domingo, agosto 31, 2008

Eterno (y glorioso) infierno

Advance Wars: Dark Conflict

Eclipsados por la indiscutible genialidad de Shigeru Miyamoto y el carisma de sus creaciones, "Intelligent Systems" es un veterano estudio interno de Nintendo que lleva décadas brindándonos pequeñas joyas en forma de videojuego. Son los creadores de sagas como "Metroid", "Fire Emblem" y esta que ahora me ocupa. "Famicon wars" fue un juego de estrategia para la mítica NES de la gran N, evoluciono en cierta manera a la saga "Fire Emblem", donde su estrategia por turnos ha ido evolucionando en un ambiente de fantasía medieval a lo largo más de una decena de entregas. Sin embargo, hace años, Nintendo decidió recuperar el concepto original de la serie y nació así una nueva saga "Advance Wars". Con dos entregas para GBA, una para DS y dos "adaptaciones" para consolas de sobremesa que dejan de lado la estrategia para centrarse más en la acción, este título puede ser considerado como el cuarto título de la serie principal.
Sólo juge al primero de todos y fue hace demasiado tiempo, sólo lo recuerdo por encima y me encontrado un título muy parecido a lo que creo que fue aquel. Para mi ha sido una suerte que el sistema de juego no haya cambiado mucho, sin embargo es obvio que esto puede echar para atrás a otro tipo de jugadores que estén hastiados de este tipo de "rpg-tácticos" o sencillamente esperen más novedades. Tengo entendido que en la anterior entrega para DS el poder de los comandantes era desproporcionado y parece que Nintendo ha querido solventar ese problema volviendo a las raices de la serie y potenciando enormemente todos los aspectos meramente estratégicos de la serie. Así pues, nos encontramos con un juego con la misma mecánica de juego que "Fire emblem", pero donde los elementos de rol de aquel son aquí sustituidos por una jugabilidad mucho más enfocada hacia la estrategia.
Como en todo buen juego de estrategia disponemos de un ejército a nuestra disposición para acabar con el de nuestro adversario. Como también es normal, disponemos de factorias que nos permiten aumentar nuestra capacidad bélica en función a nuestros recursos. No existe apenas distinción entre los ejércitos y ambos tienen acceso al mismo tipo de unidades (unicamente podríamos disntigir aquí algunas armas que actuan casi como "jefes finales"). Solemos encontrarnos en inferioridad numérica con respecto a nuestro enemigo, así que hemos de recurrir a la inteligencia para conseguir primero recursos y después poder atacar a nuestros rivales. Aquí entra en escena el escenario, nuestra inteligencia a la hora de aprovechar los recursos, así como la de valenos de obstáculos como rios o montañas es normalmente la clave para conseguir la victoria.
El juego, tecnicamente es bastante flojo, aunque ciertamente no necesita mucho más. Un mapa 2D sobre el que se mueven los sprites que son las unidades. Todas las unidades, todos los edificios y todas las montañas y rios son iguales en todas las fases (la única diferencia es cada bando de juego tiene un color distinto). Se han incluido efectos climatológicos, pero visualmente esto no deja de ser casi anecdótico (influye más en la jugabilidad, como es obvio). Las animaciones de las batallas tienen una considerable estética manga, supongo que en un juego como este no se quiere ser demasiado realista, pero las animaciones no dejan de ser cutres porque no se necesite más. No hay escenas de video, sólo imágenes que actuan a modo de narración. Tampoco hay voces y el total de melodías que oiremos durante el juego es bastante limitado, pero cumplen a la perfección su papel y yo al menos no tengo ninguna queja en este aspecto. "Dark conflict" es, tecnicamente, un juego bastante mediocre, si bien es cierto que unos gráficos más elaborados estropearían su inmediata jugabilidad.
Si bien la jugabilidad de este juego vuelve a los orígenes de la saga, creo que el gran avance lo supone la historia. En anteriores entregas se nos mostraba un mundo muy colorido y unos protagonistas muy animados, resultaba muy contradictorio que reflejara algo tan cruento como la guerra. Se ha enmendado. Un mundo devastado por una catástrofe natural en el que de las ruinas surgen varios ejércitos que aún desean batallar y esclavizar a los retales de la humanidad que han conseguido sobrevivir. Se convertiran en adalides de los pobres una pequeña compañía independiente de soldados que no ven sentido a seguir peleando y que unicamente quieren ayudar a los supervivientes a asentarse. Esta trama tendrá giros argumentales y veremos a generales obcecados con su grandeza, a pendencieros que ven en ese mundo sin ley su sueño, a políticos corruptos unicamente interesados por ellos, a científicos dementes carentes de ética. Es una pena eso sí, que una trama bastante sugerente se simplifique bastante con los diálogos. No veo mal que estos no sean demasiado profundos y que todo se intuya, pues como jugador tampoco quiero tirarme mucho tiempo leyendo una historia que evidentemente siempre estará condicionada por el número de fases y la dificultad creciente de estas, pero aún así no me gusta demasiado que las conversaciones entre los personajes sean tan simples y maniqueas como lo son. Todo este infantilismo narrativo choca con la dureza de la historia y no deja de resultar una pequeña mácula para cualquier jugador adulto.
He comentado a lo largo de este análisis las númerosas similitudes entre este título y la saga "Fire Emblem" (no en vano son productos del mismo estudio), aún queda uno por comentar: su infernal dificultad. Como ya comenté en su análisis, "Fire emblem: Radiant dawn" era un título eterno por su extensión y por la dificultad de sus fases. Este "Advance wars" tiene menos fases y además no te tienes que preocupar por mantener vivos a tus personajes, pero está mucho más enfocado hacia la estrategia más pura y el juego, por tanto, es todavía más complicado que aquel gozoso infierno.
En resumen, es este un juego muy peculiar por su estilo, pero es también una pequeña joya tremendamente disfrutable (aunque también hay que mencionar aquí su elevada dificultad).

sábado, agosto 30, 2008

La venganza de la Gaviota

One Piece 512 - "Zoro, desaparecido"

Allá por el capítulo 430, la batalla de Ennies Lobby finalizó cuando la banda de Luffy escapaba sobre el moribundo Merry y AoKiji sentenció entonces que aquel conflicto había supuesto su absoluta derrota. Aquel acontecimiento catapultó las recompensas de toda la banda y los puso verdaderamente en el mapa del mundo. Declararon la guerra al mundo y ahora estan comenzando a pagar las consecuencias de ello. El incidente contra los nobles mundiales ha desatado las iras del gobierno mundial y ahora, verdaderamente, se ha ordenado la captura y destrucción de la banda. Luffy y compañía se han visto de repente frente a todo el poder del mundo, y frente a eso nada pueden hacer. Si bien hace diez capítulos parecía que todo iba encaminado a una festival de piratas, la marina ha entrado con un almirante, varios Pacifistas, un shichibukai y un capitan extremadamente poderoso. Desde el enfrentamiento contra el "Faisán azul" no se veía nada parecido, y ahora ha sido todavía más grave al incluir a todos los miembros de la tripulación. La banda del sombrero de paja ha sido absolutamente derrotada.
Agotados tras el enfrentamiento con el anterior Pacifista y ya teniendo la suerte de que Rayleigh está entreteniendo a Kizaru; la banda ha visto como sus exhaustos miembros han caído uno detrás de otro. Zoro, moribundo desde el episodio de Kuma en Thriller Bark, fue el primero en caer y tanto Usopp como Brook y Sanji han caído ante el azote de un nuevo pacifista tratando de salvarle. Luffy se ha visto sorprendido por las técnicas de Sentoumaru y también ha sido vencido en un primer momento. El relevo lo ha tomado Chooper desatándose con una tercera "rumble ball", recurso que le transforma en "monster" y que sabemos que es absolutamente incontrolable. Pero todas estas medidas desesperadas estan siendo empleadas en plena retirada, la banda sabe que en este momento no puede derrotar a estos adversarios.
Por supuesto, el climax de esta derrota es la desaparición de Zoro. En la saga de Moria ya vimos la particular habilidad de Kuma para "teletransportar" (ya sea el mismo o a otros), todavía no sabíamos si era una habilidad de su biblia o estaba de alguna forma relacionada con su fruta de la zarpa. Ahora ha llegado el momento de descubrirlo. No sabemos cuando Oda nos explicará lo que ha pasado, pero Zoro ha desaparecido y se encuentra ahora en paradero absolutamente desconocido. Esto nos plantea nos dudas. La primera -y más obvia- es que va a pasar con Zoro, que aventura va a vivir -recordemos que esta poco menos que muerto- y como se va a reencontrar con sus compañeros (tiene un vivre card de Rayleigh, luego parece que no será una desaparición de 300 capítulos). La otra gran duda que se nos plantea es cuales son las verdaderas motivaciones de Kuma. Independientemente de su leyenda, el respeto al código del honor que mostró en su encuentro con Zoro lo colocan claramente más cerca de Mihawk que de Cocodrile o Moria. Si tenemos en cuenta que no les mató cuando pudo hacerlo y que ahora, de cierta manera, ha salvado a Zoro de morir a manos de Kizaru y sus lugartenientes, vemos que el shichibukai podría estar jugando un juego muy raro. Su diálogo al aire con Dragon en Thriller Bark no hace si no afianzar esa posibilidad, Kuma podría ser un infiltrado de los revolucionarios en el gobierno mundial.
Pero si esta derrota aplastante de la banda no fuera suficiente, este capítulo reafirma la derrota de las frutas. El poder del demonio interior de cada usuario parece tener más vida propia de la que creíamos, y de esta manera hemos visto como Rayleigh y Sentoumaru son capaces de neutralizar parte de las habilidades de Kizaru y Luffy. Definitivamente, parece que en breve vamos a averiguar bastante sobre la naturaleza de las frutas. Habiendo pasado el medio millar de capítulos y encontrándonos aproximadamente a medio camino de Raftel, parece que Oda quiere reforzar los cimientos de su historia. No creo que este se convierta en un manga de simples puñetazos, pero no cabe duda de que Eiichiro Oda se infiltrando en un terreno muy peligroso. Pero, después de un capítulo tan bueno como el de esta semana, es imposible pensar que el mangaka no lo tiene todo perfectamente pensado y planeado.

viernes, agosto 29, 2008

Hacia la Montaña Solitaria

Guillermo del Toro es, sin duda, uno de los directores más personales que existe en el Hollywood actual. A base de una gran cantidad de honesto trabajo ha conseguido granjearse un buen nombre en ese competitivo mundo y convertirse probablemente el director de temática fantástica más respetado. Aún tratándose de películas tan descaradamente comerciales como "Blade II" o "Mimic", el director consiguió imprimirle siempre una interesante estética visual y no trató al espectador como si fuera un borrego. En películas más pequeñas como "El laberinto del Fauno", limitado por un presupuesto mucho más pequeño, sigue apostando por unos decorados y unos personajes que mezclan a la perfección magia y terror, pero además lo redondea con unos excelentes guiones que el mismo escribe. Hellboy, la saga que hoy voy a criticar, son dos películas en las que ha sabido conjugar tanto un buen guión como las posibilidades que le brindaba el comic de Mignola para crear un universo barroco, oscuro y sobrecargado que lleva su más claro sello personal. Es este el director elegido para suceder a Jackson en la titánica tarea de adaptar a Tolkien y el firmará las dos películas que compondran la versión cinematográfica de "El hobbit"; su capacidad visual es sin duda increible y sus habilidades narrativas no van a la zaga, no obstante, en mi opinión es un director que tiende al sobreexceso y se recrea demasiado en lo que sabe que son sus virtudes. Esperemos que sea comedido con las aventuras de Bilbo y compañía.

