Habría muchas formas de titular esta entrada: "¿El fin justifica los medios?", "¿Qué es más terrible, el bien disfrazado de mal o el mal disfrazado de bien?", "El mayor villano y el mayor héroe", "El diluvio universal más entretenido". Pero creo que sinceramente acabaré titulando:
MI ANIME FAVORITO
Code Geass - Lelouch de la Rebelión - R2
"R2" es la continuación de una de mis series favoritas: "Code Geass". Aquella era una serie terriblemente compleja, no ya por su argumento, que mezclaba esoterismo con una historia de guerra, odio y venganza, si no por su particular narrativa en la cual toda esta trama se alternaba con otra de colegialas. Coge Geass era un ejercicio de exageración y teatralidad desmesurada donde el fanservice y el humor más surreal se intercalaban con secuencias de una brutalidad pasmosa, y donde además cada poco tiempo se nos revelaba un giro argumental que se basaba en un guión repleto de deliciosas trampas. Continuar una serie así era muy complicado, pero ya en mis primeras impresiones de esta segunda temporada creía que lo estaban haciendo bien, y ahora al concluir no puedo decir otra cosa que han superado mis espectativas. A pesar de unos inicios en los que podríamos considerar que la serie repetía los esquemas del pasado y de un bajón en la llamada saga de China, la serie cobra su propia identidad en la segunda mitad de la temporada y resuelve la inmensa mayoría de sus líneas argumentales como sólo ella podía hacer: huyendo hacia delante, huyendo muy hacia delante y a gran velocidad. Si bien podemos considerar que en algunos momentos el desarrollo fuerza mucho el guión, la serie en ningún momento me parece incoherente con ella misma. Advierto que, sin poder evitarlo, este post tendra SPOILERS.
La serie nos muestra las tragicas consecuencias de los actos de los personajes de la primera temporada. Si bien en aquel entonces tanto Lelouch como Suzaku habían sido superados por los acontecimientos, en esta segunda temporada, si bien inicialmente ambos siguen tratando de vivir ocultados por sus máscaras, finalmente se aceptan a si mismos y actuan como creen que deben hacerlo. Se profundiza en el odio y en el miedo, y las armas se esgrimían en la primera parte ahora se vuelven contra sus usuarios. El mal extremo que Lelouch usaba como arma acaba volviéndose contra él y devorándolo, sus pecados son descubiertos y Lelouch es traicionado por ello. Tras esta traición no esta si no el miedo que el propio Lelouch temía y del que se defendía con su máscara. El miedo a las consecuencias de nuestros actos es uno de los grandes ejes de esta serie. Miedo de Suzaku a sus actos que esconde tras una máscara de hipocresía y caballería. Miedo de Lelouch a perder todo lo que tiene. Miedo de los Caballeros Negros al renegar de Zero y tildarlo de traidor para que él cargara con la culpa de sus asesinatos y ennoblecer su terrorismo. Miedo de Schnneizel a ser derrotado. Todos los personajes se esconden tras máscaras y, curiosamente, Lelouch sólo es capaz de crecer cuando le despojan de esta y se ve obligado a mirar el reflejo de sus acciones.
Porque entre tanto dolor y sufrimiento hay lugar para el bien y el mensaje de la serie no deja de ser optimista. Sheryl se sobrepone al dolor y es capaz de perdonar a Lelouch, y es Rolo, el asesino de esta y un personaje vacío, el que verdaderamente muestra lo mejor del mundo a Lelouch cuando este ha desesperado al perder tanto a su hermana como a sus Caballeros Negros.
Y es Lelouch, con su sacrificio, el que decide cargar con los pecados y el odio de toda la humanidad para abrirle un nuevo camino hasta ella. En este aspecto, no deja de impresionarme como los guionistas han conseguido unificar en un sólo personaje al más grande villano y al más grande héroe de sus series. Lelouch es terriblemente humano, sus ambiciones útopicas iniciales sólo dan como consecuencia la perdida de lo que más quería y es entonces, cuando Lelouch lo pierde todo cuando tiene que madurar y convertirse en el verdadero Zero, el máximo ideal de la justicia, justicia de la que él es el máximo deudor y por la que debe pagar más que ningún otro personaje de la serie.
