jueves, diciembre 31, 2009

Desde la cima de la torre

Este es un blog muy poco propenso a entradas de este tipo, pero me siento con ánimo de hacer un breve resumen de lo que ha sido este 2009 que ya nos deja y lo que puede ser el 2010 que entra y como lo afrontará este humilde blog.
Los orígenes de "La torre del nigromante" se remontan a Octubre del 2006, cuando un capítulo de One Piece me pareció demasiado bueno como para ser la excusa para comenzar el blog que llevaba ya varios meses pensando realizar. Desde entonces han pasado más de tres años, y con ellos casi 700 entradas. Algunas me han gustado más como han quedado y otras menos, otras las he escrito verdaderamente ilusionado y muchas otras casi por compromiso. Soy una persona muy inmovilista y una vez comienzo algo, por contradictorio que pueda parecer me da bastante pereza abandonarlo. Este último año he publicado 220 entradas, muchas más de las que esperaba, y también muchas más de las que creo que son saludables pues mi estilo de redacción y el tiempo que empleo en redactarlas y mantenerlas no es poco. De esas entradas más de cuarenta han sido para One Piece en una tarea que he tratado de cambiar en ocasiones pero de la que no puedo evitar estar ya algo hastiado pues la idea inicial de estas entradas era publicarlas cuando sucediera algo muy grande y se ha ido convirtiendo casi en una obligación que me he autoimpuesto desde Shabondy. Una docena de entradas han sido para Claymore, y no estoy muy seguro de continuar con ellas en el futuro. Pero ha habido muchas otras entradas, y en muchas de las dedicadas a cine me ha parecido que he pecado de repetitivo, y algo parecido me sucede con otros géneros pues no me parece que mis análisis de videojuegos sean muy esclarecedores. Creo que los análisis de mangas periódicos no resultan demasiado inspirados pues en muchas ocasiones mis conclusiones sobre el capítulo 200 no distan mucho de las del 150, creo que es algo normal y me gusta sacar a coalición periodicamente algunas series, pero también me gustaría cambiar algo el planteamiento de estas reseñas. Algo parecido me pasa con los animes, en los que creo que me repito demasiado en lo que a esquemas se refiere. Veo demasiado anime y este año además he leído demasiados libros, y a todo ello he de sumar las reseñas heavys de las que no me gustaría prescindir.
Sinceramente no sé cual es el rumbo que tomara el blog, y me estoy planteando incluso posibilidades como las de solicitar colaboraciones puntuales a otros bloggers que respeto y admiro. En todo caso creo que reduciré el tamaño de algunas entradas, si no elimino incluso secciones, pues como he comentado al principio de la reseña se me lleva demasiado tiempo. Me encanta escribir, más que nada en este mundo, pero me siendo algo encadenado al blog y eso no es para nada algo bueno.

Ahora ya, después de esa parrafada, procedo a un pequeño resumen de lo que ha sido este año y de lo que espero para el siguiente, enfocando por supuesto hacia los distintos géneros que trata este blog.

Una mirada hacia el pasado y el futuro.

Negro sobre blanco

Tengo por supuesto que mencionar aquí a Terry Pratchett y ese Mundodísco que he conocido este año, si bien sus novales resultan bastante irregular es indudable que alcanzan en ocasiones una brillantez desbordante y componen una lectura muy entretenida y recomendable. No menos entretenidas son las novelas de Tom Sharpe y esa sátira de la sociedad británica que todos sus libros son. Asimov sería el otro gran nombre que mentaría, pero lo suyo ya no es ninguna sorpresa.
He conseguido introducirme en otros géneros como la literatura japonesa y el más puro género del misterio y suspense, aunque he vuelto sobre todo a mi género literario favorito fantastico: la fantasia. No obstante, entre tantas gratas también ha habido grandes decepciones, pues clásicos universalmente reconocidos como "El corazón en las tinieblas" o "La carretera" me han decepcionado bastante.
En literatura más que en ningún otro campo es dificil adivinar lo que me traera el año nuevo, pues siempre he sido un lector impulsivo y verdaderamente no tengo nada seguro más allá de continuar con Mundodisco y unas pocas lecturas más. Pero si las últimas lecturas de este año son un vaticinio... será un año muy bueno.

Manga

Este 2010 seguiré viendo esas series eternas que nos han regalado grandes momentos pero que en ocasiones resulta un suplicio seguir, esperando que el ritmo de Ippo mejore, ver más de 5 capítulos de Berserk en un año o que Yagi defina de una vez el futuro de Claymore. No obstante, también ha habido series que he decidido abandonar definitivamente ante su alarmante pobreza de guión, como es el caso de Bleach o Fairy Tail. He intentado también leer otros shonnen, pero la inmensa mayoría de mis nuevas lecturas me han decepcionado de sobremanera y sólo en obras como Beelzebub o Medaka Box he encontrado series interesantes (y esta última ha tomado unos derroteros muy surreales). He conseguido al fin finalizar algunas de estas series largas, como "Eyeshield 21" o "Gash Bell", ambas muy disfrutables, pero no veo ahora mismo ninguna serie para sustituirlas pues por desgracia esta claro lo que ahora mismo se impone en el mundo del manga.
Los grandes productos comerciales ya no me convencen y ahora prefiero series más pequeñas y de autor como la gran "Katsu" o esa contemplativa maravilla que responde al nombre de Aqua y que espero ver terminar en Aria este año. Siendo One Piece y Negima los únicos shonnen que actualmente me apasionan, creo que seguiré este camino el año que viene.

Anime

Este año he visto relativamente poco animes. Pocas series me han seducido verdaderamente y lo mejor que he visto este año han sido esos maravillosos revisionados de Tsukihime, Gundam Seed y Kenshin.
Pero creo que es justo que entrone a Shaft como mi estudio favorito de anime pues de esa factoria de locura visual y narrativa han salido series comola preciosista Ef, la divertidisima Maria+Holic o la prodigiosa -pero aún no reseñada- Bakemonogatari.
Como en el manga, los grandes nombres no terminan de atraerme. Ahora encuentro mucho más gratificantes series pequeñas carentes de pretensiones como Toradora, Ga-Rei Zero, Sora no Otoshimono, esa franquicia que injustamente parece condenada al olvido llamada Birdy o incluso esa oda a la autocondescendencia que parece ser la serie Darker que series ambiciosas como Munto, K-on o Haruhi 2 (este 2009 no ha sido desde luego el año de Kyoani).
Es tambien obligación señalar que este año hemos podido por fin ver animada -y sobresalientemente- la Batalla de los Halcones, así como ese ejercicio de madurez y dignificación del medio del anime que es Tokyo Magnitude 8.0.
Las perspectivas para el próximo año no son demasiado buenas, pero creo que -como en el cine- es mas fácil que algo te guste si no te esperas demasiado de él. Mis propios gustos estan cambiando, y aún hoy no deja de sorprenderme que mi anime favorito del año -y de lejos- sea "Kimi ni Todoke".

24fps

No ha sido este un año que cinematográficamente me haya entusiasmado demasiado. Mis gustos parecen estar cambiando y las películas de efectos cada vez me parecen menos atrayentes y prefiero películas pequeñas que se sustenten sobre un buen guión. "Avatar" puede ser fascinante a nivel visual, pero no emociona como lo consigue "Slumdog Millonaire" o "El secreto de sus ojos". Por desgracia, parece que en Hollywood, más allá de la comedia sin pretensiones, quedan pocos nombres en los que podamos confiar más allá de Pixar.
En todo caso, este ha sido un año en el que sin duda me he volcado hacia el revisionado de películas que ya conocía y que me siguen fascinando tanto ahora como hace quince años. De hecho las mejores películas que he visto este año data de los años sesenta.
Este próximo año pinta mejor, con una buena cantidad de películas "pre-oscar" a la vuelta de la esquina y una aparente vuelta al cine más espectacular a fin de contrarrestar la pirateria.
A nivel de televisión apenas he visto Perdidos, Big-bang y una temporada de Seinfeld. Tengo una deuda pendiente con este medio y espero poder ver algo más este año una vez veamos el esperado final de las aventuras de Locke, Jack, Sawyer y cia.

Insert coin to continue

He jugado mucho este año. Mi DS ha estado menos activa que el año pasado, pero por contra mi Wii ha echado humo con sus juegos e incluso algunas joyas de mi poco aprovechada Cube. Hay mucha morralla en el catálogo de ambas consolas, pero por suerte uno siempre puede confiar en Nintendo y disfrutar de auténticas maravillas como Metroid Prime 3, Punch Out!!, Wii Sport Resort o el exageradísimo Smash Bross. Además las consolas de Nintendo destacan ahora por juegos extraños, y ahí donde en DS tenemos al gran Layton, en Wii el mejor juego del año me ha parecido el sobervio Little King Story.
Me he reencontrado con ese maravilloso género que son los rpg, disfrutando de clásicos con más de quince años a sus espaldas como los Dragon Quest IV y V , esa sexta fantasia final casi insuperable y ese pequeño grupo de amigos que habitan en Sylvarant, Tethe´ala y el nuevo mundo.
El 2010 se presenta espectacular, con una reseña inminente de "Zelda: Spirits tracks" y otra de "New Super Mario Bross Wii" que aún no he tenido tiempo de disfrutar. Las thirds partys seguiran destinando sus proyectos más ambiciosos para las HD, pero alguna que otra joya nos caera. Y por suerte Nintendo parece ir a por todas y ha planteado mostrar toda su trifuerza este año. Dudo que la valentía de Link llegue a tiempo, pero tendremos la sabiduría de Samus y todo el poder de Mario. Además como quien no quiere la cosa tendremos un Dragon Quest VI, un Dragon Quest IX y un Okamiden.
Y para rematar la faena me he procurado espaciar un poco el jugar a la segunda parte de uno de mis juegos favoritos de este año.

