Charotte Linlin ha llegado. El capítulo tiene un par de detalles cómicos, pero todo queda eclipsado ante la presentación oficial de la única fémina integrante de los cuatro emperadores.
Charlotte es rara. No se muy bien que idea tenía en mente de ella, pero no era la que Oda nos ha presentado. La emperatriz final parece una mezcla rara entre Wapol, Barbablanca y la bruja Yubaba de "El viaje de Chihiro".
Lo caprichoso -y hasta infantil- de su personalidad y su obsesión por la comida son a priori un punto en contra, uno espera más grandeza de un personaje de este calibre. Pero también es cierto que personajes como Aokiji tienen una pereza superlativa, por no hablar de que Barbanegra y el propio Luffy son los primeros que serián capaz de declarar una guerra por comida. Las primeras páginas de Charlotte nos muestran los rasgos de lo que parecería ser un enemigo secundario del montón... pero luego llegan las últimas, y en el díalogo con Luffy y con su jefe de calderas Yubaba cambia y su gula se bate en retirada cuando su honor aparece de por medio. Charlotte reconoce en primer lugar a Luffy, y quizás por curiosidad o por simpatía hacia el caos que este propaga la advierte que no haga tonterias... pero esa es la especialidad de Luffy, y aqui naturalmente encontramos dos voluntades fuertes encontradas.
Charlotte puede parecer caprichosa, pero es una emperatriz... y eso significa que es justa, aunque sea para unas leyes que ella misma define. Sabemos que ha protegido a la isla de los tritones durante un par de años de cualquier amenaza (externa, si a los tritones les daba por matarse entre ellos era asunto suyo), y vemos que incluso a pesar de querer caramelos estaba esperando pacientemente a esa "Tea party" (Oda es democrata, al parecer). Charlotte cumplia su parte del trato, y si los tritones no cumplían... pues se cargaba la isla, por mucho que le doliera a su barriga más que a nadie. Es su ley.
Luffy con su sencilla interpretación de las cosas lo ve pronto y por eso se carga el mismo la deuda sin vacilar. No le importa perder sus tesoros como a Shanks no le importa que le escupan... pero quien se meta con sus amigos se mete con él, y nuestro buen pirata ve sencillamente que ese pueblo al que llamó enteramente amigo pocos capítulos atrás se encuentra bajo una amenaza constante. Charlotte es muy distinta a Shanks o a Barbablanca, y bajo su protección nadie es libre. Es egoista y sólo protege por interes; esa frase de Charlotte de "es una vergüenza aceptar una compensación en lugar de lo que se quiere" es conocida y enarbolada por cualquier gran pirata de la serie, pero hay piratas como Luffy, Shanks o Barbablanca que sólo desean la libertad o la compañía de sus nakamas y no aceptan compensación alguna por ello... mientras que otros como Barbanegra o esta propia Charlotte desean la dominación o cuestiones más materiales.
Luffy ve que al contrario que en islas anteriores sus amigos no son libres, son prisioneros del miedo que se personifica en una mujer cuyo diseño haría palidecer de envidia a Catalina Devon y que hace que cualquier persona cuerda se replantee aquello del "bello género". Luffy no puede sencillamente mostrarse impasivo ante un fuerte que este sometiendo a un amigo débil, por eso acabó con Cocodrile en Arabasta y por eso declaró la guerra al Gobierno Mundial en Enies Lobby. Porque, como dijo en Marineford haciendo sonreir a Barbablanca, todas las leyes y reglas de la piratería eran una estupidez si el que estaba en peligro era su hermano. Porque el sueño de Luffy, como era el de Ace, no es otro que ser el más libre del mundo. Por todo eso hace algo como declararle la Guerra a una Emperadora y gritar que la derrotará y hará esa isla su territorio para defenderla. Luffy en estado puro. One Piece en estado puro. Eiichiro Oda en estado puro. El que Luffy proclame que desea hacer de una isla un territorio es algo que en cualquier momento me habría parecido una aberración... menos en este, en este momento y bajo este contexto, una declaración que en apariencia sería completamente impropia del personaje es lo más lógico del mundo.
Así pues, tenemos a Luffy enemistado con Charlotte, como se enemistó con Cocodrile en Whiskey Peak... saga con la que siempre he visto muchos paralelismos en esta isla submarina (al margen, obviamente, de su extensión). Aquella era la primera saga en el Grand Line, como esta es la primera en el Shin Sekai. En aquella saga vimos a Vivi contemplar incredula como Luffy y Zoro apaleaban sin problemas a Mr.5 y Miss, como en esta saga la banda de Hodi ha sido un pobre sparring para los Sombrero de Paja. En aquella saga declararon la guerra a un todo poderoso Shichibukai cuando Ojos de Halcón los había colocado en el Olimpo de los Dioses en el Baratie, en esta saga la guerra es declarada a Big Mom. Creo que habrá un desarrollo relativamente parecido al de entonces y recorreremos un par de islas (en las que sólo Dios sabe que puede pasar) hasta que Big Mom y los suyos aparezcan como el enemigo definitivo a batir.
