viernes, diciembre 30, 2016

La leyenda de los héroes medievales

Nejimaki Seirei Senki: Tenkyou no Alderamin

Alderamin es una de esas pequeñas joyas que de vez en cuando aparecen en el mundillo del anime. Una de esas series que tiene muchos de los elementos comerciales de hoy en día como un pseudo-harem para el protagonista y mucha comedia ligera, pero es también una de esas series que se basan en novelas ligeras que no olvidan que, por muy ligeras que sean, siguen siendo novelas.
Alderamin nos traslada a un mundo medieval donde un par de grandes potencias llevan muchos años en guerra. Aquí un accidente en el servicio militar hará que la pareja conformada por la hija de un noble muy poderoso y el hijo adoptivo de un científico desterrado conozcan a unos pocos soldados más, y juntos acabaran conformando un grupo de oficiales de élite bajo la protección de una princesa muy decidida. El punto de partida puede parecer normal, pero Alderamin pronto se separa del camino del héroe habitual y tiene en Ikta todo un antihéroe, un estratega genial que se apoya en la ciencia y en sus conocimientos de historia, pero también un individuo completamente desencantado y carente de cualquier sentido patriótico que en verdad se apoya en la estrategia por su ineptitud física y su suprema vagancia. 
El argumento da lugar a buenas secuencias de acción, y también a comedia (además tenemos aquí también a un protagonista muy pervertido), pero la espectacularidad de la serie en sus batallas se basa más en la estrategia, en como el protagonista lo prepara todo para obtener siempre ventaja o como intenta hacer frente a las condiciones adversas. Y la serie no es tramposa, el protagonista no parece listo porque todos los demás sean idiotas perdidos, el protagonista sencillamente es alguien que recoge toda la información que puede y elabora la mejor respuesta posible en base a ella, y lo hace de una forma realista, viéndose obligado constantemente a elegir el mal menor o teniendo que hacer sacrificios inevitables.
Y en su primera mitad la serie se muestra épica y triunfalista durante el periodo de aprendizaje de los protagonistas, pero en su segunda mitad salta a una guerra de verdad, y ahí no hay victorias de ningún tipo. La serie triunfa en este sentido; al ser una presentación de personajes y tener que presentar un conflicto anquilosado y terrible, la serie tiene la ventaja de poder ser oscura y presentarnos personajes y conflictos mezquinos bajo los cuales los inocentes sufren. La serie, como todas, tira de algún tópico, pero en general su tono amargo es muy refrescante.
Al tratamiento interesante y honrado de la guerra, se le suman muchos más. La serie no duda en adentrarse en conflictos sociales en el contexto de una sociedad ferreamente clasista, y a la importante carga social y política de la serie se le unen además temas religiosos y científicos. El universo creado por Bokuto Uno -autor de las novelas originales- está muy trabajado y se traduce en un mundo donde tenemos la sensación de que cada región y cada personaje tiene una historia y un pasado, un mundo sólido y consistente donde nada parece pasar por casualidad. Un mundo donde la propia amistad que une a la pareja protagonista parece tener una trágica fecha de caducidad inevitable contra la que ellos nada podrán hacer por mucho que lo intenten. 
Técnicamente no hay mucho que decir de la serie. Los diseños de los personajes, así como de los escenarios, son bastante genéricos, no es una serie que destaque especialmente en este sentido aunque se agradece que en su fotografía primen algunos contrastes de colores al servicio de Igsem y la pasión que representa (aunque todo el grupo protagonista tiene una clara asignación cromática en verdad), así como un buen uso de sombras y luces. La animación se mantiene constante y no hay grandes bajones de calidad, si acaso lo contrario en algunas escenas de espada. A nivel musical tiene una banda sonora correcta que pega mucho con el estilo, y el trabajo de los actores de doblaje es más que notable. La técnica no es el punto fuerte de esta serie, pero le sirve bien y no lastra en ningún momento su historia. Quizás en lo referente a la dirección podríamos mencionar cierto bajón de ritmo en la segunda mitad del anime, donde han de alargar un poco ciertos puntos de la trama para que algunos cliffhanger encajen bien en el minutaje de la serie, aunque creo que este bajón también es algo psicológico por el gran nivel que alcanza la serie en su presentación.
Su éxito ha sido moderado y temo que no haya una segunda parte, pues es una serie que aunque pueda parecerlo en el continente se aleja mucho en el contenido de lo que son los productos mayoritarios hoy en día. Esta primera temporada apenas es una presentación de personajes y escenarios, y la historia verdaderamente parece que comienza con el plano final. Sería una pena que no hubiera segunda temporada, pues esta serie sólo con lo que no deja de ser su prólogo ha sido de lo mejor del año.

miércoles, diciembre 28, 2016

Una triste canción de despedida

Solanin

Inio Asano es un autor que se ha hecho muy popular en los últimos años merced a un estilo de mangas bastante serios y adultos. Tenía curiosidad por conocerlo, y esta es una de sus obras más emblemáticas. Solanin es una historia sencilla y corta de apenas un par de tomos, centrada en Meiko -una joven de unos veintipocos años- y su grupo de amigos.

Meiko se encuentra perdida, habiendo alcanzado esa edad en la que uno se da cuenta de que los sueños no se cumplen y que sencillamente ha de seguir adelante con una vida que no le llena tanto como quisiera. Decide entonces dejar su trabajo de oficinista contra las recomendaciones de sus padres, tanto ella como su novio y los amigos de este intentan por última vez cumplir el sueño de este de tener una banda de rock. La historia es muy sencilla, y en un determinado momento -final del primer tomo- mete un giro de guión excesivamente dramático, pero en líneas generales funciona. Es un manga sobre el paso a la madurez y la cobardía o la valentía con la que se puede enfrentar, donde tristeza y resignación se mezclan con esperanza y rebeldía mientras los personajes buscan su propia identidad (o no perder esta en el maremagnun de la sociedad adulta).
La historia no busca acabar bien con una banda de rock exitosa, ni siquiera busca solucionar un par de conflictos entre las relaciones de los protagonistas, sencillamente es testigo de la pequeña lucha de estos jóvenes. Se concede un final ligeramente esperanzador, pero tampoco nada especialmente llamativo, en su ambición la obra quiere mostrarse comedida y realista, y eso lo consigue, teniendo un final tan sencillo como plausible.
Quitando el giro de guión excesivamente dramático, el guión es bastante sólido y sencillo, es una de esas series que reflexiona sobre la vida pero donde las preguntas que ocasionalmente se hacen los personajes parecen naturales y no excesivamente melodramáticas. El tono serio del argumento se traduce en el estilo visual, muy detallado y realista, donde vemos poco más que fundidos en negro para interiorizar los pensamientos y alguna que otra metáfora. Hay bastante comedia, pero es una comedia algo amarga, y ni siquiera en los gags más alocados vemos muchas deformaciones o recursos cómicos visuales.
No diré que es el mejor manga que he leído, porque está lejos de serlo, pero es una obra sencilla y honesta muy recomendable.