Hellboy

La primera película, en mi opinión, es mejor que la segunda por su carencia de ambiciones y por su simple intención de entretener respetando la esencia del comic original. Se nos muestran los orígenes del superhéroe y el resto de la trama gira en torno a un resucitado Rasputín y a un poco de esoterismo. El guión esta bastante trabajo y enlaza la trama principal con un correcto desarrollo del personaje central a través de su relación con su padre y su amor por Liz.
Particularmente creo que la trama romántica es la menos acertada, pues tanto el personaje de Liz como -sobre todo- el de Myers no estan demasiado bien definidos. El personaje de Abe aporta bastante poco a la película, pero su calma y su "amaneramiento" complementen a la perfección la sencillez y brutalidad de Hellboy. No obstante, la poca nobleza de Hellboy y el infantilismo que presenta ante sus problemas de adulto hacen que esta película se alze en este aspecto por encima del resto de películas de superhéroes. Sus personajes son francamente divertidos y se sienten vivos.
En cuanto a la acción, es muy buena. Escenas planificadas, elaboradas y bastante originales. Hellboy no tiene grandes poderes y ni siquiera es demasiado listo, sencillamente acaba reduciendo a sus enemigos por llana brutalidad. Sus peleas son simples y cercanas.
Estudiando otros aspectos más meramente cinematográficos nos encontramos con una película que, a pesar de ser una superproducción, no esconde cierto toque a cine de autor. El guión afronta los temas habituales de este tipo de películas, pero no los responde con soluciones fáciles, sencillamente los deja estar, preocupaciones de las que los protagonistas no se pueden librar facilmente. El montaje es bastante bueno y las escenas de acción y las de trama se intercalan las unas con las otras sin que ninguna eclipse a las otras, avanzando siempre la historia pero sin que la película se haga aburrida para lo que se espera de ella. Por último tendríamos la dirección artística, ciertamente sobervia. El universo de Mignola esta bastante bien adaptado y la película tiene un color claramente oscuro que solo altera un bicho rojo gigante. El diseño de escenarios , artefactos y -en especial- criaturas esta bastante cuidado. Aquí volvemos a ver a ese Del Toro con su pasión por las formas sobrecargadas y barrocas. Visualmente, la película es toda una joya.

Hellboy II: El ejército dorado

Esta secuela, es una película más personal en la que al autor se le ha dado carta libre debido al prestigio que ha acumulado en los últimos años. Esto, para mi gusto, se ha convertido en un lastre; pues la película toma demasiados elementos de la imaginación de Del Toro y esto lo aleja en cierta manera del espíritu del comic original.
La historia se centra en una rebelión del mundo mágico. No me ha gustado como se ha expandido este mundo. La idea no es mala, pero prefería un poco de magia a todo un mundo oculto. Creo que este es el mayor defecto de la película, nada pasaría si este mundo fuera más sombrió y decadente, si estuviera a punto de extinguirse. Del Toro usa la excusa de la magia que usan para camuflarse para mostrar todo un mundo bizarro, gótico y sobrecargado donde impone su característica impronta visual. El sentido de la belleza de Del Toro es muy particular y, si bien nos presenta escenas de un preciosismo increible como el del duelo contra el elemental, tienda al exceso si un buen productor no le controla. Es lo que sucede en esta película, y creo que la sobrecarga visual juega notablemente en su contral.
Mientras los personajes se enfrentan a esta rebelión elfica, hacen frente a sus propios problemas, centrados principalmente en las relaciones amorosas y en la simple reivindicación de s propia humanidad. El tema de la marginalidad, ya tratado en la primera película, explota aquí al máximo. En algunos momentos estos temas pueden parecer algo forzados y no resultar demasiado bien, pero normalmente la calidad de Del Toro como guionista se impone y logra desarrollar perfectamente estos conflictos y además hacerlo mediante escenas en parte cómicas que hacen la película mucho más amena y nos brindan momentos memorables.
La escenas de acción me han dejado un sabor agridulce. El poder de los malos varía de acuerdo a los deseos del director. En ocasiones se nos muestran casi indestructibles, pero cuando se enfrentan a los protagonistas quedan reducidos a un elfo saltarin y un ogro basto. Es algo que no me gusta, pues el cambio que se quiere producir es demasiado grande y no parece que haya una gran fuerza detrás para soportarlo. Las batallas en sí, siguen la tónica de la primera parte y se basan en una simple pero eficaz sucesión de golpes.
El ritmo de la película es bueno, la historia siempre avanza y no hay momentos muertos. Como en su predecesora, secuencias de acción y cómicas se intercalan, pero siempre lo hacen haciendo avanzar la historia o los conflictos de los personajes. No obstante, el argumento no es demasiado original y en ocasiones Del Toro se desboca y supedita el propio desarrollo de la historia a sus caprichos visuales.

jueves, agosto 28, 2008

Todavía muy lejos del One Piece

Fairy Tail - Capítulo 100

Uno de los mangas más populares de estos últimos años ha celebrado su centanario y creo que es el momento adecuado de analizar su evolución con respecto a lo que en un principio me parecio.
El manga de Hiro Mashima, como ya comenté entonces, se encuadra dentro de esa conjunto de series que podemos decir tratan de imitar más a "One Piece" que a "Dragon Ball". Es un manga donde el sentido más puro de la aventura -y en este caso de la magia- cobran más importancia que los combates. Las premisas iniciales de la serie me gustaban, un humor desenfadado y absurdo sobre unos personajes ridículos por momentos pero firmes en sus convicciones. Los parecidos, tanto visuales como narrativos, con la obra de Eiichiro Oda son más que evidentes. No obstante, Fairy Tail sale perdiendo en la comparación y la brecha que los separa da la impresión de hacerse más y más ancha a cada capítulo que pasa (One Piece resulta más fresca en su capítulo 500 que esta serie al cumplir el centenar). La serie tiene dos graves problemas que en cierta manera se minimizan el uno al otro pero que le impiden despegar.
El primer problema, y el menos importante, son los combates. Cada mago tiene una forma distinta de luchar enfocada al tipo de magia que practica, sin embargo, este elemento que debería servir para diferenciar las diversas batallas y darles un toque de originalidad e ingenio similar al que las frutas demoniacas dan a One Piece aquí se queda reducido a mera anécdota al resultar todas las magias monstruosamente poderosas. Es un "piedra-papel-tijera" en el que unas tijeras suficientemente fuertes son capaces de destrozar una piedra. Además, no existe una escala de poder verdaderamente bien definida y no se tiene la verdadera sensación de que el protagonista haya sufrido para alcanzar el nivel de su contrincante (podríamos decir que, desgraciadamente, se ganan muchos combates por "la fuerza de la amistad").
Este defecto de los combates se ve parcialmente reducido por el otro defecto de la serie: su ritmo endemoniado. Los combates no son demasiado largos y ello nos libra de los insustanciales capítulos para alargarlos habítuales en los shonnen, pero esta virtud queda claramente contrarrestada por el terrible problema que el frenetismo de este manga constituye para su desarrollo argumental. Todo sucede a una velocidad sencillamente desmesurada. Este ritmo alto es muy recomendable para los primeros capítulos porque sirve para definir rapidamente a la serie y a sus personajes, pero una vez que se ha superado el medio centenar de capítulos y se ha sumergido ya al lector en el universo creado, las tramas han de ser más complejas y exponerse más pausadamente. Aquí no. La trama de "Phantom lord" apenas ocupaba una veintena de capítulos y la presenta saga de "Titania y Jeral" no llegará a los treinta. Son sagas importantes que redefinen a los personajes; la primera afianza los conceptos principales de la serie y la segunda supone un acontecimiento capital a nivel mundial en el mundo de Mashima. Tales sagas no pueden ser tan cortas, les resta intensidad emocional. Un ejemplo claro de como manejar estas situaciones lo tendríamos en One Piece, donde la saga de Nami-Arlong sería equivalente a la de Lucy y la de Robin-CP9 a la Erza; en ambas tanto el tratamiento de la historia y su narración, como la propia ubicación de estas en la historia global, resultan mucho más acertadas. Es, Fairy Tail, sencillamente, una serie demasiado precipitada, y ello resta importancia siempre a las aventuras que los protagonistas estan viviendo.
Virtudes, resulta innegable, también las tiene. El mundo creado por Mashima es bastante original y se intuye un interesante transfondo a desarrollar en futuras sagas (aunque aquí me reafirmo en que "Jeral" es una carta que se ha jugado demasiado pronto). Existen todavía varios hilos argumentales a desarrollar y Mashima parece -en mayor o en menor medida- tenerlos todos pensados y nos va preparando sutilmente con pequeñas pistas. El manga esta repleto de personajes y resulta sorprendente la facilidad del autor para no dejar de lado demasiado a ninguno de ellos y presentar perfectamente a secundarios del gremio que no parecen destinados a grandes actos en el futuro. El grafismo de la serie, es bastante bueno una vez que uno se acostumbra a esta particular escuela de diseño; quizás se eche en falta un mejor uso de los fondos y alguna que otra lección de anatomía humana (aunque esto no deja de ser un defecto propiciado por el propio diseño de los -en especial "las"- personajes). No obstante, la originalidad, tanto en diseños de personajes como de hechizos es más que notable (y de ambos hemos visto un amplio surtido hasta la fecha). El dibujo de Mashima además es terriblemente limpio. Así pues, a nivel técnico la serie sobrevive perfectamente y -a pesar de los parecidos con One Piece- logra tener una propia entidad visual. Lo único que verdaderamente echaría en cara al autor sería el fanservice en ocasiones absolutamente gratuito que nos regala con los planos.
Por supuesto, el humor es una de las grandes bazas de la serie. Humor completamente absurdo y surreal de unos personajes que ni en el más serio de los momentos pueden librarse de sus particulares complejos. Es esta presencia del humor, capital para el desarrollo de los personajes y de la trama, lo que facilita enormemente la lectura. Si bien el humor, como siempre en estos casos, se basa en algunas particularidades-obsesiones muy particulares de los personajes, no llega a hacerse excesivamente repetitivo. Tampoco, al contrario que One Piece, es una ametralladora de gags, lo cual relaja un poco la carga cómica y resalta los propios chistes, siendo en algunos momentos muy efectivos.
No obstante, todas estas excelentes impresiones que la serie me había dejado durante sus primeros cincuenta capítulos, que verdaderamente la catapultaban en la misma dirección de One Piece, se han ido echando a perder poco a poco con el paso de los episodios. Los acontecimientos, como he dicho, se han precipitado y esta elevada velocidad de narración -paradojicamente- repercute en el ritmo de la serie. Los personajes han crecido y Mashima nos ha dado pequeños anticipos de las tramas futuras, pero ritmo frenético lo hace parecer todo demasiado rápido y fácil, restándole el necesario componente de épico sufrimiento que este tipo de obras necesitan. Además, este desarrollo frenético de la trama ha traído con él unos enemigos terriblemente poderosos, desmesuradamente poderosos me atrevería a decir. Lo cual ha roto el equilibrio de los combates y los ha convertido en una simple sucesión de hechizos donde importa más la fuerza que la técnica, perdiendo la frescura y originalidad de estos en sus comienzos.
Es, en resumen, una serie muy recomendable, pero por desgracia parece estar quedándose lejos de la pequeña maravilla a la que apuntaba en sus primeros tomos.