Tormorock

Ha sido un buen año para el heavy. A pesar del retorno de algunos grandes como Black Sabbath (encima con el gran Dio) o Kiss, en este año he redescubierto también a muchos de esos grupos pequeños que con su manera de hacer música añaden algo de frescura al sobrecargado panorama del heavy-metal. Destaco aquí el descubrimiento de Celesty, que han firmado el que quizás sea mi disco favorito del año, y redescubrimientos como el de "Freedom Call", cuyo nuevo disco se retrasó hasta finales de Enero estropeándo así una entrada de power-metal en la que tenía previsto comentar los grandes discos de Axxis y Sonata Arctica de este año. Esta entrada seguramente tendrá ahora un cuarto invitado en la figura del nuevo disco de nada más y nada menos que Gamma Ray, pues este 2010 nos traera de vuelta al padre, señor y dios del power metal, así como a muchos viejos rockeros como Manowar, Helloween, los mismisimos Iron Maiden o ese genio llamado Tobias Sammet y su ambiciosa Avantasia.
Será dificil, pero espero que además de buenos discos el nuevo año me traiga un concierto a la altura de esa fiesta que vivi en Benidorn.

One Piece

Este ha sido seguramente el mejor año de lo que llevamos de la serie. Sin los nakamas, y con Luffy convertido en un mero secundario durante gran parte de los episodios, hemos visto el terror absoluto de Impel Down, el poder dictatorial de la Marina y la grandeza superlativa de Barbablanca. Además esta Ivankof, y ha estado Bon-Clay, y esta Boa, y está Barbanegra, y Buggy, y Ojos de Halcón, y Oars III, y Ace, y Garp, y Sengoku, y Tsuguru, y Jimbei, y Dragon, y Cocodrile, y los Almirantes, y Smoker, y Hina, y tantos y tantos personajes que incluso Oda nos regaló ese grandioso capítulo 0.
El haki me sigue dando algo de miedo, pero el presente de la serie pinta mejor aún que su glorioso pasado, y las posibilidades que nos ofrece su futuro son incalculabres.
El nuevo año nos traera el final de una era y el comienzo de una nueva era. Y naturalmente quiero saber como acaban Ace y Barbablanca, y tengo dudas por saber si habrá salto temporal y como será el reencuentro entre los nakamas. Pero mentiría si no dijera que ahora mismo lo que más me intriga del futuro de la serie es el rol de dos personajes: Boa Hancock e Inazuma.

miércoles, diciembre 30, 2009

Sigue las normas hasta que tengas que romperlas

Bienvenidos a Zombieland

Parodía del mismo género al que pertenece, esta extraña "zombie-road-movie" es una cinta entretenida que me ha arrancado varias sonrisas durante su visionado, pero también me ha sorprendido porque es algo más que la sucesión de gags que esperaba. La película tiene sus personajes, y el protagonista tiene su pequeño viaje desde el más absoluto patetismo -que no termina nunca de abandonar- hasta un sufrido heroismo. Incluso ese loco salvaje que encarna Woody Harrelson tiene su lado tierno y se gana el cariño del espectador más allá de la simpatía que captura desde su primera aparición. Es esta una película que pensaba que iba a ser más desenfadada, pero ciertamente en el trailer ya casi te cuentan todas las formas de matar zombies y las reglas; durante la película todo esto es relatado más pausadamente al tiempo que se nos ofrece una metafora sencilla de la familia, el compañerismo y el heroismo. Evidentemente es una película que esta muy lejos de ser de arte y ensayo, pero la comedia desenfadada se mezcla con elementos puramente de terror y con otros de cine familiar... y es una mezcla que extrañamanete funciona bastante bien.
La película tiene bastantes hallazgos visuales, destacando por encima de todos ellos la forma de superponer las reglas del protagonista en el entorno de la acción, pero a parte de ellos encontramos un buen uso de la cámara lenta y una notable parodía de escenas habituales de todo tipo a las que ahora se les añaden los tan consabidos zombies. Tanto a nivel visual como de composición de gags y momentos cómicos, la película se muestra más que notable. El ritmo narrativo es otra cosa. Llegado el momento de un famoso cameo que no desvelaré, la película se alarga demasiado en este punto, y después se precipita hacia un final inevitablemente tópico. Es una película que en su parte media se enfoca demasiado hacia los personajes, y aunque estos son carismáticos y resultan funcionales, tampoco soportan solos durante demasiado tiempo el peso de la película pues sus planteamientos y desarrollos son bastante típicos. Sin embargo esto no empaña demasiado el resultado de la película, y evidentemente siempre es mejor que el ritmo se resienta por desarrollar personajes que por desarrollar escenas de acción o terror (dos aspectos en los que esta película además funciona bastante bien).
Evidentemente esta no es una película que pretende llevarse cuarenta mil premios, simplemente es una película simpática y agradable que pretende parodía durante hora y media el género de zombies y hacer pasar un buen rato al espectador. Y lo consigue sin dudas.

martes, diciembre 29, 2009

Oh, mi angelroid!!

Sora no Otoshimono

Indiscutible verdad universal es que si el shojo manga se basa en el "chica conoce a chico", el shonnen manga jamás se basara en algo más simple que un "chico conoce a docena de chicas salidas de una dimensión pseudoparalela". Verdandi y Keiichi llevan veinte años sin darse un casto beso, pero desde el ya clásico manga de Fujishima el genero no ha evolucionado en contenido si no en continente. La comedia rómantica para chicos, abreviando, el género del harem, es bastante tópico y hemos visto ya desde ¿androides del futuro? hasta sirenas yakuza, pasando por zorras literales y metaforicas y cosas que sencillamente no se ni catalogar. "Sora no Otoshimo" sería algo así como una hija de "¡Oh, mi diosa!" con "Dears" y con ascendencia de la mísmisima "Saikano". Como no podía ser de otra forma, algo tan aparentemente abocado al fracaso triunfa de sobremanera.
Son muchos los factores que me han sorprendido de esta serie y que me hacen considerarla una de las mejores comedias que he visto en los últimos años. Podría ser una serie a encuadrar dentro del género echii, pero es el suyo uno de esos echii simpáticos más destinados a arrancar sonrisas que otra cosa. La exhuberancia de las féminas de esta serie se compagina con un diseño inocente y colorista, salvo contadas ocasiones la serie nunca pretende ser excesivamente sensual. Aquí entra en juego otro de los factores de la serie, su diseño visual colorista, desenfado y alegre. La paleta de colores empleada es muy viva, como lo son las voces mismas de los seiyuus que dan vida a los personajes. La animación es prodigiosa, no hay apenas altibajos y escenas de "super-deformed" se entrelazan con otras con una naturalidad pasmosa, y para rematarlo la serie no duda en sacar escenas de batalla de una espectacularidad notable de vez en cuando. o incluso permitirse el lujo de crear un ending distinto para cada episodio. Visualmente, por su carencia de pretensiones y su desmesurada funcionalidad, me parece una de las series más sorprendentes y agradables del año.
Pero ese humor al que todo esta servido en esta serie se ejemplifica como en ningún otro caso con su protagonista, un pervertido que ocasionalmente sacara la vena heróica de cualquier protagonista, pero que en la mayor parte de los casos no pretendera otra cosa que espiar a las chicas que le rodean y no lo disimulara. Tomoki y su desmesurada -pero inocente- perversión es uno de los protagonistas más divertidos y entrañables que he visto en mucho tiempo. Un motor de episodios tan surreales como el de las bragas voladoras o el del retorno de estas en forma de bragas explosivas, momentos que casi calificaría de míticos como el de la canción de los pezones o el mejor episodio de cambio de género que he tenido el placer de ver en anime (y es una situación tan habitual en estas series que incluso hay series enteras que pivotan en torno a esa idea).
Alocada, terriblemente alocada, pero divertida y simpática, dotada incluso de un pequeño halo de tristeza y melancolía, "Sora no Otoshimono" me parece uno de los animes más disfrutables de todo este año.