Parece claro que Charlotte debería estar todavía un par de escalones por encima de Luffy y que un par de acontecimientos han de propiciar que el protagonista los suba de golpe, así como también han de hacerlo el resto de los miembros de la banda para enfrentarse a unos comandantes que suponemos que han de ser tan fuertes como Marco, Jozu, Ben Beckman o Shilliew... y que Oda habilmente ya comienza a mostrarnos en este capítulo. Aunque no sepamos nada de él, el tio de la espada y la cabeza-mascara rara ya comienza a imponer su respeto... y Ten-shin-chan se antoja de todo menos un personaje secundario.
No obstante, tengo que decir que no me gustaría que se produjera esta guerra. No quiero que sea Luffy quien derrote a Big Mom. Ese Kidd mentado sutilmente me gustaria más como artífice de la caída de esta mujer, así como cualquier otro pirata o la mismísima Marina. Particularmente siempre he pensado que el "final boss" de la serie no será otro que Shanks y, considerando que un enfrentamiento contra Teach es claramente más inevitable que el prefijado contra la Marina, eso haría que Luffy se cargara a demasiados poderes (porque Kaidoh también acabaría cayendo en ese saco). Es el camino del rey y lo sabemos... pero el mundo siempre se ha movido por si mismo y espero que todo sea un poco de Battle Royale donde los Emperadores se enfrenten entre ellos, con la Marina, con los Supernovas, con cazarrecompensas y con revolucionarios de Dragon. Naturalmente Luffy tiene que hacer mucho, pero no quiero que Luffy tenga que hacerlo todo. Hay mucha gente en este mundo que podría darle una paliza a Charlotte Linlin. Si Luffy se encontrara con el subordinado de la espada, Ten-shin-chan y otro subordinado con una fruta de anulación de poderes -por ejemplo- y luego descubrieramos que mientras tanto la Marina ha acabado con Big Mom me encantaría (ya ni hablar de una alianza con ese loco entrañable de Kidd que colocara a este como uno de los grandes de este mar).
Naturalmente todo queda abierto ante este nuevo arco que se ha abierto, y como supongo que para la hipotética batalla contra Charlotte aún faltan al menos 200 capítulos, mi máxima curiosidad ahora es ver las reacciones de la banda (que supongo que serán más exageradas que las de ese par de estrambóticos secundarios de Big Mom) y de la familia real... pues Luffy ha vuelto a salvar a la isla, y eso es la excusa perfecta para que Jimbe se una de verdad a la banda... o puestos a soñar, Fukaboshi o el propio Rey Neptuno.
Charlotte es rara. No se muy bien que idea tenía en mente de ella, pero no era la que Oda nos ha presentado. La emperatriz final parece una mezcla rara entre Wapol, Barbablanca y la bruja Yubaba de "El viaje de Chihiro".
Lo caprichoso -y hasta infantil- de su personalidad y su obsesión por la comida son a priori un punto en contra, uno espera más grandeza de un personaje de este calibre. Pero también es cierto que personajes como Aokiji tienen una pereza superlativa, por no hablar de que Barbanegra y el propio Luffy son los primeros que serián capaz de declarar una guerra por comida. Las primeras páginas de Charlotte nos muestran los rasgos de lo que parecería ser un enemigo secundario del montón... pero luego llegan las últimas, y en el díalogo con Luffy y con su jefe de calderas Yubaba cambia y su gula se bate en retirada cuando su honor aparece de por medio. Charlotte reconoce en primer lugar a Luffy, y quizás por curiosidad o por simpatía hacia el caos que este propaga la advierte que no haga tonterias... pero esa es la especialidad de Luffy, y aqui naturalmente encontramos dos voluntades fuertes encontradas.
Charlotte puede parecer caprichosa, pero es una emperatriz... y eso significa que es justa, aunque sea para unas leyes que ella misma define. Sabemos que ha protegido a la isla de los tritones durante un par de años de cualquier amenaza (externa, si a los tritones les daba por matarse entre ellos era asunto suyo), y vemos que incluso a pesar de querer caramelos estaba esperando pacientemente a esa "Tea party" (Oda es democrata, al parecer). Charlotte cumplia su parte del trato, y si los tritones no cumplían... pues se cargaba la isla, por mucho que le doliera a su barriga más que a nadie. Es su ley.
Luffy con su sencilla interpretación de las cosas lo ve pronto y por eso se carga el mismo la deuda sin vacilar. No le importa perder sus tesoros como a Shanks no le importa que le escupan... pero quien se meta con sus amigos se mete con él, y nuestro buen pirata ve sencillamente que ese pueblo al que llamó enteramente amigo pocos capítulos atrás se encuentra bajo una amenaza constante. Charlotte es muy distinta a Shanks o a Barbablanca, y bajo su protección nadie es libre. Es egoista y sólo protege por interes; esa frase de Charlotte de "es una vergüenza aceptar una compensación en lugar de lo que se quiere" es conocida y enarbolada por cualquier gran pirata de la serie, pero hay piratas como Luffy, Shanks o Barbablanca que sólo desean la libertad o la compañía de sus nakamas y no aceptan compensación alguna por ello... mientras que otros como Barbanegra o esta propia Charlotte desean la dominación o cuestiones más materiales.