El resto de los personajes tienen un desarrollo mucho más irregular que el del propio Lelouch. Suzaku es un personaje demasiado dominado por el odio y en cierta parte de la serie se fuerza demasiado su evolución. La orden de los caballeros negros acaba ganándose la antipatía del espectador debido a la hipocresía de su actitud de cara a Zero, y así mismo la actitud del emperador Charles cambia demasiado con respecto a lo que había sido en la primera parte y creo que los guionistas no han obrado bien al tratar de redimirlo y convertirlo en casi una victima de las circunstancias. La serie cuenta con el problema de manejar demasiados personajes, pues al gigantesco casting de la primera temporada se unen ahora todos los personajes de la federación china y los Caballeros de la Mesa Cuadrada, amen de algún que otro secundario más. No obstante, si bien alguna actitud global puede resultar forzada, el desarrollo individual de todos los personajes resulta bastante coherente y el director le da a todos y cada uno de ellos sus pequeños momentos de gloria.
El drama de la serie bebe de otros tres grandes hilos argumentales: el romántico, el militar y el esotético.
En el aspecto romántico la serie pivota sobre Lelouch y aquí encontramos dos variantes diferencias: la amistad y el fanservice. La relación de Lelouch con sus amigos, el apoyo que de ellos recibe y que le impulsa a seguir adelante esta muy bien tratado; aquí también entra lo recíproco, todo lo que Lelouch da a sus amigos después de haberles quitado algo y aquí los guionistas se muestran perfectos en el desarrollo de Kallen, Nina, Rollo o la propia Nunally. Luego tenemos el fanservice en forma de la pequeña "pelea de gatas" que de vez en cuando muestran Kallen y CC, no aporta demasiado pero aporta unas notas de humor que son una marca de identidad de la serie.
En el aspecto militar la serie retrocede bastante con respecto a su predecesora. Los grandes protagonistas han recibido una colección de supermechas que dejan en ridículo al Lancelot de la primera temporada y ello resta componente estratégico a las batallas. Lelouch continua dejando algunas muestras de su ingenio, y la llegada de Schnneizel convierte la serie en un gigantesco tablero de ajedrez, pero esta batalla se muestra más en escenas como la del millón de Zeros que en las propias batallas militares.
El otro aspecto capital de la serie, y sin duda el más complicado, es el esotérico. La naturaleza del Geass, así como el origen de CC y las aspiraciones de Charles eran uno de los grandes motores de la serie. En este aspecto Geass ha optado por huír hacia delante. Explicar de una forma científica el Geass o el Code es una idea sencillamente ridícula, así pues la serie se ha plegado ante su propia teatralidad y ha decidido que estos continuen sumidos en el misterio. La fe y la religión entran aquí como elemento explicativo y CC, VV y el resto de usuarios de Gess no son otra cosa que víctimas del "poder de los reyes". El plan de Charles es algo extraño y, aunque noble, exige un acto de fé aún más grande. Es sin duda uno de los aspectos más peliagudos de la serie pero creo que, tanto en en este aspecto como en el descubrimiento de todo lo relacionado con Marianne, la serie ha dado una respuesta bastante coherente y digna a sus seguidores.