lunes, diciembre 26, 2016

Persiguiendo Limos a través del tiempo

Dragon Quest VII: Fragmentos de un mundo olvidado

Dragon Quest llegó a Europa con el VIII, y consiguió toda la popularidad a la que una serie de tanta calidad -pero de nicho- podía aspirar. Luego nos llegaron los remakes de DS, que tuvieron moderado éxito y allanaron el camino al IX. Del X y su juego online creo que podemos olvidarnos, pero a la espera del XI estamos recibiendo ya musous, builders y theatrhythms. La saga goza de buena popularidad en Occidente, pero faltaba algo, uno de los Dragon Quest más celebrados y el más ignorado en estas tierras. Pero ahora, por fin, podemos jugar revivir la búsqueda del dragón de la Playstation original.
¿Y como es este Dragon Quest? Pues básicamente como todos. Dragon Quest es una saga que basa su encanto y su éxito en su inmovilismo, en su clasismo. La saga va ofreciendo pequeños cambios con cada entrega, va poco a poco refinando su jugabilidad y ampliando unas posibilidades que ya son incalculables... pero la base es siempre la misma. Rol por turnos como el que se veía hace un cuarto de siglo. Tenemos a nuestro grupo de cuatro héroes, elegimos la acción de cada uno de ellos, y en base al parámetro de agilidad estas se alternaran con las del turno de nuestro enemigo. Tenemos nuestros ataques físicos y nuestros ataques mágicos, tenemos nuestros estados alterados y nuestras habilidades especiales, tenemos nuestros puntos de vida y nuestros puntos de magía, y tenemos nuestro equipo y objetos y nuestra experiencia. Y bajo la sempiterna batuta de Yuji Horii tenemos nuestra clásica historia ligera épica sobre el bien y el mal con unos diseños de Akira Toriyama -en esta ocasión sorprendentemente originales- y Koichi Sugiyama firmando la banda sonora. 
Dragon Quest no necesita mas, y sin embargo lo tenemos, el sistema de trabajos que ya apareción en la sexta entrega está aquí potenciado al permitir adquirir vocaciones de monstruos (algo que en cierta forma permite adiestrar criaturas como ya hacíamos en la quinta entrega). Como ya he dicho varias veces, tengo que decir que no soy un gran de los trabajos, pues al final uno acaba llevando cuatro héroes en su grupo y particularmente me gusta más que el juego te obligue a llevar un grupo con clases más rígidas que permita a los desarrolladores plantear puzles o situaciones jugablemente más sugerentes (curiosamente este es uno de esos juegos en los que la historia no te deja elegir a los miembros de tu grupo). También tenemos un juego online que supongo que se ha heredado del IX y que nos permite intercambiar mazmorras con otros jugadores (supongo que la generación de estas mazmorras aleatorias ya estaría en la entrega original). El aspecto gráfico también ha sufrido una bonita mejora, pues si bien los escenarios siguen siendo parecidos a los del juego original, los sprites de los personajes han sido sustituidos por unos buenos modelados 3D y el juego muestra un aspecto similar al de la novena entrega. De las últimas entregas de la franquicia también tenemos la eliminación de los combates aleatorios ya que ahora vemos a los enemigos y podemos esquivarlos. La jugabilidad del juego está, a grandes rasgos, muy pulida. La inteligencia artificial de los enemigos esta bien ajustada y también la de los miembros de nuestro grupo cuando les damos comandos. Se echa en falta un botón de combate automático, y quizás el buscar una habilidad en concreto puede ser algo pesado cuando se han acumulado muchas, pero en líneas generales es un juego muy ágil a la hora de jugar. En modo batalla.
Mis problemas con este juego vendrían con su narrativa. La saga siempre ha intentado cosas curiosas en su narrativa, pero siempre había supeditado estos experimentos a la jugabilidad (en la cuarta entrega, por ejemplo, teníamos unos maravillosos prólogos que se tenían jugar de forma completamente distinta). En este juego creo que hay un empacho de narrativa. Los desarrolladores estaban demasiado fascinados con su propia historia y la narrativa ideada, que nos hace viajar constantemente por el tiempo para salvar un mundo a lo largo de diversas épocas. Los viajes en el tiempo y los videojuegos siempre se han llevado bien, el que la forma de resolver un puzle sea comenzar a construir algo en el pasado para que en el futuro este hecho es algo que siempre queda bien... hay auténticas obras maestras como Ocarina of time (ver reseña) o Chrono Trigger (ver reseña), y el juego tiene momentos muy potentes en ese sentido al mostrar una veintena de líneas temporales y no presentar estas de una forma lineal a pesar de que interactuan entre ellas. El problema es que hay demasiados experimentos narrativos. 
Cada isla tiene una historia particular, historias sencillas y narradas con la comicidad y ligereza propias de la serie a pesar de en ocasiones son muy dramáticas. Algunas de estas historias funcionan muy bien y, como he dicho, dan lugar a momentos muy buenos. Pero otras no, y hay demasiadas ocasiones en las que el juego se limita a ir hablando con cada personaje para que en ocasiones esto desbloquee otra conversación que haga avanzar la historia. Este desarrollo es inherente a la saga, pero en esta ocasión me parece excesivo. Había escuchado que este juego era muy costoso de traducir porque tenía demasiados textos, y pensaba que era la excusa clásica de las compañías para no localizar el juego a pesar de que muchos jugadores confirmaban que el volumen de texto del juego era el mayor de la saga... y ahora tengo que darles la razón; el tamaño de las historias de este juego es brutal, y hay que agradecer a Nintendo la titánica labor de traducción al castellano (volvemos a tener el juego de acentos y supongo que a mucha gente no le gustará, pero a mi particularmente me parece que quedan muy simpáticos y son acertados en un juego con este estilo). Pero hay demasiados personajes y demasiadas historias, y en demasiadas ocasiones uno pasa más tiempo del que le gustaría hablando con personajes y sin luchar, e incluso en ocasiones las pistas son muy vagas y el juego puede resultar desquiciante en este sentido (aunque en esta versión se han añadido algunas facilidades en este sentido con respecto al juego original). Un ejemplo muy claro es el hecho de que pasas la primera hora sin ver un solo monstruo o poder luchar. La idea de los desarrolladores no me parece mala, todo lo contrario, pero sencillamente creo que en un juego como Dragon Quest no se puede dar tanto peso a la narrativa.  
El juego no me ha parecido especialmente complicado, pero si bien no es el Dragon Quest más complicado no deja de ser un Dragon Quest, con lo que no es ni mucho menos fácil. Y además es el Dragon Quest más largo, con una historia que nunca parece acabarse y que alcanza fácilmente las 70-80 horas (aunque, como ya es tradición, si tiramos del modo online o intentamos coleccionar todo lo coleccionable la duración se dispara hasta cifras absurdas).
No es mi Dragon Quest favorito, pero indudablemente es todo un juegazo, y si bien no es el más recomendable para entrar en la franquicia o el género, es todo un imprescindible para cualquier seguidor del género.


Así pues, mi rango actual de la franquicia sería:

1) Capítulos de los elegidos (ver reseña)
2) Periplo del rey maldito (ver reseña)
3) La prometida celestial (ver reseña)
4) Fragmentos de un mundo olvidado
5) Reinos oníricos (ver reseña)
6) Centinelas del cielo estrellado (ver reseña)

viernes, diciembre 23, 2016

No hay mejor mentira que... una mentira

One Piece 850 - Rayo de esperanza

Bueno, el misterio se ha resuelto. El misterio siempre había rodeado a Pudding, e incluso cuando hace unos capítulos parecía perfilarse como buena (ver equivocada reseña) la duda seguía estando ahí. Había algo inquietante en Ten Shin Chan, parecía demasiado buena para ser buena... y al final parece que así será... ¿o no? Aquí está el mérito de Oda. Incluso con todo lo que se ha revelado de Pudding, en este capítulo no ha dejado de soltar un par de frases un pelín ambiguas, e incluso habría que pensar que verdaderamente sus acciones (supongo que aceleradas por algún descubrimiento inoportuno de Reiju) no favorecen en nada el plan de su madre y podemos llegar a pensar que en verdad quiere independizarse y que esta jugando una mano distinta a la de su madre ya que a fin de cuentas la falta de libertad de los hijos de Big Mom es uno de los pilares de esta saga.
Naturalmente, esas deformaciones tan malignas y ese mostrar sólo el tercer ojo ahora parecen los recursos narrativos de Oda para decirnos que Pudding está diciendo ahora la verdad y que esta es su verdadera personalidad. Parece que ha llegado el momento de retirar el engaño al lector. Y ha sido un gran engaño. Las sospechas estaban ahí, como el hecho de que no los esperase en la playa, pero todos queríamos creer que el cocinero de la banda tendría su pequeño momento de felicidad y nos dejamos seducir por Pudding. Y ese es el mérito de Oda, no nos ha mentido más de lo que el personaje lo ha hecho con respecto al resto de actores de Totland. El mangaka ha repetido la jugada de Zou. Sencillamente, los personajes mienten, es algo tan simple como difícil de ejecutar correctamente, pero Oda lo ha hecho también que incluso ahora vemos una pequeña posibilidad de redención para la novia.
Porque ahora, naturalmente, entra en escena un Sanji al que Oda ha llevado al límite como nunca. Parece inevitable que la boda se llevará a cabo (aunque aquí quiero ver como Oda contiene a Luffy durante todo este tiempo o durante la boda misma, así como que hace con Pedro -que además de recordarnos la ruleta de Big Mom por medio de un familiar de Bepo ha ganado docenas de punto de carisma con esa técnica tan característica de los mangas que es arrancarse uno sus propios ojos- y con Brook y su delicada situación). Con este capítulo el mapa de enemigos y aliados se redibuja, e incluso ahora tengo que admitir que comienza a gustarme el rol de los Vinsmoke al no poder ser tan tópico como se entreveía y poder ser la venganza de Sanji para con su familia algo más humillante que un simple combate. Pero Sanji es Sanji, y aquí la trampa de Oda continua. Porque si hay un miembro de la banda al que sería peligroso engañar en ese sentido ese es Sanji, porque seguramente seguirá el juego a las dos Charlotte... pero a sabiendas de la realidad tiene margen para improvisar una genialidad que a buen seguro Oda tendrá más que pensada. Naturalmente Sanji podría ser Sanji, y es el deber de los hombres el perdonar las mentiras de las mujeres... pero por muy buena que sea la trampa de Oda y por mucho que queramos pensar que Pudding es otra Violeta creo que se acerca ese momento de reafirmación de Sanji como miembro de la banda en el que golpee a una mujer por primera vez.