Luffy ve que al contrario que en islas anteriores sus amigos no son libres, son prisioneros del miedo que se personifica en una mujer cuyo diseño haría palidecer de envidia a Catalina Devon y que hace que cualquier persona cuerda se replantee aquello del "bello género". Luffy no puede sencillamente mostrarse impasivo ante un fuerte que este sometiendo a un amigo débil, por eso acabó con Cocodrile en Arabasta y por eso declaró la guerra al Gobierno Mundial en Enies Lobby. Porque, como dijo en Marineford haciendo sonreir a Barbablanca, todas las leyes y reglas de la piratería eran una estupidez si el que estaba en peligro era su hermano. Porque el sueño de Luffy, como era el de Ace, no es otro que ser el más libre del mundo. Por todo eso hace algo como declararle la Guerra a una Emperadora y gritar que la derrotará y hará esa isla su territorio para defenderla. Luffy en estado puro. One Piece en estado puro. Eiichiro Oda en estado puro. El que Luffy proclame que desea hacer de una isla un territorio es algo que en cualquier momento me habría parecido una aberración... menos en este, en este momento y bajo este contexto, una declaración que en apariencia sería completamente impropia del personaje es lo más lógico del mundo.
Así pues, tenemos a Luffy enemistado con Charlotte, como se enemistó con Cocodrile en Whiskey Peak... saga con la que siempre he visto muchos paralelismos en esta isla submarina (al margen, obviamente, de su extensión). Aquella era la primera saga en el Grand Line, como esta es la primera en el Shin Sekai. En aquella saga vimos a Vivi contemplar incredula como Luffy y Zoro apaleaban sin problemas a Mr.5 y Miss, como en esta saga la banda de Hodi ha sido un pobre sparring para los Sombrero de Paja. En aquella saga declararon la guerra a un todo poderoso Shichibukai cuando Ojos de Halcón los había colocado en el Olimpo de los Dioses en el Baratie, en esta saga la guerra es declarada a Big Mom. Creo que habrá un desarrollo relativamente parecido al de entonces y recorreremos un par de islas (en las que sólo Dios sabe que puede pasar) hasta que Big Mom y los suyos aparezcan como el enemigo definitivo a batir.
Parece claro que Charlotte debería estar todavía un par de escalones por encima de Luffy y que un par de acontecimientos han de propiciar que el protagonista los suba de golpe, así como también han de hacerlo el resto de los miembros de la banda para enfrentarse a unos comandantes que suponemos que han de ser tan fuertes como Marco, Jozu, Ben Beckman o Shilliew... y que Oda habilmente ya comienza a mostrarnos en este capítulo. Aunque no sepamos nada de él, el tio de la espada y la cabeza-mascara rara ya comienza a imponer su respeto... y Ten-shin-chan se antoja de todo menos un personaje secundario.
No obstante, tengo que decir que no me gustaría que se produjera esta guerra. No quiero que sea Luffy quien derrote a Big Mom. Ese Kidd mentado sutilmente me gustaria más como artífice de la caída de esta mujer, así como cualquier otro pirata o la mismísima Marina. Particularmente siempre he pensado que el "final boss" de la serie no será otro que Shanks y, considerando que un enfrentamiento contra Teach es claramente más inevitable que el prefijado contra la Marina, eso haría que Luffy se cargara a demasiados poderes (porque Kaidoh también acabaría cayendo en ese saco). Es el camino del rey y lo sabemos... pero el mundo siempre se ha movido por si mismo y espero que todo sea un poco de Battle Royale donde los Emperadores se enfrenten entre ellos, con la Marina, con los Supernovas, con cazarrecompensas y con revolucionarios de Dragon. Naturalmente Luffy tiene que hacer mucho, pero no quiero que Luffy tenga que hacerlo todo. Hay mucha gente en este mundo que podría darle una paliza a Charlotte Linlin. Si Luffy se encontrara con el subordinado de la espada, Ten-shin-chan y otro subordinado con una fruta de anulación de poderes -por ejemplo- y luego descubrieramos que mientras tanto la Marina ha acabado con Big Mom me encantaría (ya ni hablar de una alianza con ese loco entrañable de Kidd que colocara a este como uno de los grandes de este mar).
Naturalmente todo queda abierto ante este nuevo arco que se ha abierto, y como supongo que para la hipotética batalla contra Charlotte aún faltan al menos 200 capítulos, mi máxima curiosidad ahora es ver las reacciones de la banda (que supongo que serán más exageradas que las de ese par de estrambóticos secundarios de Big Mom) y de la familia real... pues Luffy ha vuelto a salvar a la isla, y eso es la excusa perfecta para que Jimbe se una de verdad a la banda... o puestos a soñar, Fukaboshi o el propio Rey Neptuno.