lunes, diciembre 28, 2009

El día que la reina decidio gobernar

Claymore 99 - Ansias de carne y sangre

España es una monarquía parlamentaria en la que se dice que el rey reina pero no gobierna. Este particular matiz semántico me permite enmendar la anterior entrada sobre esta serie, en la que Priscilla decidió regresar a la primera plana de la acción, entonces pensabamos que la habíamos visto en todo su esplendor... nos equivocabamos.
En aquel episodio Priscilla acabó con una facilidad insultante con Alicia y Beth, dos hermanas que se antojaban capitales en el devenir de la serie. En este capítulo ha humillado a Riful, la última abisal que quedaba con vida, con más facilidad aún si cabe. Yagi parece tener muy claro hacia donde se dirige la serie porque si no no tendría sentido semejante exhibición de fuerza como la que acabamos de presenciar.
Profundizamos ligeramente en la personalidad del monstruo y vemos que de alguna manera quedó en un estado de niñez una vez acabó con Teresa y que por alguna razón aún más extraña se sintió unida a Raki. Pero desprovisto de este, el demonio ha regresado con más ansias que nunca y con apetito acumulado. La Priscilla que vemos aquí no es sólo ese ente terriblemente poderoso que conocíamos, es también una criatura ya evolucionada capaz de pensar racional y cruelmente.
Priscilla ha acabado en un instante con Riful. Como buen seguidor de la abisal me duele, pero he de reconocer la gran escena que ha supuesto. Porque además Dav y Riful han protagonizado una extraña pero gran escena de amor y eso no hace si no confirmar el gran carisma que esta pareja a su -malvada- manera tenían (no deja de ser irónico que Riful e Isley hayan mostrado muchos más rasgos de humanidad que las Claymore o los casi anecdóticos humanos que la serie nos presenta). La humillación de Riful ha sido grande y, por muy mermada que estuviera por rastreadoras y hermanas, no ha sido siquiera capaz de "ver" a su enemiga. Albergo no obstante la esperanza de que no la hemos visto morir verdaderamente, y de que "rebanarla en tiras" no es posiblemente la manera más eficaz de matarla. Me gustaría, aunque aquí ya habla descaramente ese fan incondicional de la niña que soy, que como buena villana inicial de un shonnen regresara de entre los muertos para unirse a los buenos contra un mal mayor (motivos Priscilla le ha dado de sobra).
Y con esto llegamos a Clare y su grupo. La escena de Clare sintiendo las lanzas no me ha gustado especialmente, pero al menos nos muestra a unas Claymore a las que la escena -todavía- no las supera y enseña también esa confianza ciega que Hellen y Deneve tienen en su compañera. El problema es que Clare siente ante ella la sombra de su pasado y aquí aparece de repente Priscilla ante ellas.
Finalmente Yagi ha optado por conmemorar el centenar de episodios "oficiales" de la serie con este inevitable encuentro, y aunque no estaba demasiado a favor de él he de decir que sencillamente este último capítulo me ha posicionado en la postura contraria debido al buen hacer del mangaka. Ahora bien, son muchas las incógnitas que ante nosotros se abren frente a un capítulo 100 que no puede ser de transició. Clare se encuentra casi en su límite y no parece posible que haga otra cosa que atacar a Priscilla, pero ahora vemos que nunca que las fuerzas de esta estan muy por encima de las suyas. Así mismo, Hellen y Deneve poco pueden equilibrar en esa batalla, pues ni siquiera deberían ser capaces de refrenar a Clare; y hemos visto además que la huída no parece factible ante el monstruo de un cuerno. Y el otro lado de la batalla no pinta mucho mejor; Priscilla parece tener como objetivo a Raphaluci, pero también parece bastante hambrienta y no creo que deje pasar tres bocados humanos como los que se encuentran en su camino, bocados que además no dudaran en provocarle estando ella para pocas tonterias. Ante el capítulo 100, sencillamente no tengo ni la menor idea como va a salir de esta Yagi.
Y por último quería hablar del dibujo, que a pesar de las limitaciones que este mangaka siempre ha mostrado en lo que a animación facial se refiere, en este capítulo me ha parecido magnífico. El triste dibujo de Yagi de los primeros tomos consiguió pronto unos mejores escenarios, y los diseños de sus monstruos y los propios movimientos de sus personajes han ganado con los años y la experiencia. Las Claymore, por definición, sienten poco, pero aquí también ha conseguido avanzar poco a poco el mangaka y las lágrimas de Riful transmiten verdadero dolor en este capítulo. Además, su idea de los encuadres ha mejorado y, aunque todavía esta lejos de ofrecer un aspecto rompedor y revolucionario, poco a poco va añadiendo algún que otro recurso narrativo a su forma de narrar y dibujar. El estilo visual de Claymore es marcadamente clásico -y en cierta manera lo agradezco pues con series como Berserk o Gantz ya tengo las visceras necesarias que un estilo más moderno conllevaría-, pero dentro de este Yagi va creciendo.
Puede parecer exagerado, pero esta última imagen me ha recordado palabras del gran Orson Welles. Porque Yagi no ha optado por presentar a Priscilla arrodillada, como llegando después de un gran salto, una escena muy tópica en los mangas pero aquí ya innecesaria porque su velocidad ha quedado demostrada pocas páginas antes a costa de Riful. Yagi la ha mostrado caminando lentamente, y mostrando sólo sus tobillos. En una ocasión, mientras rodaba "Ciudadano Kane", Welles se empeñó en colocar una cámara a ras de suelo y rodar unicamente las piernas de los personajes porque así los dos personajes quedarían simbolizados como dos torres irreductibles que discutían sobre sus ideales sin intención de ceder un ápice en ellos. Las cámaras bajas convierten a los ocupantes del primer plano en titanes, más aún si el segundo presenta al antagonista en la distancia.

domingo, diciembre 27, 2009

Mensaje de Navidad de su Majestad el (futuro) Rey de los Piratas

One Piece 569 - Monstruo

Es para mi un motivo de orgullo y satisfacción el presentarme oficialmente como alguién a tener en cuenta en el futuro del mundo de esta serie. Muchos han sido los sacrificios que hemos soportado desde el principio del viaje, algunos tan dolorosos la separación de mis nakamas, pero aunque la temeridad ha dado paso a la prudencia en ningún momento ha mermado mi determinación y continuare arriesgándolo todo por aquello en lo que creo. Poco importa si mis heridas no se han curado y las hormonas de Ivankof son sólo un eficiente paliativo, continuaré luchando hasta el fin pues comprendo a la perfección ese momento en el que Zoro se negó a retroceder, pues la muerte es mejor que la derrota, y el permanecer inerte es aceptar la derrota. Porque es largo el camino que me ha llevado hasta aquí, pero me ha enseñado que incluso en los momentos más aciagos siempre hay lugar para la esperanza, porque el coraje de un corazón valeroso siempre encuentra caminos que seguir aunque sea derribando muros tan inexcrutables como la naturaleza del haki parece ser.
El futuro nos traera el nuevo horizonte del nuevo mundo, y con él nuevas aventuras y nuevos amigos y enemigos; pero el camino que se extiende ante nosotros es consecuencia del que hemos recorrido. Camino que trae ante nosotros a viejos amigos como Coby, que afronta sus temores y es capaz de hacerme frente a pesar de la evidente diferencia de nivel, pero el coraje esta ahí y el valor que ha mostrado al interponerse en mi camino es un paso en ese camino que todos sabemos que le llevara a convertirse en un almirante y alguién que me mirara un día de igual a igual. Camino que trae también ante mi a amigos, porque un rey no lo es por miedo si no por devoción, y ahí encontramos a Boa, a quien espero poder librar algún día verdaderamente de su miedo a los tenryuubito y que ya me ha recompensado con creces un favor aún no concedido.
Pero es en este año en el que hemos visto como el mundo se ha expandido hasta niveles insospechados. Y aquí vemos a muchos personajes, anónimos aún, que están destinados a llenar páginas y páginas de mis aventuras. No habló de Boa, Cobby o el fiel (o "la" fiel) Ivankof, habló de todos esos piratas anónimos que combaten junto a Barbablanca y de los que creo que algún día sabremos el nombre. Como supimos el de Momonga. Y como vemos ahora a otros de esos vicealmirantes que aparecieron en la Buster Call, personajes anónimos que parecían destinados a simplemente rellenar páginas pero que pudieron derrotarme hace poco y que ahora vemos incluso capturando a alguién tan poderoso como Marco. Esta batalla que estamos viviendo no sólo muestra a un mundo que se estremece bajo el poder de los grandes nombres, si no que además dignifica y da importancia a muchos nombres pequeños que sustentan a los anteriores y que estan mostrando ser dignos aspirantes a suceder a estos. Nombres entre los que he demostrado encontrarme.
Pero nombres que siguen estando ahi como colosos imperturbables. Porque Barbablanca continua demostrando que no caera facilmente a pesar que no parece tener mucho "timing" para los contraataques. No es su destino el caer ante soldados anónimos por mucho que estos busquen la gloria. Como tampoco parece el destino de Marco o Jozu ser silenciados tan pronto. Si algo han demostrado estas últimas experiencias es que no ha grilletes o prisión que contengan las ansias de vivir en libertad de un pirata. Por eso todos, aunque caigamos, volvemos a levantarnos. Porque no hay forma de derrotarnos, pues si nuestros enemigos acaban con nosotros sólo demuestran que no han sido capaces de someternos.
Por eso, por muy extraño y peliagudo que pueda ser el haki, el futuro tiene un aspecto inmejorable.

