Siguiendo una política extraña y pocas veces vista en esto del anime, Sunrise emitió el pasado sábado los dos últimos episodios de "Code Geass: la rebelión de Lelouch", serie de la última temporada de otoño y que finalizó su emisión en Abril con el episodio 23 (en un momento de máxima tensión y anunciando que los dos últimos episodios se emitirían en Verano). Era aquella una manera de alargar innecesariamente la tensión y la expectación de una serie que se ha granjeado a una velocidad increible un número de seguidores no menos increiblemente numeroso. Han emitido esos dos últimos episodios (a la altura si no superiores al resto de la serie) pero la sensación es la misma, pues todo queda en suspense hasta que comience en este otoño la segunda temporada de la serie.Ahora bien, aunque este todo en su momento más álgido, aunque falten 25 episodios al menos para conocer el desenlace de la historia, y aunque esta misma se reescriba en cada episodio con abundantes e increibles giros argumentales... ahora se puede hacer un análisis que corrobore mis primeras impresiones de la que -al menos para mí- la mejor serie del año pasado. Advierto que habrá spoilers.
Porque Geass compitió con el terror de Higurashi, el drama de Kanon, la comedia de Ouran, la sugerencia de Death Note, la acción de Black Lagoon o la simple genialidad de Suzumiya Haruhi... y les ganó a todas. Code Geass es grande, muy grande. A nivel argumental es una mezcla perfecta entre los mejores elementos de una serie Gundam y un Death Note, pero es todavía mejor en su tratamiento narrativo pues prescinde de cualquier complejo en pos de la espectacularidad más pura y explosiva.
Así pues, valoremos uno por uno los distintos aspectos que han hecho tan grande la serie.
Tecnicamente
A nivel visual Code Geass no es una producción del estudio Kyoto, ni siquiera de Madhouse. Es una producción de Sunrise, y ello la limita. Nos encontramos con una serie que sigue la estela de Gundam o Mai-Hime en cuanto a animación (tradicional, pero bastante evolucionada y atractiva). Al contrario que en Gundam aquí vemos poca reutilización de escenas -y los flashback, que hay y muchos, son demasiado rápidos, intensos o confusos como para resultar repetitivos. La animación es fluida y natural. No vemos los alardes que vimos en "Suzumiya Haruhi" o incluso en "Ouran", pero el aspecto de la serie en ningún momento es un lastre o parece anticuado, y cuando el momento es grande (por ejemplo, cuando se rompe la máscara de Zero en el episodio 25) se nota. Las luchas entre los mechas son espectaculares, frenéticas y muy rápidas (no vemos los clásicos combates largos de las series de robots, en esta serie la estrategia tiene mucha importancia y no hay duelos interminables entre pilotos extraordinarios) , el movimiento de la cámara siguiéndolos entre edificios, vuelos o a través de sus enfrentamientos es excelente (especialmente porque los fondos rara vez son estáticos).
En cuando a los diseños, a nivel de escenarios son bastante funcionales y no destacan. En mechas y personajes es distinto. El diseño de los robots es perfecto, tenemos a las únidades tradicionales de infanteria (y además estan lo suficientemente explicadas como para justificar que los ejércitos usen robots y no tanques) y los principales resultan cada uno completamente distinto uno de otro y claramente diferenciables (destacando el auténtico mastodonte que pilota Lelouch y que apenas se mueve (ofreciendo siempre un aspecto señorial y titánico), o el agresivo y asimétrico aspecto del mecha de Kallen)(el color es otro elemento que los diferencia a la perfección, estando asociado siempre cada uno de los colores primarios a uno de los protagonistas). El diseño de los personajes es todavía mejor. A principio era reacio a un diseño de CLAMP pero, viendo despues el aire premeditamente tragicomédico de los personajes y su excesiva teatralidad creo que es poco menos que perfecto. Los personajes se saben personajes de una obra de ficción, y de tal manera sus capas y melenas al viento y sus trajes sobrecargados concuerdan perfectamente con sus aspavientos. El único aspecto en contra en este sentido sería la tendencía al más puro "fanservice" con respecto a las féminas de la serie (especialmente Kallen), pero com he dicho antes, esta carencia de complejos no es si no otro de los grandes aciertos de la serie.