miércoles, agosto 27, 2008

El nacimiento de una nación

Robin Hobb - Las naves del destino

Seguramente titular una entrada como aquel mítico -no por su contenido- documental no sea lo más adecuado en estos tiempos de correción política, no obstante me parece una buen guiño cinéfico y -sobre todo- una perfecta descripción de la novela.
Con esta novela se cierra la trilogía "Las leyes del mar", cuyas primeras entregas ya comenté aquí y aquí. Esta tercera parte narra el desenlace de todos los acontecimientos que se narraban en las dos anteriores. La novela, si bien -como sus predecesoras- tiene serios problemas de ritmo al distribuir sus tramas en distintos hilos narrativos que se entrelazan menos de lo que el lector desearía, se lee agradablemente y tiene pasajes cautivadores. Creo que la novela, si bien tiene un final trepidante, adolece de un comienzo demasiado lento y repetitivo en algunos momentos. La historia, como ha pasado durante toda la trilogía, se divide en muchos frentes, y los sucesos que ocurren en el Mitonar son sencillamente mucho menos interesantes que todos los relacionados con la Vivacia y el Dechado (me niego a cambiarle el nombre como han hecho en esta tercera entrega, nuevo nombre "Paragon" quizás más adecuado de acuerdo al desenlace de la historia, pero me sigue pareciendo un crimen que un cambio de traductores origine un cambio tan grande en mitad de una saga). Creo que Hobb se sirve de algunos trucos para el desarrollo de sus personajes, pero en general es increible la calidad de esta autora para narrar por separado todas estas historias aportando -interés particular mío al margen- siempre algún detalle importante en cada una de ellas y, finalmente, unirlas todas con una naturalidad pasmosa para general el sobresaliente clímax final de la obra.
Es esta una saga atípica; alejada de grandes batallas y guerras cuenta el nacimiento de una nación y el renacer de una raza olvidada centrándose absolutamente en los personajes y restando importancia a los hechos. Naturalmente hay batallas y giros argumentales, pero podemos decir sin miedo a equivocarnos que el número de "proezas físicas" es muy reducido. Hay, en compensación, una desorbitada cantidad de diálogos sobre cuestiones políticas, morales y mercántiles. Tiene graves defectos: la trama política y social del Mitomar resulta pesada en ocasiones y el desarrollo de los personajes se me hace surreal en algunos momentos (suele estar muy cuidado y elaborado, pero en algunos momentos puntuales los personajes cambian casi por completo como si un resorte se hubiera activado). No obstante, es un relato terriblemente sólido y firme, original tanto en su planteamiento e idea original como en su desarrollo, alejado de tópicos y muy verídico en cuanto a las motivaciones de los personajes y los actos que estas les llevan a realizar.
Es literatura fántastica de calidad, eso es innegable; partiendo de un escenario fántastico nos muestra una batalla despiadadamente realista por poder y como las ambiciones y los hombres se estrellan contra la dura realidad. Pero, igualmente que resulta obvio que esta literatura esta muy por encima de un relato de los Reinos Olvidados, también lo es que el ritmo de la historia y el tránsito de una partes partes de la historia a otros resultan muy forzados en ocasiones. Es esta una muy buena saga, pero 2000 páginas se me hacen a todas luces excesivas para una historia que no es ni tan densa ni tan rica como otras sagas más cortas.

martes, agosto 26, 2008

¡Siguen vivos!

Mötley Crüe - Saints of Los Angeles

En el caso de la banda angelina, el decir que han sacado un disco para demostrar que siguen vivos no es unas obviedad. Mötley, uno de los grupos de hard-rock más emblemáticos de la historia, es también el mayor exponente de estrellas estrellados, o de la simple filosofía de "sexo, drogas y rock´and´roll". Este disco es en parte medio autobiográfico, y en sus letras se puede comprobar el desenfreno constante que ha sido la vida de sus miembros.
No obstante, siempre será motivo de alegría ver como unos rockeros como estos se olvidan de todas las polémicas que siempre les han rodeado y se centran en lo que los hizo grandes: su música. No soy un gran experto en la discografía de este grupo así que no dire si es un disco que compensa todo lo que hemos tenido que esperarlo, pero me parece un excelente disco de hard-rock y creo que la inmensa mayoría de sus temas se encuentran a un tema muy alto. Además, eso es indudable, el disco mantiene a la perfección el estilo clásico de la banda.
La docena de cortes que componen el compacto son sencillamente una excelente colección de temas de hard-rock melódicos a los que se les ha añadido el punto justo de velocidad, fuerza y simple "mala leche" para que su música este más cerca del metal que del pop. Así pues, nos encontramos con unos temas muy accesibles, todos ellos dotados de una melodía muy pegadiza que pronto se contagia al espectador y -en algunos casos- de unos espectulares e hínmicos coros que sin duda haran las delicias de todos los asistentes a los conciertos de la banda. Todas las canciones son siempre ligeras, transgresoras y rebeldes en sus letras como siempre ha sido en la banda, el rock de Mötley siempre ha tenido un aura gamberra e irreverente. Pero este tono ligero y alegre de las canciones esta aderezado por unos riff de guitarra bastante potentes y una batería siempre contundente, confiriéndole a la música más fuerza que felicidad.
El disco es relativamente variado; el estilo de la banda es bastante llano y es innegable que todas las canciones se parecen en algo o en mucho, pero cada canción no deja de tener su propia entidad. Tenemos canciones auténticamente gamberras, ligeras y netamente divertidas como "Down at the whisky" o "goin´out swingin´", ideales para conciertos o para sencillamente alegrar al oyente. "Saints of Los Angeles", single que da título al disco, pertenece a esa escuela de rock de los 90 que juega con los ritmos y los tiempos de las canciones, aunque lo hace siempre con una fuerza considerable en todas sus partes. "Motherfucker of the year", al contrario, se asemeja más al rock simple pero directo y espectacular de los 80. "Just another psycho" y "The animal in me" son dos excelentes temas de medio tiempo que muestran un toque más melancólico que alegre y que funcionan a la perfección.
Es, en resumen un excelente disco. En pleno 2008 es bueno ver una banda que hace un rock tan simple, puro y cautivador como el de la década de los 80. Por supuesto, Mötley ha crecido, la producción del disco es bestial y la complejidad de algunas canciones es más que notable... pero en esencia todas se basan en una simplemente en una pegadiza melodía a la que se le añaden algunos riff y una batería más que contundente. Si este es el regreso de los Mötley después de muchos años de devaneos con la cara más oscura del estrellato, no podemos hacer otra cosa que lamentarnos por el tiempo perdido y esperar que el próximo disco mantenga el nivel y no se tome tanto tiempo como este.