sábado, diciembre 26, 2009

Esperando el episodio 38

Darker than Black: Ryusei no Gemini

El Darker than Black fue uno de los animes más interesantes que vimos allá por el ya lejano 2007. Nos presentaba un mundo pseudo-futurista, donde unos humanos con extraños poderes llamados contratistas habían sumido el mundo en lo que podríamos llamar una nueva guerra fría. En ese escenario vivia Hei, un contratista particular que parecía ser capaz de sentir y actuar de una forma autónoma (algo ajeno al resto de los contratistas). La serie nos presentó poco a poco el mundo y después planteó un final terriblemente ambiguo haciéndolo -¿por que no decirlo?- mediante un final que abría más puertas de las que cerraba. Esta segunda temporada tiene todo lo bueno y todo lo malo de aquella primera entrega, pero más potenciados aún si cabe.
La narrativa esta vez ha cambiado y donde en la primera serie veíamos miniarcos de 2 episodios, aquí se nos plantea una docena de episodios continuados. Aquella primera temporada era una presentación del mundo de DTB, podemos entreveer que esta es la presentación de una historia que quedara a expensas de una inevitable tercera temporada. Hei es en esta ocasión un héroe caído y todo es mucho más oscuro, no hay motivos para la esperanza y el tono de la serie es mucho más pesimista. Donde en la primera parte había "misterio" ante los contratistas, aquí hay simple miedo y terror. Un mundo que se sostiene sobre un equilibrio que parece que va a saltar de un momento a otro. Como he dicho, todo parece una preparación para la tercera temporada y verdaderamente no obtenemos de esta serie respuestas para la primera temporada, si no más preguntas aún.
El desarrollo de la serie me parece bastante correcto. El hilo argumental esta claro desde el principio y todo se desarrolla en torno a él, siendo incluso Hei más un soporte para Suou que el protagonista de la historia. Tenemos un correcto desarrollo de secundarios como Mao o Misaki, y buenas escenas de acción con la marca de la casa, pero es cierto que el final es muy, muy incierto y ambiguo y que tira mucho de esas metaforas y ese simbolismo que tanto les gusta a los japoneses cuando se encuentrar frente a la ciencia-ficción. Esto no es "Akira" ni "Ghost in the shell", y el nivel de paranoia esta bastante comedido, pero la manera que tienen los guionistas de ocultar que no saben como explicar nada de los contratistas es introduciendo misterios aún más grandes que capten la atención del espectador. Particularmente no me molesta. Veo esta serie como un buen entretenimiento, un anime elegante e impecable, con buenas escenas de acción y alguna que otra propuesta argumental bastante sugerente. Pero es cierto que tanto la primera como -especialmente- esta temporada han cerrado sus episodios sin decir nada y sin tampoco haberlo pretendido. No es algo que me haga renegar de la serie, pero si es un borrón importante en una franquicia que siempre muestra un nivel altísimo pero que en última instancia no sabe como rematar la faena.
Tecnicamente la serie es impecable, hay algún que otro altibajo pero en ningún momento empaña el aspecto sobresaliente de la serie. La animación es suave y cuidada, el colorido y el diseño rayan también a gran altura y el único punto en el que la serie sale peor parada que su predecesora es en el hecho de que sencillamente el conjunto no resulta tan rompedor como podía parecerlo en el 2007. Elegante en su narrativa, personajes y trama se desarrollan con corrección y en un avanzar de tiempos que incluso calificaría de "clásico". Visualmente vemos algún que otro encuadre original, y por supuesto no hay miedo de mover la cámara a toda velocidad para dotar de más espectacularidad a la acción.
¿Recomendable? Particularmente creo que todos aquellos que disfrutaron con la primera temporada lo haran incluso más con esta segunda entrega, pues a mi gusto supera en todos los aspectos -salvo quizás el final- a aquella. No obstante, y aunque sea una de las pocas series de ciencia-ficción que no cae en el cyberpunk, es un anime de género y eso no puede ser obviado.

viernes, diciembre 25, 2009

La virtud del anonimato

Seitokai no Ichizon

Anime pequeño, dotado de una animación poco más que correcta y de una producción muy modesta. "Seitokai no ichizon" se encuadra dentro de ese siempre complicado género que es el "slice of life" y nos muestra las peripecias de un particular consejo estudiantil. Sugisaki Ken y las cuatro chicas de su "harem" divagan durante una docena de episodios sin apenas salir de la sala del consejo, siguiendo siempre un esquema de "4-koma" de pequeños gags que parodían la cultura otaku popular en nuestros días.
Este es un género complicado y es en su carencia de pretensiones donde esta serie alza su mejor baza. El guión esta plagado de referencias a otras series o a simples tópicos, y la serie establece diálogos enteros sobre ellos como si de una disertación sobre la cultura audiovisual se pareciera. Y además la serie tiene un sorprendente desarrollo de personajes y unas situaciones que provocan que se establezca una empatía mayor de lo esperado entre ella y el espectador. Por decirlo de alguna manera es una serie que, a pesar de su formato y de apariencia, bebe más de Genshiken que de Lucky Star. Porque tras la obsesión del prota por los eroges, tras esa obsesa del BL que escribe walkthrough de rpgs, tras la energica chica de coletas, tras la exageradamente infantilizada presidenta y tras la oscura femme fatale encontramos una simple y agradable historia de amistad. 5 amigos que son completamente distintos pero que de alguna forma se complementan los unos a los otros y que sencillamente disfrutan de su mutua compañía.
Es una serie que parece enfocada hacia los gags, pero donde estos no siempre funcionan y donde -particularmente- he encontrado que al final resultan más graciosos aquellos basados en la propia serie y sus personajes que aquellos que parodían otras series. No es una serie que recordaré durante años, pero es un entretenimiento ligero en sus primeros episodios que después crece hacia un producto entrañable e incluso emotivo.
La realización de la serie es correcta, proponiéndonos normalmente "mini-episodios" de apenas un minuto que focalizan claramente un gag desde las distintas opticas de los protagonistas, pero estando todos ellos correctamente enlazados y habiendo también tiempo para secuencias más largas. Los encuadres y la narrativa a efectos inmediatos beben de las series y fenómenos que parodían. Tecnicamente es una serie que cumple pero que no muestra grandes alardes, tiene una paleta de colores algo apagada para mi gusto y un diseño que no termina de convencerme, pero a grandes rasgos consigue aprobar.
No es un anime que recomendaría especialmente, pues creo que es un hijo de su tiempo y que no sólo ha de ser visto en fechas próximas a las de su emisión, si no que es una de esas series que hay que ver en muy pequeñas cantidades pues puede saturar muy rapidamente.

jueves, diciembre 24, 2009

Oyashiro-sama´s resort island

Umineko no Naku koro ni

Las series normalmente empiezan y terminan, pero tal es la situación de este anime que acabada la primera parte no si ha finalizado o siquiera comenzado. Es esta la adaptación de una novela visual de 07th Expansión, estudio que alcanzó gran popularidad con la serie Higurashi. Los paralelismos y semejanzas son evidentes, múltiples arcos se entrecruzan entre si conformando entre todos ellos una historia enrevesada y compleja. Por desgracia el anime, que es lo que juzgo en esta entrada, esta lejos de alcanzar el grandísimo nivel que aquella serie que nos trasladó a Hinamizawa mostró.
La historia en esta ocasión nos traslada a la isla de Rokkenjima, donde el patriarca de la familia Ushiromiya reune a su clan para resolver el problema de la herencia ante su inminente muerte. El problema radica en que las personas reunidas comienzan a morir una tras otra, y aquí entra en escena la figura de Beatrice, una bruja con la que el patriarca del clan pacto y que ahora reclama su pago. Este es el punto de partida, y es lo único que soy capaz de escribir sobre la trama de la serie. Después todo se complica con la irrupción de demonios, brujas y giros y giros de guión sobre la actitud de cada uno de los personajes hasta el punto de que sencillamente ahora mismo no se muy bien de que ha ido la serie, y eso evidentemente es un problema cuando esta ha acabado.
Como en Higurashi parece que tenemos arcos de preguntas y respuestas, pero el problema de esta serie es que caótica incluso dentro del caos que su esquema sugiere. Seguramente el juego estará todo mucho mejor explicado, pero lo cierto es que este anime sencillamente hace malabarismos de mala manera para contar lo que quiere cuando y como quiere. Y no funciona. Higurashi, dentro de ser parecida, tenía una línea argumental y unos protagonistas mucho más definidos. Aquí sin embargo sólo parece fijo el rol del protagonista e incluso los más notables secundarios pasan de villanos a héroes sin que se explique demasiado el porqué, y la colección de brujas y de criados que se nos presenta es sencillamente surreal. También he de señalar que Higurashi era serie enfocada claramente hacia el terror, mientras Umineko parece querer más ser una serie de misterios y asesinatos, aunque al ser todos ellos presenciados visualmente por el espectador y estar dotados de una evidente carga magica resulta díficil seguir el curso detectivesco de la serie en muchas ocasiones.
Todo ha quedado abierto para la segunda temporada, la que supuestamente dara respuestas a unas preguntas que yo ahora mismo ni siquiera se cuales son, pero es cierto que en ligeras ocasiones intuimos una gran historia de fondo o algo que parece unir todos los arcos. No creo que sea el guión del juego el fallo aquí, si no la adaptación al anime por lo comprimido de la información. Esperaremos a ver que nos trae la segunda respuesta para juzgar definitivamente esta historia, pero Higurashi conseguía funcionar individualmente mucho mejor que esta serie.
Tecnicamente es un anime también bastante "discutible". La banda sonora no me parece ni mucho menos acertada a pesar de contar unos de los mejores openings y endings que he visto, pero además hasta el casting de voces se nota perdido ocasionalmente por los problemas del guión. Y visualmente, además de una censura notable que quizas incluso sea de agradecer, nos encontramos con una serie heredera de Higurashi y eso se traduce en unos diseños cuanto menos "particulares". La paleta de colores es también más oscura al transcurrir casi toda la acción de noche. La animación tampoco resulta prodigiosa y en alguna que otra ocasión encontramos las siempre desagradables deformaciones de personajes.
¿Es una serie recomendable? Diria inicialmente que no. Es una serie muy particular. A aquellos a los que no les gustase Higurashi esta tampoco creo que les guste, y a aquellos a los que nos fascinó creo que aún no sabemos si esta serie nos ha gustado o no. Es rara, inconhexa y casi incoherente.