martes, diciembre 20, 2016

Reliquias del anime de una década pasada

Kuromukuro

Esta es una serie extraña, una especie de mezcla de mechas combatiendo una invasión alienígena con aires de sentai con comedia estudiantil de enredo con un personaje fuera de su contexto. La comparación más inmediata sería “Full Metal Panic”, ya que la dinámica de relación entre la pareja protagonista recuerda en cierta forma a la Sousuke Sagara y Chidori Kaname, sin embargo no dejan de ser series muy distintas. Esta Kuromukuro, con la animación de escándalo propia de P.A.Works (aunque no me gusta lo exageradamente robóticos que quedan los robots por haber sido animados directamente por ordenador), es una serie enfocada principalmente al romance de tal forma que toda la amenaza alienígena se siente extraña y carente de importancia.
Es extraño, en este tipo de series la gran amenaza sirve para unir a los personajes, y si bien aquí sirve de motor y es claramente la causa de todo lo que sucede en la serie, el clímax romántico de la serie es independiente del clímax bélico. Es extraño. La serie no funciona mal, y su extraña composición permite que veamos episodios tranquilos o cómicos en su recta final, y que la batalla en si se resuelva relativamente rápido. El romance, también hay que decirlo, en algún que otro momento tiene algún pequeño guionazo, pero en general está bien trabajado y hay una química enorme entre los protagonistas, que resultan a su vez bastante carismáticos (particularmente me gusta lo poco que le gusta a la protagonista la guerra y lo que se resiste a pelear, al final naturalmente se fuerza la historia para que lo haga, pero me parece lógico que el sueño de una chica de instituto no sea meterse dentro de un mecha para jugarse la vida enfrentándose a alienígenas).
Los secundarios funcionan más o menos bien como complemento a la historia, quizás se les pueda achacar cierta falta de seriedad a todos los que pertenecen a la trama militar, pero la serie tiene puesto su foco en la temática romántica y tampoco son bufones (curiosamente aquí tendría más pegas con algún secundario de la trama colegial como el idiota de la cámara o la profesora tontilla).
La serie tiene 24 episodios y el ritmo es más o menos la previsible sucesión de subjefes espaciales con algún que otro episodio ligero de comedia o personajes en medio. Como he comentado al principio, la serie tiene ciertos aires de sendai, y los malos están esperando en su mega base mientras alguno de ellos baja y comanda un ejército de lacayos, es una estructura algo absurda y queda algo forzado cuando al final los malos lanzan su megainvasión… pero siendo una serie que tiene casi más de comedia romántica que de drama bélico no me quejaré en este sentido, P.A.Works ha querido hacer una de mechas y una de guerreros cromáticos sin salirse de su estilo.
Técnicamente, quitando el detalle de las animaciones robóticas de los robots, algo que ya en si suena extrañamente irónico, la serie es una gozada. P.A.Works es uno de los estudios más potentes a este nivel y todo está animado con una naturalidad y una fluidez impresionantes; los fondos son variados y preciosistas, y los diseños de los personajes si bien son bastante clichés tienen algún que otro detalle original y se salen de lo genérico por su impecable animación o un detalle tan simple como que los diseños femeninos sean anatomicamente factibles.
Particularmente no recomiendo esta serie. No está mal, y a mi me ha entretenido, pero no me parece que sea especialmente divertida o emocionante. Tiene una estructura rara y anacrónica, más propia de los animes de hace una década, y además sobre ella usa un enfoque curioso. Me ha gustado, y me ha parecido un anime curioso y refrescante dentro del panorama actual, pero dista mucho de ser una serie inolvidable.

domingo, diciembre 18, 2016

Los defectos y las virtudes de la escritura de Robin Hobb

Saga Vatídico - Trilogía del asesino

A principios de este milenio, cuando las dragonadas ya palidecían en las librerías y Geralt y los Siete Reinos imperaban en los foros de fantástica, el nombre de Robin Hobb comenzaba a ser conocido. Era esa nueva literatura fantástica, muy de corte clásico, que podíamos encontrar junto a las obras más populares. Quizás porque en España la trilogía del asesino se partió en el doble de libros y no sabía por cual empezar, quizás porque no leía mucho entonces o escogía otras obras, lo cierto es que tenía esta saga en mi cabeza desde hace una década. Curiosamente, hace algunos años, decidí darle una oportunidad a la autora con otra de sus sagas: "Las naves de magia" (ver reseña del volumen 1, del volumen 2 y del volumen 3), y la cosa no estaba mal... pero tampoco me maravilló. Hobb, si bien tiene unas virtudes innegables en sus obras, también tiene otros rasgos que estaría más cerca de calificar como defectos que como virtudes. No obstante, tras muchos años, emprender por fin la lectura de la saga del asesino Vatídico.

Lo primero que hay que comentar en esta reseña es que, si bien el primer libro es una lectura individual, el segundo ya tiene un final abierto de cara a conformar una estructura de trilogía mucho más convencional. Y, así mismo, toda la trilogía, aunque puede considerarse cerrada, es el punto de partida de una saga mucho más grande que abarca varias trilogías más y que cuenta toda la vida de Traspie. Dentro de esta saga también puede considerarse integrada la previamente mencionada saga de "Las naves de la magia", no obstante esta transcurre años después en otra localidad, y hay algunas referencias pero ambas obras pueden leerse de una forma individual sin problemas (como fue mi mismo caso). Esta primera trilogía sólo narra los primeros años de la vida de Traspie, su formación como asesino y los problemas sucesorios de los Seis Ducados durante la Guerra de las Velas Rojas, y como tal es una historia -y un personaje- con principio, desarrollo y desenlace. Señalar también aquí que esas novelas a las que hago referencia y que continúan la saga no han sido publicadas en España.

Ahora bien, después de esta introducción que ha resultado más larga de lo que me habría gustado, llega la gran pregunta ¿es recomendable esta saga? Diría que para un lector versado en fantástica si, no es lo mejor del mundo pero desde luego hay cosas peores. Para un lector de un tipo de literatura más convencional, diría que no. La literatura de Hobb tiene las virtudes y los defectos de la fantástica y de la literatura histórica de ficción, una mezcla extraña en la que no siempre las virtudes de un género enmiendan los defectos del otro.  

El primer libro es una aventura sencilla, en la que los personajes se nos van presentando mientras se desarrolla la historia. El estilo de Hobb no es especialmente notable, no vemos ningún gran recurso narrativo, pero funciona. La escritura de la autora norteamericana es bastante amena y no cae, en un primer momento, en alargar la historia con tramas innecesarias o redundantes; ese es un defecto muy habitual de esta escritora y en él cae en el segundo y tercer libro, pero en el primer libro, ya sea porque no tenía la confianza del editor o porque tenía que presentar todos los elementos, Hobb va bastante al grano. No hay muchos personajes, y la trama no es especialmente compleja, pero uno siempre tiene la sensación de que la historia y los personajes progresan de una forma lógica y coherente. No hay tampoco ninguna trampa de guión, se dejan algunos flecos pendientes, algunas tramas a expandir en secuelas, pero estas omisiones no son especialmente sangrantes y le confieren a la novela un ritmo ágil y una variedad en su desarrollo. Siendo una historia de fantasía bastante normalita, resulta también suficientemente sólida como para no ser insultante.

Con el segundo libro, sin embargo, me parece que aparecen todos los defectos de Hobb. La autora tiene que convertir los cabos sueltos de una novela relativamente cerrada en una trilogía, y para ello se vale de la trama político-palaciega -que parecía medianamente cerrada- en lugar de la bélica -que se usará únicamente como motor de algunos acontecimientos y se cerrará muy chapuceramente en las últimas páginas de la trilogía-. El problema de Hobb es que creo que confunde desarrollo con páginas, y así en este libro -que se irá por encima de las 600 páginas- comienza a meternos párrafos y párrafos que no llegan a ninguna parte. Hasta el último tercio del libro no se anima la cosa, y ahí el estilo de Hobb se muestra tan ágil como siempre en lo referente a la acción... pero antes tenemos capítulos y capítulos en el que los personajes se dedican a esperar, a esperar lentamente que el malo desarrolle su plan evidente mientras defienden su inoperatividad como pueden. Hobb fuerza mucho la historia, no tenemos un malo genial -es un malo tópico y bastante penoso, de hecho-, tenemos unos héroes idiotas que se dedican a no hacer nada hasta que no pueden hacer nada. La autora intenta usar todas estas páginas para meter un romance, pero este es un romance soso y muy previsible que sencillamente no creo que pueda interesar a nadie. Y para rematarlo tenemos algunos guionazos bastante "sutiles" donde la autora tiene que reescribir algunos rasgos de los personajes con respecto a la primera novela porque los necesita en esta segunda. 

El tercer libro comparte algunos de los defectos del segundo, pero además hereda las complicaciones que el estilo de Hobb ha generado a lo largo de la trilogía. Para comenzar tenemos unos giros de guión muy forzados para deshacer algunos eventos y colocar al héroe casi en el punto de partida, y luego sencillamente tenemos un viaje muy largo. Alguna escena sobra, pero el problema aquí sería que la autora se ve obligada a profundizar en este libro en algunos tipos de magia... cuando el lugar adecuado para ello seguramente habría sido el segundo libro. Durante toda la trilogía se ignora la magia de "la maña", pero en este libro de repente han de explicarla... y así mismo se profundiza un poco más en "la habilidad", pero ello se hace para anular algunos de los conceptos iniciales que se indicaron en el primer libro y convertir esta magia en un gigantesco Deux Ex Machina que nadie sabe como funciona y que le permite a la autora demasiadas libertades argumentales. El objetivo de Hobb en este libro no es malo, quiere reflejar el crecimiento puro y duro del protagonista, su madurez en muchos aspectos; pero creo que no lo hace bien, además de algún que otro giro de guión, Hobb abusa del lirismo como toda una última mitad del libro demasiado mágica y abstracta, y del maniqueísmo, dibujando como unos malos demasiado mezquinos a los malos y luego lanzando tímidos apuntes en su defensa para que el protagonista parezca obligado a mirarlo todo desde otra óptica.

No es mala literatura fantástica. Hobb sabe ser muy entretenida y amena y manejarse con historias de personajes donde la magia juega un papel bastante pequeño; el problema es que no siempre quiere limitarse a sus puntos fuertes y en ocasiones acaba escribiendo páginas y páginas de desarrollo insustancial. Esta trilogía no esta mal, pero creo que tiene varios cientos de páginas más de las que la historia requeriría, y así mismo también algún que otro guionazo que podía haber sido más elegante.  


