The world ends with you
Este es uno de esos juegos que siempre se menciona como uno de los mejores de la Nintendo DS, así como uno de los más originales. Me lo compre por 10 eurillos hace más de un lustro guiado por las buenas críticas, pero no soy un gran fan de Nomura y su mundo de hebillas, y
Kingdom Hearts -juego que por estética y desarrolladores está intimamente emparentado a este- me pareció flojillo (ver reseña), así que siempre había encontrado una excusa para posponer el jugarlo. Por fin me he puesto con él y, no llega a parecerme uno de los mejores juegos de la consola por algunos problemas de desarrollo y control, pero desde luego es un juego más que notable y uno de los RPG más refrescantes que he tenido el placer de jugar en mucho tiempo (el único que me viene a la cabeza sería Last Story (
ver reseña)).
El argumento del juego nos coloca en la piel de Neku, un joven que se despierta sin recordar nada en el popular barrio de Shibuya y se ve de pronto perseguido por una especie de sapos con tatuajes tribales... estos bichos son conocidos como Noise y el protagonista no puede hacer nada contra ellos. Así mismo, a pesar de que la calle en la que se encuentra está muy concurrida, nadie parece oirle, aunque un extraño poder le permite leer los pensamientos de la gente. A los pocos minutos de juego nos encontraremos con Shiki, una chica que nos revela que participamos en el juego de los reapers (segadores en español, pero creo que cualquier otaku que se precie preferirá el termino original de Shinigami). Haremos un pacto con Shiki para sobrevivir, pues de otra forma desapareceríamos, y ya con un compañero si podremos enfrentarnos a los "ruidos" y superar las pruebas que durante 7 días el game master nos propondrá. Sobra decir que a lo largo del juego habrá varios giros de guión -algunos previsibles, otros no tanto- y conoceremos a aliados, enemigos y a la propia Shibuya; no en vano los temas principales del juego no son otros que la comunicación y la confianza frente a la soledad y el individualismo.
Este es un blog de anime principalmente, así que supongo que no hará falta decir que Shibuya es a lo "cool" lo que Akibahara a lo "otaku". El barrio esta bastante bien recreado y vemos un "edificio
109 104" y su famoso cruce, así como otras localizaciones bastante populares gracias a series y películas ambientadas en Tokyo. La ambientación y el diseño son una de las grandes virtudes del juego. Como he comentado antes, no soy un fan de Nomura, pero el diseño de este juego se adapta como un guante a él: un estilo anime plagado de coolerio o de importancia de la moda y el estilo (con líneas de diálogo que le restan importancia), todo ello rodeado por una banda sonora de thecno-pop japonés bastante resultona y pegadiza. Antes he mencionado las semejanzas de este título con Kingdom Hearts, creo que caso otro buen referente estético sería la saga Persona, que se mueve en una estética similar, y al menos a nivel de diseño este título me ha parecido muy superior a Persona 3 por mucho que adore a Aegis (
ver reseña); aquel título se mostraba mucho más limitado por sus propia amplitud a nivel gráfico, pero es que a nivel sonoro tenía algunos cortes que se hacían insoportables con el tiempo... eso aquí no pasa. Shibuya esta muy bien recreada, siempre llena, siempre repleta de gente, con moda, bandas, gals, ejecutivos y una inmensa variedad cultural en las tiendas.
El acierto del juego es que, más allá del argumento, el propio ambiente de Shibuya forma parte del juego. Podemos levear, pero es relativamente poco importante, el juego incluso nos permite en cualquier momento cambiar la dificultad o incluso reducir personalmente nuestro nivel para aumentar el ratio de objetos soltados por nuestros enemigos y la experiencia por ellos proporcionados. Hay experiencia y hay niveles, pero estos determinan sólo la vida de nuestros personajes; ataque y defensa son parámetros que van por separado y que aumentaran conforme avancemos en la trama, comamos alguna comida que lo potencie o vistamos alguna prenda que favorezca estos atributos. Hay cerca de 500 objetos en el juego, unos pocos son comidas pero la mayoría son prendas de las cuales podemos vestir hasta 4 al mismo tiempo y que aumentaran nuestros atributos (o incluso los reduciran en ocasiones, pues en algunas calles algunas marcas pueden ser más o menos populares, y eso proporciona un extra a las ropas, como también lo proporcionará que vayamos bien conjuntados). Y junto a al ropa, el otro gran elemento urbano serán los pins (también sujetos a marcas y zonas), los pins son los que nos conferiran nuestras habilidades de batalla (ataques, aumento de parámetros y sanación principalmente). Los pins tienen su propia experiencia independiente del personaje, con sus niveles correspondientes e incluso sus evoluciones. La ropa la compraremos en tiendas, y también allí podemos conseguir pins mediante yenes o intercambio de objetos, pero la mayor parte de ellos los obtendremos en forma de objetos soltados por nuestros enemigos. Hay unos 300 pins distintos, de los que podemos equipar simultaneamente 6, así que sobra decir que las posibilidades antes de afrontar cada combate son inmensas.
Ahora bien, como son las batallas (omitiré los duelos de pins a lo juego de chapas porque lo cierto es que ya ni se si se podrá jugar ya online tantos años después de la salida del juego, y si todavía se puede no se podrá durante mucho tiempo habida cuenta de que Nintendo cerrará el online de la DS en breve). Lo primero que hay que decir es que las batallas son optativas casi en su mayoría, uno ve a los enemigos y decide si quiere enfrentarse a ellos; he leído por internet que al parecer es posible -duro, pero posible- acabarse el juego combatiendo unicamente contra los jefes y enemigos imprescindibles de la historia. Los combates en si, son raros. Combatimos simultaneamente en dos frentes, en la pantalla superior tenemos a nuestro compañero luchando contra enemigos mediante una combinación de combos de la cruceta (a de los botones A, B, X e Y, algo que yo como zurdo agradezco); en la pantalla inferior combatimos con Neku, señalando enemigos con el lápiz sobre la pantalla táctil para disparar balas, dibujando esferas, arrastrando el lápiz sobre enemigos para quemarlos y varias combinaciones más de este tipo que nos permiten sacar todo el partido posible a los pins. Los enemigos son los mismos en las dos pantallas y basta con que los eliminemos en una de ellas, así mismo también compartimos barra de salud con nuestro compañero, con lo cual tenemos que estar atentos a las dos pantallas. Es una jugabilidad dura, exigente, frenética y algo frustrante en ocasiones.
La duración del juego, en su historia principal, estará entre 20 y 30 horas. Aunque el juego recurre al coleccionismo, y para conseguir todos los objetos, desbloquear todas los secretos de la trama y alcanzar el nivel máximo con todos los pins el tiempo aumenta de una forma más que notable.
No es un juego para todos los públicos (independientemente de que esté integramente en inglés, al menos de forma "oficial"), es un juego algo lento en su desarrollo (no tiene apenas vídeos, pero si muchos diálogos que lo transforman casi en una visual novel por momentos) y sobre todo tiene un sistema de batalla que puede ser catalogado de muchas formas menos simple o sencillo (además es uno de esos juegos que agota fisicamente al jugar, y creo que también es -junto a los juegos musicales- uno de los que con más he castigado la pantalla táctil de mi portátil). Un juego que creo que es imprescindible para cualquiera que lleve ya unos años en el mundillo de los juegos de rol, una saludable forma de recordar que no todos los juegos tienen que pertenecer a una gran franquicia o copiar el estilo de juego de estas.