El último aspecto técnico es el sonoro. No soy un gran experto en esta materia, así que sólo puedo decir que los efectos sonoros no me han llamado la atención (y creo que eso es más una virtud que un defecto). A nivel de score otra vez la serie raya a gran altura, particularmente me llama la atención una pequeña e íntima pieza coral dedicada a los momentos en los que la determinación del protagonista se tambalea, pero el resto de los temas son igualmente acertados para el contexto de la serie (animados, dinámicos y atrevidos). No hay lugar para las piezas largas y épicas de otras series, aquí todo es corto e intenso como el ritmo de la serie. Por último, el trabajo de los actores de doblaje. Convencional y meramente cumplitorio en muchos casos (aunque Kikiko Inoue no tiene que esforzarse para que su Cecille inspire ternura y confianza con unas pocas palabras) tiene también a algunos actores que -aunque su papel también lo motive- sencillamente devoran al resto cuando estan en la misma escena (caso de Lelouch, C.C o Cornelia). La elección de los seiyuus es extraña en esta serie, pues Sunrise siempre suele elegir un número de voces "famosas" dentro del mundillo para los roles principales, pero en esta serie ha dejado el peso principal en actores mucho menos conocidos y únicamente ha contado con los pesos pesados de la industria para pequeños papeles (la mencionada Kikiko Inoue).
Argumentalmente
Code Geass es uno de esos pocos casos donde es más importante el "¿Cómo?" que el "¿Por qué?" y donde resulta justificado. Pero eso no significa que el argumento de "Geass" sea malo, todo lo contrario, seguramente nos encontramos ante una de las series más cuidadas y complejas a nivel de historia de los últimos años.
Empezare hablando del contexto. Code Geass comienza con un imperio tiránico "Britannia" que ha esclavizado a gran parte del mundo y los gobierna con mano de acero. Los paralelismos con la alemania naci son fáciles (se trata de un imperio convencido de su propia superioridad racial y basado en la ley del más fuerte) pero se pueden extrapolar igualmente a los Estados Unidos actuales. Britannia gobierna Japón, y ha despojado a estos incluso de su nombre, llamándolos sencillamente "elevens" (Japon es la "Zona 11" del Imperio). Bajo el manto de este imperio encontramos tanto a los clásicos personajes convencidos de la superioridad de su raza y convecidos de que hacen lo correcto (ejemplo, Jeremiah, Nina o Cornelia) como a otros que son incapaces de ignorar las miserias de ese imperio y tratan de mejorarlo con mayor o menor acierto (Euphemia, Milly o Lloyd). Pero estos son los "malos" de la historia, los verdaderos protagonistas son los japoneses, y aquí nos encontramos con una de las principales -y más chocantes- virtudes de la serie, pues los héroes son ni más ni menos que terroristas. Y todos estos terroristas estan conducidos por un Britannio, un príncipe desterrado consumido por el odio que ha jurado acabar con el imperio de su padre y sus hermanos al precio que haga falta (Lelouch es un arquetipo de protagonista muy alejado de los cánones habituales). Así pues, nos encontramos ante una trama sugerente y polémica que nos hace identificarnos más con los malos tradicionales que con los supuestos buenos, y que igualmente nos hace plantearnos el eterno debate sobre el fin y la justificación de los medios para conseguirlo. Toda esta trama esta además salpicada por algo de esoterismo, un personaje misterioso C.C que otorga al protagonista el poder de que todos acaten sus palabras. Sobre C.C, su pasado y su relación con el emperador de Britannia y la propia madre de Lelouch todavía no sabemos nada, son incógnitas que no resolveremos hasta la segunda temporada.