Y, como curiosidad, comentarse sobre la edición que, además de que creo que es innecesario partir los libros en dos -a pesar de que ello genere un buen par de tomos-, no se si con el segundo libro cambio el traductor o el estilo de este (o la propia autora), se ven entonces algunas expresiones impropias de un mundo de fantasía medieval, así como el lenguaje pasa a ser algo más soez. Me pareció llamativo cuando encontre que se refererían a la novia del protagonista como "puta" cuando en todo el primer libro habían evitado más que obviamente palabras malsonantes.

jueves, diciembre 15, 2016

Aquellos no tan maravillosos años

Stranger things

Supongo que esta será una reseña polémica, porque esta es una de esas series que todo el mundo pone por las nubes y que parece que no se puede criticar. Vaya por delante que Stranger Things me parece una buena serie; una serie con un argumento sólido si tenemos en cuenta que su objetivo primordial es recurrir al factor nostalgia; una serie que engancha y que resulta entretenida de ver; y una serie con unos valores de producción y una factura técnica notables. Es una serie que considero muy recomendable, ya que a fin de cuentas apenas son 8 capítulos. Ahora bien, no me parece la gran maravilla que a muchos.
Así pues, comenzaré a hacer sangre. El argumento y el desarrollo de esta serie es muy discutible, me gustan como al que más las dimensiones paralelas y las teorías de la conspiración, pero una cosa es jugar con estas cargas y otra cosa es además marcarlas. Si una película tiene un tono ligero como “E.T” es más fácil creer todas las chorradas de niños, pero si una serie te mete un tono más oscuro y sombrío no me creo ya tanto cosas como que no se descubra a la niña en el sótano, que un crío aguante una semana viviendo del aire en Silent Hill, que las habilidades del monstruo se correspondan a las necesidades del guión o que un sheriff se meta en el corazón de unas instalaciones gubernamentales supersecretas como si nada. Como he dicho, podría tolerar esto en una película infantil como los Goonies (sobre la que también hago sangre unos pocos párrafos más abajo), como también puedo aceptar chorradas pulp en un slasher… pero la mezcla de ambas siempre me ha parecido extraña, y si a ello se le suma la seriedad de un producto pretencioso con mucho drama… sencillamente no me cuadra. Stranger Things consigue que casi cuadren, las costuras de este monstruo de Frankstein de la nostalgia ochentera no se notan mucho, pero a pesar de lo bien que esta hecho este producto en ocasiones no puede escapar a su origen de collage de tropocientas películas y series ya vistas y los guionazos se notan, y debido al tono tan profesional del resto del metraje estos momentos en los que el guión flojea -o donde sencillamente el contraste es demasiado grande- cantan mucho.
Stranger Things es entretenida, como he dicho desde un principio, pero no puedo evitar que me parezca un producto que no tiene verdadera personalidad, que intenta ser muchas cosas al mismo tiempo para contentar a todos, y que une todos los trozos con buena música y referencias a una cultura que todos sus espectadores potenciales adoran en lo que a veces me parece demasiado que se nota más que es un recurso comercial que artístico.
Y ahora ya cargaré directamente contra los ochenta, una década que tenía muchas cosas buenas pero también muchas malas. Eran los años de Reagan, los años de la superbonanza económica americana y del optimismo avaricioso, y bajo todo ello salieron algunas ideas muy potentes, pero el envoltorio no dejaba de ser el cuidadosamente estudiado de la época… y sencillamente no me gusta que los niños sean más listos que los adultos, o que estos sean muy crueles, y no me gusta que la chica más lista sea también la más guapa, y que además le mole el chico rebelde, no me gusta que el prota sea un chico normal y que tenga un amigo de una etnia y otro gordito, todos esos clichés de adoctrinamiento social sencillamente nunca me han gustado y nunca me han parecido nada especialmente simpático o destacable; así como tampoco me ha gustado el personaje chistoso que tiene soltar gracias sin gracia o el romance cutre y previsible con un malo muy malo (diría que, como a muchos, mi personaje favorito de la serie es la amiga de la chica, y más que nada porque es un personaje que inspira lástima por lo injusta y absurdamente discriminada que está en relación con otros personajes).
¿Qué todo lo anterior eran los ochenta? Puede ser, no lo niego. Pero eso no hacía a las películas buenas por mucho que queramos ensalzarlas ahora por la nostagia, puede que nos gustasen, pero las películas eran malas. Hace unos años vi unos minutos de los Gremlins, película que recordaba con mucho cariño, y no pude ver más… porque sencillamente había envejecido muy mal por infinitos aspectos. Quiero creer que si “La princesa prometida” sigue siendo una de mis películas favoritas no es por la nostalgia de las veces que la ví de pequeño, es porque sencillamente es una buena película, igual que “E.T” dentro de su ligereza me parece una película muy digna, algo que no puedo decir de los “Gremlins” o los “Goonies”, o de los mismísimos “Cazafantasmas” con todas sus chorradas ochenteras. Qué algo sea ochentero no lo hace bueno.
¿Qué recrear todo esto era el objetivo de la serie? Puede ser. Nuevamente no lo niego, y si ese es el caso desde luego la serie triunfa absolutamente pasando por todos los hitos que hicieron clásicas a muchas películas de la época, y además lo hace consiguiendo mantener una coherencia mayor que muchas de aquellas aventuras. Es una serie pretendidamente ochentera, pero tiene la continuidad y la consistencia de una serie actual.
Sé que me ha quedado una reseña extraña en la que hablo poco de la serie y me dedico más a desproticar contra unos años, y sé que me ha quedado muy negativa. Y no le hace justicia a la serie. “Stranger things”, como he dicho desde el principio, es una serie entretenida y muy disfrutable, y el guión es bastante sólido, y los actores están bien, y tiene un buen ritmo, y la fotografía y la música son excelentes. Es, a todas luces, una serie muy recomendable; pero creo que es también una serie a la que se ha ensalzado de sobremanera y a la que es bueno acercarse con unas expectativas moderadas.

Y ahora sigamos perdiendo seguidores poniendo epistolarmente a parir...

Los Goonies

"Película, no eres tú. Soy yo"
"Te entiendo, sé a lo que aspiras. No quieres ser otra cosa que una de aventuras protagonizada por niños".
"Por Dios, que te produce Spielberg, tu guión lo firma Columbus y te dirige Donner... no puedo esperar una película de Cronnenberg, como mucho puedo aspirar a Superman en Howgarts... que sería interesante porque la magia es uno de los puntos débiles del hombre de acero... pero no divagaré"
"Y en tus aspiraciones triunfas. Tu fotografía es increíble, y también tu ritmo, donde intercalas decenas de escenas de acción variadas y siempre sorprendentes e imaginativas al tiempo que desarrollas tus personajes más o menos bien, si bien lo haces a base de meter todos los tópicos posibles como el del asiático loco o el gordo cobarde y cansino". 
"Y tienes muchas aventuras de piratas, que eso siempre mola, con sus calaveras, sus barcos y esas cosas"
"Y entiendo que no tienes que tener respeto por las leyes de la física con el niño y sus inventos, como tampoco tienes que tener mucho respeto por los adultos o por las leyes del civismo... aunque si que tengo que decir que no entiendo demasiado ese rollo raro de triángulo amoroso que se gasta Samsagaz con su hermano Thanos y la novia de este... eso es raro"
"Entiendo también que Joe Pantoliano y Robert Davi tuvieron que divertirse mucho haciendo de esos villanos de opereta"
"Entiendo que quizás era el público potencial de esta película allá por finales de los ochenta, no ahora. He llegado como que un cuarto de siglo tarde a ver la película y esta, desde luego, no está pensada para treintañeros".
"Todo eso lo entiendo... pero no puedo evitar decir que me has parecido una mierda de película que se me ha hecho eterna y que no acababas nunca"

martes, diciembre 13, 2016

OPDM - 007 - Anime del Otoño de 2006

Nueva entrega del podcast y, tratando de instaurar una línea de programas, volvemos a hacer un programa retro sobre la temporada de anime de hace una década, Otoño del 2006 con los siguientes animes:

Death Note
Code Geass: Hangyaku no Lelouch
Kanon (2006) 
Black Lagoon: The Second Barrage
Paprika
Shijou Saikyou no Deshi Kenichi
Ghost Hunt 
Busou Renkin 
Bartender 
D.Gray-man 
Otome wa Boku ni Koishiteru 
Asatte no Houkou
Katekyo Hitman Reborn! 
Sumomomo Momomo: Chijou Saikyou no Yome 
Jigoku Shoujo Futakomori 
Negima!? 


Al final, a modo de plus y de ocupaciones actuales, un videojuego (Sword Art Online: Lost Song, PS4) y una serie (Babylon 5).

En nuestra particular enciclopedia friki contamos esta vez con la ayuda de nuestro amigo y compañero Guille, del podcast Press Start Button (ver enlace), gran seguidor de Star Wars que nos hablará de Ewoks y Estrellas de la Muerte.

