muchos. Se limita a hacer un viaje con una rodea absurda y cuasi lo más interesante es lo que nos revela de Jon o de Dany. No obstante, al igual que Arya -o Bran- es un personaje que esta comenzando una instrucción y no creo que cobre verdadera importancia hasta el sexto libro, donde obviamente sera uno de los pilares en los que se apoye Jon en su lucha contra los Otros.
He dejado para el final la más grata sorpresa del libro: Dorne. El reino de las arenas se ha revelado como una auténtica maravilla. Oberyn ha dejado tras de él a toda una camada de serpientes, y la princesa del reino no está a la zaga. Todo un país de intrigantes "alegres" y sedientos de venganza. El final de esta subtrama es el momento más glorioso y recordable de este libro.
"Festín de Cuervos" es en resumidas cuentas, un gran libro. No esta a la altura de "Tormenta de Espadas" (no conozco ningún libro que lo esté) pero no supone un gran bajón con respecto a él y mantiene el nivel de la serie a pesar de que le faltan (al menos para mi gusto) los tres primeros espadas de la serie: Jon, Tyrion y Dany.
El libro tiene defectos. Las partes de Brienne, Sam y los Kraken me parecen flojas, y las apariciones de Sansa, Arya y Dorne se ahogan en mar de capítulos de Lannister y Brienne. El ritmo del libro es sensiblemente menos ágil que los anteriores y se nota demasiado que está centrado en una única trama, lo cual hace que también parezca que pasen menos cosas. Así mismo, por primera vez tenemos muchos puntos de vista corales, algo inusual en la saga y que creo que se debe a que sencillamente la historia se esta volviendo demasiado compleja y Martin ha tenido que cambiar un poco su estilo para que no se le vaya de las manos. No obstante, no seré yo el que pretenda darle lecciones a Martin pues si tuviera que elegir un libro que he leído este año seguramente sería este.
Puro "Hielo y Fuego" desde la primera a la última página, sin duda la mejor novela de fantasí que he leído desde... Tormenta de Estadas. Esperando desde ya el momento en el que dancemos con los dragones.
Advierto que, aunque no pondré spoilers, si mencionaré los distintos puntos de vista de esta entrega, spoiler menor que aquellos que todavía no han leído el libro deberían evitar (si bien es cierto que tampoco hay ninguna gran revelación).
Comenzemos por la que es la trama central del libro: Desembarco del Rey. Debuta Cersei como narradora y demuestra dos cosas: es una completa inútil (tanto en el gobierno del reino como en la educación de sus hijos) y es una completa idiota. Jaime caía bien cuando pasaba a ser narrador y veíamos sus motivaciones y reflexiones, Cersei no. Todo en su vida se basa en su frustración por ser mujer y en su seguridad de ser tan inteligente como su padre (algo que esta bastante lejos de ser verdad). Comprendemos algo más al personaje, pero por muy paranoica que sea, sigue siendo, en el sentido más tradicional y despectivo de la palabra... una puta. Junto a Cersei tenemos a los Tyrell, conspirando todavía más de lo normal al verlos desde el punto de vista de la reina Lannister. Jaime también hace acto de presencia y protagoniza casi tantos capítulos como su hermana, no obstante, su trama es bastante menos importante y parece limitarse a un tour por el país, resolviendo conflictos más o menos grandes y recuperando una fe y una dignidad que contrastan con la de su hermana. El personaje de Jaime sigue creciendo durante este libro y es, como siempre, una gozada leerlo, pero parece algo desaprovechado. Estos son capítulos bastante entretenidos y muy importantes para la trama principal al componer, junto con la parte de Brienne, un claro retrato de como los reyes llevan al país a la ruina y como sus habitantes lo sufren. Todo esto repercutirá en la inclusión de la religión como un nuevo elemento de fuerza, algo que en los libros anteriores sólo habíamos intuído y que ahora se revela como algo claramente decisivo en el futuro de los Siete Reinos.
Con la parte de Jaime y Cersei (seguramente la más divertida de todo el libro) engancha la parte de Brienne (seguramente la más aburrida). La doncella de Tarh se cansa de andar en su eterna busqueda de Sansa. Si quitamos el final y algún que otro momento puntual, esta parte es bastante irrelevante para la trama y da la sensación de estar muy, muy alargada. Creo que Martin la usa casi exclusivamente para mostrar la miseria del pueblo y los efectos de la postguerra, objetivo que cumple de sobra.
El siguiente gran nudo argumental de esta parte corresponde a las Islas de Hierro y a la lucha por la sucesión del caído Balon. Tenemos a Aeron, Euron, Victarion y Asha. Son buenos personajes, pero esta parte de la historia nunca me ha entusiasmado y el conflicto de sucesión tampoco es demasiado interesante. Algunos buenos momentos pero poco más.
Saltamos a Meñique y Sansa. Muy pocos capítulos pero una notable evolución en Sansa. Meñique, como siempre, sorprende, es el mejor jugador de todo el reino y vuelve a demostrarlo. Y Sansa está aprendiendo de él.
Arya aparece aquí y aparecerá en el quinto libro. Pocas sopresas, todos teníamos la seguridad de que se iba a convertir en una "mujer sin rostro" y aquí parece comenzar ese camino. Personaje sufrido donde los haya, comienza a arrastrar ya su pasado y a estar cegada por el odio y la rabia. El final de su historia en este libro es sólo comparable al final de Cersei o al de Dorne.
Sam Tarly. Otro ejemplo de historia alargada cual Brienne. Hay pocos capítulos con este bonachón cuervo, pero siguen siendo muchos. Se limita a hacer un viaje con una rodea absurda y cuasi lo más interesante es lo que nos revela de Jon o de Dany. No obstante, al igual que Arya -o Bran- es un personaje que esta comenzando una instrucción y no creo que cobre verdadera importancia hasta el sexto libro, donde obviamente sera uno de los pilares en los que se apoye Jon en su lucha contra los Otros.
He dejado para el final la más grata sorpresa del libro: Dorne. El reino de las arenas se ha revelado como una auténtica maravilla. Oberyn ha dejado tras de él a toda una camada de serpientes, y la princesa del reino no está a la zaga. Todo un país de intrigantes "alegres" y sedientos de venganza. El final de esta subtrama es el momento más glorioso y recordable de este libro.
"Festín de Cuervos" es en resumidas cuentas, un gran libro. No esta a la altura de "Tormenta de Espadas" (no conozco ningún libro que lo esté) pero no supone un gran bajón con respecto a él y mantiene el nivel de la serie a pesar de que le faltan (al menos para mi gusto) los tres primeros espadas de la serie: Jon, Tyrion y Dany.
El libro tiene defectos. Las partes de Brienne, Sam y los Kraken me parecen flojas, y las apariciones de Sansa, Arya y Dorne se ahogan en mar de capítulos de Lannister y Brienne. El ritmo del libro es sensiblemente menos ágil que los anteriores y se nota demasiado que está centrado en una única trama, lo cual hace que también parezca que pasen menos cosas. Así mismo, por primera vez tenemos muchos puntos de vista corales, algo inusual en la saga y que creo que se debe a que sencillamente la historia se esta volviendo demasiado compleja y Martin ha tenido que cambiar un poco su estilo para que no se le vaya de las manos. No obstante, no seré yo el que pretenda darle lecciones a Martin pues si tuviera que elegir un libro que he leído este año seguramente sería este.
Puro "Hielo y Fuego" desde la primera a la última página, sin duda la mejor novela de fantasí que he leído desde... Tormenta de Estadas. Esperando desde ya el momento en el que dancemos con los dragones.