Xenoblade Chronicles X
A pocos meses de la salida de su segunda parte oficiosa, al fin he podido sacar tiempo para jugar la continuación espiritual de uno de los más míticos juegos de Wii (
ver reseña). Y este Xenoblade X es el mejor tipo de secuela imaginable, es un juego que toma muchas de las características del juego original, que se basa en su sistema de combate y en muchas otras de las virtudes de aquella obra; pero más allá de ser una secuela continuista busca su propia identidad para bien o para mal. Hay cosas de Xenoblade que continúan en este "X", pero hay otras que no; en algunos puntos este juego es mejor que aquel, y en otros es peor. Es lo mejor que puede ser una continuación: un juego diferente.
La base jugable de este juego es similar a la de las aventuras de Shulk; básicamente tenemos un mundo gigantesco -absurda y desproporcionadamente grande en este caso- y hemos de recorrerlo con nuestro grupo de hasta cuatro héroes, enfrentándonos a toda una legión de enemigos y fauna autóctona a nuestro paso, enfrentamientos en tiempo real en los que vamos luchando cuasi automáticamente en función a las estadísticas de nuestro personaje y donde podemos usar unas determinadas artes que nos otorgaran ventajas o harán las veces de ataques especiales. Ha cambiado un poco el sistema de ataques combinados, tenemos infinidad de artes a nuestra disposición en base a las armas que portemos y a un nuevo sistema de clases (la cantidad de habilidades pasivas y activas a nuestra disposición, ya sea por el personaje o por el equipamiento son incluso demasiado grandes, llegando a saturar el juego por lo exagerado de las opciones que permite), y tenemos además a nuestra disposición un "pequeño" power-up en forma de un mecha de más de 10 metros de altura. Hay cambios, pero el esquema jugable en batallas es parecido al del primer juego.
El gran cambio es que este no es un juego orientado hacia la historia, o al menos no está enfocado claramente hacia ella como si es habitual en muchos otros RPG nipones. Hay un trama, y es sumamente interesante y me parece mucho mejor que la clásica trama de un adolescente que ha de salvar el mundo gracias al poder de la amistad y los clichés (de hecho el jugador controla un avatar y, con la excepción de Elma y Lin el resto de personajes a controlar son casi completamente opcionales). La trama de este Xenoblade X, para aquel que la busque por medio de sus misiones secundarias, se muestra tremendamente sólida e interesante, no siendo para nada la batalla de los humanos contra los Ganglion o la búsqueda del Arca de la Vida; la historia de este Xenoblade es la de la integración de muchas culturas, el mensaje es el de la tolerancia hacia las costumbres y formas de vida distintas a la nuestra, el intentar comprender actos que pueden parecernos extraños o absurdos. El como "Nueva Los Angeles" se llena de vida, vida de todo tipo que aprende a ayudarse entre ella no sin dificultades es la verdadera historia de este juego, y en esta historia encontramos pinceladas de una ciencia-ficción bastante potable que muestra escenas de todo tipo y no tiene reparos en ser en ocasiones incluso cruel con el jugador a pesar de que el tono general del juego es ligero.
Pero este juego, por muy carismática que sea Elma, por mucho que las tramas de secundarios estén incluidas en la versión europea, se centra en la exploración. Mira es un mundo sencillamente inmenso, y tras casí 200 horas de juego sé que todavía me han quedado algunas zonas que explorar... pero es tan grande que no recuerdo donde estaban. Y ese mundo tan increíblemente grande esta abierto desde un primer momento al jugador; cierto que algunas zonas no son accesibles por estar flotando en el aire (la creatividad visual de este juego es tan prodigiosa como fascinante), cierto que hay grandes muros y enemigos demasiado poderosos que en ocasiones nos impiden el avance... pero siempre podemos rodear los enemigos o buscar nadando alguno de los accesos a las 5 gigantescas regiones del juego. Desde el principio podemos ir a cualquier punto del juego, otra cosa es que no tengamos nivel jugable para ello y que aproximarnos a ciertas zonas o enemigos sea poco menos que un suicidio, pero la libertad está ahí y uno puede dedicarse desde el principio a explorar, a descubrir zonas y sembrar el mundo de sondas de exploración, a recolectar mil y un objetos que luego usaremos en las misiones secundarias. Como he comentado previamente, la historia principal es relativamente sencilla, y podemos acceder fácilmente a ella desde el barracon BLADE en el que vive nuestro protagonista (el cuerpo militar al que pertenecemos), pero serán los habitantes de "Nueva Los Angeles" los que nos pedirán mil y una misiones que nos harán explorar la ciudad y que a su vez desarrollaran la citada trama de convivencia.
