Trauma center: second opinion
Segundo juego que me ha encantado de mi Wii. Mario Strikers y Sonic los tengo aparcados y no me han convencido demasiado (no considero justo escribir una reseña justa hasta que no me haya viciado a ellos, y algún día lo haré... supongo). Pero tanto estos dos como el maravilloso Zelda son juegos adaptados a Wii pero factibles en cualquier otro formato. Trauma center, a pesar de ser una adaptación de un juego de DS, ya si es juego que de verdad aprovecha las cualidades del particular mando de la consola de sobremesa de Nintendo.
Me compre una DS hace un par de días y el único juego que tengo es el Pokemon, así que desconocía este juego más allá de un par de partidas que juge en casa de un amigo. Desconocía el juego y por tanto para mi no ha sido un "port".
Para empezar, creo que el control del stylus de la portatil se adapta mejor al juego (no obstante fue pensado para ella) pero el control de Wii se defiende muy bien y agiliza el cambio de instrumentos. En esta entrega, por medio de las misiones añadidas, se ha podido ver un poco como jugaran con la profundidad y con la capacidad de rotar del mando; es de esperar que en la segunda parte del juego (ya en preparación y desarrollada para Wii) veamos operaciones tridimensionales de verdad. No obstante, el control funciona a la perfección y las operaciones se hacen bien y rápido. La implementación ha sido impecable en este sentido pero, como digo, el Wiimote puede dar mucho más de sí.
La historia la desconocía y, a pesar de ser malica y simple, me ha divertido y creo que esta bastante bien desarrollada y dibujada si la juzgamos partiendo de la descarada -y acertada- estética otaku del juego. Me ha sorprendido gratamente la trama, aunque creo que la versión Wii exigía cinemáticas y no imágenes estáticas.
A nivel gráfico, si exceptuamos el detalle de las cinemáticas, tambien me ha gustado. La estetica simplista es muy acertada a la hora de hacer las operaciones y no creo que falte ni sobre nada. El diseño es elegante, sobrio y suficiente, y muy meritorio teniendo en cuenta lo desagradable que podría llegar a ser el juego. La estetica manga de la historia en si es otro acierto, pues un juego así sería demasiado serio si vieramos a doctores más estilizados.
El desarrollo del juego es excelente, simple y adictivo. Las operaciones se realizan partiendo de un control simple pero a la vez con muchas posibilidades. Y enganchá. Pequeñas pruebas de habilidad donde tienes que detectar un tumor y extirparlo, arreglar un hueso, hacer un transplante de riñon, quitar fragmentos de cristal (¡siempre son cristales!) o arreglar unos trombos ofrecen un desafió constante al subir poco a poco la dificultad y tener que estar siempre pendiente de las constantes vitales. Luego además tienes operaciones que por sus peculiaridades son una delicia (operacion en un avión con turbulencias, desactivar una bomba con la ayuda de tu anestesita ex-csi u operar a alguién a oscuras), y otras que son verdaderamente extresantes y que te exprimen como jugador (aunténticas maratones de operaciones o la terrible GUILT, una plaga de virus que hacen las veces de monstruos finales). Para mi gusto la única pega sería que a partir de segunda mitad del juego se olvidan de las operaciones tradicionales y tenemos que tratar con unos parásitos de terrorismo médico llamados GUILT, esta rama constituye la trama principal de la historia y esta bastante bien, pero se echan de menos las operaciones más tradicionales.
En resumen... un juegazo, así de simple.
Segundo juego que me ha encantado de mi Wii. Mario Strikers y Sonic los tengo aparcados y no me han convencido demasiado (no considero justo escribir una reseña justa hasta que no me haya viciado a ellos, y algún día lo haré... supongo). Pero tanto estos dos como el maravilloso Zelda son juegos adaptados a Wii pero factibles en cualquier otro formato. Trauma center, a pesar de ser una adaptación de un juego de DS, ya si es juego que de verdad aprovecha las cualidades del particular mando de la consola de sobremesa de Nintendo.
Me compre una DS hace un par de días y el único juego que tengo es el Pokemon, así que desconocía este juego más allá de un par de partidas que juge en casa de un amigo. Desconocía el juego y por tanto para mi no ha sido un "port".
Para empezar, creo que el control del stylus de la portatil se adapta mejor al juego (no obstante fue pensado para ella) pero el control de Wii se defiende muy bien y agiliza el cambio de instrumentos. En esta entrega, por medio de las misiones añadidas, se ha podido ver un poco como jugaran con la profundidad y con la capacidad de rotar del mando; es de esperar que en la segunda parte del juego (ya en preparación y desarrollada para Wii) veamos operaciones tridimensionales de verdad. No obstante, el control funciona a la perfección y las operaciones se hacen bien y rápido. La implementación ha sido impecable en este sentido pero, como digo, el Wiimote puede dar mucho más de sí.
La historia la desconocía y, a pesar de ser malica y simple, me ha divertido y creo que esta bastante bien desarrollada y dibujada si la juzgamos partiendo de la descarada -y acertada- estética otaku del juego. Me ha sorprendido gratamente la trama, aunque creo que la versión Wii exigía cinemáticas y no imágenes estáticas.
A nivel gráfico, si exceptuamos el detalle de las cinemáticas, tambien me ha gustado. La estetica simplista es muy acertada a la hora de hacer las operaciones y no creo que falte ni sobre nada. El diseño es elegante, sobrio y suficiente, y muy meritorio teniendo en cuenta lo desagradable que podría llegar a ser el juego. La estetica manga de la historia en si es otro acierto, pues un juego así sería demasiado serio si vieramos a doctores más estilizados.
El desarrollo del juego es excelente, simple y adictivo. Las operaciones se realizan partiendo de un control simple pero a la vez con muchas posibilidades. Y enganchá. Pequeñas pruebas de habilidad donde tienes que detectar un tumor y extirparlo, arreglar un hueso, hacer un transplante de riñon, quitar fragmentos de cristal (¡siempre son cristales!) o arreglar unos trombos ofrecen un desafió constante al subir poco a poco la dificultad y tener que estar siempre pendiente de las constantes vitales. Luego además tienes operaciones que por sus peculiaridades son una delicia (operacion en un avión con turbulencias, desactivar una bomba con la ayuda de tu anestesita ex-csi u operar a alguién a oscuras), y otras que son verdaderamente extresantes y que te exprimen como jugador (aunténticas maratones de operaciones o la terrible GUILT, una plaga de virus que hacen las veces de monstruos finales). Para mi gusto la única pega sería que a partir de segunda mitad del juego se olvidan de las operaciones tradicionales y tenemos que tratar con unos parásitos de terrorismo médico llamados GUILT, esta rama constituye la trama principal de la historia y esta bastante bien, pero se echan de menos las operaciones más tradicionales.
En resumen... un juegazo, así de simple.