lunes, diciembre 21, 2009

Un buen y honrado manga

Psyren (capítulo 100)

Si "Psyren" fuera una persona sería ese amigo anónimo que todos tenemos. Sería alguién callado pero trabajador, honrado y bondadoso, alguién que haría bien su trabajo y que nunca destacaría pero en el que siempre podrías confiar.
El manga de Toshiaki Iwashiro ha alcanzado la muy respetable cifra de 100 capítulos y continua confirmando el buen hacer de su autor a lo largo de los capítulos. Es una serie extraña, partiendo de un punto de partida que inevitablemente nos recuerda a Gantz, la serie ha continuado publicándose en esa trituradora de shonnens que es la Jump a pesar de que pronto demostró que no quería ser una mera copia y que tenía su propia y particular personalidad. Es una serie que no destaca especialmente por su humor, aunque este funciona al ser relativamente escaso y sorprender por ello cuando aparece. No es tampoco una serie que pasara a la historia por sus combates, aunque el autor ha conseguido de momento evitar la escalada de poder habitual en estas series y -ya presentados los que parece que serán los antagonistas definitivos- la serie fundamente más sus batallas en la estrategia y el buen uso de las habilidades independientes de sus protagonistas que en la mera voluntad de triunfar del grupo protagonista. Tampoco es una serie que brille por su grafismo, cuenta con unos buenos diseños pero los escenarios en su mayor parte están bastante vacíos y tampoco se nos sorprende con encuadres rompedores. Pero es una de las pocas series que salvaría de la Jump y una serie que espero que habiendo llegado al centenar de capítulos no sea cancelada bruscamente y se le permita a su autor finalizarla correctamente.
Porque el punto fuerte de Psyren en su guión y su narrativa. Porque desde el principio se nos ha presentado una historia y todo, absolutamente todo, ha estado enfocado hacia esta. Y porque además tengo la sensación de que la historia tendrá XXX capítulos y ni uno más. Ha habido, como es normal, alguna que otra saga que ha parecido de relleno, pero la historia siempre ha avanzado y poco a poco se nos ha ido presentando a los miembros de WISE, sus orígenes y sus motivaciones. Y al mismo tiempo que la historia de los villanos avanzaba, lo han hecho los héroes y la multitud de secundarios que los acompañan. Y estos avances han sido lógicos y consecuentes con la historia, y en ningún momento esta ha sido forzada.
Porque hay giros argumentales, pero todos ellos son lógicos y pueden ser también intuidos. Este es un manga que no sólo tiene un guión trabajado, si no que confía tanto en este que no se ve en la necesidad de hacer trampas. Psyren incluye viajes en el tiempo, pero es consecuente con estos y no tiene miedo del "si impido que mi padre conozca a mi madre no nacere". El viaje en el tiempo de esta serie es hacia delante, hacia un futuro que los protagonistas quieren evitar, y en ese aspecto el manga no tiene problemas para reinventar en cada viaje un futuro distinto resultante de las acciones de los protagonistas. El continuismo sería una trampa muy grande y Psyren no la necesita. Los viajes en el tiempo son una herramienta para catalizar la acción que se desarrolla en el presente y están además repletos de problemas de paradojas que harían que la historia del manga se resquebrajara si fueran ignoradas. No lo son. Como he dicho, este es un manga honrado y durante su lectura no deja de sorprender como Toshiaki Iwashiro presenta paulatinamente y con naturalidad elementos que todos creíamos que se reservaría para más adelante en la serie.
Es una serie que no enganchá por los valores habituales de la jump, si no por la simple fuerza y robustez de su guión. Sinceramente espero que los números y los ranking la sigan apoyando y que dentro de un año pueda reseñar su capítulo 15o, pues estoy seguro de que no decepcionará.

domingo, diciembre 20, 2009

Dignificando el nekomimi

Nyan koi!

Cuando leí los primeros capítulos de este manga me enganché a esta historia sencilla y no demasiado original, pero bien narrada y con un dibujo increiblemente limpio y agradable. Esa sensación no ha hecho si no aumentar conforme he leído algo más de este manga y conforme he visionado su agradable anime.
"Nyan koi!" no pretender ser al manga lo que Newton fue a la ciencia o las Américas a los mapas mundi, es un anime carente de pretensiones. Una clásica historia de harem que, no obstante, muestra un poco de luz en este aciago género. Tenemos un protagonista que no es retrasado, y un grupo de chicas bastante carismático donde hasta los tópicos la hacen mejorar. El grupo protagonista es simpático y en ningún momento se hace cargante, y luego la maldición felina del prota es un recurso que se revela como fantástico para evitar caer en la monotonía y darle una pequeña y cómica vuelta de tuerca a lo habítual en el género. El dibujo y el diseño de los personajes es alegre y esta lleno de vida, y además nos encontramos con una animación sorprendentemente alta para lo habítual en el género. No es este un anime que revolucionará el mundo, pero se ve agradablemente y el hecho la cantidad de animes que han incidido en el nekomimi mode y ese absurdamente gigantesco fetiche que los japoneses tienen por los gatos me hacen valorar de sobremanera un anime que vive de él y lo parodía al mismo tiempo.
Echo en falta el arco de los yakuza y algún que otro gran momento del manga, y echo también en falta más cámara para las gemelas, pero en general los animadores han conseguido una adaptación bastante fiel de la historia original. Los personajes tienen un peso en la serie bastante equilibrado, el estilo ligero e inocente del manga se ha mantenido y las concesiones al echii fácil han sido pocas y han cumplido verdaderamente con su objetivo cómico. Se han inventado un final bastante absurdo, que ha forzado la historia y ha acabado con un reset, pero es una de esos defectos que son poco menos que inevitables y creo que no empaña el resultado final de un anime que me ha sorprendido muy gratamente.
Para aquellos que no conocían el manga, un harem con presencia masiva de gatos parlantes podía resultar inmediatamente descartable, pero bajo tan horrible contexto se encuentra una serie agradable y divertida, con una historia que quizás no sea un prodigio de guión, pero que esta bien contada y dibujada. Un anime que no pasará a la historia, pero que si recordaré con una sonrisa en los labios.

sábado, diciembre 19, 2009

VEDLA, sencillamente, VEDLA

Avatar

No le perdono a James Cameron esos quince años que, con la excusa de Titanic, nos ha privado de su grandísimo cine (espectacular pero siempre cinematográficamente muy por encima de los blockbuster veraniegos) desde que nos dejará la grandísima "Mentiras arriesgadas" allá por el 94. Es este uno de los directores en los que más podemos confiar, alguién que sabemos que siempre nos propondra un espectaculo increible y que no se limita a copiar y a mejorar, si no a verdaderamente innovar en el campo de lo visual. Precisamente una de sus películas, Terminator 2, es una de las que considero uno de los puntos de inflexión de los efectos especiales modernos, las otras serían el realismo fantástico de Parque Jurásico y la esa Tierra Media de El Señor de los Anillos. Pero donde Spielberg y Jackson ponen los efectos al servicio de la historia y pretenden que esos sean "invisibles", Cameron hace lo contrario, y es quizás el único director que puede hacer una película enfocada completamente hacia sus efectos especiales y que además resulte un filme entretenido y no insultantemente absurdo. Eso hizo con el T1000, con la Madre Alien e incluso en menor medida con el hundimiento del Titanic. Ahora lo ha vuelto a hacer, más exageradamente quizás que nunca.
La historia apenas importa en este espectaculo visual, eso ha de quedar claro desde el principio. Es una historia del tipo "Pocahontas", "El último samurai" o cualquiera de esas películas en las que un guerrero del bando X acaba conviviendo con sus enemigos y dándose cuenta al final de que su lugar esta con ellos. Todo ello con una carga de ecologismo bastante notable aunque no demasiado original. Los villanos en algún momento están algo desdibujados, pero Cameron dirigió Aliens y aquí nos presenta un cuerpo de marines que no cambia muy con respecto a aquellos y es la perspectiva del espectador la que cambia al ponernos en el bando de los alienígenas. Es un argumento simple, pero Cameron consigue manejarlo con solvencia y la película funciona sin parece excesivamente forzada normalmente. Los protagonistas resultan carismáticos, no hay nadie excesivamente mezquino, la comedia es escasa pero funciona, la acción esta bien rodada y la épica alcanza niveles grandiosos. Pero todo ello es relativamente superfluo, "Avatar" no es otra cosa que un documental de vida salvaje, una presentación de ese entorno fantástico y superlativo que es Pandora.
No sé exactamente la cantidad de planos generados por ordenador que tendrá la película, pero esta más cerca de una película de Pixar que de una normal. Los protagonistas son en su mayor tiempo personajes generados por ordenador, y el mundo en el que se mueven y las criaturas que lo pueblan son tan absurdamente fantásticos que es imposible creer que hay algo real en ellos. Pero el mérito visual de esta película es ese, en todo momento quiere hacernos ver que estamos en mundo fantástico, un mundo que nada tiene que ver con la Tierra, y lo consigue. Pero lo grande no es que nos sorprenda con desplieges puntuales de efectos especiales, la película va a tope desde el principio en este aspecto y la gran batalla del final no resulta más espectacular que los primeros pasos del avatar del protagonista o cualquiera de los paseos por ese exhuberante prodigio del diseño artístico que es el mundo de Pandora. Cameron nos avasalla con una fuerza visual increible, pero lo hace desde el principio y de una forma continuada; esa es la fuerza de la película, no hay un momento de descanso, fantasía tras fantasía se suceden con absoluta normalidad. Podría hablar de la jungla de la película, de las cascadas, de las montañas flotantes, de la escena del árbol, de el hecho de que los na´vis sean tan reales como los humanos o de los mil y un detalles que tiene esta película y cada uno de sus fotogramas... pero sería inútil, para comprender el desmesurado espectaculo visual que es esta película hay que verlo. Se dice que una imagen vale por mil palabras, y aunque no estoy de acuerdo con esa afirmación esta película tiene demasiadas imágenes como para intentar siquiera describirlas con palabras.
Decir también que he visto la película en 3D, y resulta mucho más impresionante que cualquiera que hubiera visto en este formato y se nota quien esta tras las cámaras. Pero, y esto es una pega, sigue sin convencerme este formato pues se enfoca demasiado hacia lo visual y esos clásicos momentos en los que algo parece que va a golpearnos no me gustan (la historia siempre ha de estar ante todo, y que en algún momento la atención del director y su equipo se vaya hacia un efecto de este tipo me parece superfluo pues al menos de momento ningún efecto 3D me ha parecido imprescindible para la comprensión de la trama). Leí en una crítica que las películas en 3D dirigen intencionadamente la atención del espectador hacia un punto de la pantalla, y eso es algo que no me gusta nada (mención aparte para el dolor de cabeza, y de nariz, que me sigue ocasionando este tipo de cine).
No recomiendo esta película, porque es una película que hay que ver, uno de esos puntuales momentos en los que vemos verdaderamente avanzar al lenguaje cinematográfico. La historia es simple y previsible, y seguramente será una película que envejezca mucho peor que otras de Cameron, pero hoy por hoy es el mayor espectaculo que se puede presenciar en una sala de cine.