Por último comentaré los aspectos más puramente técnicos de la serie. En cuanto a la dirección, Geass es más Geass que nunca. Es decir, giros argumentales casi imprevisibles cada dos por tres. Adquiere este técnica narrativa su máxima expresión en el segundo tramo de la serie, pues cada final de episodio desde la muerte de Shery es más impresionante y sorprendente que el anterior. Al contrario que en los anteriores episodios de la serie, donde los primeros quince minutos eran bastante ligeros y después todo se revolucionaba en los últimos, en su segunda mitad esta serie es frenética de principio a fin. El anime adquiere una densidad y complejidad inevitable si tenemos en cuenta la cantidad de personajes y líneas argumentales que ha de cerrar. Algunos de estos giros o desarrollos están mejor conseguidos que otros, pero como he dicho la serie consigue cerrar con dignidad algo tan abierto y diverso como complicado y, sobre todo, y esto es lo más importante, lo hace siempre manteniendo una tensión y una emoción máximas. Code Geass plantea muchos debates morales pero es, por encima de todo, el anime más entretenido que he tenido el placer de ver.
A nivel técnico la serie se muestra algo irregular, pues el nivel de la animación baja sorprendentemente en los últimos episodios. Las batallas resultan más espectaculares y la inclusión del aire como nuevo campo de batalla esta perfectamente resuelta gracias a unas animaciones y unas batallas mucho más dinámicas que las que Sunrise nos suele mostrar en las series "Gundam". Los combates, como siempre, son rápidos y vibrantes, no eternizándose las batallas ni siquiera en el espectacular y sobervio enfrentamiento definitivo entre el Lancelot y el Gurren. El diseño de los mechas ha mejorado notablemente con respecto a la primera temporada, tanto en los mechas caracterizados como en los que podríamos considerar los de la "infantería rasa"; el de los nuevos personajes no le va a la zaga, incluso podríamos decir aquí como punto a favor que se nota menos la influencia de las CLAMP (algo que también pasa en los diseños crecidos de los personajes tradicionales). El doblaje es sobervio y al excelente casting de la primera temporada se han añadido algunas nuevas voces más que notables. El score mantiene el nivel de la primera temporada, melodías que van desde las fanfarrías militares de Britannia a los grandilocuentes cortes que ilustran las grandes acciones de Zero o a las delicadas canciones que enmarcan los momentos más dramáticos (inolvidable la "Continued story" del último episodio).
Nada más, sólo volver a recordar el que es sin duda mi anime favorito y, esperar, que algún día haya alguna continuación en la que descubramos que a Lelouch le gusta conducir carretas.
"R2" es la continuación de una de mis series favoritas: "Code Geass". Aquella era una serie terriblemente compleja, no ya por su argumento, que mezclaba esoterismo con una historia de guerra, odio y venganza, si no por su particular narrativa en la cual toda esta trama se alternaba con otra de colegialas. Coge Geass era un ejercicio de exageración y teatralidad desmesurada donde el fanservice y el humor más surreal se intercalaban con secuencias de una brutalidad pasmosa, y donde además cada poco tiempo se nos revelaba un giro argumental que se basaba en un guión repleto de deliciosas trampas. Continuar una serie así era muy complicado, pero ya en mis primeras impresiones de esta segunda temporada creía que lo estaban haciendo bien, y ahora al concluir no puedo decir otra cosa que han superado mis espectativas. A pesar de unos inicios en los que podríamos considerar que la serie repetía los esquemas del pasado y de un bajón en la llamada saga de China, la serie cobra su propia identidad en la segunda mitad de la temporada y resuelve la inmensa mayoría de sus líneas argumentales como sólo ella podía hacer: huyendo hacia delante, huyendo muy hacia delante y a gran velocidad. Si bien podemos considerar que en algunos momentos el desarrollo fuerza mucho el guión, la serie en ningún momento me parece incoherente con ella misma. Advierto que, sin poder evitarlo, este post tendra SPOILERS.