Lo interesante es que verdaderamente no hay ni buenos ni malos. Todos los personajes tienen su lado negativo y su lado positivo. Cornelia no duda en matar todos los "elevens" que sea necesario, pero lo hace por su hermana Euphie. Suzaku quiere salvar a todo el mundo y aboga por la paz, pero su pasado es el más oscuro de todos e incluye incluso un padricidio. Lelouch no duda en sacrificar aliados en pos de su objetivo, pero excusa su mismo deseo de venganza en el de proteger a su hermana pequeña. Todos estos personajes son además, tremendamente firmes y lógicos en sus decisiones y acciones, viéndose enfrentados en ocasiones y nunca rechazando estas confrontaciones. Todas las acciones tienen sus reacciones y los ataques conllevan vengazas, las muertes remordimientos, la piedad arrependimientos (el ejemplo más claro lo vemos en el episodio 12, cuando Kirihara dice a Lelouch si seguirá el camino de la masacre, y apenas un par de minutos después vemos a Shirley frente a la tumba de su padre). En este aspecto resulta una serie trágica, todos los personajes cargan con pecados demasiado grandes como para ser redimidos o perdonados. C.C (personaje solitario y triste por autonomasia de la serie) le vaticina profeticamente a Lelouch que al final sólo la tendra a ella. Y se cumple. El destino de todos los personajes no es otro que el sufrir y hacer sufrir a sus seres queridos, morir y traer la muerte a todos cuantos les rodean.
Narrativamente
Pero es narrativamente donde Geass se distancia de una serie Gundam tradicional o de la célebre Death Note con la que compartió temporada de emisión. Porque Geass fue diseñado desde el principio como una parodia, como un espectaculo puro y duro. Pero lo bueno es que esa ausencia de complejos a la que he hecho referencia anteriormente no juega en su contra, la maestría con la que esta enfocada y dirigida hace todo lo contrario. Geass es sencillamente un "vicio", una serie donde personajes carismáticos se enfrentan entre ellos sin descanso en todos los planos posibles, pero donde además lo hacen siendo conscientes de su propia naturaleza de ficción. Lelouch, el protagonista, es tan consciente de la importancia de su figura, de la importancia del carisma del líder, que cuida hasta el último detalle de sus apariciones, frases y acciones. De tal manera no duda en aparecer sólo ante el peligro (aunque naturalmente el Geass y su inteligencia maquiavélica siempre le hacen guardar varias cartas bajo la manga y tenerlo todo bajo control) para parecer un héroe y luego encontrar una salida cuando nadie lo espera. Lelouch, por medio de su alter ego, Zero, es un ser enigmático que "hace posible lo imposible", siendo una figura practicamente mesiánica para sus seguidores. Así pues, vemos secuencias increibles como el final del episodio 8, cuando Zero emerge de los escombros de un hotel (después de una acción tan noble como acabar con unos japoneses rebeldes que habían tomado como rehenes a civiles britanos, es decir ayudar a los débiles por encima de bandos) con su séquito y pronuncia un discurso irrealista a la par que imposible con una teatrildad que lo hace aún más irreal.
Pero es ese sentido del espectaculo lo que hace grande a Geass. Independientemente del argumento o de los personajes, cada episodio esta pensado como un gigantesco show donde se busca impresionar al espectador a cualquier precio (puede ser con exhibiciones de "estilo y
chuleria" de Lelouch, con drama intenso (saga de Mao), batallas increibles o con sencillamente algo de humor y fanservice). Aquí la serie muestra su máxima arma, el "cliff hanger" (o como se escriba), el dejarlo todo en el aire al final del episodio, dejar al espectador justo en lo mejor para que espere el siguiente episodio (técnica que alcanza su máxima expresión en el episodio final). Y lo bueno es que, a pesar de todas estas tramas -o quizás precisamente merced a ellas- la serie siempre consigue mantener su coherencia y cohesión argumental. Impresionante en este aspecto el trabajo de los guionistas para en cada episodio lograr sorprender al espectador (sorpresas que, no creo que haga falta expecificarlo, siempre van a en aumento (no creo que nadie pueda adivinar, o al menos hacerlo con la crudeza con lo que lo hace la serie, el final de Euphemia)).