jueves, diciembre 17, 2009

¡Pero adelante! Con o sin esperanza, seguiremos las huellas del enemigo. ¡Y, ay de ellos, si probamos que somos más rápidos! Haremos una cacería que será el asombro de las Tres Razas emparentadas: Elfos, Enanos y Hombres. ¡Adelante los Tres Cazadores!

Con esta frase comienza la gran cacería que Aragorn, Legolas y Gimli emprendren al principio de "Las dos Torres" tras los orcos que han capturado a Pippin y Merry. Ese "Con o sin esperanza, seguiremos..." ejemplifica a la perfección la épica de
esta aventura, la épica de un par de insigníficantes hobbits caminando hacia el Monte del Destino, la épica de los débiles luchando por la libertad que los fuertes tratan de arrebatarles, la épica de oponerse a lo que parece irremediable.
Es esa épica la que subyace bajo las grandes aventuras, la épica que podemos encontrar en:

One Piece 568 - "Hazlo a tu maldita manera"

Este episodio quizás tenga el defecto del "retorno del héroe" habítual en los shonnen, pero esto que en otras obras es un contra aquí es sólo uno más del gran número de pros que atesora el manga.
Y naturalmente la gran virtud de One Piece es la emotividad que consigue transmitir. Porque este capítulo enlaza con ese memorable "¡Quiero vivir!" de Robin (398: Declaración de guerra). Porque las imágenes de Ace siendo rechazado, siendo un rebelde, pueden parecer no demasiado importantes, pero definen la actitud de un personaje y seguramente definan el cambio que en él se produzca. Porque Ace siempre se ha sentido víctima de los pecados de su padre, porque siempre ha buscado su propia personalidad y ahora se ha dado cuenta de que sencillamente la tiene. Porque una parte del mundo siempre ha querido negar su existencia, pero otra ha estado allí para acogerle (espectacular aquí el simbolismo que los propios Garp y Sengoku representan). Ace nunca ha sido un personaje que me haya gustado especialmente, me disgustaba ese halo "molón" que llevaba, pero despojado de él y atado a unas cadenas esperando la muerte Ace se ha revelado como un buen personaje. Un personaje casi tan bueno como ese Garp que vemos llorar al darse cuenta de que Ace ha aprendido la lección que había intentado enseñarle durante toda su vida justo en el momento de su muerte.
Y en ese grupo de personas que luchan por Ace están naturalmente Barbablanca y esos dos escoltas que son Jozu y Marco, pero hay muchísimos más piratas aparte de ellos. Y no hablo de Luffy o incluso Jimbei. Decenas de piratas a los que ahora me doy cuenta que quizas predeterminadamente Oda no ha dado nombre continuan luchando. Y continuamos viendo la carga de los capitanes de Barbablanca, y a los capitanes del Nuevo Mundo luchando contra los Pacifistas. Y a Buggy. Buggy, un payaso descongelado que es uno de los personajes favoritos de Oda, un personaje con un plan, con un den-den-mushi y con destino en esta batalla que parece conducirle inevitablemente hacia la más surreal de las glorias piratas.
Pero naturalmente, dentro de los relativamente decepcionante que es la tripulación de Barbablanca (evidentemente Oda ha dedicado media serie a presentar a los distintos poderes de la Marina y con la tripulación de Edward Negwate ha tenido un tiempo ridículo en comparación) existen tres grandes guerreros. Jozu, invencible, fuerte, rápido y con determinación. Marco, sencillamente alguién que auna las frutas de Brooke y Ace y encima vuela. Y Barbablanca, que sencillamente es una fuerza de la naturaleza. Pero en este capítulo los tres sufren una pequeña derrota. Barbablanca se muestra superior a Akainu y es la edad y no este los que le derriban. La salud del hombre más fuerte del mundo parece más precaría a cada capítulo que pasa, pero aunque su muerte o sacrificio parecen casi seguros dudo que Oda vaya a permitir que muera ante unos ataques simples del perro rojo. Barbablanca es demasiado grande para ello. En los últimos capítulos verdaderamente lo hemos visto como la luz que todos los piratas siguen. En One Piece todos los grandes personajes caen para volver a levantarse, y estoy seguro de que Barbablanca morira libre.
Y si bien la derrota de Barbablanca no parece definitiva pero si inevitable, lo mismo no puede decirse de sus dos lugartenientes, ambos descuidados en el momento en el que se dan cuenta de la debilidad de su "padre". Kizaru dice un momento puede decidir una guerra, pero creo que esas palabras se volveran contra él y que esta rodilla sobre el suelo de Barbablanca no conducirá a la victoria que ellos esperan. No creo que Jozu no pueda librarse del congelamiento parcial de su brazo, y menos aún creo que Marco no pueda recuperarse de un par de lasers del mono amarillo. Barbablanca y sus lugartenientes aún no han tenido ese gran momento de verdadera gloria que merecen y por ahora no parecen haber ganado ninguno de los emparejamientos claros que han tenido. La Marina no ha sido verdaderamente herida en esta batalla y, si bien sigo pensando que seguirá ganando, no creo que pague un precio tan pequeño como parece que lo está haciendo.
Y decisivo en ese precio parece que será Luffy. El protagonista de esta serie no deja de ser el protagonista y parece que se acerca el momento en el que veamos como de verdad se forja un nombre entre los piratas. ¿Cómo será? Estoy lejos de siquiera querer imaginarlo. Quizás haya sido algo prematuro, pero estaba claro que Luffy no podía quedarse quieto y aquí vemos nuevamente esa máxima de preferir la muerte antes de no intentarlo. Luffy ha recibido ese pequeño power-up que suponemos que pueden ser las hormonas de Ivankof y su Haki real tiene ante él un escenario perfecto para campar a sus anchas. Pero no importa que Luffy tenga haki o no. No importa que en el siguiente capítulo le veamos golpear a un logia. Lo intentará. Las montañas son altas, los bosques espesos, los enemigos fieros, las nubes oscuras, las sombras largas. No importa. Un héroe jamás será un mero espectador del devenir del mundo.

sábado, diciembre 12, 2009

Que los dioses teman el filo de tu espada ¡Forja tu propio destino!