domingo, agosto 24, 2008

Canción de Logias y Espíritus: Choque de reyes

One Piece 511: Sentoumaru, el del hacha gigante

Recuerdo la película "La comunidad del anillo" de Peter Jackson para comenzar el análisis de este capítulo de la serie de Oda: "En el mundo hay más fuerzas, además de la voluntad de mal". La banda de Luffy, después de una agónica batalla contra un Pacifista se ha visto de repente inmersa en una batalla aún más terrible. Y han recibido refuerzos, por primera vez en lo que va de serie podríamos decir que han sido salvados de una muerte segura por otro personaje: El rey oscuro Rayleigh. La importancia que la banda ha cobrado a partir de sus acciones ha llamado la atención definitivamente de más marines que Aokiji y Garp, y las motivaciones por las que se han regido han comenzado a interesar a más "grandes piratas" además de Shanks.
Los Pacifistas siguen desconcertándome. Creo que la banda ha tenido una victoria fácil sobre el "PX-4", pero Oda ha dejado bien claro que ha sido una batalla larga y agotadora. Particularmente me gusta la frialdad de estos robots y el hecho de que se limiten a llegar y a disparar rayos como locos; no son carismáticos pero si pueden resultar muy molestos, y por ende pueden resultar apropiados para acelerar acontecimientos o proporcionarnos pequeños momentos cómicos. En todo caso, parecen "caros", así que es posible que no los veamos demasiado. Ligado a los pacificistas más de lo que pensábamos está Sentoumaru, capitán de un escuadrón especial, es el guardaespaldas de Vegapunk y no un lugarteniente de Kizaru. Se autoproclama el hombre con la mejor defensa del mundo y ello, unido al rango que ocupa, nos da una idea de que se encuentra verdaderamente arriba en la estructura de la marina. Es un personaje 100% Oda con la estupidez seria que el autor da a muchos de sus personajes. Evidentemente no se trata de un "jefe final", pero sus habilidades defensivas y la gigantesca hacha que porta parecen colocarlo perfectamente al nivel de un primer espada. Nos encontramos aproximadamente a mitad de la serie y no puedo dejar de preguntarme como va a continuar Oda; la Marina ya ha mostrado a dos de sus almirantes y es de suponer que Sengoku no podría ser mucho más poderoso, dejando a un lado a Garp, Smoker, este "gran poder" ya ha mostrado todo lo que tiene. Luffy y cía aún no han escalado hasta la posición más elevada, pero es indudable que se encuentran relativamente cerca y que ahora mismo sólo los miembros más poderosos de la Marina pueden enfrentarse a ellos. Creo que la única baza que le queda al gobierno mundial, además de los shichibukais (cuyo poder no puede exceder al de los propios almirantes) es el cada vez más presente Vegapunk.
No obstante, lo verdaderamente importante de este episodio ha sido la irrupción de Kizaru. Por momentos Oda parecía haber recurrido a la habitual separación del grupo y a la promesa de una "reunión" en tres días. Seguramente habría sido lo más normal si atendemos al margen del tiempo en el que nos estamos moviendo y es posible que se acabe recurriendo a este tópico, pero por el momento Oda lo ha destrozado con una facilidad pasmosa. Shabondy continua siendo el caos absoluto sin un segundo de descanso que comenzó con la agresión a los nobles mundiales (agresión y conflicto que parecía muy importante y relevante pero que, por el frenesí de los últimos capítulos parece ahora muy lejano). Kizaru, con sus bromas sobre sencillez y desgana, continúa demostrando ser un arma terriblemente poderosa y fiel al gobierno. Acabó con cuatro supernovas en un instante y parecía dispuesto a hacer lo propio con la banda de Luffy, todo ello sin apenas despeinarse. Este es de lejos el mayor y más terrible poder al que se han enfrentado Luffy y cía -AoKiji y su particular filosofía aparte- y finalmente la vieja guardia pirata ha tenido que salvar a la nueva.
La irrupción de Rayleigh, personaje mucho más bohemio y romántico de lo que se aventuraba en un principio, no hace si no remarcar el caracter noble de la piratería. El segundo de Roger ha visto en Luffy, sus acciones, sus motivaciones y sus nakamas lo mismo que ya intuyó Shanks: un verdadero heredero del rey de los piratas, el espíritu de su capitan sobreviendo a la carne y la sangre. Supongo que, siendo un personaje tan importante y supuestamente fuerte, resultaba iluso -y hasta peligroso- pensar que no iba a luchar. Finalmente lo ha hecho para salvar "los jóvenes brotes de la nueva era". Ahora resta sabes que sucedera a continuación, si este enfrentamiento entre titanes se perpetuara o si Oda lo usara como mera excusa para organizar la retirada de la banda y omitirá parte del enfrentamiento para permitir que sean Luffy y sus compañeros (y aquí me apunto a la teoría que he visto por algunos foros e incluyo también a los supernovas) los de derroten al conglomerado de enemigos que suponen Kizaru, Sentoumaru y los Pacifistas.
Pero, final de saga al margen, Rayleigh nos puede mostrar algo mucho más importante, la solución a un problema que Oda lleva esquivando como puede desde la irrupción de Smoker hace ya más de 400 capítuos: como derrotar a un Logia. Los logia siempre se nos han presentado como dioses sobre la faz de la tierra y sólo un cúmulo de circunstacias han permitido a Luffy derrotar a dos de ellos, pero siendo francos resulta siempre muy forzado derrotar a un elemento y unicamente Barbanegra con su propia logia parece tener alguna oportunidad contra ellos. Naturalmente es posible que Rayleigh tenga su propia fruta y que con ella sea capaz de neutralizar la habilidades de este tipo de usuarios, pero es de esperar que Oda use este enfrentamiento para solucionar al fin esta pregunta y no continuar esquivándola. Parece que todo se enfoca hacia el aura y creo que sería una salida bastante noble el hacer que el aura hichiera perder el sentido al propio demonio de la fruta que supuestamente sus usuarios llevan dentro. Sabemos, por lo que nos dijo Barbanegra y por la propia irrupción de "monster chooper" en la torre de la justicia que el "espíritu" del demonio esta dentro de ellos de alguna forma, quizás si la presencia de su enemigo es más fuerte que la suya misma podría reducir los efectos "automáticos" de este tipo de frutas. En todo caso tenemos un logia, a uno de los hombres con mayor aura del mundo y al guardaespaldas de Vegapunk (Oda dijo en una entrevista que pensaba profundizar más en la naturaleza de las frutas cuando llegara la saga del científico) y a sus Pacifistas; momento más que perfecto para aclarar todas estas dudas que nos planteamos los seguidores de la serie y de cuyas respuestas depende en gran parte el futuro de la serie. En Oda confiamos.

miércoles, agosto 20, 2008

La más sangrienta canción de amor

Elfen Lied

"Elfen Lied", anime que descubrí por primera vez hace ya más de tres años, es sin duda una de esas series que la sociedad asociaría irremediable y despectivamente al término "manga". Es una serie que se recrea en todo tipo de excesos sangrientos y de índole sexual para despertar el morbo en el espectador. No es, ni mucho menos, un camino honorable, pero el anime en ocasiones nos regala pequeñas series que partiendo de esta desagradable premisa la aprovechan a la perfección y la convierten en una virtud. Es esta una serie que me inquieta pues, siendo uno de mis animes favoritos, es innegable que analizada friamente es una serie mediocre.
La historia de "Elfen Lied" se centra en la relación entre Lucy (perteneciente a una raza evolucionada a partir de la humana que se caracteriza por tener cuernos y una serie de brazos fantasmagóricos terriblemente poderosos) y Kouta (un joven traumatizado por un accidente de su pasado). Lucy, tras escapar al principio de la serie del centro militar en el que era estudiada -quizás los primeros cinco minutos más sangrientes de la historia del anime- pierde la memoria y acaba viviendo con Kouta. Conforme avanza la serie, mientras varios asesinos son enviados para acabar con Lucy, descubriremos el pasado de los protagonistas. En torno a esta trama principal encontramos muchas otras que oscilan entre la más pura comedia romántica y el drama psicológico.
Las tramás románticas de la serie resultan bastante tópicas y, si bien la historia principal se sostiene, algunas de las secundarias son insultantemente insulsas. Además, la serie tiende a usar un extraño fanservice por el que en ocasiones no se decanta finalmente, obteniendo así un resultado muy extraño y algunas escenas que sencillamente estan fuera de lugar. Las vertientes dramáticas de la historia, si bien suelen abusar también de tópicos y clichés del género, presentan escenas sorprendentes en ocasiones y algunas de una crueldad increible. No obstante, a pesar de que la serie no sea demasiado original en su planteamiento o en su desarrollo, si consigue transmitir un mensaje de tristeza, culpa y redención con una fuerza extraordinario. Es este tono amargo y triste lo que siempre me ha conmovido de esta obra.
En sus formas hay que decir que es una serie que, sencillamente, se excede. Si bien se podríamos excusar sus excesos a fin de justificar los actos de Lucy y reflejar la maldad inherente del ser humano o la crueldad de nuestra especie. La violencia se muestra siempre con una fuerza monstruosa, vertiendo toneladas de sangre y recurriendo incluso a una originalidad macabra. La serie en ningún momento trata de excusar o camuflar a Lucy y siempre refleja la monstruosidad de sus actos, pero hace lo mismo con los enemigos de esta. Si bien el baño de sangre que esta serie es no me molesta (y de hecho hasta me resulta divertido en ocasiones), no puedo decir lo mismo de los desnudos de la protagonista y varias referencias sexuales que sencillamente son irrelevantes para la trama y han sido insertados como el más puro e infame "fanservice". Particularmente me gustan estos aspectos de la serie, en una sociedad tan hipocritamente puritana como la actual un anime tan desinhibido me resulta de alguna forma refrescante, pero es igualmente innegable negar que todos estos excesos echarán para atrás a cualquier público más convencional.
Su trama y su narrativa se dan la mano con un ritmo perfectamente planificado. Si obviamos los excesos y los defectos de la trama, hemos de reconocer que la serie esta perfectamente llevada. Se manejan varios hilos narrativos, todos ellos se entrelazan manteniendo el interes en todos y sin que parezca que ninguno eclipsa al resto. El formato episódico esta perfectamente aprovechado y los guionistas siempre consiguen terminar los episodios con un pequeño giró de guión o una escena que se encuentra en todo lo alto.
A nivel técnico la serie es mediocre. Es antigua y no ha envejecido demasiado bien. Los diseños de los personajes son muy comunes y la animación es muy convencional. Se trata de un anime que, visualmente -nuevamente si obviamos sus excesos- encaja perfectamente con el estilo visual del primer lustro de este siglo. Unicamente para los "vectores" se recurre a un efectivo recurso infográfico, pero el resto -incluyendo aquí escenarios y encuadres- se muestra conforme a unos cánones muy habituales y económicos. "Elfen lied" era un producto relativamente menor de un estudio pequeño, si valoramos su presupuesto no podemos exigirle a esta serie una animación de película. No obstante, si destacaría el tema principal de la serie, una melodía de corte clásico terriblemente triste y hermosa que incluso es transformada en el opening de la serie con una cuidada letra en latín.
"Elfen lied" es un anime que perfectamente podría ser catalogado como mediocre, pero tiene un extraño halo de tristeza y belleza que -al menos para mí- me maravilla.