Y eso es todo. Al menos para mi, la mejor serie del año pasado y una de las mejores que he visto en toda mi vida. Porque la calidad en una serie es importante -y Geass la tiene- pero igualmente importante es que sea entretenida, espectacular y adictiva, y Code Geass engancha como pocas series lo hacen.
Porque Geass compitió con el terror de Higurashi, el drama de Kanon, la comedia de Ouran, la sugerencia de Death Note, la acción de Black Lagoon o la simple genialidad de Suzumiya Haruhi... y les ganó a todas. Code Geass es grande, muy grande. A nivel argumental es una mezcla perfecta entre los mejores elementos de una serie Gundam y un Death Note, pero es todavía mejor en su tratamiento narrativo pues prescinde de cualquier complejo en pos de la espectacularidad más pura y explosiva.
Así pues, valoremos uno por uno los distintos aspectos que han hecho tan grande la serie.
Tecnicamente
A nivel visual Code Geass no es una producción del estudio Kyoto, ni siquiera de Madhouse. Es una producción de Sunrise, y ello la limita. Nos encontramos con una serie que sigue la estela de Gundam o Mai-Hime en cuanto a animación (tradicional, pero bastante evolucionada y atractiva). Al contrario que en Gundam aquí vemos poca reutilización de escenas -y los flashback, que hay y muchos, son demasiado rápidos, intensos o confusos como para resultar repetitivos. La animación es fluida y natural. No vemos los alardes que vimos en "Suzumiya Haruhi" o incluso en "Ouran", pero el aspecto de la serie en ningún momento es un lastre o parece anticuado, y cuando el momento es grande (por ejemplo, cuando se rompe la máscara de Zero en el episodio 25) se nota. Las luchas entre los mechas son espectaculares, frenéticas y muy rápidas (no vemos los clásicos combates largos de las series de robots, en esta serie la estrategia tiene mucha importancia y no hay duelos interminables entre pilotos extraordinarios) , el movimiento de la cámara siguiéndolos entre edificios, vuelos o a través de sus enfrentamientos es excelente (especialmente porque los fondos rara vez son estáticos).
En cuando a los diseños, a nivel de escenarios son bastante funcionales y no destacan. En mechas y personajes es distinto. El diseño de los robots es perfecto, tenemos a las únidades tradicionales de infanteria (y además estan lo suficientemente explicadas como para justificar que los ejércitos usen robots y no tanques) y los principales resultan cada uno completamente distinto uno de otro y claramente diferenciables (destacando el auténtico mastodonte que pilota Lelouch y que apenas se mueve (ofreciendo siempre un aspecto señorial y titánico), o el agresivo y asimétrico aspecto del mecha de Kallen)(el color es otro elemento que los diferencia a la perfección, estando asociado siempre cada uno de los colores primarios a uno de los protagonistas). El diseño de los personajes es todavía mejor. A principio era reacio a un diseño de CLAMP pero, viendo despues el aire premeditamente tragicomédico de los personajes y su excesiva teatralidad creo que es poco menos que perfecto. Los personajes se saben personajes de una obra de ficción, y de tal manera sus capas y melenas al viento y sus trajes sobrecargados concuerdan perfectamente con sus aspavientos. El único aspecto en contra en este sentido sería la tendencía al más puro "fanservice" con respecto a las féminas de la serie (especialmente Kallen), pero com he dicho antes, esta carencia de complejos no es si no otro de los grandes aciertos de la serie.