Muramasa: the demon blade

Conocido por todos aquellos que seguimos la actualidad de la Wii por internet por su nombre japones "Oboro Muramasa", este era uno de los juegos más esperados de la Wii de este año y por fin nos ha llegado y podemos disfrutarlo (aunque este privilegio parecen haberlo restringido a unos pocos privilegiados pues el número de copias que han llegado a España es escaso y además las tiendas parecen querer esconderlas). Después de esta pequeña crítica a lo que es la distribución de los videojuegos marcadamente de género (un problema apreciable sobre todo en esta consola) pasaré a reseñar el videojuego propiamente dicho.
Muramasa es lo que se conoce como un beat´em´up, un hack and slash o lo que en mi pueblo sencillamente era un "tu contra el barrio" (el Japón medieval en este caso). Basicamente tenemos que avanzar y avanzar acabando con todo lo que se ponga en nuestro camino con nuestra fiel espada. Avanzamos a través de unas pantallas 2D cortando todo lo que sale a nuestro paso y, encontrando al final de cada acto un enemigo final mucho más grande, espectacular y complicado. Hay plataformas, pero el componente de saltos es mínimo y sólo suponen un lugar distinto donde acabar con nuestros enemigos. La exploración también es bastante irrisoria, y no recuerdo la existencia de ningún puzle en el juego. Todo se reduce a matar y matar como la maldición de las espadas de Muramasa parecía dictar. La única concesión de este juego, tan heredero de clásicos como "Double Dragon" a otros géneros es el componente rolero que dan los niveles y los objetos. Tenemos a nuestra disposición más de un centenar de espadas, teniendo cada una de estas distintas propiedades (teniendo además cada una de ellas un golpe especial distinto y algún efecto particular sobre los atributos personales de nuestro protagonistas), podemos equipar tres de ellas para usarlas en combate, y además también podemos equitar un objeto del tipo "Medallón" que mejorara los atributos de nuestro personaje. El otro componente de rol son, claro, los niveles, conforme más matemos y más ganemos experiencia iremos subiendo el nivel de nuestro personaje, mejorando esto los atributos de fuerza y agilidad, así como conferirnos ese poco más de vida que siempre agradeceremos. El juego es monótono, eso es innegable, se trata sencillamente de avanzar y matar, y rara vez ofrece modificaciones sobre este esquema. Se tiene que saber que, a pesar de las tiendas de alimentos y accesorios, así como la forma de espadas, nos pasaremos aproximadamente 20 (30 si queremos disfrutar de los seis finales del juego) horas cortando y cortando. Particularmente me ha gustado bastante, cada combate se me hacía ameno y era también una pequeña ocasión para probar las características de mi espada o intentar enlazar algún combo impresionante, pero es obvio que a muchas personas este sistema de juego se les puede antojar escaso para lo habitual en nuestros días.
El juego nos traslada al Japón de principios de la era Tokugawa, y nos pone en la piel de dos personajes: Momohime, una princesa poseida por el espíritu de Jinkuro, un ronin; y Kisuke, un ninja que no recuerda nada de su pasado y que es perseguido por los suyos por haberlos traicionado. La historia es simple y se desarrolla a grandes rasgos, pero he encontrado que me ha gustado bastante y que tiene momentos preciosos y tristes a manos de personajes secundarios como Torahime o las dos zorras que apoyan nuestra aventura. La historia se desarrolla muy ocasionalmente, pero da un motivo a los personajes para avanzar a través de los distintos parajes de Japón y enfrentarse a todo tipo de enemigos. Las aventuras de nuestros dos protagonistas no se entrecruzan más allá de alguna divertida escena en los baños y el segundo final de cada uno de ellos, conde el otro será el enemigo a batir; aunque es importante decir que aunque ellos no lo sepan sus historias se complementan los unos a los otros. Y naturalmente la historia es la excusa de Vanillaware para mostrarnos el gigantesco lienzo de cultura japonesa que este juego.
Visualmente el juego es una gozada. Su desarrollo 2D divide los escenarios en un plano sobre el que nos movemos y varios posteriores que tienen algo de profundidad y componen el paisaje que vemos. Todo tiene un tono de acuarela o viejo grabado japonés. Los paisajes son hermosos y detallados, repletos de todo tipo de homenajes a la cultura japonesa y a lo que era la sociedad en la que esta historia se enmarca. Complejos y sobrecargados en ocasiones, nos encontramos con bosques de bambú, fortalezas de ninjas, templos de monjes, campos de trigo, ciudades, aldeas, playas, montañas nevadas, cementerios y todo tipo de pasajes. Y mientras los recorremos vemos lluvia, viento, niebla, petalos de cerezo caer, luciérnagas y todo tipo de pequeños efectos visuales que transforman este juego en toda una gozada visual para aquellos que somos otakus. Los escenarios tienen el defecto no obstante de ser algo repetitivo, no tanto a nivel visual si no en que las rejillas que intuimos bajo los paisajes, que se me antojan escasas y son bastante reiterativas. Los enemigos comparten las características de los escenarios y nos presentan a samurais, ninjas, onis, sapos gigantes y todo tipo de enemigos extraidos de la cultura japonesa. Los enemigos normales son repetitivos y sus pautas de ataque bastante básicas (aunque esto no importa demasiado pues atacan facilmente por decenas). Mención aparte merecen los monstruos de final de fase, inspirados más todavía en mitos japoneses derrochan originalidad y espectacularidad a partes iguales, aquí encontramos a dragones, a monjes degenerados, a pulpos gigantes y en la recta final incluso demonios y dioses y espíritus. Las batallas contra estos enemigos si son considerablemente más difíciles y largas, siendo muchas de ellas sencillamente épicas.
Es un juego que me ha parecido terriblemente hermoso, y me ha divertido de sobremanera explorar sus paisajes, derrotar a todos los enemigos que salían a mi paso y forjar los 108 sables que podemos equipar, pero es innegable que es un juego muy básico y también bastante repetitivo. No obstante, a pesar de estas limitaciones tengo que repetir que particularmente he disfrutado como un enano con esta oda al Japón medieval disfrazada de deshinbido festival de espadazos.

viernes, diciembre 11, 2009

La eterna lucha de EL HOMBRE contra los elementos

One Piece 567 - Cuarteles generales de la Marina, Marinford, Plaza Oris

Necesario, pero decepcionante, capítulo de transición. Es un buen capítulo, pero inevitablemente sabe a poco a tenor de lo que habíamos visto en los últimos capítulos de la serie. Es un capítulo de transición. Desembarcado ya Barbablanca, con Garp dando su primer puñetazo en la última página, y con los almirantes en todo su esplendor no me parece una mala idea de Oda el introducir una pequeña elipsis narrativa como la que intuimos con las viñetas de batalla genéricas o el fugaz retorno de los shichibukais y los Pacifistas. Hay mucho en juego en esta batalla, y hay también muchos jugadores. La batalla tuvo un principio muy marcado que podríamos considerar que alcanzó hasta la llegada de Luffy, el segundo acto comenzó con la llegada de los Pacifistas y concluyó con la llegada de los piratas a la plaza. Tras una fugaz transición estaremos preparados para ver el verdadero desenlace de esta monstruosa saga.
El indicador más claro de esta aparente transición es Luffy. El protagonista de la serie, a pesar de la sobredosis de hormonas que lleva encima, no ha podido resistir más. Como sucedió en Arabasta, parece que Luffy se va a tomar un pequeño descanso hasta la resolución verdadera de la batalla. Es una secuencia algo extraña, pero aunque creo que Luffy tiene nivel para participar en esta batalla se ha lanzado de cabeza contra los almirantes una y otra vez y ya venía bastante tocado desde Impel Down. Es una buena noticia ver a Momonga y al almirante-dálmata como usuarios de las artes del CP9 y soportar el nivel de Luffy, dignifica un rango que parecía algo devaluado y que ahora sabemos que no hay que tomar a la ligera. Luffy conlleva también la aparición de Jimbei e Ivankof, dos personajes sobrios -obviamente no literalmente sobrio en el caso de esa bizarrada en forma de revolucionari@ travesti de gigantesca cabeza- que le han apoyado en todo momento y que parecen destinados a algo más aún en esta batalla.
Luffy es abatido y humillantemente pateado por Kizaru en una escena que suma una deuda más a pagar por el mono amarillo y que me lleva al punto que da título a esta entrada, y ese no es otro que el enfrentamiento de Barbablanca contra los tres almirantes. Quizás fuera un poco iluso pensar que Barbablanca se quitaría a los tres almirantes de encima de un soplido, pero resulta algo triste ver como queda en empate con ellos individualmente. Refuerza el peso de Akainu, Kizaru y Aokiji en la serie, pero muestra que Barbablanca se encuentra claramente en decadencia y que no es el que era antes. Imaginabamos que sólo Sengoku y Garp podrían hacer frente a "el hombre más poderoso del mundo", que los tres almirantes sean capaces de neutralizarlo en parte desmitifica la figura de Edward Newgate.
Los enfrentamientos casuales de Barbablanca con los tres almirantes y el aparente desvanecimiento de Luffy convergen con un buen número de viñetas genéricas de batalla en las que vemos como progresa a grandes rasgos la batalla. El final del capítulo es para Garp, que no tiene problemas en abatir a Marco con uno de sus buenos puñetazos. A pesar de que Sengoku se remangaba en el último capítulo, parece que el rol de ambas leyendas de la Marina será ahora mismo defensivo. Sin duda son malas noticias para el bando pirata, pues en una batalla de desgaste tan terrible los dos pilares más grandes de la Marina continuan casi intactos.
Es este un capítulo que creo necesario para dar al lector la sensación de paso de tiempo, aunque en esta ocasión Oda no ha sido tan sutil como en otras ocasiones y no puedo evitar pensar que este es claramente un episodio "de relleno". No obstante, pasan cosas; y palabras como las de Jimbei, Ivankof o el propio Barbablanca y su lento pero inexorable avance hacen pensar que pronto veremos el final de la batalla.

miércoles, diciembre 09, 2009

El principio de todo

El hobbit

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit.