lunes, agosto 18, 2008

Segunda primera parte

Las naves de la locura

Segunda entrega de la trilogía "Las leyes del mar" de Robin Hobb, es una lectura muy bien construida pero también una segunda parte que adolece de un ritmo muy lento y un pobre desarrollo de la historia.
Se trata de una buena novela, pero no es una buena segunda parte, es más una prolongación de la primera parte durante la mayor parte de su extensión. Particularmente me gusta bastante la estructura clásica de la narración que divide las obras en presentación, nudo y desenlace. Creo que en las trilogías cada una de las partes ha de corresponderse en cierta manera con estas partes. En esta novela no pasa. Si bien la primera parte nos presentaba a los personajes y al particular universo en el que vivían, en esta segunda se nos presentan los verdaderos conflictos que compondrán el corazón de la saga. La construcción de cada uno de estos problemas es perfecta, pero no deja de parecerme excesivo que se hayan usado dos libros para colocar las piezas sobre el tablero y que todo se vaya a resolver en el último acto.
Esta segunda parte es mejor que su predecesora, la mayoría de los personajes ya han sido presentados y el ritmo mejora considerablemente (especialmente hacia el final). Todo lo que se intuía en la primera parte se desarrolla ahora con mayor claridad y la propia autora se nota más asentada en el mundo que ha creado y se arriesga más en las decisiones que toma. Resulta curioso como personajes que eran apenas secundarios en la primera entrega ahora adquieren un rol mucho más importante (Malta, Etta, Ambar) y se añaden algunos nuevos (Cosgo, Senilla y Reyn) para ampliar el espectro del lector y mostrarle así todas las vertientes del conflicto que se avecina. Personajes como Althea, Brash y Kennit han perdido sorprendentemente peso en la historia y se limitan a esperar hasta que la historia les vuelva a necesitar. El único personaje que podríamos considerar como protagonista en ambas novelas sería Wintrow.
El libro muestra más tramas que su predecesora; a las tensiones del Mitomar se les añaden las del propio Satrapa y las de los territorios Fluviales, asi mismo Kennit comienza a construir su imperio. La autora olvida las trampas que usó en la primera parte y nos muestra abiertamente la naturaleza del tronconjuro, así como la relación de las naos redivivas con las serpientes y los dragones. No obstante, como sucedía con el libro anterior, de nuevo he tenido la sensación de que Hobb se ha explayado mucho en algunas partes y que el libro podría haberse resuelto con quinientas páginas. El ritmo de la saga, si bien ha mejorado, sigue siendo algo irregular.
De momento la saga me esta gustando, se nota un relato terriblemente sólido y bien construido, pero igualmente pienso que habiendo leído más de mil trescientas páginas ha sucedido bastante poco.

jueves, agosto 14, 2008

Los inicios del caballero oscuro

Batman es, junto con Superman, el gran emblema de la DC, y ambos conforman -junto con Spiderman- el trío de héroes más populares del comic americano. A finales de los 80 Tim Burton, cineasta cuya pasión por la noche y el barroquismo todos conocemos, recibió el encargo de adaptar los comics al cine. Burton gestó dos pequeñas maravillas llamadas "Batman" y "Batman returns", oscuras y apoyadas por un casting magnífico, captaban la esencia de los comics. Después todo desvarió y gracias a Joel Schumacher sufrimos dos vergonzosas secuelas que recordaban más a la mitica -por su cutrez- serie de los 60 que a las películas originales de la serie. El señor de la noche quedó así olvidado. No obstante, en el 2000 los superhéroes de la Marvel comenzaron a apoderarse de la pantalla y la DC vio la oportunidad de recuperar al hombre-murciélago para el cine. El encargado fue Christopher Nolan.

Batman Begins

Batman Begins es una excelente película de superhéroes; sin embargo, por muy potenciadas que esten las virtudes de este género en su metraje, sus defectos -aunque reducidos- siguen estando allí.
La película olvida las antiguas adaptaciones del héroe y narra el principio de la historia. Así pues vemos a un Bruce Wayne primero perdido en su sed de venganza y desorientación para ver como poco a poco sus ideales se pulen y acaba transformándose en la noche. Naturalmente existe un villano de turno que trata de sumir a Gotham city en el caos, y naturalmente acaba existiendo relación entre él y la muerte de los padres de Wayne para así acabar con los fantasmas del pasado de este. En este aspecto la película se puede dividir en dos partes: una primera que narraría toda la evolución del personaje de Bruce Wayne y su transformación en Batman, y otra segunda que versaría sobre los villanos de turno. La película se maneja mucho mejor en el primer aspecto, el director se encuentra más cómodo narrando las inquietudes de su protagonista que en los momentos de pura acción. La película, como todas las de superhéroes, se resiente cuando el villano de turno entra en escena (este tipo de villanos individualizados y caracterizados carecen de sentido hoy en día). Así mismo, la película tiene algunas concesiones hacia el humor o el sentimentalismo fácil que, si bien son escasas, descolocan algo teniendo en cuenta el tono preminentemente oscuro de la cinta. No obstante, son estos defectos poco notables en la película y el pulso de Nolan los supera con crecer.
La película tiene un buen guión y el ritmo y la dirección son excelentes (quizás unicamente se le pueda achacar algo de caos en la narración de las escenas de lucha). La realización técnica de la película es buena, quizás la fotografía abusa algo del negro, pero es algo casi inevitable en una película referida a este héroe. El casting de la película sencillamente corta el aliente. Bale encarna un Batman que me parece algo frío y rígido, pero su Bruce Wayne es muy bueno; y esta soportado por una cohorte de secundarios capitaneados por Morgan Freeman, Gary Oldman y Michael Caine que dificilmente podría mejorarse.
Asi pues, si bien baja algo de nivel en su segunda mitad, es una película muy recomendable. Espectacular y entretenida, trata al personaje de Batman con la sobriedad, el respeto y la elegancia que el personaje de Kane y Finger se merece.

The dark knight

"Batman Begins" era una excelente película de superhéroes, una de las mejores, de hecho. Pero era una película de superhéroes, exigía cierta complicidad al espectador y adolecía de todos los defectos de este género. "The Dark Knight" no, esta película trascende todos los clichés del género para convertirse, sencillamente, en LA MEJOR PELÍCULA DE SUPERHÉROES DE LA HISTORIA. La clave es simple, "The Dark Knight" no es una película de superhéroes.
Películas como "Spiderman", "X-men" o la propia "Batman Begins" eran productos muy dignos; entretenidas, espectaculares y dotadas de un pequeño mensaje. No obstante, todas estaban supeditados a los ideales de nobleza absoluta de los superhéroes y las situaciones que estos siempre conllevan. Esta película avanza un paso más. Nos presenta un héroe luminoso que ha de sumergirse en las más absolutas tinieblas.
El mensaje de la película es mucho más profundo e importante de lo habítual en estas películas. La película trata sobre la responsabilidad de nuestros actos, sobre la moral, sobre el bien y el mal, sobre el caos, sobre el orden, sobre la esperanza y los sacrificios, en definitiva, sobre el más cruel y duro heroísmo.
Lo absolutamente genial de esta película es la naturalidad con la que todos estos temas son tratados pues mientras se apabulla la retina del espectador con una interminable sucesión de escenas de acción se insertan geniales diálogos entre Batman-Gordon-Dent o exposiciones demencialmente lúcidas del Joker. Es una película bestial a nivel visual (mucho más que su predecesora, pues las secuencias de acción han ganado en planificación y espectacularidad, e incluso se transladan a la luz día), pero lo que realmente se recordara de ella son sus díalogos, la infinidad de grandes frases que deja y el par de momentos que -por su valentía y realismo- son sencillamente inalcanzables para héroes "luminosos".
La película mejora en todo a su predecesora e incluso mejora a esta (la trama "amorosa" adquiere verdadera importancia en esta segunda parte). Todo aquello que eran defectos en su primera parte queda ahora solucionado, y las virtudes de aquella película palidecen ante las de esta. El ritmo es endiablado, suceden infinidad de cosas, todas a una velocidad de vértigo y con una cohesión asombrosa. La tensión siempre va a más y cada quince minutos el Joker nos sorprende con un nuevo plan más deliciosamente maligno que el anterior. Porque si bien en su precuela la parte más puramente de superhéroes fallaba aquí brilla con luz propia gracias al monstruoso trabajo llevado a cabo por los Nolan, Ledger y Eckhart; los primeros aportan un guión y una dirección sobresalientes, y los otros dos nos regalan unas interpretaciones antológicas para el Joker y Dos Caras. Dos villanos sencillamente superlativos, pues el jaque en el que colocan al héroe no se basa en sus poderes, si no en su simple y llana malicia.
Sobre los aspectos técnicos de la película apenas se puede hablar. La fotografía es excelente, el montaje es sencillamente sublime, los efectos se integran a la perfección y la banda sonora es apotéosica. Pero lo mejor de esta película es el guión, todos los recursos visuales de la cinta están puestos a su disposición y ante lo que consigue el espectador -por extraño que pueda parecer- apenas reparará en lo que esta viendo.