El último aspecto técnico es el sonoro. No soy un gran experto en esta materia, así que sólo puedo decir que los efectos sonoros no me han llamado la atención (y creo que eso es más una virtud que un defecto). A nivel de score otra vez la serie raya a gran altura, particularmente me llama la atención una pequeña e íntima pieza coral dedicada a los momentos en los que la determinación del protagonista se tambalea, pero el resto de los temas son igualmente acertados para el contexto de la serie (animados, dinámicos y atrevidos). No hay lugar para las piezas largas y épicas de otras series, aquí todo es corto e intenso como el ritmo de la serie. Por último, el trabajo de los actores de doblaje. Convencional y meramente cumplitorio en muchos casos (aunque Kikiko Inoue no tiene que esforzarse para que su Cecille inspire ternura y confianza con unas pocas palabras) tiene también a algunos actores que -aunque su papel también lo motive- sencillamente devoran al resto cuando estan en la misma escena (caso de Lelouch, C.C o Cornelia). La elección de los seiyuus es extraña en esta serie, pues Sunrise siempre suele elegir un número de voces "famosas" dentro del mundillo para los roles principales, pero en esta serie ha dejado el peso principal en actores mucho menos conocidos y únicamente ha contado con los pesos pesados de la industria para pequeños papeles (la mencionada Kikiko Inoue).
Argumentalmente
Code Geass es uno de esos pocos casos donde es más importante el "¿Cómo?" que el "¿Por qué?" y donde resulta justificado. Pero eso no significa que el argumento de "Geass" sea malo, todo lo contrario, seguramente nos encontramos ante una de las series más cuidadas y complejas a nivel de historia de los últimos años.
Empezare hablando del contexto. Code Geass comienza con un imperio tiránico "Britannia" que ha esclavizado a gran parte del mundo y los gobierna con mano de acero. Los paralelismos con la alemania naci son fáciles (se trata de un imperio convencido de su propia superioridad racial y basado en la ley del más fuerte) pero se pueden extrapolar igualmente a los Estados Unidos actuales. Britannia gobierna Japón, y ha despojado a estos incluso de su nombre, llamándolos sencillamente "elevens" (Japon es la "Zona 11" del Imperio). Bajo el manto de este imperio encontramos tanto a los clásicos personajes convencidos de la superioridad de su raza y convecidos de que hacen lo correcto (ejemplo, Jeremiah, Nina o Cornelia) como a otros que son incapaces de ignorar las miserias de ese imperio y tratan de mejorarlo con mayor o menor acierto (Euphemia, Milly o Lloyd). Pero estos son los "malos" de la historia, los verdaderos protagonistas son los japoneses, y aquí nos encontramos con una de las principales -y más chocantes- virtudes de la serie, pues los héroes son ni más ni menos que terroristas. Y todos estos terroristas estan conducidos por un Britannio, un príncipe desterrado consumido por el odio que ha jurado acabar con el imperio de su padre y sus hermanos al precio que haga falta (Lelouch es un arquetipo de protagonista muy alejado de los cánones habituales). Así pues, nos encontramos ante una trama sugerente y polémica que nos hace identificarnos más con los malos tradicionales que con los supuestos buenos, y que igualmente nos hace plantearnos el eterno debate sobre el fin y la justificación de los medios para conseguirlo. Toda esta trama esta además salpicada por algo de esoterismo, un personaje misterioso C.C que otorga al protagonista el poder de que todos acaten sus palabras. Sobre C.C, su pasado y su relación con el emperador de Britannia y la propia madre de Lelouch todavía no sabemos nada, son incógnitas que no resolveremos hasta la segunda temporada.