Hay que agradecer a ese estudiante que dejó un exámen en blanco y dio el espacio suficiente al profesor JRR Tolkien para escribir esa pequeña frase, lo que saldría de ella es ya historia de la literatura y de la propia cultura popular de nuestra civilización. Pero todos sabemos lo que conllevaron después los "acertijos en la oscuridad", así que hablaré propiamente de la primera parte del Libro Rojo de la frontera Oeste, pues la segunda tanto narrativa como argumentalmente es algo muy distinto.
Leí este libro por primera vez, si la memoria no me falla, allá por el verano del 93. Tiempo ha pasado y muchas relecturas se han sucedido, y yo como persona he cambiado, y he leído muchos otros libros más, pero la aventura de Bilbo Bolsón continua fascinándome tanto como el primer día.
Es un libro infantil, un cuento que incluye asesinatos en masa y hechos muy oscuros, pero por los años treinta la gente parecía estar más preocupada por enseñar verdaderos conceptos morales e importantes antes que por empeñarse en creer que infancia es igual a estupidez. Nos encontramos con un acomodado caballero inglés que es obligado a dejar su cómodo hogar y se ve envuelto en multitud de aventuras, sorteándolas casi siempre por medio de su ingenio y su valia. Y el libro es eso, una sucesión de aventuras de todo tipo y una puerta abierta a un mundo fantástico repleto de fascinantes paisajes y todo tipo de criaturas. Hay referencias a un mundo más grande, ecos de un pasado glorioso y sombras de un futuro oscuro, pero todo es antes que nada un cuento infantil.
La narrativa de Tolkien es la del padre que era cuando relataba esta historia a sus hijos. Hay anacronismos y comparaciones imposibles a fin de facilitar la comprensión, se juega con el tiempo y la narración omniscente para hacer preguntas que cuestión la atención y comprensión del joven lector, y al mismo tiempo se viaja hacia delante y hacia atrás en el tiempo sin problemas para explicar algún hecho en concreto. La propia historia se contagia de esta intención narrativa, y no es sólo que los lugares oscuros sean exageradamente oscuros, si no que se incluyen pasajes que son claramente un juego entre Tolkien y sus hijos, como obviamente son los enfrentamientos y juegos de adivinanzas que Bilbo lleva a cabo con Gollum y con Smaug.
Una pequeña joya de la literatura recomendable para cualquier edad y para cualquier lector sin prejuicios, pero un libro claramente infantil al que ahora sin duda perjudica de sobremanera la imagen de "épica desmesurada" que el mundo suele tener de la Tierra Media. No obstante, fue el primer libro que me cautivó de sobremanera cuando lo leí, y el afecto que proceso por él no ha hecho si no reafirmarse con esta nueva lectura.

martes, diciembre 08, 2009

Las malas series se olvidaran, las grandes se recordaran

Rurouni Kenshin (El guerrero samurai)

Momento especial para este pequeño blog, Kenshin es una de las series a las que más cariño le tengo y hoy -tras un antológico marathon de la saga del Juppon Gatana- creo que es el momento perfecto para comentar la adaptación al anime de este celebrado manga de Nobuhiro Watsuki. Es este un anime antiguo y eso evidentemente se nota durante su visionado, pero hoy he seguido encontrando en él esa misma magia que me fascinó hace ya una década y que me pegó a la pantalla de televisión por las mañanas cuando la plus a contracorriente del resto de las cadenas emitía este anime tan poco políticamente correcto. Hacía entonces mucho que mi primera época de otaku había pasado y aunque tenía un grato recuerdo de Ranma, Dragon Ball, Chicho Terremoto y -¿por que no decirlo?- Sailor Moon y Oliver y Benji y sus clones, y aún faltaba un lustro para que conociera a Onizuka y me reenganchara definitivamente a este mundillo; pero esta serie me enganchó como pocas y aún hoy me sigue pareciendo un referente comparado con el cual la mayoría de las series salen perdiendo. Evidentemente la serie tiene defectos que ahora soy capaz de apreciar mejor, pero sus personajes siguen siendo increiblemente carismáticos, sus paisajes y su música magicamente evocadores, su humor gratamente funcional y su historia terriblemente épica.
Es este un anime que se puede dividir en tres partes. La primera está compuesta por las clásicas sagas cortas de presentación de personajes típicas de los shonnen; es una parte que tiene algunos momentos buenos pero resulta en líneas generales bastante normal y no destaca especialmente en su conjunto. Subsagas como la de Aoshi son notables, pero en líneas generales la serie casi parece un "Equipo A" y no deja de resultar casi ridículo que enemigos tan normales como los que se presentan en estos episodios precisen a ese dios de la espada que responde al nombre de Kenshin Himura. La saga final es un subproducto extraño propiciado por los deseos de los productores de explotar el éxito de la saga, nos encontramos ante nuevas subsagas pequeñas donde Kenshin y sus amigos se enfrentaran a enemigos que en el mejor de los casos intentaran imitar al Juppon Gatana de Makoto Shishio. El anime había alcanzado al manga y, al tener que inventarse la historia, tomo un rumbo bastante desacertado. Pero este análisis no analizará ni la primera treintena de episodios de la serie ni la treintena final, este análisis se centrará en los episodios centrales de la serie, esos treinta y cinco episodios que narran la épica batalla de Kenshin y sus compañeros contra Makoto Shishio y su Juppon Gatana.
Visualmente es una serie que ha envejecido relativamente bien, naturalmente la animación facial es bastante pobre, y los movimientos de los personajes no son tan suaves como las técnicas de animación permiten que lo sean en la actualidad; pero si bien la serie no puede escapar normalmente al tiempo al que pertenece, en las grandes escenas muestra una calidad digna de película. A nivel sónoro el score del anime sigue siendo tan fascinante como siempre, repetitivo como es normal e inevitable en este tipo de productos, pero esto poco importa si las partituras son tan soberbias como las de esta serie; épicas, divertidas, grandilocuentes, tristes, meláncolicas, la banda sonora de esta serie es sencillamente increible, como acertada siempre es la integración que consigue con las imágenes. Otro asunto bien distinto es el doblaje al castellano -al que por nostalgia y por la deficiente calidad de los subtítulos de Selecta Visión me cuesta renunciar-, en muchas ocasiones da la sensación de que se inventan líneas de diálogo o cambían frases de estas, así como aportar una intensidad interpretativa bastante cuestionable. La dirección de la serie y su narrativa son bastante acertadas, no conozco el manga original pero apenas se atisban en la serie momentos que podamos considerar claramente como de relleno y unicamente en algunas ocasiones se nota que algunos episodios son alargados para conseguir que acaben con el pequeño giro de guión de turno (nada excesivo en ningún caso).
Argumentalmente la serie nos traslada a un japón que se debate entre la edad media y sus tradiciones y la edad moderna y sus innovaciones, un mundo en el que los samurais se resisten a desaparecer y en el que la espada sigue marcando la diferencia. Es un shonnen y se siguen los tópicos de un villano en apariencia invencible que es derrotado tras un gran entrenamiento, y por supuesto hay una escala de poder y cada "amigo del bueno" tendrá su pequeño momento de gloria ante un lugarteniente del gran villano; pero aunque esta serie responde a todos estos tópicos logra exponerlos y desarrollarlos con coherencia. Además la serie tiene un marcado carácter político e histórico que sirve para reafirmar y explicar las creencias tanto de héroes como villanos, y aunque evidentemente estamos lejos de encontrarnos ante una obra de Urasawa el trabajo de Watsuki en este aspecto es sobresaliente. Las batallas son bastante variadas y afortunadas y, aunque finalmente el autor recurre quizás inevitablemente a los típicos golpes invisibles en los que un contendiente cae al suelo tras cruzarse con otro, estos enfrentamientos están lejos de ser el clásico "intercambio de kame-hames" que tanto impera en los shonnen actuales. Pero si hay algo por lo que destaca esta serie es por sus personajes. Kenshin, un vagabundo que en el pasado fue el mayor asesino de Japón tendrá que enfrentarse en compañía de sus amigos y de sus extraños aliados a los fantasmas del pasado. Y Kenshin es un buen protagonista, un personaje con grandes momentos, pero tanto él como el resto de los miembros del dojo Kamiya no dejan de ser personajes "normales" y son los villanos y secundarios los que marcan la diferencia de esta saga con respecto al resto del anime y los que elevan a esta serie a un nivel superior. Porque Saito ya muestra su grandeza en esa primera e impresionante batalla de la saga en el dojo, y porque es un bueno "villano" de verdad y no el clásico malo reconvertido a héroe del género, porque sus diálogos muestran un pragmatismo y un realismo alejados del idealismo casi estúpido del protagonista y porque sus acciones confirman cada una de sus frases, porque es muy grande y por sus pugnas con Sanosuke son tronchantes. Porque Seijuro Hiko es el carisma hecho personaje de anime y no hay plano en el que no resulte majestuoso e imponente, porque su modestia brilla por su ausencia y no calla una verdad sabiéndose superior al resto de seres humanos, y porque su escena con Fuji es sencillamente uno de los momentos más épicos e increibles que he visto jamás. Porque Okina y, sobre todo, Misao añaden un componente increiblemente cómico y desenfadado a la serie pero después se transforman en auténticos héroes con escenas como la derrota del primero a manos de Aoshi y la determinación de la segunda a raiz de este acontecimiento. Porque en mayor o en menor medida cada miembro de Juppon Gatana es inolvidable, como ese monje renegado y su triste historia, como ese patético ciego cegado, ese noble gigante, ese payaso prepotente que colecciona espadas o ese gran estratega que cree firmemente en sus acciones e incluso nos convence de ellas. Y porque Shishio no sólo es cruel, poderoso, coherente y grandioso, porque no sólo es uno de los mejores villanos que he visto en una serie, si no porque además forma esa extraña familia de parias con la dulce y memorable Ayumi (una muerte cruel y al mismo tiempo romántica como pocas he visto) y ese extremo de soledad y desesperación que es Soujiro Seta.
Por todo ello no puedo hacer otra cosa que recomendar encarecidamente esta serie (especialmente la parte central de ella). Porque esta serie la consideraba incluso una imprescindible cuando no veía anime, porque sencillamente hay animes que hacen otakus y este es uno de ellos. Porque la ley más básica de la naturaleza es aplicable al anime y al final los animes que sobreviven al duro paso del tiempo son los mejores, porque todos aquellos que son olvidados sencillamente no atesoraban la calidad suficiente como para ser recordados.