Como siempre, se agradecen likes y esas cosas que dan visibilidad al programilla, y por supuesto también comentarios, sugerencias y valoraciones de cara a próximas -y siempre inciertas- entregas. 

sábado, diciembre 10, 2016

Esperando ya el new game+

New Game

New-Game es una de las más gratas sorpresas que me ha dado el mundillo del anime este año. Vaya por delante que es una basurilla intrascendente, no es, ni mucho menos el SHIROBAKO de los videojuegos, pero tampoco lo pretende. New-Game es una comedia moe simpatiquilla protagonizada por una joven que tras el instituto entra en el mundo laboral en una pequeña compañía de videojuegos. Es una compañía pequeña, donde todo el staff además son tías buenas que están muy locas y se divierten mucho trabajando, y donde hay alguna que otra pareja que tontea con el yuri… lo cierto es que al menos para mi esa no sería la mejor descripción para venderme una serie. 
Lo curioso es que luego la serie es muy potable. El grupillo protagonista es muy carismático y se le coge cariño rápidamente, y la química entre todos los personajes es bastante grande. Alguna tontería puede ser excesiva, y desde luego toda la mierda de yuri me sobra… pero luego ves que las tias se matan a trabajar echando tropocientas mil horas y que pasan por muchas situaciones sorprendentemente realistas para alguien que trabaja en consultoría informática. No dire que New-Game es un documental, pero tiene momentos sorprendentemente realistas, y consigue que estos encajen bien en la serie y no rompan la dinámica de esta. Y uno no va a aprender a hacer videojuegos con ella ni a gestionar la creación de uno de ellos (además la serie se centra en un departamento artístico), pero la serie no parecen tomarse demasiadas licencias en este sentido y ofrecen una visión bastante seria y respetuosa de lo que es la industria de los videojuegos más tradicional en el país del sol naciente.
El ritmo de la serie es bastante correcto, presenta a los personajes en los primeros episodios y luego gradualmente va introduciendo unos pocos más para añadir variedad; en total no son muchos personajes y resultan relativamente variados. En lo referente al trabajo, teniendo un componente de drama muy ligero, la serie presenta el choque de una novata con el trabajo, con algunas de sus frustraciones y los problemas lógicos y normales, avanzando después hacia algún que otro desafío y hacia las gratificaciones finales (no deja de ser una serie muy optimista y todo les sale bien). En general se trata de un slice of life simpático en el que uno tiene la sensación de que las protagonistas nunca se detienen y, pudiendo ser unos episodios más divertidos que otros, y no faltando alguna que otra escena de fanservice, la serie nunca da la sensación de atascarse.
A nivel técnico, la serie es muy correcta. Tiene unos diseños muy bonitos, con evidentes licencias moe, pero en general muy simpáticos. La paleta de colores usa unos tonos suaves muy agradables y la animación se muestra bastante consistente. Tenemos deformaciones, ensoñaciones y los recursos clásicos de la comedia, todos ellos bien integrados. La banda sonora y el trabajo de las dobladoras no destaca especialmente salvo alguna excepción, pero cumple de sobra.
Es una serie sumamente recomendable. Su aspecto y sus primeros minutos pueden echar para atrás, pero conforme la serie avanza aparece un drama sencillo que hace que la comedia en si funcione mucho mejor. 

jueves, diciembre 08, 2016

Toma el fonegrifo y el cocinero y corre

One Piece 849 - Bropper en el mundo de los espejos

No deja de ser curioso que esta, una saga en la que estamos frente a toda una Emperadora y en la que tenemos elementos tan dramáticos como matrimonios de conveniencia y robos literales de años de vida, es posiblemente la saga más alocada y surreal desde... ¿Foxxy? Oda afortunadamente nunca se ha olvidado del humor, pero no deja de resultar extremadamente extraño el echo de que lo este usando tanto últimamente para resolver combates, y no hablamos ya de combates de secundarios como aquella surreal batalla en la que Sai se convirtió en Don frente a Lao G; hablamos de combates de miembros de la banda, y no hablamos de combates esporádicos de inicio de saga como pudo ser Brook contra Jola o el mismísimo combate de Luffy contra Cracker; hablamos de combates finales de saga. Chopper no suele tener muchas ocasiones para lucirse a pesar de ser un miembro considerablemente fuerte de la banda, y uno no espera que tenga muchos combates en lo que queda de serie a tenor de la espiral de poder... por eso uno espera que cuando tenga la ocasión se luzca, como hizo en Skypea o Enies Lobby. Aún teniendo en cuenta que en Wano probablemente haya combates para todos, no deja de ser raro que el reno no haya tenido su pequeño combate en esta saga para su lucimiento (a fin de cuentas no es una chica, con Oda ya he perdido la esperanza en este aspecto). Es probable que si a una persona normal la escaldan, luego la electrocutan y luego la aplastan con un cocodrilo gigante... muy bien no acabe, pero esto es un shonnen y uno espera un poco más de un combate que ni siquiera tiene el privilegio de finalizar un capítulo con una página doble. La resolución del combate esta simpática, pero creo que todos queríamos ver lucirse un poco más a un Chopper que se supone que ya no puede volver a convertirse en Chopperstein en seis horas... y si bien de Brulee no esperaba mucho, si que que creía que Randolph opondría bastante más resistencia.
Este combate se ha resuelto por el humor, como ya se resolvió el de Usopp contra Sugar, o como en menor medida se resolvió el duelo DE HOMBRES entre Franky y Señor Pink. Es curioso, y todavía no se si me gusta, como Oda está extremando los combates en este sentido; enfrentamientos largos y con mucha épica para los fuertes de la banda (aunque soy consciente de que en esta misma saga tenemos el antes mencionado enfrentamiento de Cracker para negar esto como máxima), y enfrentamientos extraños y surreales para los débiles. Y, sobre todo, creo que Oda está usando el humor para salir de un berenjenal extraño en el que él mismo se ha metido con habilidades extremadamente raras y desproporcionadas como esta de Brulee y salvajadas como la de Sugar, Jola o Mont d´or. Son frutas demasiado libres, el lector no puede imaginarse su funcionamiento y eso se traduce en que actúan demasiado al servicio de Oda, imponiéndoles este las restricciones o poderes que quiera y dando lugar a cosas tan poco naturales como el enfrentamiento entre Law y Doffy. Este tipo de frutas, como he dicho ya en varias ocasiones, me parecen un error. Sobra decir que no creo que introduzca una fruta en la serie sin saber como la va a usar o neutralizar, pero aún así su tendencia a crear estas frutas me sigue pareciendo algo preocupante. Y en esta saga claramente de transición funciona, la locura y el humor son la muy sabia elección de Oda para evitar que el enfrentamiento con Big Mom y los suyos pueda ser serio hasta que llegue ese gran momento que presuponiblemente veremos en la siguiente isla; pero la comedia no deja de ser una solución muy peligrosa que no siempre puede quedar bien... porque si lo de Chopper ya me ha parecido un pelín exagerado no quiero pensar en Brook, que si ya estaba jodido frente a Smoothie no quiero decir como esta frente a Big Mom por mucho que su fruta pueda compensar en parte a la simpática Linlin.

lunes, diciembre 05, 2016

En el cine todos pueden oír tus gritos

Tenía pendiente de ver Prometheus, una película con críticas dispares como pocas he visto, así que decidí verla... y ello ha derivado en un extraño ciclo en el que he revisionado algunas películas y visto algunas otras que tenía pendientes (y que son las que componen el grueso de esta reseña) porque su calidad es bastante dudosa según la valoración popular y que, a decir verdad, podía haber continuado ignorando habida cuenta de que tras su visionado me sumo más o menos a la opinión popular sobre ellas.
Así pues, comienza una reseña global sobre la saga del monstruo creado por Giger.

Prometheus


Vaya por delante, me gusta esta película. Vaya por delante 2, no tiene nada que ver con Alien. Sí, esta película se vendió como el origen de Alien, y tenemos al "space jockey" por ahí... pero a Scott todo eso le importa poco o nada.

El Alien está en la película para venderla, y de eso muy bien se encargaron en la promoción, pero la película no va de los aliens, y de hecho cuando entran en escena o la historia trata de aportar algo sobre su historia es cuando peor se maneja (hay escenas muy criticadas y que son algo absurdas, pero siendo sinceros ya en la primera película no tiene sentido el crecimiento mágico del bicho una vez sale de John Hurt). La película está rodada con la elegancia habitual de Ridley Scott, y tiene alguna buena y tensa secuencia de suspense, como también tiene un casting demasiado extenso y algún que otro guionazo de escándalo. Pero lo importante de esta película es su título, ese "Prometeo" que conduce a un enfrentamiento del hombre con los dioses, esa reflexión es lo interesante de la película, potenciada por sintético encarnado por un Fassbender absolutamente prodigioso que encumbra a los humanos al propio papel de dioses. La reflexión sobre conceptos como la vida, la divinidad y sus responsabilidades, la inteligencia y el alma es pilar de la ciencia ficción, y estos temas están bien integrados en una película que se atreve a plantear respuestas tan negativas como plausibles. La ciencia ficción no trata de respuestas, trata de preguntas, y en ese sentido la película no nos pregunta sobre las grandes cuestiones universales, si no que nos inquiere si estaríamos preparados para afrontar respuestas que no nos gustaría escuchar.
La película es elegante y está bien rodada, y sobra decir que a nivel de producción esta muy trabajada, con algunos diseños e ideas visuales muy potentes. Ahora bien, es una película de carácter casi filosófico a la que se le han metido alienígenas con mala hostia para venderla... No es ni mucho menos la precuela de Alien que se vende, casi diría que está más cerca de esa otra obra tan representativa de Scott que es Blade Runner.



Y tras ver esta película, uno tiene acaba con cierto mono de aliens, y esa es la excusa perfecta para revisionar esas dos joyas que son las primeras entregas de la franquicia (y que ya están reseñadas en el blog (ver reseña de Alien) (ver reseña de Aliens))

Alien³

Lo primero que he de decir de esta película es que la que he visto ha sido la versión del director (en la que el director, al parecer, no estaba para nada involucrado), es esta una película con cosas buenas pero con otras bastante discutibles... así creo entiendo que la famosa versión original con 20 minutos menos de metraje fuera bastante criticada, sobretodo habida cuenta de las dos obras maestras que habían precedido esta película, una herencia que pesaba mucho y ante la cual un debutante David Fincher había de encontrar una identidad propia para esta tercera aventura contra el xenomorfo.
La idea de la película como tal no es mala. Viajar al planeta de las criaturas o llevar a estas a la Tierra supongo que sería muy caro, así que la productora optó por seguir la estela de Scott en lugar de la de Cameron. De nuevo el enemigo es sólo uno, y ahora el escenario es una prisión gigantesca con unos pocos reclusos sin armas. La prisión es un poco rara, y tiene un componente de locura y religión que funciona de una forma algo random; seguramente la idea original era que fuera más opresiva y demencial, pero la ejecución no llega a ser buena del todo y la película se queda un poco en tierra de nadie. El personaje de Ripley tiene un buen planteamiento (la película gira en torno a una premisa muy potente que la diferencia del resto), y los presos parece que van a dar más posibilidades, pero una vez se desata la pesadilla el desarrollo de la trama es errático y algo forzado, y a eso no ayuda que las secuencias de acción en las que se enfrentan al monstruo me parezca que estén bastante mal montadas. 
El monstruo, en su variante de origen no humano, no está mal, pero en su día pecaron de querer usar efectos digitales y muy pocas películas de 1992 han envejecido bien en ese sentido.
En general no me parece una película especialmente mala, pero tampoco me parece que sobresalga demasiado para bien. No es un insulto a la saga, es una secuela con una buena idea aunque no logre hacerla funcionar todo lo bien que el espectador querría. 

