Bokutachi wa Benkyō ga Dekinai
"Bokuben", "We never learn" o como quiera decirse, esta acabando, y lo cierto es que me ha encantado como lo está cerrando el autor en unos últimos capítulos que si no saltan de repente al arco de los exámenes internacionales o llegan extraterrestres creo que todo va a acabar siendo casi modélico.
Así pues, en esta reseña en la que se revelará LA GANADORA, defenderé los puntos por los que me ha gustado su cierre.
Duración ajustada
La serie ha acabado más o menos cuando debía de acabar. Serán unos 150 episodios, creo que le sobran 20 o 30, pero no es una cifra especialmente sangrante. La serie comenzaba a hacerse repetitiva y necesitaba acabar, y así lo va a hacer, pero antes de que el mal no tuviera remedio. En este último año de serialización, que comenzaba con varios de los arcos de las chicas ya cerrados se puede decir que ha habido algo de relleno, pero creo que era normal y comprensible, a fin de cuentas era imposible pasar de cerrar el arco de Ogata a celebrar San Valentin o hacer los exámenes directamente y los capítulos de relleno no dejan de ser esos valles necesarios en una estructura dramática serializada (y aquí, además, debido a la naturaleza harem de la serie, el autor no dejaba de tener que cumplir esa regla no escrita de repatir equitativamente páginas, con lo que entre arco y arco era casi obligatorio un capítulo ligero para cada heroína).
Alegres perdedoras
Polémica en internet con este punto. Ha pasado algo extraño y es que, para lo que es habitual en el género, todo se ha cerrado de una forma bastante rápida, y además sin apenas lucha. Takemoto ha llegado, ha visto y ha vencido. No ha habido capítulos o minisagas de cierre de romance, y me gusta. La serie no se ha recreado en las derrotas, no ha hecho que cada heroína se confiese y sea rechazada en la especie de triste carrera de desgaste que son estas series. La serie ha acabado de una forma rápida y sencilla, con la ganadora ganando y las perdedoras perdiendo, no ha habido falso misterio.
Y está bien. La profesora y la sempai no competían, eso lo sabíamos a pesar de la absurda popularidad de la primera y del hecho de que la segunda era el mejor personaje de la serie. La guerra era una batalla a tres bandas, y era un poco extraña porque Takemoto -dejando a un lado sus virtudes- era casi la ganadora más natural. Ogata y Fumino tenían el terrible problema de ser las favoritas, la serie las estableció como las candidatas principales al protagonizar el primer capítulo y establecer con ellas un claro triángulo amoroso desde el principio aunque Takemoto llegase inmediatamente a continuación. Y esto en cierta parte ha jugado en su contra, ya que eran dos personajes tan opuestos en todos los sentidos que al final que una se impusiera no dejaría de ser un poco injusto para con la otra... y aquí además está el triste hecho de que Ogata, sencillamente, nunca ha terminado de funcionar bien. El autor lo ha intentado, y la chica además tenía el factor fanservice de su parte, pero por alguna razón u otra nunca ha funcionado tan bien como Fumino o como ese torbellino de nadadora que se ha comido la serie. Que Ogata ganara sería muy forzado, y eso en cierta forma creo que ha perjudicado a una Fumino que nunca ha dejado de ser un personaje demasiado de apoyo.
Justa vencedora
Porque si hay una chica que merecía "ganar" esa era Takemoto, y lo merecía casi por todas las razones imaginables. Me parece casi el personaje más disfrutable de la serie, un torrente de alegría y optimismo que funcionaba muy bien como dinamizador de la trama. Y es también el personaje más valiente, mientras que el resto de las chicas están descubriendo el amor esta está claramente enamorada desde hace 5 años y su lucha es la de confesarse; es el personaje más honrado y valiente de la serie, y uno siente que si habría alguien para quien la derrota fuera injusta sería para ella.
Y luego, narrativamente me parece que su arco es el mejor. Los arcos del resto de heroínas no están mal, pero el arco de Takemoto no existe como tal. Fumino tiene a su madre y las estrellas, Ogata tiene a su abuela y sus juegos, Asumi tiene a su padre y la clínica, e incluso Mafuyu tiene su redención... pero el arco de Takemoto es el arco del protagonista, su trama en si se base en decidirse a viajar lejos del prota, en conseguir armonizar romance y ambición.
Y la trama de Yuiga es la trama de Takemoto. Dejando a un lado chorradas de comedia romántica, la trama del protagonista es decidirse a ser profesor mientras ayuda al resto de chicas, pero en el caso de Takemoto el rol se invierte y no es él quien le ayuda a ella, es la propia Takemoto la que se convierte en un apoyo del protagonista y le ayuda a crecer como personaje en lugar de ser al contrario. Me encanta.
Y acaba así una comedia romántica sencilla pero sólida, bonita y sexy pero no insultante, divertida y paródica pero no muy absurda. Una pequeña joya absolutamente recomendable.