miércoles, agosto 13, 2008

Un anime para recordar

Ef ~ a tale of memories

Anime perteneciente a la temporada de otoño del 2007 y gestado por los genios de SHAFT, no lo seguí en su día porque el primer episodio no me pareció excesivamente llamativo, ahora le he dado una oportunidad a instancia de recomendaciones de amigos y no puedo hacer otra cosa que agradecer a estos su consejo. "Ef", si bien me parece una obra algo irregular y mejorable, entra por la puerta grande en el selecto grupo de animes románticos que considero "imprescindibles", series como "Kimi ga Nozomu Eien", "Tsukihime", "Elfen Lied" o "True tears". En este análisis evitare los spoilers referentes al desarrollo de la trama, pero me resulta imposible omitir un par de detalles que marcan el comienzo de la serie y que resultan imprescindibles para intentar describirla.
Serie basada en un eroge, afortunadamente esta ascendencia es poco notable si obviamos los diseños de los personajes y algunos secundarios muy arqueotipados. La trama gira en torno a la memoria de las personas y, principalmente, al miedo a ser olvidado o a olvidar a alguién. La serie se divide en dos claras líneas argumentales practicamente independientes que afrontan estas dos vertientes del problema. La primera, mucho más convencional, narra un triángulo amoroso en el cual nos encontramos tres personajes terriblemente cobardes y egoistas. Es esta la vertiente más tradicional de la historia, y si bien esta magistralmente contada y ofrece algunos momentos dramáticos, es la parte más floja del anime. Es en la otra vertiente de la historia, la centrada en Chihiro -una joven que no puede recordar nada más allá de 13 horas- donde encontramos el verdadero corazón de esta serie y los elementos que la transforman en una pequeña joya. El amor condenado a olvidarse de dos muchachos esta recreado con una extraña mezcla de ternura y crueldad, salpicado con un acertado simbolismo y unos pequeños elementos mágicos que lo elevan al nivel de cuento de hadas. No obstante, en la alternacia de estas dos historias encuentro uno de los grandes problemas de la serie, pues -a pesar de que existe un lazo de sangre entre dos de sus protagonistas- nunca se alternan; parecen historias completamente independientes y en cierta manera podría decirse que incluso en ocasiones se cortan el ritmo entre ellas. Es algo que no termino de entender, pues creo que la historia podría mejorar en algunos aspectos si las dos hermanas que protagonizan la serie se encontraran o al menos se produjera entre ellas una interacción mayor que la de unos pocos mensajes de texto. Además, aunque esto es meramente una opinión personal, una de las dos partes es muy superior a la otra.
Sobre esta trama se mueven unos personajes relativamente simples a los que la tragedia de las memorias arrastran. En el primer arco nos encontramos con unos personajes más egoistas y cobardes, incapaces de tomar una decisión si no es en el último momento. Este les acarrea sufrimiento, aunque nunca llegue a establecer una empatía con ellos como la que logran otras series. El sufrimiento de estos personajes es más ficticio que real (en la misma serie queda empequeñecido por el que se contempla en el arco de Chihiro); además me parece que se cierra de una forma demasiado alegre o rápida. Chihiro y Renji, en cambio, protagonizan un verdadero drama lacrimógeno magníficamente planificado y recreado. Son dos personajes terriblemente optimistas, alegres y amables, y por ello mismo resulta más cruel y terrible verlos enfrentarse a un destino contra el que nada pueden hacer. La serie lleva a estos dos personajes al límite pero los hace crecer con ello. Al igual que la historia en la que se ubican es mejor que la de sus compañeros, lo mismo puede decirse de su propio desarrollo.
El ritmo de la serie, como he comentado anteriormente, no es perfecto. Las dos historias apenas se entrecruzan y la transición de una a otra no siempre es lo fluida que se desearía. Aún así ambas mantienen siempre la tensión y el drama, y quizás se beneficien algo de esta estructura al disponer más minutos ininterrupidos para desarrollarse. El tempo de la serie es lento, no hay acción y todo el conflicto se focaliza en las relaciones de los personajes. La primera parte de la serie podríamos considerarla alegre, como el vivir unos agradables momentos; la segunda, mucho más amarga, consiste en la lucha por preservar esos recuerdos.
Ya refiriéndonos a los aspectos técnicos de la serie, hay que valorar esta como la joya que es. SHAFT, estudio progresista donde los haya, lleva su animación experimintal al género de la novela visual. Naturalmente no es el desmadre de Sayonara Zetsubou Sensei, pero la serie se aleja de los convencionalismos del género y logra un apartado visual sencillamente único (quizás lo único que se le puede asemejar fue la valiente "Karekano" de Gainax ). Los diseños de los personajes son deudores de su origen de videojuego, son convencionales y tópicos hasta decir basta, pero el estudio logra recrearlos con un pincel terriblemente fino y la animación que usa para moverlos es sencillamente increible. Si exceptuamos alguna concesión cómica en sus primeros episodios, no existe deformación alguna en los personajes y en ningún momento notamos un bajón en la calidad de la animación, animación siempre fluida y natural. Si los personajes se mueven con una suavidad asombrosa, hay que mencionar que lo hacen sobre unos fondo espléndidos. Aquí el estudio deja atrás el trabajo de los diseñadores del videojuego y nos muestra unos escenarios cuidados hasta el más mínimo detalle para, sobre ellos, recrearse con unos juegos de sombras y luces fabulosos. La fotografía y la iluminación de esta serie pueden, sencillamente, contarse como una de las mejores del anime reciente. Para completar este apartado técnico de lujo se encuentra un score magnífico, repleto de pequeñas melodías preciosas que acentúan los grandes momentos de la serie y que refuerzan a la perfección las emociones que las imágenes tratan de transmitir.
SHAFT consigue además impregnar a las numerosas metáforas visuales que refuerzan la historia de una belleza y una fuerza muy percibibles. No obstante, el coste de tantas virtudes es un excesivo lirismo que en ocasiones repercute negativamente sobre la serie. SHAFT tiende a desmadrarse en sus series, y aquí lo hace en ocasiones (sobre todo durante los primeros episodios), jugando con planos dicromáticos y con relieves y fondos. Es un defecto que no lastra demasiado la historia y que incluso en ocasiones es usado como un arma narrativa más, pero mi impresión general es que no era necesario. No obstante, son estas extravagancias del estudio las que le permiten alcanzar en esta serie un par de metáforas visuales impagables que ya de por sí convertirían a la serie en un imprescindible del anime por los avances narrativos que constituyen.
En resumen, "Ef" es una pequeña maravilla del anime actual. En una época en la que la comedia "harem" o las adaptaciones de eroges cuentan por decenas y donde la mediocridad es la cualidad reinante en ellas; "Ef" nos muestra una historia con una fuerza y una magia innegables que narra con una dirección sobria y serie, pero también valiéndose de una colección de recursos visuales impresionantes.

martes, agosto 12, 2008

En la conciencia de un asesino

Dexter (2ª temporada)

Dexter ha sido una de las revelaciones del competitivo panorama de series que existe actualmente en los Estados Unidos. Su primera temporada nos colocaba en la retorcida mente de un frío asesino completamente amoral, el concepto era tan sugerente y el personaje principal estaba tan magistralmente dibujado que el espectador adquiría una extraña empatía con él y con la serie en si. La primera temporada nos presentaba a Dexter y a su mundo, no obstante, el climax de aquella docena de episodios colocó a nuestro asesino en una cruel encrucijada que destruyo su particular sistema de valores. Esta segunda temporada comienza en este punto y se adentra mucho más en la personalidad del asesino, en sus motivaciones y en sus sentimientos de culpa. En la primera temporada Dexter era esclavo de su propia adicción a matar, en esta, de alguna manera la supera y podemos decir que logra encontrar su verdadera personalidad.
El hilo conductor de esta segunda temporada es toda una genialidad por parte del autor de las novelas, pues gira en torno al propio Dexter al ser descubiertos los cadáveres que había estado arrojando al Atlántico durante años. Esto provocara que todos los esfuerzos de la policía (en la cual el mismo se encuentra) y el FBI se centren en encontrar a "el Carnicero de la Bahía". El cerco poco a poco se ira cerrando en torno a Dexter y veremos como la paranoia de este aumenta al mismo tiempo que comienza a plantearse quien es verdaderemente y si esta actuando correctamente. Este es el verdadero gran pilar de esta segunda temporada, pues el "código" de Harry se desmorona, como lo hace la figura del padre adoptivo del protagonista. Con estas dudas Dexter ya no sabe si hace el bien o el mal, e incluso comienza a importarle y empieza a experimentar algo que podíamos llamar conciencia. Es aquí donde entra Layla, personaje que sacudirá aún más los débiles cimientos de la personalidad de Dexter y que se eregirá como la particular e inusual gran villana de esta segunda temporada.
Es esta segunda una temporada mucho más inusual y arriesgada que la primera, el principal conflicto yace en el interior del protagonista, confiriéndole a la serie un tono mucho más íntimo y menos comercial. No obstante, teniendo en cuenta el particular y díficil argumento de esta serie, es una decisión más que acertada pues ha contribuido a definir aún mejor el personaje y lo ha hecho crecer mucho. No obstante, esta prioridad que se da al desarrollo de Dexter se realiza en favor de las historias policiacas y del desarrollo del propio caso principal de la temporada; la serie sigue teniendo multitud de hilos abiertos, pero la sensación de continuidad en el caso principal resulta particularmente dañada por esta dirección argumental.
El desarrollo de secundarios es también muy valiente en esta segunda temporada, destacando la evolución de Laguerra y Doakes, ambas sorprendentes y muy arriesgadas. En este aspecto hay que señalar también la de Deb, sólo que la suya vuelve a estar centrada en escarceos amorosos y muestra que es un personaje que existe más como soporte de su hermano que como personaje individual, espero que en la tercera temporada se le de un enfoque radicalmente distinto.
De los aspectos técnicos apenas se puede comentar nada, la serie es bastante convencional en este aspecto y unicamente habría que reseñar nuevamente la monstruosa tarea de Michael C. Hall como Dexter.
En resumen, se trata de una segunda temporada muy distinta a la anterior, más arriesgada, valiente e íntima. La serie no ha querido repetirse y ha evolucionado profundizando aún más en la personalidad de su protagonismo. Si bien es menos accesible, no me parece que esta temporada desmerezca en absoluto a su predecosa, incluso diría que sube el nivel.