La serie nos muestra las tragicas consecuencias de los actos de los personajes de la primera temporada. Si bien en aquel entonces tanto Lelouch como Suzaku habían sido superados por los acontecimientos, en esta segunda temporada, si bien inicialmente ambos siguen tratando de vivir ocultados por sus máscaras, finalmente se aceptan a si mismos y actuan como creen que deben hacerlo. Se profundiza en el odio y en el miedo, y las armas se esgrimían en la primera parte ahora se vuelven contra sus usuarios. El mal extremo que Lelouch usaba como arma acaba volviéndose contra él y devorándolo, sus pecados son descubiertos y Lelouch es traicionado por ello. Tras esta traición no esta si no el miedo que el propio Lelouch temía y del que se defendía con su máscara. El miedo a las consecuencias de nuestros actos es uno de los grandes ejes de esta serie. Miedo de Suzaku a sus actos que esconde tras una máscara de hipocresía y caballería. Miedo de Lelouch a perder todo lo que tiene. Miedo de los Caballeros Negros al renegar de Zero y tildarlo de traidor para que él cargara con la culpa de sus asesinatos y ennoblecer su terrorismo. Miedo de Schnneizel a ser derrotado. Todos los personajes se esconden tras máscaras y, curiosamente, Lelouch sólo es capaz de crecer cuando le despojan de esta y se ve obligado a mirar el reflejo de sus acciones.
Porque entre tanto dolor y sufrimiento hay lugar para el bien y el mensaje de la serie no deja de ser optimista. Sheryl se sobrepone al dolor y es capaz de perdonar a Lelouch, y es Rolo, el asesino de esta y un personaje vacío, el que verdaderamente muestra lo mejor del mundo a Lelouch cuando este ha desesperado al perder tanto a su hermana como a sus Caballeros Negros.
Y es Lelouch, con su sacrificio, el que decide cargar con los pecados y el odio de toda la humanidad para abrirle un nuevo camino hasta ella. En este aspecto, no deja de impresionarme como los guionistas han conseguido unificar en un sólo personaje al más grande villano y al más grande héroe de sus series. Lelouch es terriblemente humano, sus ambiciones útopicas iniciales sólo dan como consecuencia la perdida de lo que más quería y es entonces, cuando Lelouch lo pierde todo cuando tiene que madurar y convertirse en el verdadero Zero, el máximo ideal de la justicia, justicia de la que él es el máximo deudor y por la que debe pagar más que ningún otro personaje de la serie.
El resto de los personajes tienen un desarrollo mucho más irregular que el del propio Lelouch. Suzaku es un personaje demasiado dominado por el odio y en cierta parte de la serie se fuerza demasiado su evolución. La orden de los caballeros negros acaba ganándose la antipatía del espectador debido a la hipocresía de su actitud de cara a Zero, y así mismo la actitud del emperador Charles cambia demasiado con respecto a lo que había sido en la primera parte y creo que los guionistas no han obrado bien al tratar de redimirlo y convertirlo en casi una victima de las circunstancias. La serie cuenta con el problema de manejar demasiados personajes, pues al gigantesco casting de la primera temporada se unen ahora todos los personajes de la federación china y los Caballeros de la Mesa Cuadrada, amen de algún que otro secundario más. No obstante, si bien alguna actitud global puede resultar forzada, el desarrollo individual de todos los personajes resulta bastante coherente y el director le da a todos y cada uno de ellos sus pequeños momentos de gloria.
El drama de la serie bebe de otros tres grandes hilos argumentales: el romántico, el militar y el esotético.
En el aspecto romántico la serie pivota sobre Lelouch y aquí encontramos dos variantes diferencias: la amistad y el fanservice. La relación de Lelouch con sus amigos, el apoyo que de ellos recibe y que le impulsa a seguir adelante esta muy bien tratado; aquí también entra lo recíproco, todo lo que Lelouch da a sus amigos después de haberles quitado algo y aquí los guionistas se muestran perfectos en el desarrollo de Kallen, Nina, Rollo o la propia Nunally. Luego tenemos el fanservice en forma de la pequeña "pelea de gatas" que de vez en cuando muestran Kallen y CC, no aporta demasiado pero aporta unas notas de humor que son una marca de identidad de la serie.