Y esta exploración es, sencillamente, todo un placer para los ojos. WiiU puede ser una consola limitada, pero Monolith ya creo un mundo inmenso en el primer Xenoblade y en esta ocasión multiplican por mucho el tamaño de aquel mundo. Mira es inmenso, pero sobre todo esta plagado de mil y un detalles. El diseño artístico del juego es sencillamente sublime; cada rincón del juego es una nueva sorpresa, un despliegue de creatividad e imaginación continuo en escenarios y criaturas que, no obstante se muestra bastante sólido y consistente, lógico y natural a su fantástica manera. El juego exprime la consola al límite y vemos un popping constante bastante molesto (si nos encontramos en una habitación pueden pasar varios segundos hasta que se cargue un personaje que este dentro de ella, siendo este un defecto bastante extraño y molesto), y la carga de texturas también puede resultar bastante molesta si no se ha instalado el juego... pero jugando no hay carga alguna por mucho que viajemos de una esquina del mundo a otra (sí, si nos teletransportamos, pero no es un tiempo excesivamente grande). Visualmente es, sin lugar a dudas, el juego más espectacular de la consola.
La comparativa con Zelda (
ver reseña) sería inevitable, ya que el propio estudio Monolith colaboró en la última de Link, sin embargo, si bien Mira es mucho más espectacular y esta mucho más llena que Hyrule, las célebres físicas de aquel juego son aún más impresionantes si se comparan con las cuasi inexistentes de este... y en los cálculos de la CPU de la consola habría también que tener en cuenta una inteligencia artificial que era increíble en aquel juego y que aquí brilla bastante por su ausencia tanto en el caso de enemigos como en el de los propios aliados (los compañeros de la party son bastante estúpidos incluso cuando les asignamos algún tipo de estrategia en concreto que seguir).
Si hablamos del juego visualmente también hemos de comentar su sonido. En cuanto a efectos poco habría que decir, y si bien habría preferido que el juego incluyese el doblaje original en japonés tampoco tengo nada contra las voces en inglés. En cuanto a la música si tendría alguna pega, si bien los temas principales de las diversas regiones son bastante potentes (aunque la "urbanidad" del tema de NLA es horrible para compensarlo) si hay que decir que se hacen poco variados al ser un juego tan libre y apenas poder ser usada la historia como hilo conductor en este sentido.
Técnicamente el último punto a mencionar sería el control, que calificaría como funcional. Las opciones en batalla no son demasiadas y el control cumple, y el manejo de los skells es sobresaliente, pero por contra la navegación por algunos menús puede ser confusa, aunque esto se debería principalmente a la inmensa cantidad de opciones que tiene el juego y a lo amplio de su diseño.
En cuando a dificultad y duración, el juego se adapta al jugador. El mundo es inmenso, y verdaderamente uno puede pasar en él las horas que quiera. La historia principal es corta y el juego podría acabarse en unas pocas decenas de horas; pero la cantidad de misiones secundarias es poco menos que inabarcable, y además en estas uno encontraría los verdaderos retos del juego. Hay también un importante componente online que permite realizar unas extrañas misiones conjuntas donde varios jugadores intentan conseguir logros conjunta aunque no simultáneamente, y donde también podemos prestar nuestro avatar o reclutar al de otros jugadores; pero no soy un gran jugador de onlines y este pseudo-mmo no me parece especialmente brillante en este sentido, amen de encontrarse algo de capa caída por muerte prematura de la consola.
Sobra decir que, para cualquiera que este familiarizado con los rpgs, este un título muy recomendable, un auténtico imprescindible de la consola que se pelea con Zelda y otras joyas como Bayonetta (
ver reseña) por el calificativo de mejor juego de la consola. Es un juego particular, con defectos y con virtudes, un juego tan inmenso que es imposible hacerse una idea de su extensión sin jugarlo durante unas horas y darse cuenta tras ellas de que a pesar de habernos perdido en las llanuras de Primordia no hemos hecho si no arañar la superficie de su mundo.