Alien resurrection

Si bien la tercera siempre se consideró una entrega fallida, fue esta la que sepultó la franquicia... y con motivo. Resurrection es una película complicadísima de hacer, tanto argumentalmente por el final de Ripley en la entrega anterior, como formalmente por ser una saga que ya estaba bastante trillada. Pero algún lumbreras, y lo sorprendente es que los productores de la franquicia más o menos ha sido siempre los mismos, pensó que la forma de hacer la película era dársela a un francés para que hiciera una película europea.
La película es una película "francesa" en el peor sentido de la palabra, tiene ese rollo de "auteaur", "nouvelle vague", "impresionismo", o cualquier palabra que suene a cine de culto. Una fotografía con toques muy verdes, planos grotescos y un montaje muy particular. Y todo ello de por si no sería malo, las películas no dejan de ser hijas de sus directores, pero el problema aquí es que el director tiene demasiado dinero y puede hacer demasiadas cosas, y las hace. Y la película tiene el estilo del director de "Amelie" o "La ciudad de los niños perdidos", y la pregunta es quién pensó que eso le quedaría bien a una película de monstruitos en el espacio.... más si habida cuenta le ponían un guión de Joss Whedon con sus clásicas frases graciosillas pero luego la dirección no se enfocaba en ningún momento hacia la comedia de acción ligera típica del creador de Buffy. Si a ello le añadimos un casting bastante soso con una Ripley en plan cabrona apática que no sabes hacia donde va a tirar y con la que es imposible empatizar, una Winona Ryder insufrible y un Brad Douriff en el inesperado papel de loco... ni un siempre cachondo Ron Perlman puede salvar eso.
Y visualmente la película tiene alguna idea muy potente como la escena submarina, pero luego... llega el final, y una película normalita se convierte en un horror ante un giró de guión horrible potenciado por un diseño de producción sencillamente horrible en el que la película se convierte en un insulto a la franquicia con el "newborn" y todo lo que le rodea. El final de una película es siempre lo que más se recuerda, y el de esta es sencillamente vomitivo. Siempre se agradece que una película intente hacer algo nuevo, pero en esta hay tantas decisiones disparatadas que uno no imagina como sobrevivieron al primer borrador del guión.   



Y tras ver esta saga ya uno piensa... ¿y por qué no? y se pone a ver la otra saga cinematográfica protagonizada por los xenomorfos.

Bonus track:

Alien vs Predator

Lo mejor que tiene esta película es que su secuela es tan mala que la hace buena. Es una película de Paul W S Anderson, y eso se traduce normalmente en dos cosas: Milla Jovovic y nadería insustancial. Y no tenemos aquí a la protagonista del Quinto Elemento, pero si tenemos los factores que han hecho "grandes" (no existen comillas suficientes para la anterior afirmación) las adaptaciones de videojuegos de ese señor.

El argumento es una chorrada, una especie de fuente de calor que se descubre en la Antártida y para allá van con prisas el presidente de Weyland (interpretado por Bishop, y así todo esto parece que tiene mucha continuidad con la franquicia de Sigourney Weaver) con un grupillo de masillas que harán las veces de anfitriones para los aliens que los depredadores quieren cazar en una especie de rito de madurez. Es imposible pedir un argumento mucho más complejo a una película que tiene la premisa que tiene, así que se opta por uno funcional que lo justifique minimamente todo, y se nota que a la propia película le importa poco o nada, porque todo se desarrolla apresuradamente, con frases llenas de tópicos y escenas muy previsibles. Pero verdaderamente a nadie le importa esto, y todo el que vea esta película no quiere ver una reflexión de ningún tipo, nadie pagaría por quitar 5 minutos de peleas para meter 5 de conversaciones (otra cosa es que siendo una película de apenas hora y media si hubiera un poco de margen para meter unos minutos de desarrollo antes de que la película se hiciera pesada). Pero esto es un producto fanservicero, no hay "cine" en él, solo una repetición de los clichés de ambas franquicias y un enfrentamiento diseñado por adolescentes y diseñadores de videojuegos entre ambas criaturas. Y no me quejo, vemos los gadgets de cada bicho, vemos sus variaciones, y los vemos a unos y otros matarse entre ellos.
Perfecto, inconsistencias haberlas haylas, y en gran cantidad... la pirámide cambiaba su configuración cada dos por tres y ello hacia que fuera imposible establecer algo parecido a un sentido de la posición o las distancias, y desde luego el rol de la protagonista y el hecho de que el Depredador la respete es poco menos que absurdo (aunque supongo que esto es un precio que hay que pagar, porque no hay nadie dispuesto a hacer una película sin humanos a pesar de que a ningún espectador le importan una mierda).
En fin, mala, pero más o menos sólo lo mala que uno esperaría que fuera.

Alien vs Predator 2

Esta película no es mala. Es tan rematadamente mala que es un insulto a cualquier tipo de inteligencia. La primera entrega de esta saga es una películilla muy normalita de bichos dándose de palos entre sí; es mala, eso nadie lo discute... pero más mal que bien muestra lo que uno quiere con ese título... Depredadores cazando Aliens.
Esta segunda parte, continuación directa de la anterior, es sencillamente infame. No es que sea tan mala que haga buena a la primera película, es que es tan mala que hace buenas a las películas de Asylum... porque las películas de Asylum te dan al menos lo que uno espera, esta es como esas películas de monstruos cutres que echan por Syfy y que son producciones alemanas o búlgaras... películas que se creen películas. Y una película que se llama "Alien vs Predator" no es una película, es un festival de fanservice. La gente paga por ver a dos bichos molones pegándose de forma molona. La gente paga por desconectar el cerebro y ver un simple espectáculo palomitero. La gente no paga por ver un drama cutre de adolescentes que no le importan a nadie. El Alien y el Depredador son dos criaturas míticas, y el par de inútiles que dirigen esta película saben tan poco de cine que los reducen a un mero slasher con monstruito, y por mucho que ese fuera el origen de ambas franquicias hay demasiado cine en sus nombres para que se conviertan en un Jeepers Creepers de saldo. 
¿Quién demonios concibió esta película? Los directores se ponen a mostrar un telefilm cutre con actores malos y un guión horrible como si fuera una gran película. A nadie le importa esa historia. Uno sólo quiere que los personajes mueran y los bichos se peleen entre ellos... y ni eso lo hace bien la película, con una planificación confusa de escenas y desarrollo, y unas peleas que se libran de noche y lloviendo.
Es una película que apenas dura hora y media y que se hace eterna. Me pongo a recordar películas peores, a cualquier nivel, que esta... y se me ocurren pocas.



Y ya que estaba, después de ver esos dos horrores, tenía mono ver un poco más a los yautja en acción, y la primera es una película que revisiono con relativa frecuencia y que tengo reseñada en el blog (ver reseña), pero la segunda facilmente podía hacer veinte años desde que la vi, y en general es una película de la que tenía una idea bastante mala a pesar de lo mucho que molan todos los gadgets que el cazador saca a lo largo de su metraje.

Bonus track 2:

Depredador 2

Y me ha gustado, no es tan mala como creía recordar. "Depredador 2" no es ninguna maravilla, y sobra decir que no está ni la mitad de bien rodada que la original, y ha perdido el factor sorpresa, y no tenemos el carisma del chuache y su compañía de armarios empotrados... pero es una secuela bastante decente.
Es una película hecha por ejecutivos. Parte de la idea más sencilla pero efectiva posible. Tenemos un bicho muy guapo... llevemoslo a la ciudad, a la "jungla de cristal". Y así tenemos al depredador en unos -muy bien reflejados- calurosos Los Angeles sumidos en una guerra de mafias, y nuestra criaturita comienza a cazar a todos los señores de la droga y a unos policías que van tras ellos. Y tenemos el camuflaje termooptico, tenemos la visión calorífica, tenemos su cañoncito y sus cuchillas y varios juguetitos nuevos a su disposición, que era lo que todos queríamos ver en una secuela. Y como la premisa es tan simple y hay tantas posibilidades a explorar, la película funciona. No es una joya como su predecesora, pero es entretenida y su guión sin ser ninguna maravilla más o menos es funcional. Danny Glover da el pego como héroe de acción y está a la altura de su enemigo, y las escenas de acción están bien rodadas y suelen tener cada una de ellas un componente original que hacen que el depredador mole un poco más.
La película tiene alguna buena idea visual, y la música es el magnífico tema de la película original. Alguna cosilla de los pandilleros o la prensa se nota demasiado exagerada, pero es un precio pequeño a pagar si con ello tenemos un gore y una alegría para matar e insultar que no se verían en una película que no estuviera anclada en la alegre década de los 80.
No es una buena película, pero tampoco es una mala película. Es una secuela funcional, que vive gracias a la libertad de la que dispone para ampliar la mitología del monstruo... y eso lo hace muy bien.

viernes, diciembre 02, 2016

La hija de la madre de la novia

One Piece 848 - Adiós

Iba a titular esta entrada "Esto ya no es Water 7"... pero lo cierto es que si nos ponemos a recordar esta parte de Totland podría asemejarse a aquella infiltración en la mansión de Iceburg... de hecho hemos tenido una pelea contra un miembro de la banda (Sanji) y otro la esta dejando por su propia voluntad para no perjudicar al resto (Sanji de nuevo, aunque ahora este rol podría asumirlo Pudding). Pero creo que ya podemos decir que esta saga se ha separado lo suficiente de aquella como para no afirmar que Oda se esta autoplagiando, como tampoco lo hizo en Dressrosa con Arabasta. Puede decirse que repite algunos esquemas, pero es que verdaderamente las posibilidades argumentales de una historia como esta en la que los buenos son personajes que ocupan un rol tradicional de villanos como el de los piratas son relativamente reducidas, y luego además esta el hecho de que el propio Oda ha anunciado esa repetición de esquemas y el hecho de que ahora ha llegado el momento del cambio, de que los protagonistas se enfrenten a los mismos muros y esta vez los superen.