Lo interesante es que verdaderamente no hay ni buenos ni malos. Todos los personajes tienen su lado negativo y su lado positivo. Cornelia no duda en matar todos los "elevens" que sea necesario, pero lo hace por su hermana Euphie. Suzaku quiere salvar a todo el mundo y aboga por la paz, pero su pasado es el más oscuro de todos e incluye incluso un padricidio. Lelouch no duda en sacrificar aliados en pos de su objetivo, pero excusa su mismo deseo de venganza en el de proteger a su hermana pequeña. Todos estos personajes son además, tremendamente firmes y lógicos en sus decisiones y acciones, viéndose enfrentados en ocasiones y nunca rechazando estas confrontaciones. Todas las acciones tienen sus reacciones y los ataques conllevan vengazas, las muertes remordimientos, la piedad arrependimientos (el ejemplo más claro lo vemos en el episodio 12, cuando Kirihara dice a Lelouch si seguirá el camino de la masacre, y apenas un par de minutos después vemos a Shirley frente a la tumba de su padre). En este aspecto resulta una serie trágica, todos los personajes cargan con pecados demasiado grandes como para ser redimidos o perdonados. C.C (personaje solitario y triste por autonomasia de la serie) le vaticina profeticamente a Lelouch que al final sólo la tendra a ella. Y se cumple. El destino de todos los personajes no es otro que el sufrir y hacer sufrir a sus seres queridos, morir y traer la muerte a todos cuantos les rodean.
Narrativamente
Pero es narrativamente donde Geass se distancia de una serie Gundam tradicional o de la célebre Death Note con la que compartió temporada de emisión. Porque Geass fue diseñado desde el principio como una parodia, como un espectaculo puro y duro. Pero lo bueno es que esa ausencia de complejos a la que he hecho referencia anteriormente no juega en su contra, la maestría con la que esta enfocada y dirigida hace todo lo contrario. Geass es sencillamente un "vicio", una serie donde personajes carismáticos se enfrentan entre ellos sin descanso en todos los planos posibles, pero donde además lo hacen siendo conscientes de su propia naturaleza de ficción. Lelouch, el protagonista, es tan consciente de la importancia de su figura, de la importancia del carisma del líder, que cuida hasta el último detalle de sus apariciones, frases y acciones. De tal manera no duda en aparecer sólo ante el peligro (aunque naturalmente el Geass y su inteligencia maquiavélica siempre le hacen guardar varias cartas bajo la manga y tenerlo todo bajo control) para parecer un héroe y luego encontrar una salida cuando nadie lo espera. Lelouch, por medio de su alter ego, Zero, es un ser enigmático que "hace posible lo imposible", siendo una figura practicamente mesiánica para sus seguidores. Así pues, vemos secuencias increibles como el final del episodio 8, cuando Zero emerge de los escombros de un hotel (después de una acción tan noble como acabar con unos japoneses rebeldes que habían tomado como rehenes a civiles britanos, es decir ayudar a los débiles por encima de bandos) con su séquito y pronuncia un discurso irrealista a la par que imposible con una teatrildad que lo hace aún más irreal.
Pero es ese sentido del espectaculo lo que hace grande a Geass. Independientemente del argumento o de los personajes, cada episodio esta pensado como un gigantesco show donde se busca impresionar al espectador a cualquier precio (puede ser con exhibiciones de "estilo y
chuleria" de Lelouch, con drama intenso (saga de Mao), batallas increibles o con sencillamente algo de humor y fanservice). Aquí la serie muestra su máxima arma, el "cliff hanger" (o como se escriba), el dejarlo todo en el aire al final del episodio, dejar al espectador justo en lo mejor para que espere el siguiente episodio (técnica que alcanza su máxima expresión en el episodio final). Y lo bueno es que, a pesar de todas estas tramas -o quizás precisamente merced a ellas- la serie siempre consigue mantener su coherencia y cohesión argumental. Impresionante en este aspecto el trabajo de los guionistas para en cada episodio lograr sorprender al espectador (sorpresas que, no creo que haga falta expecificarlo, siempre van a en aumento (no creo que nadie pueda adivinar, o al menos hacerlo con la crudeza con lo que lo hace la serie, el final de Euphemia)).
Y eso es todo. Al menos para mi, la mejor serie del año pasado y una de las mejores que he visto en toda mi vida. Porque la calidad en una serie es importante -y Geass la tiene- pero igualmente importante es que sea entretenida, espectacular y adictiva, y Code Geass engancha como pocas series lo hacen.