lunes, agosto 11, 2008

Lo mejor y lo peor de Inoue

Vagabond 250

Esta entrada es una continuación de esta otra, que escribi hace año y medio, cuando descubrí esta magna obra de Inoue. Las impresiones que tenía entonces se han confirmado. No soy un gran admirador de este autor; soy consciente de que tiene grandes virtudes, pero -al menos para mi gusto- también tiene una considerable colección de defectos que la lastran.
La serie me pareció ejemplar en su primera quincena de capítulos, después empeoraba considerablemente mientras Inoue utilizaba demasiadas páginas para narrar los orígenes de Kojiro y explicar su particular personalidad. Tras ello la serie recuperaba el nivel. En esta entrada analizare esta última parte del manga, parte que, como indica el título, muestra lo mejor y lo peor de este reputado mangaka.
Dejado ya atrás el origen de su gran rival, estos últimos cincuenta capítulos se han centrado en la batalla de Mushashi Miyamoto contra el clan Yoshioka. Creo que hay que diferenciar dos partes: la batalla contra los 70 hombres y el resto. La segunda parte, que podemos decir ocupa la primera mitad de esta parte de la historia y su epílogo es, sencillamente, brillante. Muestra lo mejor de este autor. La narración es precisa como el bisturí de un cirujano; Inoue consigue congregar varias líneas argumentales en torno al evento que el desafió de Mushashi al clan y, al tiempo que profundiza en la personalidad del propio protagonista y en la de sus enemigos, lo hace también en los secundarios e incluso logra establecer una primera confrontación entre Mushashi y Kojiro. Inoue ya nos muestra uno de los grandes momentos de la saga al principio y después consigue mantener la emoción y la tensión a lo largo de los capítulos. El ritmo es extraño, parece lento al hacer mucho incapié en los pensamientos de los protagonistas, pero después se desvocá como un salvaje mandoble en unas pocas viñetas para mostrar las escenas de accíón.
La parte anterior muestra lo grande que es este autor, la siguiente -por desgracia- muestra lo peor. La batalla contra los 70 yoshioka seguramente sea un suceso mítico en la cultura espadachina nipona, pero creo que Inoue se excede claramente en su narración. Demasiadas páginas carentes de emoción para mostrar como el protagonista acaba con sus enemigos; y en función al número de páginas empleadas parece que el autor quisiera mostrarnos como acaba con cada uno de sus enemigos. Esta parte esta cargada de mucho simbolismo y se trata de profundizar un poco más en la personalidad de Mushashi al enfrentarno a un auténtico infierno, pero estos capítulos contituyen para mi una lectura muy pesada y repetiva, espadazos y espadazos que se suceden sin que verdaderamente esta tensión se transmita al lector.
No podría finalizar una reseña sobre Inoue sin mencionar su dibujo, sencillamente superlativo. La narrativa de Inoue hereda claramente de los clásicos y no busca ángulos o encuadres excesivamente arriesgados o plásticos, no obstante si recurre con frecuencia al habítual recurso que constituyen las metáforas visuales. Aquí Inoue, con sus magníficos modelados y su construcción del movimiento, con sus elaborados fondos y el excelente recreación de la sangre y las salpicaduras, muestra un grafismo que convierte cada capítulo en un placer para la vista.
En resumen, Inoue es un mangaka con uno de los mejores grafismos actuales y una habilidad narrativa fuera de toda duda, pero creo que también en ocasiones pierde el rumbo de la historia y se pierde en pasajes relativamente irrelevantes de su historia.

domingo, agosto 10, 2008

One Piece también tiene sus capítulos de relleno...

One Piece - Capítulo 510 - La banda de los mugiwara contra el arma combate

aunque Oda consigue aprovecharlos para cosas buenas. En este episodio se cncluyen las dos batallas que llevavamos viendo los últimos capítulos: el enfrentamiento de Kizaru y un Pacificista contra cuatro rookies, y el de la banda de Luffy contra uno de los clones de Kuma. La conclusión de ambas batallas, es al menos digna de análisis. Particularmente no me ha gustado demasiado el desarrollo final, pero Oda se ha servido de estas dos batallas para -además de mostrarnos unos combates espectaculares- ha vuelto a dejar clara la escala de poderes.
Los logias son dioses. Es algo que habíamos olvidado últimamente debido a que los últimos grandes villanos no eran usuarios de este tipo de frutas. Es obvio que frutas como la de Moria, Pellona, Trafalgar, Capone, Jewelly o Blueno son muy originales y, bien aprovechadas dan lugar a combates realmente divertidos y espectaculares. Pero las logia siempre han sido las frutas más poderosas. En cierta manera, que Luffy consiguiera derrotar a Cocodrile y Ener mermó la reputación de estas frutas. Pero recordemos que fueron derrotas muy circunstaciales: Luffy consiguió descubrir la debilidad del shichibukai y sencillamente su cuerpo de goma resultó ser el antídoto natural para la electricidad del "Dios" de Skypea. Los logia siempre tienen algún punto débil, pero si este no se encuentra son sencillamente invulnerables. Smoker y AoKiji resultaron imbatibles en su momento, y la batalla de Ace y Barbanegra demostró el monstruoso poder que este tipo de usuarios pueden llegar a desatar. Kizaru se ha sumado a esta liga de monstruos y ha demostrado el poder de estas frutas humillando practicamente a cuatro piratas cuyas recompensas unidas ascendían a más de setecientos millones. Kizaru, desplazándose a la velocidad de la luz, no ha tenido problemas para acabar con ellos. No resulta excesivo. Hemos de recordar que Kizaru es todo un almirante de la marina, es decir, es uno de los pilares de uno de los grandes poderes. El suyo es un poder que sirve para mantener la paz en el mundo y que debe ser capaz de derrotar facilmente a tripulaciones enteras de piratas. Es este el nivel de los almirantes, pero también en el que juegan grandes piratas como los emperadores o los shichibukais. Un nivel en el que Luffy y compañía no están y que también nos da una idea de lo que podemos encontrarnos en esta segunda gran mitad del universo de One Piece que estamos a punto de comenzar. Ya sabíamos que los logia existían pero el poder del que hacen gala es sencillamente desproporcionado. De momento Oda ha sabido siempre muy bien como manejarlos, pero son un elemento muy peligroso de la serie.
Otro elemento peligroso ha aparecido en la forma de unos cyborg terriblemente poderosos llamados "Pacifistas". Sinceramente creo que Oda ha alargado de sobremanera el combate de este cyborg contra la banda para sencillamente rellenar páginas, pues lo considero sencillamente innecesario. Particularmente me habría gustado que se hubiera explayado algo más en el combate de los cuatro novas contra Kizaru o que incluso hubiera vuelto a los frentes de los otros piratas. El combate de la banda de Luffy carecía de emoción y de cualquier tipo de aliciente. Me ha gustado ver nuevamente a "Ashura" en acción; Oda no se olvida de sus técnicas y definitivamente todos los recursos que la banda mostró en su día para acabar con el CP9 (hace ya casi 100 capítulos) han pasado ya a formar parte del repertorio habitual de la banda. Esto puede resultar algo peligroso, pues hasta ahora los golpes de los mugiwara no dejaban de ser variaciones relativamente predecibles de puñetazos o espadazos; fue en esta saga donde "magicamente" todos subieron de nivel. Ahora sabemos que este es el nivel que existe "bajo el paraguas" del gobierno mundial. El combate no ha sido tan agónico como lo fueron aquellos y me gusta que -al contrario que en otros mangas- en la serie nada siga siendo gratuito y los personajes no se guarden sus mejores ataques desde el principio (recordemos como en Dragon Ball tenían una pasión pasmosa por intercambiar puñetazos y patadas que sabíamos que no servían para nada). Los piratas atacan desde el principio con todas sus fuerzas y este capítulo ha servido para recapitular las armas con las que cuentan. No obstante, el nivel de fuerza de los "Pacifistas" asusta, pues toda la banda se ha unido para derrotar a uno y aún así ha resistido bastante tiempo. Se ha intuido que bajo ellos sigue habiendo personas (lo cual es algo que no termino de entender) lo cual supongo que servirá de freno para evitar una producción en masa, pero aún así Oda ha dado a su gobierno mundial una numerosa fuerza de choque dotada de una fuerza terrible. Al igual que los logias, es algo que debe manejar con mucho cuidado en el futuro.
Ahora todas las puertas quedan abiertas de cara a los siguientes capítulos. Particularmente creo -espero- que el combate de Kidd y Law contra su Pacifista ha de haber finalizado, pero Kizaru parece dispuesto a acabar con todos los piratas y esto podría colocarlos a ellos en peligro. Pero Luffy sigue estando por allí y debería ser el objetivo principal de un almirante que ya sabemos que resulta intocable en este momento de la historia. Pero hay más frentes abiertos: Capone y Jewelly siguen por la isla, Sentoumaru y el ejército de Kizaru aún han de mostrarse, Hawkings y los otros tres piratas derrotados no tendrían porque permanecer mucho tiempo en el suelo si tenemos en cuenta la voluntad de la que suelen hacer gala los piratas, y en esta isla todavía esta el hombre que fue mano derecha del rey de los piratas. Lo que sucederá en el 511 me parece sencillamente inimaginable.