Y este capítulo me parece una buena muestra de la madurez de Totland y toda una gozada, como todos aquellos en los que el protagonismo de Luffy queda relegado a un segundo plano. Quizás lo único decepcionante sean las largas que se nos han dado con las habilidades de Pedro, porque esto no es Hunter x Hunter y nadie va a morir por una bomba*; pero en cierta forma esto queda compensado con el gran plano de Brook como Soul King, esta claro que el músico no es rival para Smoothie, pero si debería dar para los lacayos de esta, y Oda nos debe algunas escenas suyas pues verdaderamente nunca ha tenido un versus propiamente dicho, y eso que las veces que le hemos visto serio ha dado para planos muy molones y muy alejados de lo que suele ser la estética general de la serie.

Pero naturalmente la estrella del capítulo es Pudding. La ¿triclope? inquietaba, uno nunca sabía si iba a ser monstruosamente buena o una villana retorcida; pero parece que al final va a caer del lado bueno para su desgracia, para su desgracia porque a las muchísimas referencias literarias de esta saga parece que ahora vamos a meter un drama romántico rollo Shakespeare. Las viñeta final y el título dan a pensar que podríamos llegar a ver un esbozo de algo tan tabú como un suicidio -no parece que Pudding tenga el espíritu aventurero que se veía en esa Lola que a cada capítulo que pasa es más grande-, pero no creo que ni Oda ni sus editores permitan que más allá de una insinuación veamos algo que costaría tanto explicar a los niños que ven la serie. No obstante, algo tan sencillo como el hecho de que Pudding no puede ni siquiera elegir su vestido de boda muestra algo de lo que se nos han ido dando pistas sutilmente -y en el caso de Moscato sin sutilezas de ningún tipo-, y es el absoluto egoísmo por parte de Big Mom con respecto a su familia. Big Mom no quiere a sus hijos, pero está enamorada del concepto de ella misma como madre. Recordemos como de las afrentas cometidas por Luffy a día de hoy la que más le sigue doliendo fue que se comiera los dulces de la isla submarina (y que anticipa que nuestro protagonista de goma también va a acabar con un pastel de bodas que la Emperadora lleva centenares de capítulos esperando). Los hijos de Big Mom tienen libertad, por supuesto, como la tienen los habitantes de Totland... siempre que su libertad no interfiera lo más mínimo con la visión de un mundo perfecto de fantasía que tiene Charlotte Linlin. Así pues, teniendo en cuenta el cambiante humor de la Emperadora, así como el aprecio que ya hemos visto que los hermanos se tienen entre si, poco a poco se abre un interesante frente argumental sobre el concepto de familia en la saga (concepto respaldado además por la relación de Sanji con el resto de los Vinsmoke), podemos estar avanzando hacia algo tan raro e inesperado como el hecho de que Luffy y los suyos se conviertan la chispa que encienda la llama de la emancipación o independencia de los hijos de Big Mom.  



*aquella forma de quitar de en medio a Trébol aún duele**
**pero la banda de Doffy parecía ser inusualmente sensible a las deflagraciones para los estándares de un shonnen. Monet, no te olvidamos.

miércoles, noviembre 30, 2016

Más episodios, pero no los suficientes

Fate kaleid liner Prisma ☆ Illya 3rei

La franquicia de Illya nació de una coña del Ataraxia y parecía desde la distancia una nimiedad, una chorrada fanservicera... y en cierta forma lo es, pero también es una saga tremendamente divertida con una épica y una espectacularidad que me sorprendieron muy gratamente desde el primer momento (ver reseña). Es esta una extraña mezcla de todos los tópicos de las series de Magical Girls cortadas por el patrón de Nanoha que toma del universo Type-Moon al mismo tiempo su vertiente más seria y también la más ridícula, todo ello con algo de yuri (que en ocasiones es menos sutil de lo que me gustaría, dicho sea de paso). Es una combinación extraña que me parece que funciona sorprendentemente bien.

Sin embargo, esta tercera aventura ha sido decepcionante. Y lo triste es que lo ha sido por la adaptación, porque se nota que el material de partida es seguramente el mejor de todos. Sin embargo, cuando normalmente teníamos temporadas cortas de 10 episodios donde el material original se alargaba lo indecible, donde había auténticas temporadas en las cuales todo eran chorradas y comedia hasta los últimos episodios, aquí ha pasado lo contrario. En esta Illya tenemos 12 episodios, pero en ellos apenas hay humor (alguna chorradilla con Tanaka y Gil, un buen vendedor de ramen y un episodio memorable de peluches... pero poco para lo habitual en la serie), todo es acción y todo es drama. Y se nota que a la serie le faltan minutos, no se si la historia habría dado para 24 capítulos, pero desde luego si habría dado para 18. Todo ello se traduce en un ritmo demasiado acelerado, en especial en los últimos 3-4 capítulos, en los que la serie tiene que cerrarlo todo. El desenlace es tan rápido y extraño que uno no tiene la sensación de que haya acabado y se quedan demasiados interrogantes abiertos, y en el capítulo anterior hay tantas situaciones épicas que se pisan entre ellas (uno cuenta 4 o 5 planos que son claramente cliffhanger de final de un capítulo del manga original). La composición de la serie, el querer comprimir tanto material del manga en tan pocos capítulos, se traduce en un montaje y un guión bastante mejorables. Y estas prisas, esta planificación tan errónea, se deja ver también en la acción; la franquicia Illya siempre ha tenido unas escenas de acción sorprendentemente buenas, pero aquí, con las mejores escenas de la serie el nivel ha bajado, como si el presupuesto sencillamente no les diera para tantas grandes escenas como requería la historia.
Es una pena. La historia de esta tercera temporada es francamente potente, y los malos tienen carisma, y es impagable ver a Gil-kun por ahí, y Tanaka-san es un buen añadido, e incluso hay que decir que la serie tenía que sobrevivir a la muerte de una de sus seiyuus... pero, sencillamente, no han adaptado bien el material original. El ritmo de la serie se nota muy forzado y atropellado, y si bien la serie funciona, su visionado no deja de transmitir la triste sensación de que la sería podría haber sido mucho mejor de lo que finalmente es.

lunes, noviembre 28, 2016

El tontodromo de Longbourn

Orgullo y prejuicio

Tonto de mí, tenía algunas reticencias con Jane Austen. Cogí este libro sin demasiadas ganas, pero tras unas pocas páginas ya me había enganchado por completo y he descubierto en esta autora una más que digna rival de Dickens. Mucho se ha hablado del retrato de clases de este libro, de la hipocresía de su sociedad y de como retrata el rol de las mujeres en esa Inglaterra... mucho y muy bien se ha hablado, y nada que diga yo ahora va a sumar algo, así pues, voy a permitirme el placer de salirme un poco de mi esquemático y repetitivo esquema de reseñas literarias y divertirme con una clasificación de los personajes de acuerdo a la simpatía que en mi despiertan o el grado de anacronismo estúpido que he visto en ellos...

13. Charlotte Lucas, tengo debilidad por los personajes tristes, y esta me gusta. En el libro queda mal, pero verdaderamente en el contexto de la sociedad y dentro de las posibilidades que se nos describen, la mujer toma la opción más lógica y coherente si no es la protagonista de una historia romántica feliz como si tiene la suerte de ser Lizzy.

12. Mary Bennet, aquí tengo un problema con Austen y es como desprecia a esta chica, no es guapa y por ello se refugia en los libros... y no sólo no es guapa -gran crimen en esa sociedad- si no que tampoco es lista... con lo que al final acaba siendo un personaje pedante. La idea como tal no es mala, pero habida cuenta de como son el resto de personajes del libro me habría gustado que no se la ridiculizara tanto o que la escritora le sacara más punta.

11. El señor Bennet, ¡el puto amo! Desprecia a su mujer y casi todas sus hijas; el hombre se tira todo el rato con sus libros y desde luego no ganaría el premio al marido del año... pero Austen lo utiliza para atizarle a las mujeres de la casa con una ironía y una mala leche brutales. Divertidísimo.

10. Elizabeth Bennet. Una excelente protagonista. Es a ella a la que le corresponde superar los "prejuicios" del título; no obstante, estos parecen lógicos en un primer momento, y luego Austen narra muy bien como los hechos se vuelven contra Lizzy y como esta acaba cambiando sus opiniones por mucho que le disguste. Es consciente de todas las hipocresías de la época y de los defectos tanto de su padre como de su madre. 


