No conocía la franquicia Suikoden. Es una de esas pequeñas grandes del género que parecen condenadas a desaparecer, franquicias muy populares entre los seguidores de un género que saben que existe algo más allá de fantasías finales o búsquedas de dragones pero que no parecen tener lugar en el saturado y costoso mundo de los videojuegos actual. Y es una pena. "Suikoden V" no es el mejor juego de rol que he jugado en mi vida, ni siquiera diría que es el mejor dentro de los pocos que he jugado en PS2... pero es un juego con identidad propia y eso vale mucho.
Lo primero que llama la atención de este juego es su argumento y su desarrollo. Encarnamos al príncipe del matriarcal reino de Falena y, tras una pequeña misión diplomática, asistimos a unos juegos celebrados en honor a nuestra hermana para elegir su futuro esposo donde seremos testigos del juego de intrigas que se desarrolla a espaldas de nuestra madre (poco a poco enloquecida por un objeto mágido de increíble poder). Esta versión manganime de "Juego de Tronos" estallará tras las primeras horas de juego y nuestro personaje se verá obligado a liderar unas fuerzas rebeldes contra los usurpadores del poder, agrupando a todos los pueblos de Falena (enanos, castores, elfos y algún que otro cliché más para enarbolar el clásimo mensaje a la tolerancia de este tipo de juegos) al tiempo que vamos descubriendo los misterios del pasado del reino para comprender mejor la magia que poseemos nosotros y nuestros enemigos.
Dos cosas me llaman muy alegremente la atención de este argumento:
1) No salvamos el mundo. Sólo salvamos nuestro pais. Demasiados juegos en los que tras el carro recibimos el barco y después el avión hacen que uno se acostumbre a tener siempre el mapa mundi a su disposición. Saber que hay otras islas, otros continentes donde se desarrollan guerras, aventuras e historias similares a las nuestras es bueno se mire por donde se mire.
2) Salvo muy pocas excepciones... todos los enemigos son humanos. Hay magia y esas cosas, pero se mantiene una extraña coherencia y ningún hombre marca la diferencia... salvo el que posea la Runa del Sol, el poder por el que todos luchan y que no tiene nadie a excepción de la pobre madre -gollum... gollumm-del protagonista al principio de la historia.
Todo esto repercute en la jugabilidad muy satisfactoriamente. Tenemos a nuestro héroe, tenemos nuestra party, pero tenemos sobre todo nuestro ejército... y aunque al final de las defensas de nuestros territorios o los ataques sobre los contrarios nos encontraremos con las habituales mazmorras antes solemos tener que librar una batalla manejando centenares de hombres agrupados en pelotones de arqueros, jinetes o infantería (y/o sus variantes marítimas). Las batallas de ejércitos, así como los duelos individuales que nuestro protagonista ocasionalmente se vera obligado a librar, se basan en el clásico triángulo de piedra-papel-tijera tan dado en los juegos japoneses; no son especialmente complicados pero le aportan una variedad terriblemente saludable al juego, amen de conferir bastante solidez a un argumento que no es ninguna maravilla pero que sin ellos sería aún más ridículo.
En cuanto a la party y las mazmorras, están bastante bien. Las mazmorras son bastante grandes (así como las ciudades, gigantescas en ocasiones), aunque no suelen plantear ningún gran puzle y la dificultad viene más por alguna que otra bifurcación de caminos y una gran presencia de enemigos. Nuestro grupo puede ser de hasta 6 personajes, que podemos colocar en distintas formaciones y disponen también de reservas. Disponemos de las opciones clásicas con magias (runas que podemos equipar), objetos (pueden ser también hechizos), ataques físicos, ataques combinados tanto físicos como mágicos y la clásica opción de defensa. Naturalmente hay niveles y todo tipo de accesorios para potenciar nuestros atributos (y particularmente agradezco que reforjamos nuestra espada, no vamos comprando una nueva cada dos por tres). También tenemos algunas habilidades especiales que podemos equipar. Un pequeño problema que le veo al juego es que no tutoriza adecuadamente todas las opciones que ofrece... y sinceramente el leer páginas y páginas de anotaciones no me apasiona, lo cual hace que creo que no he potenciado o usado todas las habilidades de mis personajes (con el conscuente aumento de dificultad que ello provoca).
En el número de personajes encontrarmos otro de los grandes alicientes del juego. Hay "108 estrellas", cada una es un personaje que hay que conseguir que se una a nuestro bando. Algunos son personajes de apoyo, pero la mayor parte son jugables y pueden formar parte de nuestro gigantesco ejército (muchísimas posibilidades, pues aunque mi combinatoria no es lo que era... 80 personajes con sus niveles, su múltiples combinaciones de equipamiento y sus habilidades agrupadas en grupos de 6 con varios reservas y la posibilidad de usar a las otras estrellas para conferir habilidades de grupo... bueno, seguramente el número de variantes posibles del juego sea un pelín alto). Para conseguir la unión de estos personajes (salvo de aquellos estrictamente necesarios para la historia) tendremos que hacer pequeñas subquest y explorar mucho y conversar con todo bicho viviente tras cada evento más o menos notable de la historia. Mola... aunque se me hace excesivo, demasiada repetición de conversaciones y demasiados condicionantes (ve con tal personaje a tal sitio tras tal acontecimiento), más o menos el juego te advierte de como conseguirlos... pero si bien algunos personajes son muy buenos hay otros tópicos como ellos solos y la parte de simulador social del juego tampoco me parece tan apasionante como para invertir en ella horas y horas.
Pasamos aquí a la duración del juego, que creo que estará más o menos sobre las 50-60 horas, pudiendo esta dispararse si se intentan conseguir las diversas estrellas y superar los pequeños juegos y sidequest que ofrece la aventura. La dificultad no es demasiado elevada (aunque la mazmorra final es despropocionadamente dificil en comparación a las anteriores) y uno no ha de levear demasiado. La experiencia es muy proporcional al nivel del personaje, con lo cual es relativamente fácil subir el nivel de personajes débiles.
Graficamente cumple. El diseño de los personajes es bonito y variado, pero los enemigos son bastante pobres y las animaciones y los efectos de las magias no son nada del otro mundo. Así mismo los escenarios exteriores son muy planos y los interiores si bien mucho más trabajados no permiten cambiar la cámara, ofreciendo un desarrollo completamente 2D en ese sentido y ocasionando que muchas veces perdamos de vista a nuestros personajes o no veamos a algún secundarios.
Lo colocó tercero en mi lista de RPGs de la Play 2 a fin de promover un poco de polémica...
1 - Wild Arms 3
2 - Dragon Quest VIII
3 - Suikoden V
4 - Persona 3
5 - Star Ocean 3
Un juego no demasiado accesible, pero contenedor de una indudable calidad y muy recomendable para los fans del género.
Y no puedo acabar la reseña sin mencionar la particular traducción del juego. Que un juego como este fuera traducido es sin duda indicador de muy buenos tiempos, pero no por ello hay que ignorar que algunas instrucciones sobre las batallas aparecen en aleman... o que alguna que otra presentación de personaje cuanto menos curiosa.