En el aspecto militar la serie retrocede bastante con respecto a su predecesora. Los grandes protagonistas han recibido una colección de supermechas que dejan en ridículo al Lancelot de la primera temporada y ello resta componente estratégico a las batallas. Lelouch continua dejando algunas muestras de su ingenio, y la llegada de Schnneizel convierte la serie en un gigantesco tablero de ajedrez, pero esta batalla se muestra más en escenas como la del millón de Zeros que en las propias batallas militares.
El otro aspecto capital de la serie, y sin duda el más complicado, es el esotérico. La naturaleza del Geass, así como el origen de CC y las aspiraciones de Charles eran uno de los grandes motores de la serie. En este aspecto Geass ha optado por huír hacia delante. Explicar de una forma científica el Geass o el Code es una idea sencillamente ridícula, así pues la serie se ha plegado ante su propia teatralidad y ha decidido que estos continuen sumidos en el misterio. La fe y la religión entran aquí como elemento explicativo y CC, VV y el resto de usuarios de Gess no son otra cosa que víctimas del "poder de los reyes". El plan de Charles es algo extraño y, aunque noble, exige un acto de fé aún más grande. Es sin duda uno de los aspectos más peliagudos de la serie pero creo que, tanto en en este aspecto como en el descubrimiento de todo lo relacionado con Marianne, la serie ha dado una respuesta bastante coherente y digna a sus seguidores.
Por último comentaré los aspectos más puramente técnicos de la serie. En cuanto a la dirección, Geass es más Geass que nunca. Es decir, giros argumentales casi imprevisibles cada dos por tres. Adquiere este técnica narrativa su máxima expresión en el segundo tramo de la serie, pues cada final de episodio desde la muerte de Shery es más impresionante y sorprendente que el anterior. Al contrario que en los anteriores episodios de la serie, donde los primeros quince minutos eran bastante ligeros y después todo se revolucionaba en los últimos, en su segunda mitad esta serie es frenética de principio a fin. El anime adquiere una densidad y complejidad inevitable si tenemos en cuenta la cantidad de personajes y líneas argumentales que ha de cerrar. Algunos de estos giros o desarrollos están mejor conseguidos que otros, pero como he dicho la serie consigue cerrar con dignidad algo tan abierto y diverso como complicado y, sobre todo, y esto es lo más importante, lo hace siempre manteniendo una tensión y una emoción máximas. Code Geass plantea muchos debates morales pero es, por encima de todo, el anime más entretenido que he tenido el placer de ver.
A nivel técnico la serie se muestra algo irregular, pues el nivel de la animación baja sorprendentemente en los últimos episodios. Las batallas resultan más espectaculares y la inclusión del aire como nuevo campo de batalla esta perfectamente resuelta gracias a unas animaciones y unas batallas mucho más dinámicas que las que Sunrise nos suele mostrar en las series "Gundam". Los combates, como siempre, son rápidos y vibrantes, no eternizándose las batallas ni siquiera en el espectacular y sobervio enfrentamiento definitivo entre el Lancelot y el Gurren. El diseño de los mechas ha mejorado notablemente con respecto a la primera temporada, tanto en los mechas caracterizados como en los que podríamos considerar los de la "infantería rasa"; el de los nuevos personajes no le va a la zaga, incluso podríamos decir aquí como punto a favor que se nota menos la influencia de las CLAMP (algo que también pasa en los diseños crecidos de los personajes tradicionales). El doblaje es sobervio y al excelente casting de la primera temporada se han añadido algunas nuevas voces más que notables. El score mantiene el nivel de la primera temporada, melodías que van desde las fanfarrías militares de Britannia a los grandilocuentes cortes que ilustran las grandes acciones de Zero o a las delicadas canciones que enmarcan los momentos más dramáticos (inolvidable la "Continued story" del último episodio).
Nada más, sólo volver a recordar el que es sin duda mi anime favorito y, esperar, que algún día haya alguna continuación en la que descubramos que a Lelouch le gusta conducir carretas.