9. Fitzwilliam Darcy, sería el protagonista masculino, aquel al que le toca superar el "orgullo" (como se nos repite quizás demasiado), aunque la historia entera está narrada desde el punto de vista de Lizzy con lo que su desarrollo es algo precario. El personaje esta bien fundamentado y acaba cayendo bien, pero me parece que le falta un poco de desarrollo, se confiesa a Lizzy demasiado de golpe y se hace raro que ya pase a estar perdidamente enamorado incluso cuando no ha superado el desprecio por Lizzy y los suyos.

8. Lady Catherine de Bourgh, en una película la interpretó Judi Dench... y es eso, una SEÑORA inglesa, una señora inglesa de finales del XVIII - principios del XIX. No tiene un pelo de tonta, pero tampoco de romántica. Sencillamente, clasista y estricta como ella sola.

7. George Wickham, sería algo así como el villano de la novela, pero verdaderamente no es especialmente tonto, más bien lo contrario, es un timador embaucador. No es tampoco ninguna gran lumbrera ya que el hombre no se aclara y tiene entre sus muchos vicios el ir dejando deudas por donde pasa. En este ranking no termina de estar bien ubicado, pero no me parece especialmente tonto y, dentro de lo que es la sociedad descrita por Austen, creo que sabía valerse relativamente bien de acuerdo a sus ideales.

6. Jane Bennet & Charles Bingley, la pareja de guapos no llegan a terminar de sumar dos cerebro entre ambos, pero sencillamente no hay maldad alguna en ellos y son incapaz de concebir malas ideas o la malicia del resto. No puedo decir que sean tontos, son demasiado buenos... y me niego a considerar esto como un defecto. En cierta forma suponen la exaltación de la sociedad en la que Austen vive, los ideales de por si no son malos, el problema son las personas. 


5. Caroline Bingley, la malvada hermana del amorio de la hermana de la prota que esta enamorada del prota masculino y que quiere evitar.... nada, una villana de culebrón. Es hipocresía en estado puro, pero tampoco es que tenga un plan digno de Moriarty y Austen en líneas generales apenas le da páginas. 

4. Catherine Bennet, una idiota perdida, no alcanza los niveles de Lydia, pero no porque no lo intente sino porque sencillamente Austen se emocionó creando hermanas y luego le sobraban a lo largo de la trama.

3. El señor Collins, un pomposo que vive sólo para adular a la noble Lady de Bourgh. Es pedante y esta convencido de su superioridad y de su nobleza, pero apenas es capaz de pensar y vive bajo una encorsetada lógica de la que no concibe siquiera intentar salir y que le permite soltar auténticas majaderías con total convencimiento. En este caso no tendríamos un ejemplo de la hipocresía de la sociedad, si no de la simple y llana estupidez y el conformismo de las clases medias.

2. La señora Bennet, lo más hostiable imaginable, una mujer que siempre se está haciendo la víctima ante todo y que no aspira nada más que a cumplir los estándares sociales. Sólo le importan las apariencias y es el máximo reflejo de la medianía y la mediocridad provocadas por la hipocresía de la época... todo ello arraigado en un cerebro que no corre peligro de desgaste.

1. Lydia Bennet, el "true end" de lo más hostiable imaginable, a toda la hipocresía y carencia de luces de la madre sumemosle desparpajo, descaro, ambición y mezquindad.



Por cierto, dejando al margen las imágenes chorra para ilustrar la entrada, la imagen del libro si se corresponde a la edición que he leído. Una edición muy elegante por parte de Alianza Editorial, con una maquetación excelente y una colección de ilustraciones excelentes... la única pega que le encuentro es que la he sacado de la biblioteca regional de Murcia y a alguien le habían puesto esta lectura en alguna clase y había considerado subrayar y anotar todo aquello que le parecía interesante... gente, respetemos un poco los libros que son de todos... 

viernes, noviembre 25, 2016

Totland está a punto de E-X-P-L-O-T-A-R

One Piece 847 - Luffy y Big Mom

Normalmente es muy difícil que un desenlace este a la altura de las expectativas. Cada lector/espectador tiene sus propias ideas, su propia imagen mental de lo que sería un desenlace perfecto. A veces los finales son decepcionantes, a veces son directamente malos, a veces la historia se ha forzado tanto que es imposible que su final sea lógico o coherente y todo parece forzado, y a veces el autor sorprende para bien y supera cualquiera expectativa. Normalmente Oda no termina de rubricar sus sagas, sus planteamientos y escenarios son tan potentes que cuando finalmente ha de plegarse a las reglas del shonnen uno no puede evitar sentir cierta decepción; no sé si Totland será otra excepción a esas reglas como Shabody o sencillamente Oda lo bordará como Water 7, no sé si de esta isla saldremos con buen sabor de boca como en su día salimos de aquellas islas o todo se echará un poco a perder. Pero si bien me inclino a pensar que el resultado podría ser positivo (pues Oda el sólo hecho de que Luffy llegase hasta Big Mom ya sería una victoria y las reglas de los mangas de hostias se están reservando para Kaidoh), la saga está adquiriendo tan buena pinta que se hace difícil pensar que uno quiere contener un poco su imaginación.

Dejando a un lado la trama de los Vinsmoke (aunque creo que Brook aún tiene que aportar algo de información y que Oda se esta guardando con ellos algún giro de guión), las expectativas no podían ser mejores. Tenemos varios frentes abiertos, y siendo algunos de ellos muy locos la coherencia y la consistencia de la saga no se están resintiendo, dibujando a Big Mom como una villana terriblemente poderosa pero también muy impredecible y con cada vez más trasfondo como ese aparente odio a los gigantes (cuando Caesar, un personaje que tiene que reaparecer tarde o temprano en esta saga, precisamente debía de estar construyéndole un ejército de los mismos).

Por una parte tenemos la surreal escena de cuento de brujas con Brunee, Carrot y Chopper. Me encanta tanto la coneja como la bruja, y me gusta que el “tanuki” tenga algo de protagonismo bélico por fin… pero no puedo evitar dejar de pensar que esta parte de la trama está quedando algo forzada, me gusta la idea y la locura, pero creo que Oda podía haberla manejado mejor y que quedara demasiado mágico que la mink y el pirata aparezcan justo a tiempo para salvar a Luffy.

Luego tenemos a Pedro y Brook. Las habilidades del jaguar han sido muy escondidas y está claro que, si bien no es alguien del nivel de Jack, si puede rivalizar perfectamente con cualquier según o tercer espada de un Emperador. Es un personaje que Oda se nota que está cuidando y hay ganas de verlo en acción, más cuando es más que probable que venga de la mano de un flashback interesante (supongo que el pasado con Wanda en el que veamos el origen de la enemistad de Inuarashi y Nekomamushi quedará para Wano con información sobre el clan Kozuki, pero la escena de su interior incursión –además de traernos a un Pekoms que tiene que estar al reaparecer- puede servirnos para obtener más de esa información sobre los fonegrifos que Oda tanto raciona y para conocer incluso a Snack). Y si hay ganas de ver a Pedro, no menos hay de ver Brook, un desaprovechadísimo personaje de la banda que hace demasiadas veces de bufón si tenemos en cuenta lo épico que puede llegar a mostrarse cuando se pone serio. El hecho de que tenga enfrente a toda una comandante de Big Mom (así como a un surreal trío de secundarios que se entrevió en el capítulo anterior) hace pensar que es imposible que Brook venza, pero es algo que el propio Brook debe saber y tengo mucha curiosidad por ver como el mangaka plantea un enfrentamiento que claramente no puede basarse en la fuerza (y no creo que este sea ese glorioso momento que todavía no ha llegado en el que un enemigo resulte ser un fan del músico de la banda). Desgraciadamente, parece imposible que Oda renuncie a ese caramelo tan jugoso que es la boda, con lo que esta misión parece abocada al fracaso y a simple recurso narrativo para dar tiempo en entre varias acciones y permitir que Luffy descanse… aunque bueno, a fin de cuentas esa es la definición de la narrativa.

Porque a fin de cuentas, todo en este capítulo sirve para enmarcar la conversación entre Luffy y Big Mom. Conversación que tiene tantas lecturas y matices que es complicado enumerarlos todos. Big Mom sigue sin mostrarse en persona ante Luffy y ya no es casual, llevamos demasiados capítulos escuchando que el poder de los Emperadores es tal que uno ni siquiera llega a verlos cuando los desafía; creo que está claro que esa será la victoria de Luffy en esta saga (al margen de Sanji, una Pudding que Luffy vuelve a mencionar como amiga, Jimbe y el robo de los fonegrifos... victoria no pequeña una vez hacemos recuento), Big Momo sigue sin reconocer a Luffy como un enemigo (algo casi lógico si tenemos en cuenta que el protagonista vuelve a reafirmarse ante ella –estando prisionero y a su completa merced- como el futuro rey de los piratas). La caja de Tamatebako, esa bomba que siempre habíamos imaginado como una explosión cómica en un flashback, se confirma como uno de los futuribles giros argumentales de la saga y algo que muchos interpretarán como una increíble retorcida estrategia de Luffy digna de un mangaka que prepara algo durante cinco años. Y, para colmo, tenemos a Lola, era uno de los frentes abiertos y Oda podía utilizarlo para forzar una tregua que diera algo de respiro a la banda, sin embargo la ha utilizado para lo contrario… y con ello no sólo ha conseguido dignificar terriblemente a aquella pirata, si no que ha introducido la incógnita de un nuevo poder que podría haber desequilibrado la balanza de poderes (supongo que no será lo previsible de un Tenryuubito, así queda ver quién es tan poderoso no sólo para que Big Mom quisiera su ayuda, si no para que no pudiera obligarle a casarse con Chiffon).