MOMENTO MÍTICO 31 - Oliver y Benji
Por todos es sabido que todo lo que aparece en televisión es cierto, y si además son dibujos japoneses está claro que transforman a los niños para transformarlos -en el mejor de los casos- en pervertidos dignos de una novela de Tom Sharpe. Habida cuenta de ello, se hace poco menos que incomprensible que el futbol parezca ser un deporte tan complicado a nivel profesional. Jugar al futbol es, sencillamente, muy fácil... o la tele miente.
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La corriente del realismo mágico del fútbol |
Vayamos por demarcaciones...
Porteros.
Es un puesto carente de importancia... lo importante es marcar goles, y entre un portero bueno y un delantero bueno siempre ganará este último. Hay dos tipos de porteros: los que son porteros y los que no podían jugar en otra parte (que basicamente consiguen parar algún tipo de algún jugador masilla pero poco más (además suelen tener miedo al balón)). Los porteros verdaderos suelen ser muy buenos, a la par que escasos... pero como este es un juego de marcar goles al final por una razón o por otra tienen tendencia a jugar poco o borrarse de los partidos claves.
Defensas.
Es el puesto para los perdedores. No hace falta saber golpear el balón. No hace falta saber rematar de cabeza (basta con colocar la cabeza de por medio si acaso). No hace falta ser rápido. No hace falta tener visión del juego (ni visión en líneas generales, se puede jugar con los ojos cerrados). No hace falta saber recular, basta con hacerse a un lado. No es necesario saber entrar o presionar, basta con resbalar bien. Si alguno sabe hacer una falta táctica es casi por alguna extraña coincidencia o alineación de planetas. Lo único que necesita un defensa es moral, siempre está aquí el corazón del equipo.
Centrocampistas.
Julian Ross.
Delanteros.
Basicamente cualquier jugador que sepa jugar. Un delantero sabe rematar, pasar, regatear y, en líneas generales, controlar el balón. Saben hacerlo todo mejor que todos. Tienen más visión de juego que el entrenador y, naturalmente, saben defender mejor que cualquier defensa. Suelen ser practicamente indestructibles y están dotados de una velocidad increible que les permite recorrer el campo de futbol estandar (una portería en Athenas y la otra en Marathon) para pasar a la defensa inmediatamente después del ataque (naturalmente desconocen lo que es el cansancio).
Extremos.
Son los chicos populares (no estrellas, claro, esos son delanteros). Verdaderamente no hay que hacer nada. Sólo estar por ahi corriendo la banda medio camuflado y devolverle un pase al protagonista. Suelen ser chicos simpáticos, pues no hacen nada pero todo el mundo quiere tenerlos en su equipo. A veces marcán un gol para que no parezca que el delantero acapara el juego.
Entrenadores.
Son sencillamente malas personas, y normalmente tontas... hasta que se hacen viejos (o alcohólicos) y pasan al modo "Obi-gol-kenobi" (aunque la sabiduría adquirida con los años, el alcohol o el trauma de un hijo muerto no sirve para mucho, pues como mucho pueden dar alguna pista... pues si jugador el delantero, no lo descubre todo por si mismo no sirve para nada). Un entrenador unicamente tiene que poner al delantero bueno de turno y a 10 masillas más. No enseñara ni esquemas ni tácticas, para eso estan los delanteros. Tampoco dará instrucciones durante el partido, para eso estan los delanteros.
El único requisito para ser entrenador en verdad es tener visión de conjunto para cuando el jugador delantero, esté a un paso de la gloria pueda sentarlo en el banquillo sacando de la nada a cuatro delanteros cutres de su pasado que han aprendido a pasarse el balón y poder soltar ahí una charla de juego en equipo que enseñe al delantero, a su rival (que por entonces ya jugará con él) y al extremo.
Señalar que existe una versión potenciada de los entrenadores, los seleccionadores.
Arbitros.
Son suizos. Pitán el final del partido con una puntualidad atómica y cuando hay patadas siempre miran para otro lado.
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El momento en el que se definió la duración de los partidos de fútbol japoneses. |
Aficionados.
Santos silenciosos. Un partido medio de futbol dura 6 horas y se juega a mediodía de Agosto sin una triste sombra a la vista... o bajo un diluvio universal, aún así el buen aficionado de futbol jamás se irá aunque este viendo el último e intrascendente partido de una liga de unos niños repelentes. No obstante, salvo la novia, el amigo vago que no quiere ser defensa y el Julian Ross ya retirado ningún espectador animará lo más mínimo.
Madres.
La madre del delantero limpia su casa mirando el reloj. Los masillas son huérfanos.
Padres.
El padre de un buen jugador delantero, siempre esta de viaje o de negocios... aunque siempre sacara tiempo para llegar en el minuto 90 o 120 (es posible que tengan ciertas dotes de adivinación) con su traje de capitán de barco o el maletín con el portátil.
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Bruce Arper, el único defensa puro de toda la selección japonesa |
Pero los roles no son definitivos, tan importante como ellos son los arquetipos de personajes y sus clichés.
Masilla genérico: Están, no se puede decir que no estén... pero casi.
Masilla incordio: normalmente portero del equipo protagonista.
Masilla maligno: se rie maliciosamente mientras se dopa o hace faltas. No comprende el valor de la amistad.
Masilla inútil: el suplente de un delantero.
Masilla Toriyama: un delantero que parece un genio cuando uno se enfrenta ante él, pero que pasa a ser malo como un masilla genérico cuando pasa a jugar con los buenos. Dependiendo de la eliminatoria en la que sea eliminado será reconvertido en extremo, algo parecido a un centrocampista o defensa en los casos menos carismáticos.
Masilla buenorra: es la segunda tia en enamorarse del prota, será cruelmente ignorada a lo largo de la serie y su mayor aportación será darle una bofetada mental a la novia idiota del protagonista idiota.
Capitán o Masilla pokemon: Normalmente defensa. Amigo del protagonista (él único no huérfano, de hecho suele tener una familia comicamente numerosa). Suele ser malo como él sólo. Pero ama el futbol y no se cansa de correr y apoyar al protagonista aunque este no le pase el balón jamás. Suele evolucionar de "jugador malo de barrio" a "jugador malo de región" y así sucesivamente hasta llegar a ser el peor jugador de la selección mundial.
El amigo: Extremo de libro. Suele tener algún drama chorra.
El genio: Es guapo y le sale todo bien. Suele ser chulo e insoportable, pero al final resulta entrenar más que nadie. Un modalidad es el genio de otro deporte, reconvertido por obligación al futbol... suele usar de alguna forma su formación en otro deporte (aunque este sea el ciclismo).
El rival: Es una versión distinta del genio. Suele tener una motivación extra dada por una familia dramaticamente numerosa o algo así. Para él el futbol no es un juego. Su digievolución lo convierte en un delantero con toques de extremo.
El protagonista: Es un genio, pero sustituye el factor borde por una cursilería y buenrollismo asquerosos y repelentes. El balón es su mejor amigo y es super deportivo, pero también supercompetitivo. Es super todo, y nadie le odia al margen de las personas normales. Es del tipo de personas que hacen que te hacen pensar en la Cuna de Judas, la Pera o el Toro de Falaris.
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Un meteorito, un camión... nunca están donde se les necesita |
El siguiente momento mítico nos recordará como muchos aprendimos a jugar al piedra-papel-tijera.