sábado, agosto 09, 2008

Interesante -pero aburrida- lectura

A sangre fría

Escrita en 1966, esta novela es la obra más célebre de Truman Capote y también la precursora del género de la "novela de no ficción". Una novela que tenía bastante curiosidad por leer debido a su relevancia en la propia historia de la literatura y que, una vez concluida su lectura, me ha dejado algo frío. Se trata de una novela muy peculiar.
Como es sabido, la obra no es otra cosa que la novelización de un suceso real. Truman Capote se desplazó hasta un pequeño pueblo de Kansas en el que se había realizado un terrible crimen y allí entrevisto a los vecinos de los muertos a fin de conocer a estos y las circunstancias de su muerte y, sobre todo, conocer como aquel brutal asesinato había repercutido en las vidas de unas personas que hasta entonces se consideraban normales. Después, los autores de los crímenes fueron atrapados, y Capote amplió su obra para captar también las motivaciones de los asesinos y, finalmente, hacer una reflexión sobre las propias leyes; el crimen y el castigo.
Creo que se pueden diferenciar claramente dos partes en la novela: antes y después de la captura de los criminales. La primera parte nos muestra a los Klutter (las víctimas), sus vidas y como estas les fueron arrebatadas, y como esto transforma a sus vecinos y los vuelve desconfiados y paranoicos. Es un retrato bastante interesante sobre la naturaleza del terror, nuestro miedo a lo desconocido y a la fragilidad de la falsa seguridad que creemos tener. Con esta parte se alterna la vida de los asesinos antes y después del crimen, observándo sus miserables y ridículas vidas y alternando sus presentes con numerosos flashback que narrán el porque sus personalidades se desarrollaron de tal forma. Esta parte del libro es, sencillamente, muy irregular. Alterna pasajes de una maestría considerable con otros en los que el mensaje se hace demasiado repetitivo. Creo que en esta parte Capote pecó de demasiada ambición al querer retratar demasiados vertices de la naturaleza humana, perdiendo con ella gran parte de la agilidad que se le debe exigir a una novela.
La segunda parte, con unos protagonistas ya apresados, es más una reflexión sobre los actos y las consecuencias. Me parece bastante más lograda que la anterior, aunque sólo sea porque todo se reduce a un hilo narrativo. Vemos el juicio y la larga espera de los dos asesinos en el corredor de la muerte. Si bien Capote expone hechos, es inevitable pensar que acabó tomando algo de simpatía por los protagonistas pues la novela no deja de criticar las injusticias del sistema judicial americano y sus muchos agujeros. Se trata de un tema muy peliagudo y los mismos criminales parecían estar a favor de la horca pero -y más desde una mentalidad europea- uno no puede dejar de pensar en lo terrible de la pena máxima, en el derecho que tenemos los hombres a sentenciar a muerte y en si las prisiones y las condenas existen para el castigo o la redención.
Particularmente creo que gran parte de la fuerza de esta novela no se puede apreciar hoy en día, pues este tema -en el que en su día fue pionera- ha sido tratado y plagiado en muchas otras novelas y también el algunas películas. No obstante, es una novela muy sugerente e interesante, que nos hace plantearnos preguntas muy importantes con una honradez aplastante. Capote no trata de justificar en ningún momento a Dick y Perry, sencillamente narrá el camino que los llevó hasta la casa de los Clutter y lo que allí hicieron; si sus actos no eran otra cosa que la consecuencia de sus tristes vidas, si tenían posibilidad de redención y si merecían la muerte son preguntas que cada persona debe pensar individualmente como si fuera un miembro del jurado.
No obstante, aún con estas grandes virtudes, la novela adolece para mi gusto de graves problemas de ritmo. La historia en su principio esta demasiado ramificada y salta de un pasaje a otro con una rapidez que descoloca al lector. Además, siendo el desenlace obvio, muchas párrafos parecen casi irrelevantes y no hacen otra cosa que retrasar la inevitable captura y el juicio de los culpables.

viernes, agosto 08, 2008

La mejor película de Pixar (y no es decir poco)

Wall-E

Sencillamente, cualquier tipo de definición o reseña que se haga de esta película es un acto de prepotencia que roza el insulto al séptimo arte. "Wall-E" es, sencillamente, la mejor película que he visto en un cine en mucho tiempo y la mejor de todas las que ha gestado Pixar a lo largo de sus casi tres lustros de historia (y esta compañía no ha hecho otra cosa que regalarnos obra maestra tras obra maestra).
La película nos traslada hasta el año 2800, allí un pequeño robot se dedica a compactar las montañas de basura que cubren la tierra y transformalas en apiladas torres de residuos. He de señalar aquí que este robot, cuyo diseño inicial recuerda mucho al de "Cortocircuito", y que por ello mismo iba predispuesto a odiar, es absolutamente entrañable. Wall-E, que es su nombre, es capaz de realizar un infinidad de acciones a pesar de su aparentemente limitado diseño, pero además todas ellas estan dotadas de una naturalidad pasmosa. En esta primera parte de la película vemos a un robot que ha adquirido una extraña personalidad y que, sólo en un planeta apocalíptico, se limita a recorrer la Tierra recogiendo basura -que es el trabajo para el que ha sido programado- y recopilando al mismo tiempo pequeños vestigios de la humanidad que considera tesoros. Entonces llega "EVA", una androide -entenderemos que es femenina- de última generación que tiene una extraña pasión por dispararle a todo con su poderoso laser. Wall-E se "enamora" de su compañera, y poco a poco el amor va floreciendo entre ellos. Después sucederá algo que cambiara por completo la historia y nos transladara a un crucero intergaláctico donde sobrevive una atrofiada raza humana.
La grandeza de Wall-E no se puede contar con palabras porque uno de los méritos más maravillosos de la película es que su primera mitad es practicamente cine mudo. "Wall-E" y "Eva" apenas hablan; toda su comunicación se lleva a cabo mediante gestos o actos (un trabajo de planificación perfecto y monstruoso) y unicamente se reservan las pocas palabras que componen su vocabulario para los grandes momentos. Y sin palabras son capaces de transmitir sentimientos puros con una fuerza sencillamente increible; creo que sólo había visto una relación tan hermosamente tratada y desarrollada como el amor entre estos dos robots en la amistad entre convictos que se narra en "Cadena Perpetua". Escenas como el baile espacial o el visionado de Eva de sus recuerdos subyacentes son sencillamente inolvidables.
En la otra trama de la película, la que nos expone primero las fatales consecuencias de nuestros actos (aquí me parece prodigioso que Pixar haya decidido usar por primera vez actores reales para representarnos -al mundo actual- con ellos y convertirnos así a nosotros mismos en los villanos de la historia) y después nos muestra un poco de esperanza, nos encontramos con una película más convencional. Es valiente en su mensaje, pero no rompedora en sus formas y se asemeja mucho más a otras películas de este estilo que ya hemos visto. No obstante, la alienación de la vida y la perdida misma de la voluntad de vivir se reflejan a la perfección, y los genios de Pixar consiguen que sus personajes nos enamoren con unas pocas palabras y un sensacional homenaje a "2001".
No se me ocurre mucho más que decir pues nada hace justicia a esta película, una pequeña maravilla que me ha sorprendido más gratamente de lo que puedo expresar con palabras. Una pequeña maravilla que dignifica el cine y lo hace grande. Una pequeña maravilla que seguramente será mejor que la clásica película que algún estudio fabrique de cara a los Oscars y consiga llevárselo. Una película que muestra lo importante que es el guión, porque en esta misma reseña no he hablado ni una sola vez del fabuloso trabajo que esta película (que lo es), porque todos los años que los genios de Pixar han pasado trabajando en esta película estaban enfocados a contar una historia.

jueves, agosto 07, 2008

En la mente de un asesino

Dexter (1ª temporada)

Tras "Perdidos", esta es seguramente la serie que más ha dado que hablar en el ámbito forero-blogero estos últimos años. La historia nos coloca en la piel de Dexter Morgan, un forense especiacilizado en el análisis de sangre que esconde en su interior a un sádico asesino al que da rienda suelta en ocasiones permitiéndole acabar con otros criminales que han salido impunes de su encuentro con la ley. Las espectativas que tenía sobre esta serie eran muy altas, tanto por la fama que había logrado reunir como por el propio género que trata, así pues mis sensaciones finales sobre ella no dejan de ser algo agridulces.
La serie es relativamente corta, apenas una docena de episodios, aunque la duración de esta es sorprendetemente larga (alrededor de los cincuenta minutos, lo cual nos da un metraje total de unas diez horas). El guión esta bastante cuidado y la serie siempre se mueve en torno a un caso principal ("Ice truck killer") y algunos secundarios en torno a los cuales se van desarrollando los distintos personajes. Tenemos un abanico de secundarios relativamente pequeño (apenas media docena de compañeros de trabajo de Dexter y la familia de su novia). Es esta además una temporada de presentación de Dexter y de su particular personalidad, y para ello se recurre a numerosos flashback que ilustran su relación con su padre y que nos ayudan a conocerlo mejor; esto hace más llevaderos y entretenidos los primeros episodios, en los que trama principal no avanza tan deprisa como el resto. Un aspecto que me ha llamado la atención es que, además del caso principal, hay pequeños arcos argumentales que se extienden a lo largo de dos, tres o incluso más capítulos, mejorando bastante la cohesión de la serie y librándola de ese caracter episódico que sufren muchas otras series de tipo policial.
La trama principal de la serie, he de decirlo, no ha terminado de convencerme. Todo lo vinculado con el asesino del camión de hielo y su relación con Dexter me parece en un principio demasiado forzado y, en su parte final, demasiado rebuscada y casi surreal. Entiendo que el argumento principal de la serie no es otro que el carácter de Dexter y la particular evolución de este a lo largo de los 12 episodios -evolución que, sencillamente, no sería capaz de definir- pero aún así me parece que resulta muy forzado y tramposo. Me esperaba una serie menos centrada en el protagonista en este aspecto; donde Dexter se moviera en un mundo, no donde este mundo girara en torno al propio Dexter.
Pero lo interesante de esta serie no es otra cosa que el retrato de la personalidad de Dexter, un asesino frío y metódico regido por un extraño "código" que le permite sobrevivir. Es un hombre vacío, completamente carente de sentimientos o sensaciones, y resulta terriblemente atractivo inmiscuirnos en su mente y ver como contempla el mundo y juzga a sus semejantes. El como reacciona ante el mal y el como es incapaz de disfrutar de la vida y se ve arrastrado a vivir en una constante oscuridad es fascinante; porque Dexter ni siquiera es un héroe vengador y justiciero, no mata para hacer el bien, mata porque algo en su interior le obliga a matar gente y tiene que elegir aquellas víctimas que son menos peligrosas para él.
De los aspectos técnicos de la serie se puede decir poco, correcta sin excesos. La ciudad de Miami aparece sucia y decadente, y se refleja bastante acertadamente el extraño crisol de culturas y miserias que es. La estética bebe mucho en este aspecto del cine policiaco actual, donde todo parece desencanto y corrupción. Las escenas de acción son casi inexistentes y no demasiado espectaculares, el resultado en este aspecto es una serie sobria y contenida. Los actores estan bien, aunque todos quedan eclipsados por la monstruosa labor de Michael C Hall como Dexter, aunque aquí hay que decir que el papel que interpreta es sencillamente un regalo.
En resumen, si bien no creo que sea la mejor serie de la historia (algo que creo que se dice hoy en día con demasiada rapidez), si es una serie distinta y muy, muy recomendable. Oscura y siniestramente retorcida, es uno de los más sugerentes análisis de la personalidad humana que he visto ultimamente.